I.V - Comenzar de Nuevo
Dean gruñó cuando su espalda golpeó la pared del motel. Anna estaba aferrada a su remera, su boca sobre la suya besándolo con lentitud. Podía sentir el sabor a frutilla que desprendía, nunca había sido fanático de esa fruta pero desde que la había conocido pasó a ser su favorita.
Las manos de la pelirroja se deslizaron por debajo de la remera, su camisa se había ido hace tiempo. Sus uñas rascaron su estomago mientras las manos de Dean estaban fijas en su cintura. No se animaba a ir más allá.
El miedo a lastimarla era más fuerte que nunca. Las imágenes de él convertido en demonio, y obligandola a hacer cosas que ella no quería, inundaron su mente.
Los labios de Anna bajaron hasta su cuello, tomó sus manos incitándolo a que la toque, estaba a punto de ceder cuando la puerta de la habitación se abrió.
Sam se quedó de pie observando a ambos. —Oh, lo siento —se disculpó nervioso.
—Oye espera... —Dean detuvo a su hermano antes de que se vaya.
Anna se alejó mirándolo sorprendida. Dean siempre se había resistido a mostrar su intimidad frente a otras personas.
Sam miró a su hermano con confusión. —Dean...
Su voz fue un susurro cuando habló. —Por favor. Yo... yo quiero que te quedes cerca. No puedo... —luchó contra sus palabras y su hermano se dio cuenta de la mirada vergonzosa en sus ojos—. No puedo hacer esto sin ti cerca, Sammy. No confió de mi mismo.
—Dean... —Anna lo miró con ternura—. No me harás daño
—Lo hice antes.
—No eras tú.
Sam los miró a ambos. La cara de Dean estaba llena de vergüenza y tristeza. La de Anna llena de perdón y de una dulzura que había visto antes, en todas esas veces que lo consolaba.
Entonces supo que había cosas que no sabía. Lo que sea que haya asado entre ellos Dean se lo contaría algún día, o tal vez no. Lo que realmente importaba en ese momento era que su hermano los necesitaba a ambos.
—Está bien —afirmó Sam—. Sea lo que sea, lo resolveremos —suspiró y se frotó los ojos—. Iré a la habitación de al lado, cualquier cosa que pase, por más pequeña que sea, me llaman.
Dean asintió pero no le agradeció. Nunca tuvo que agradecerle a su hermano.
Le dio una mirada a Anna y ella asintió con la cabeza. Con un poco de torpeza, Sam se aclaró la garganta y se giró para salir de la habitación.
La pelirroja, no dijo ni una palabra. Tomó una de las manos de Dean y tiró de él, dirigiéndose hasta la cama. Lo hizo sentarse y ella se posó en su regazo. Pasó las manos por su cabello y sonrió cuando el cazador cerro los ojos, disfrutando de la caricia.
—Dean... —sus ojos verdes se abrieron de golpe. La observó con atención—. Te amo, ¿puedes entender eso?
—Bebé, yo...
Ella lo interrumpió. —Necesito que me escuches. Te amo como nunca antes amé a nadie Dean. Te amo a ti y a Sam. Los quiero en mi vida hasta que me muera —Dean tragó duro. No podía imaginar el día en que ya no esté con ellos. Ese día todo perdería sentido—. Y también confió en ti. Lo que paso en aquel lugar... ese no era tú ¿de acuerdo?
Dean negó. —Era yo Anna. Era la peor versión de mi mismo —la pelirroja apretó los labios, escuchándolo atentamente—. Lastime a mucha gente durante ese tiempo. Hice cosas de las que no estoy orgulloso y que me perseguirán por el resto de tu vida. Fueron... mis instintos más primarios. Yo quería... no soportaba la idea de perderte contra Sam.
—Nunca me perderás frente a tú hermano, Dean. Primero, porque como ya te dije, te amo —apoyó su mano sobre la marca, calmándolo—. Y segundo porque amas a Sammy. Lo acabas de demostrar. Confías en él, de la misma manera en que yo confío en ambos.
Dean agachó la cabeza, estaba negado. Nada de lo que su esposa le dijera lo haría cambiar de opinión. Anna tomó su cara entre sus manos y lo besó, se acomodó en su regazo, ambas piernas a cada lado de su cintura. Luego de unos segundos se separó, sus respiraciones eran agitadas.
—Ahora, necesito que confíes en mi.
Cuando no encontró ninguna resistencia de su parte, la pelirroja volvió a besarlo. Esta vez con más pasión. Sus manos suaves se arrastraron por su pecho hasta su estomago, tomando la parte inferior de su remera y quitandola. Dean gimió dejando que su lengua invadiera su boca.
