Para pequeños malentendidos, enormes los problemas.

Alice ha aprendido que hay ciertas cosas que una bruja debe de hacer, y de entre las más importantes es no olvidar las palomitas cuando Susie y Betsy se pelean.

— Por lo general dichas peleas consiste en Susie cagandola en algo, afectando o molestando a Betsy, como Betsy evita las confrontaciones directas le aplica a Susie la famosa "ley del hielo" que consiste simplemente en ignorar a Susie ya que por lo general todos los problemas que he sido testigo los a generado Susie— Alice explico.

— Podría ser su forma de hacerla reflexionar— Alice le pasó sus palomitas a Oscar — Ya sabes te has portado mal y le da su tiempo libre para que piense lo que hizo mal —

— No lo sé, parece que tienen el mismo patrón, más que pensar en su maldad parece que no tolera que Betsy le deje de hablar, es como una niña pequeña que busca atención— Alice recalcó.

— No creo que Susie sea tan infantil — Oscar señaló mientras comía un poco más de palomitas — todo esto que me cuentas es muy personal, ¿me vas hacer algo? — Oscar preguntó despreocupado.

— Si te borrare la memoria — Alice siguió devorando las palomitas.

— Yo quiero ayudarles a solucionar su problema — Oscar comentó calmado.

— Justo por eso te borro la memoria, eres demasiado considerado— Alice señaló.

— Una duda, ¿olvidaré todo lo que diga o haga? — Oscar comentó.

— Es la idea— Alice recalco sin dejar de observar como Susie trataba de hablar con Betsy.

Oscar con las manos temblorosas, se acercó a Alice quien seguía observando a Betsy y le dio un besito en la mejilla — Eres mi bruja favorita, me gustas mucho — Oscar se tapó la cara por la vergüenza.

Alice solo se rio — Me alagas pero no eres mi tipo, eres demasiado infantil — Alice solo le dio una palmadita a Oscar.

— O ya veo, me podrias borrar el recuerdo — Oscar comentó algo triste y decepcionado.

— No— La sonrisa de Alice era maliciosa y le mostró una especie de grabación mágica — Se la daré a Erizo— Alice salió corriendo mientras Oscar trataba de procesar lo ocurrido.

— Espera — Oscar trataba de alcanzar a esta perversa bruja.

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Betis seguía tomando muy enserio sus labores y a pesar de cierto incidente no dejó de hacerlos, lo único que le molestaba es que ahora tenía a Susie caminando tras de ella, y cada vez que intentaba decir algo Betsy simplemente seguía caminando su camino.

— Vamos ya me disculpe no se unas cien veces — Susie comentó mientras Betsy no dejaba de caminar con una cara inexpresiva.

Betsy llegó al campo de hierbas y con su magia convocó una pequeña nube y comenzó a regarlas y con el fin de tomar distancia de Susie está camino entre la plantación.

— Vamos solo fue un pequeño malentendido — Susie comentó sin dejar de seguir a su amiga.

Aun Susie que insistiera Susie en ningún momento se inmuto, ni hizo gesto alguno, solo ignoro a Susie.

Los demás campistas no notaron la situación solo a uno que otro se le hizo raro ver que era Betsy quien dirigía la caminata.

La bruja tomó un descanso y llegó a una pequeña cafetería donde le daban botanas a los campistas.

Susie no tardo demasiado y le llevó un refresco a Betsy, está solo arrugo la cara y se retiró del lugar.

Susie solo dejo caer su cara en la mesa — Con un carajo —

La mesa se movió un poco pues un sujeto enorme se había sentado acompañando a la bruja.

Un sonido musical se escuchó y Susie lo reconoció de inmediato.

— Si la volvi a regar — Susie comento decaída seguido de unas palabras en tonos musicales

Susie levantó la mirada y escuchó atentamente lo que su viejo amigo le estaba comentando.

