El día transcurría en el campamento y hasta el momento Alice había detenido un promedio de 25 accidentes, era difícil mantener el ritmo, para su fortuna su magia era más que suficiente para tener varios clones de ella cuidando en secreto al resto de niños.

Antes de que terminara el día decidió visitar a Betsy, era divertido ver este pequeño drama pero era complicado cuando esas dos terminaban eludiendo sus responsabilidades.

Toc toc ..

— Soy yo Alice— Se escuchó fuera de la cabaña de Betsy — abre o derribo la puerta—

Solo se escuchó como la puerta se abría voluntariamente — Me encanta cuando los objetos cooperan — Esta busco y miro a Betsy terminando su frapuccino.

— Pense que no te gustaba el sabor caramelo — Comento Alice

— Lo trajo Susie, como disculpa — Comentó Betsy decaída.

— No tienes que preocuparte ya le borre la memoria al doctor— Alice le comento tranquilamente.

— Prodrias borrarmela a mi y a Susie — Betsy rogó muy desanimada.

— No, sabes que no lo haría nunca — Alice tomó a Betsy de las manos — No fue tan malo, digo estabas histérica y en una bruja es muy peligroso, recuerda lo que pasó hace años, me enferme y me escondí por miedo a los medicamentos y casi destruyó la mitad de la isla —

Betsy comenzó a sudar frio y recordó un poco el tema — Sobre eso yo — Betsy comenzó a sentir como Alice le presiona la mano y la miraba con esa sonrisa de pocos amigos.

— No les guardo rencor, pero no es una excusa para que te encierres en tu cabaña y eludas tus responsabilidades — Alice solo se estaba divirtiendo hasta que un pequeño perro salió de un bolso que traía.

— ¿Un perro? — Betsy lo tomó y lo levantó — Pero que precioso, dime cómo convenciste a Susie para tener uno de estos —

— Es prestado, recuerdas las lecciones de Erizo he tenido que cubrir a ti y a Susie esta semana— Alice tomó el cachorro y lo guardó en su bolso — dejare que sigas encerrada solo hoy mañana quiero que ya hagas las paces con Susie yo me encargare de enseñarle unas cuantas lecciones más a Erizo—

Betsy tuvo que tragarse su orgullo y al menos contar que Alice tenía razón.

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Si bien apenas estaba ocultándose el sol Alice caminó hacia las cabañas mientras cargaba a ese cachorro que no hacia mas que ladrar unas cuantas veces.

— Quien es el cachorro más lindo y precioso — La bruja le rascaba detrás de la oreja pero este era algo inquieto y trataba de morder a Alice.

— pequeño travieso, compórtate con Erizo no creo que ella sea tan tolerante como yo — Alice apenas y se percató y ya estaba frente a la cabaña de esta prometedora bruja, bueno la había citado a esta hora, tocó la puerta y fue recibida por una alumna entusiasmada.

— Bien al parecer estaré cubriendo a Betsy unos días más — Alice le mostró al cachorrito, esta esperaba una reacción de desagrado de Erizo por sus pequeños antecedentes.

— Nooo, es un lindo cachorro, puedo cargarlo— Erizo tomó al perro quien de inmediato comenzó a mover la cola de gusto — Es tan precioso, lastima que mis padres nunca me dejaron tener uno —

— Pues es tu día de suerte — Alice comentó orgullosa — es una lección que debes de aprender — La bruja sacó un libro enorme y se lo dio a Erizo.

— ¿Maldiciones? es un título muy específico— Erizo miro curiosa mientras ojeaba un poco el libro.

— Es algo introductorio, pero importante es una de mis especialidades — Alice se jactó orgullosa.

— y que debo hacer exactamente— Erizo miro al cachorro — No espera, deja al cachorro en paz —

— Tranquila, este pequeño tiene una maldición simple encima, tu deber descubrir cuál es su maldición y librarlo de la misma, tranquila es algo simple — Alice señaló unos apartados que dejó en el libro — Los conceptos clave está en estas secciones y si, consideralo una prueba asi que no tienes permitido recibir ningún tipo de ayuda o apoyo o repruebas —

— Eso es muy severo — Erizo levantó el cachorrito con gusto — Bien reto aceptado —

— Excelente, tienes un un día — Alice le señaló su reloj — Nos vemos en 24 horas y recuerda si alguien te ayuda o sugiere algo repruebas este examen a lo olvidaba sus croquetas no olvides alimentarlo—

Alice se despidió y estiró los brazos — Ammm cuidar de este campamento es un fastidio, al menos eso entretendrá a la campista más problemática — Alice recibió un pequeño mensaje de un alien— No puede ser otro campista lesionado —

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La noche fue simple y calmada a excepción de cierta bruja que al final decidió salir de su cabaña, Betsy se dirigió al comedor e inevitablemente se topó con la persona menos indicada, pero una promesa era una promesa.

Susie por su parte estaba sola solo revolviendo su cena con un tenedor, estaba de malas y al menos a una mesa de distancia nadie se acercaba a ella, el último que lo hizo terminó convertido en silla.

Betsy tomó su charola, se sirvió una cena ligera y tomando un gran respiro camino donde su amiga, esta no dijo nada pues estaba cabizbajo sin prestar atención en su entorno.

— Largo o también te convierto en mueble — Susie reprocho.

— Ejem, Susie creo que es una falta de responsabilidad que los campistas sean convertidos en mobiliario — Betsy trato de ser un poco más ella.

— A?.. he si claro — Con un chasquido un par de campistas dejaron de ser sillas y salieron de ese lugar despavoridos.

— Esta noche se ve sabrosa la cena — Betsy comento como en cualquier día.

— Amm si hoy tenemos espagueti — Susie respondió — Betsy yo... —

— No hablemos del tema quieres — Betsy comentó mientras se disponía a cenar.

Susie acompañó en silencio a su amiga esperando una oportunidad pero era difícil saberlo con su expresión seria, despues de un momento esta por fin se animó a hablar.

— Susie solo quiero agradecerte por preocuparte por mi salud — Betsy siguió igual de seria — Alice me recordó lo peligroso es que cualquiera de nosotras nos enfermemos—

— jeje, si fue un desastre — Susie retomo esa sonrisa — sin rencores verdad —

— claro, solo recuerda que recibirás el mismo trato — Betsy recogió su charola y se empezó a retirar, nos vemos mañana —

Susie no pudo negar su gusto por otra mala situación librada con éxito pero ese recordatorio solo le trajo recuerdos desagradables y el juramento de venganza de Alice.

— Ilusas nunca me atraparan enferma — Susie se dedicó a terminar la cena con un mejor ánimo.

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La única que podría estar más contenta era Erizo siempre había querido tener una mascota pero este perrito era necio, pasó la mayor parte de la noche tratando de enseñarle trucos que tratando de averiguar cual era su maldición.

Solo necesito un par de llamadas a una amiga y a los pocos minutos recibió un paquete.

— Y para que se supone que es esto — Puddle preguntó curiosa a esta chica emocionada.

— te lo mostraré terminando si digo una palabra reprobare a prueba — Erizo comentó emocionada

— Bien, solo encargate de mandarlo a esta lavandería — La pequeña alien se retiró tan rápido como apareció.

— Siii, no lo vas a creer — Erizo revisó emocionada la caja de donde sacó un montón de trajecitos y disfraces.

Si, erizo sabia que seria una noche llena de mucha diversión.