Su espalda se apoyó contra la cama, estaba dejando que Anna se haga cargo de la situación. Pero no era lo que prefería, él necesitaba ser el que estaba al mando en la habitación. Necesitaba saber que podía darle placer a su esposa, sin ser capaz de lastimarla. Quería saber que ella confiaba en él. Solo con palabras no bastaba.
Y como si la pelirroja leyera su pensamiento, se detuvo. Se enderezó, sentándose sobre su cintura. —Dean, habla conmigo, ¿qué sucede?
La observó por unos segundos. Nunca iba a cansarse de eso. Era tan afortunado. Tenía a la mujer más hermosa que alguna vez conoció enamorada de él y estaba arruinándolo todo por sus inseguridades.
—No puedo hacer esto...
Anna le sonrió con dulzura y él sintió odio. No a ella. Odió la situación. Se odió a si mismo por ser capaz de haberla engañado con otras mujeres. Por haberla lastimado de tantas maneras posibles. No se merecía su compasión. Ni sus caricias o sus sonrisas.
La pelirroja lo besó cortamente en sus labios y luego salió de la cama. —Anna... —la detuvo, antes que se vaya—. Esto... no es tu culpa bebé. Quiero que entiendas eso.
Ella asintió y se dirigió al baño sin decir una palabra. Dean se pateó a si mismo mentalmente. Sus inseguridades comenzaban a afectar las de ella y todo comenzaba a convertirse en una gran bola de infelicidad.
Se levantó de la cama y comenzó a vestirse de nuevo. Acomodó la erección en su pantalón y se dirigió directamente a la botella de whisky que descansaba sobre la mesa. Se sentó frente a ella y espero.
Pasaron al menos 15 minutos hasta que Anna saliera del baño. Pudo darse cuenta que había estado llorando por el estado en que estaban sus ojos. La vio ir a la cama y recostarse dándole la espalda. Ni siquiera lo había mirado.
Soltando un suspiro, Dean salió de la habitación, dejándola.
La pelirroja se quedó allí, sola. Intentaba creerle que ella no era el problema, pero su mente estaba jugandole una mala pasada y haciéndola pensar un montón de cosas horribles sobre si misma. Ella no era buena para los hermanos, ese fue el primer pensamiento recurrrente. No era lo suficientemente hermosa o deseable para ellos. Tal vez si se fuera de sus vidas, para siempre...
Estaba tan sumida en sus pensamientos tóxicos que se sobresaltó cuando sintió a alguien acostarse detrás de ella. Se giró para encontrarse con la cara de Sam, tenía el ceño fruncido en señal de preocupación.
—Dean me contó lo que paso —le aseguró.
—Ya no me ama.
Sam soltó una sonrisa y se acomodó para que ella pueda recostarse sobre su pecho. —Te ama más de lo que tu te imaginas.
—Pero él...
—Tiene miedo princesa. Él teme que pueda volver a lastimarte —Anna no contestó—. Mira, yo no se que pasó entre ustedes, y me temo que no quiero saberlo, pero por toda la culpa que él siente... fue algo grande.
—Él no era consciente de sus actos, Sammy... —la pelirroja hizo una pausa, recordando lo que había vivido esos días con Dean. El temor que había sentido por momentos—. Yo no lo culpo.
—Pero él se culpa a si mismo. Es Dean. Deberás tener paciencia y esperarlo, tal vez necesita tomar el control de las cosas... —Sam tomó su cara con una mano, elevando su cara para que pueda mirarlo—. De cualquier forma, no es tu culpa ¿de acuerdo? Nosotros te amamos princesa, entiende eso.
Asintió y se acurrucó contra su cuerpo caliente. Estaba dormitando cuando escuchó la puerta abrirse. Dean entró y automáticamente sus ojos se clavaron en su figura, ella le sonrió y Dean tomó eso como una señal para acercarse.
—Muévete, pequeña bebé —Dean bromeó palmeando su trasero.
Sam sonrió al ver a su hermano más relajado. A veces no era solo ella la que mantenía la relación unida. No era fácil una relación de tres. Él lo sabía pero también sabía que nadie iba a separar a su pequeña familia.
Anna se corrió un poco, dándole el espacio suficiente a Dean para que se recueste detrás de ella. Podía sentir su nariz, inhalando el perfume en su cuello, su brazo estaba aferrado a su pequeña cintura..
****
Los tres habían estado recostados así durante un tiempo. Deberían haber regresado al bunker, pero ninguno estaba dispuesto a volver a sus vidas de caos y salvar vidas. Querían o necesitaban ser egoístas por un momento y darse algo de tiempo para ellos. Había pasado demasiado tiempo desde que estuvieron en paz el uno con el otro.
Lo único por lo que debían preocuparse era por la marca. Y por el momento, incluso eso parecía estar bajo control.
