Esta seria la ultima luna llena, en los proximos dias y era en cierto grado divertido en la isla el único lugar donde la luna decidía en qué fase le gustaría estar y no tener que esperar semanas.

Esto era algo reconfortante para Betsy, ser una niña lobo tambien tiene sus desventajas sobre todo con el calzado aunque en beneficio podría disfrutar de una noche de libertad emocional libre de inhibiciones y lo mejor de todo.

— Cacería de jamones— Un pequeño niño lobo aulló haciendo coro con sus demás hermanos de manada.

por educación se les daba unos cuantos minutos de ventaja antes que esas piezas de carne salieran aterradas en todas direcciones.

Un fuerte aullido de su anfitriona, Betsy, daba inicio a la cacería en el cual todos los pequeños salieron disparados.

Cuando uno de ellos estaba por atrapar a uno de ellos este salto como si de un saltamontes se tratara solo mostrando su lengua en forma burlona.

Otro de ellos era resbaladizo, extremadamente resbaladizo si uno lo atrapaba este no se aferraba a sus garras y rápidamente se podía liberar.

Otro de los jamones simplemente desapareció.

Los jóvenes lobos estaban confundidos y algunos desconcertados.

Todos ellos fijaron su mirada en uno que parecía ser el más débil y lento y gordito así que dejaron de lado a los más esquivos y se abalanzaron sobre él pero antes que se acercaran más algo los detuvo de golpe, este jamon comenzó a crecer, su musculatura multiplicó su tamaño y con un rugido comenzó a perseguir a los niños lobos o a un grupo de ellos.

Otro grupo solo se quedó mirando y pensando qué hacer, cuando uno de ellos se molestó con otro y comenzaron a pelear entre ellos.

— A Quién le llamas cobarde — amenazó a uno de ellos.

— porque te burlas de mi pelaje — Acusó otro.

Los demás estaban confundidos.

— Miren, aquel de allá atrapó a uno de los jamones y no lo quiere compartir — Uno de los del grupo señaló a un lobo enorme que tenía lo que parecía ser una estampa de un jamón en su espalda así que que sin dudarlo los demás se abalanzaron sobre él.

Este lobo sonrió y se apartó del lugar, si era un jamón espia muy burdamente disfrazado.

Esta en vez de ser una cacería era más una masacre y la reina estaba realmente emocionada.

— Son los mejores jamones que has conseguido — La reina meneaba la cola involuntariamente.

— Por que no se une a la cacería — Betsy recalcó, quien solo miro como la reina se dejó llevar por sus impulsos.

Betsy habría estado emocionada de unirse al juego pero sus instintos la llevaban a otra parte.

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Susie sabía que esta noche sería tan escandalosa como en cada luna llena solo que era silencioso el campamento, no había ningún niño lobo cerca, ni corriendo por los tejados, ni mordiendo los zapatos de los demás campistas, eso le recordaba como su principal gasto era de calzado.

Tras un leve recorrido el lugar se veía normal y era extraño pero de alguna manera le agradaba e incluso la molesta chica Erizo tampoco estaba solo su amigo Oscar quien pasaba el rato con el otro chico vampiro.

Eso dibujo una sonrisa en su rostro, así que sin más preocupaciones tomo prisa y se puso al corriente con sus labores de limpieza, arreglar los daños provocados de los niños, puso curitas en las ramas que algún campista rompiera, dejando a los árboles contentos, reunio toda la basura y dejo los basureros relucientes con su magia, visitó a su viejo amigo jety sobre un viejo asuntillo aunque estaba un poco nervioso no tardó demasiado.

y para finalizar contestar las cartas de algunos campistas — debemos asignar a más en esta labor es engorroso —

Susie sabía que la discreción era importante así que una de las cosas que hacían era revisar las cartas de los campistas puede que por accidente algunos de ellos comente algo que altere a los papás y terminen provocando un enorme caos.

Revisar una por una era una labor terrible y más porque siempre era la misma cantaleta.

"Susie es una bruja gruñona" — Susie es la mejor consejera — La bruja corrigió con magia.

"Siempre me grita" — Me aconseja sea precavido — Un toque de magia arregla todo.

"Alice me da miedo" — Es una consejera increíble — La bruja se rió por la ironía.

"Betsy es la mejor bruja" — Es la mejor consejera — Una sonrisa se empezó a mostrar.

"Betsy me curo mis heridas cuando me raspe" — ok esto pasa —

"crees que Betsy, la consejera podría ser mi nueva mami" — Tranquilo vaquero — La bruja se rió un poco.

— Son todas, ahora lo más complicado — Susie tomó un respiro — Odio falsificar cartas pero todo sea por su salud mental —

Despues de unas cuantas horas al final Susie termino de escribir las cartas era difícil meterse en tantos personajes pero para una mujer talentosa como ella era pan comido

— bien la carta de Lucy, la de Oliver, la de Erizo y una extra para Oscar, no olvidemos el hechizo para que se desintegren en un par de días — La bruja mandó las cartas de los padres y tomó la de todos los campistas y entregarlas mañana a primera hora.

Cuando Susie regresó a su escritorio esta se encontró con un pastelillo y un poco de ese inconfundible y molesto te.

Sin más Susie solo se sentó y devoró el pastelillo y tomo el té de mala gana.

Betsy por su lado observaba desde la ventana es un arbusto apartado y no podía dejar de menear la cola involuntariamente, hasta que sin querer soltó un aullido, esta en su confusión se tapó la boca y salió huyendo del lugar.

— por poco me descubre, qué emocionante — Betsy solo rodeo la cabaña para seguir espiando y noto como la bruja salió gritando a la dirección donde estaban sus arbustos.

Como todo un predador y muy sigilosamente se arrastró dentro de la cabaña de Susie, busco y agudizó sus sentidos hasta que noto algo.

— Bingo — Betsy tomó uno de los zapatos de Susie y comenzó a mordisquear cuando escuchó algo que la estremeció.

— Haaaa!! como te atreves — Susie la descubrió pero tan rápido como se dio cuenta esta salió corriendo por una de las ventanas tan rápido y escabrosamente que hizo un desastre a su salida.

Betsy un contenta con su objetivo y después de escapar al final llegó a un claro donde aun con el corazón agitado se dispuso a masticar ese zapato, esa fue una noche feliz y el meneo de su cola lo hacía más que evidente.

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Extrañamente Susie estaba más molesta que de costumbre al día siguiente y terminó gritándole al pobre de Pepper.