— Si lo recuerdo, ella nunca se rindió — Susie suspiro un poco — ya me he disculpado una y otra vez, ella esta muy molesta —

El yeti respondió con unas cuantas notas musicales mas.

— Me tienes que recordar ese detalle, bien — Susie se levantó, pidió un frapuccino de caramelo y tomó rumbo a la cabaña de Betsy.

en el camino ella recordó un poco su desastrosa carrera depresiva o lo que podria llamar su berrinche-disculpa mas tonto de su vida.

Hace ya muchos años cuando Ramona tuvo que ir al tiempo congelado fue difícil muy difícil para Susie, era una separación inesperada pero algo predecible, ambas sabían que la edad no perdona y ya lo había contemplado muchas veces, la esperanza de vida no es muy alta aun cuando eres bruja y su amiga ya estaba cerca de esa edad y al final es algo que Ramona decidió desde hace muchos años y Susie debia aceptarlo.

Ellas platicaban mucho sobre el tema, la mortalidad y lo que pasaba después de partir y era natural algo inevitable en la naturaleza, pero cuando se fue al tiempo congelado fue bueno y desconcertante en diferentes niveles fue como si alguien la forzar a tomar la poción de inmortalidad al final era de las pocas personas capaz de crear pequeños bebés rosados del tiempo.

Fue una transición diferente, todo este tiempo su círculo personal giraba en torno a Ramona y ella ya no estaba presente, una amistad a distancia no era lo mismo.

Ramona insistió mucho, mejor dicho demasiado al grado que Susie se vio forzada a tratar de llevarse bien con el resto del aquelarre, fueron unos años interesantes cada una de las brujas tenía una forma de ser única, desde la actitud jovial de Alice, hasta la rudeza de Opie.

Hasta ese fatídico día cuando todo estuvo listo y ramona tuvo que partir a ese encierro, fue más difícil de lo que había contemplado, tanto como para querer dejar de lado su inmortalidad y estar al lado de ramona pero ella se lo prohibió, y eso le dolió de más.

Ojala todo terminara así pero podría empeorar y todo por un descuido, irremediablemente había eructado un nuevo fantasma y ya tenía un lugar asignado para él, estas cosas siempre suceden.

Si tan solo se hubiera quedado en su lugar, qué importa si se hacía amigo de Betsy, qué importaba que fueran novios, solo que no lo sabía.

El chico fantasma, vaya nombre una molestia como cualquier eructo, no tenía ganas de escuchar sus malditas réplicas, simplemente deshacerse de él con magia no le gustaba hacerlo pero no quería escucharlo en ese momento.

Solo lo empeoro, hizo que Betsy llorara su perdida, pensó que la habían abandonado, no comprendía bien solo que le destrozaba ver asi a su más recien amiga y todo fue su culpa dos largas semanas donde trato de animarla, de hacerla sentir mejor.

Las demás le dieron su espacio pero Susie, comprendía mejor que las demás ese sentimiento, ser abandonadas por ese ser querido, haber hecho planes y verlos romperse en un instante, fueron horas pero esta chica ya había entregado su corazón y ella solo lo rompió en mil pedazos.

Tres semanas del incidente había pasado y el solo recordar, ser la causante de tanta desgracia le había cobrado factura fue una de sus etapas más depresivas, no quería a nadie cerca sentía que si alguien más se acercaba podría lastimarla, era mejor estar sola y termino alejando a todos, cada uno tomó distancia excepto una sola persona y era molesto.

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Susie llegó a la cabaña de Betsy, esta estaba cerrada solo uso su magia y transportó a una mesa ese frapuccino de caramelo, no sabía si era su favorito pero siempre que se molestaba la hacía sentir mejor.

Susie solo se retiró, tal vez mañana ella esté en mejor estado.

Betsy estaba sentada al otro lado de la puerta y sostenía el zapato a medio masticar — Que vergüenza, por que me tiene que pasar esto — la bruja se lamentaba no por lo ocurrido, tanta era su vergüenza que no podía ver a Susie a la cara.