Sin embargo, el tema rondaba en la cabeza de Dean.
—¿Y si me hace odiarte otra vez? —susurró.
Ni Anna, nisu hermano tuvieron que preguntarle de qué estaba hablando.
—¿La odias ahora? —preguntó Sam.
—No.
—Entonces no lo hará.
La pelirroja se separó de Sammy y se giró para observar a Dean. —Si alguna vez sientes que comienza a suceder —comenzó a hablar mientras tomaba su mano entre la suya—. Solo toma mi mano. Incluso si estamos enojados el uno con el otro, prometo que voy a estar para ti.
Apretó su mano y ella hizo exactamente lo mismo. Apretó la suya.
—¿Crees que eso va a funcionar?
—Lo hizo antes —comentó Sam casualmente, recostado detrás de la pelirroja, viendo la escena entre ellos—. Quiero decir, ustedes estaban pasando por un momento difícil y la marca te hizo sentir cosas negativas, Dean. Pero cada vez que te tocó, podía yo mismo, ver como te relajabas..
Dean levantó ambas manos unidas y besó la parte superior de su mano. —Te amo. Nunca quiero sentirme así cuando te miro.
Ella sonrió mirándolo. —También te amo, Dean.
Sam se acurrucó, sin importar que su cuerpo fuera gigante en comparación al de ella. Él sólo la abrazó.
—Sabes —Dean volvió a hablar—. Después de todo lo que te hice... no quiero perderte nunca más. Discutir sobre de que lado de la cama dormimos o cuanta sal ponerle a la comida es una cosa, pero no puedo... —cerró los ojos y negó con su cabeza, como si estuviera alejando todos sus temores—. No quiero despertarme y preguntarme si estarás a mi lado. No puedo mirarte y preguntarme si todavía me quieres. Así que lo siento. Por cada cosa de mierda que hice y dije. Solo quiero que seamos felices juntos otra vez.
Se hizo un breve silencio que fue interrumpido por Sam.
—Siento lo mismo —murmuró contra su cuello—. Esos días sin ti fueron una pesadilla. No puedo imaginarme pasar el resto de mi vida así.
—Empecemos de nuevo —comentó Anna—. Olvidemos todas las razones por las que estaba enojados. Todas las razones por las que tienes miedo de lastimarme. Olvidemos todo y volvamos a empezar.
—Desde cero —le aseguró Dean mirándola a los ojos.
—Me gusta el sonido de eso —dijo Sam.
—Entonces empiezo. Me llamó Anna Miller, tengo 31 años y soy cazadora de cosas sobrenaturales.
Los tres soltaron una carcajada al unisono luego de escucharla hablar. La pelirroja observó la risa de ambos hermanos y su interior se calentó, era la sonrisa más genuina que veía en ellos desde hace un tiempo. Y le alegraba ser la razón de eso.
Cuando abandonaron el motel, unas horas después, los tres estaban más cerca de lo que alguna vez habían estado. Todavía quedaba algunas cosas que resolver en la pareja, pero fue un gran avance.
No más divisiones, eran una pareja de tres. No más preguntas sobre si eran o no lo suficientemente buenos el uno para el otro o si su relación fue sana. Eran eso, no había mucho más.
Se amaban más que a nadie y eso era suficientemente.
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Seguro me van a odiar por dejarlxs tantos días sin subir, pero para lxs que no sabían, mi computadora murió. Perdí absolutamente todo lo que tenía, desde capítulos de las historia, hasta mis vídeos de Supernatural y edits que había hecho. Me duele haber perdido todo eso.
Este capítulo en especial no está relacionado con la serie, me gustó la idea de escribir algo distinto y aunque es muy corto, creo que es fundamental para seguir adelante.
Además estoy poniéndome a prueba para ver si puedo hacer otras historias de Supernatural, no relacionadas tanto con la serie. ¿Ustedes que dicen?
En fin, en la semana trataré de subir el próximo capítulo y ver si puedo volver a tomar el ritmo de subir semanalmente. La temporada 10 es muy intensa y ni les cuento la 11. Se vienen grandes revelaciones.
Necesito ayuda. Sabemos que el ship entre Dean y Anna es Deanna, entre Castiel y Anna es Annastiel... ¿cómo sería el nombre entre Sam y Anna? ¿Sanna? ¿Annam? ¿Samnna? 🤔
Besos y gracias por apoyarme siempre 😘 y para los que no sabían en mi perfil hay un libro de one -shots en base a esta historia. Vayan a ver un poquito que estuve subiendo algo de este trío por ahí.
Se que los deje con las ganas de que pase algo entre Dean y Anna 😏 prometo recompensarlos pronto. Sexo en el impala, ¿tal vez? ¿o trío con Sam?
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