El problema con Susie y la reina lobo es un poco más complejo de lo que parece, políticamente se ven obligadas a tratarse bien pero personalmente ambas se detestan pero no por ellas mismas si no por defender sus intereses.

Al inicio Susie y la reina se llevaban de maravilla convivian demasiado bien hasta que un dia Susie comento algo un poco cierto sobre los chicos lobos sus chicos lobos y si bien hubiera sido un comentario sobre ella no habría habido problema alguno pero trato sobre sus pequeños, claro no son sus hijos pero para sus ojos cada niño lobo era como uno de sus más amados hijos así que hasta ahí llego esa hermosa amistad.

Un día Susie simplemente llegó a las cabañas llena de rasguños y la ropa hecha girones, puede que nadie se dio cuenta pero en secreto hubo hasta una disputa politica por ese pleito, tuvieron que intervenir los demás para mediar en ese asunto.

En la actualidad la reina y Susie solo se toleran a la vista de los demás pero para la mayoría su amistad está mejor que nunca.

—No — La reina lobo fue tajante ante la solicitud de Susie.

— ¿Cómo que no? — Susie rápidamente se molesto — Necesitamos tener reserva de esa pocion por si alguno mas de tus niños se le ocurre morder a otro campista por accidente o como Erizo manipulada por su mejor amigo —

— No — La reina solo repitió mientras veía como Susie se enojaba más y Betsy temblaba de miedo como gelatina.

La reina sabía de antemano la situación de estas dos asi que por ningún motivo traicionaría la confianza de una de sus hijas más amadas.

— Es tu obligación como miembro representante ayudarnos — Susie exclamó en un último atisbo de enojo.

Antes que la reina pudiera decir algo Betsy se interpuso y trato de mover a Susie —espera, espera no tenemos prisa podríamos hablar sobre esto otro dia con mas calma — Susie estaba molesta pero Betsy podía aun arrastrarla — Vamos mantén la calma —

— Bien, tengo otras cosas que hacer vamos Betsy — Susie comentó mientras tomaba rumbo al campamento no muy lejos de ella Betsy no le perdía el rumbo.

La reina solo esbozó una sonrisa ante esta hilarante escena.

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Betsy alcanzó con facilidad a Susie y esta de inmediato noto la preocupación de su amiga — Bien me pase, solo vayamos por algo de comer —

— Exelente yo te pediré ese té floral que tanto te gusta — Betsy se adelantó sin que Susie la pudiera detener—

Susie solo suspiro y pensó para sí — Odio ese té—

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Años atrás....

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Betsy a veces odiaba que sus padres no le prestaran atención siempre se la pasaban ocupados o trabajando, nunca se detenían y eran raras las veces que se daban un poco de descanso, acaso las cosas no podrían funcionar sin ellos?

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Un poco de tiempo después de sacar a Susie de su depresión.

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Betsy se había comprometido de alguna manera ayudar a Susie en sus labores así que de una forma u otra convenció a está en poder ayudarla, en fin que tan difícil podría ser.

Un mes, solo un mes y Betsy estaba más estresada que en toda su vida.

— Como diablos hace Susie para que esto funcione — Betsy seguía con las tablas de anotaciones, reuniones con varios integrantes de la isla, desde necios elfos, hasta arrogantes aliens y algunos yetis tan flojos que no podía creer que esas cosas respiraran.

Y sin dejar de lado sus diferentes lecciones de magia.

Susie por su lado hace años no se sentía tan relajada, se sentía inquieta de no hacer absolutamente nada.

— Estás segura que puedes con todo — Susie miraba a a Betsy literalmente tan estresada que el descuido era algo inevitable.

Betsy se hacía la valiente así que Susie no tendría más opción de cerciorarse a escondidas que ella esté mejor, pero para su mala fortuna ya hasta había eructado hasta a un par de fantasmas molestos.

Susie decidió tragarse su orgullo y hablar con Ramona un poco, qué era lo mejor en estos casos no quería arruinar ese entusiasmo.

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El final de la jornada había terminado y aún tenía tantas cosas que hacer Betsy tiró los libros sobre la cama y se dejó caer en la misma, cerró los ojos y suspiro por el cansancio, inevitablemente se quedó dormida.

Cuando se despertó esta se percató que ya estaba atardeciendo — Solo una cosa más — Betsy fue a su tocador y se miró al espejo y se espantó por un momento literal pensó que por un momento estaba mirando a su madre.

Fue un susto momentáneo pero esto la dejó algo pensativa, tenía que salir a caminar.

A Betsy le encantaba la isla su flora y fauna era algo único, sacado de un cuento de hadas era algo catártico para alguien como ella quien en su vida había presenciado algo como esto, mas aun cuando ella misma era parte del mismo era una bruja al final del día.

Ella encontró un pequeño claro con un frondoso césped no pudo evitarlo, se dejó caer ella respiró ondo disfrutando de ese aroma tan reconfortante de la naturaleza, ella podría quedarse ahí pero le molestaba el hecho que tenía aún mucho que hacer, una parte de ella quería declinar pero sentía que no debía fallar su propio orgullo estaba en juego, pero por cuánto más aguanta.

Unos pequeños chillidos interrumpieron su descanso, era un pequeño perrito, que estaba atrapado en un arbusto cercano, Betsy se acerco y saco al pequeño con sus manos, cuando se espino recordó que tenía magia — Lo siento estoy un poco distraída — Betsy le dijo al perro mientras lo levantaba con ambas manos para dejarlo en el suelo.

Esta esperaba un movimiento de cola o un pequeño ladrido como agradecimiento pero lo único que recibió fue una mordida en su mano.

— auu!! qué te pasa — Betsy sacudió la mano — Pequeño malagradecido— Betsy trató de buscar a ese pequeño perro pero ya se había ido.

Betsy miro como le había dejado esas pequeñas marcas — Ahora tendrás que desinfectar — Betsy en vez de poder relajarse ahora estaba un poco más molesta y estresada.

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Betsy estaba en su cuarto aplicando diferentes pociones en sus heridas, ella sabía de antemano lo peligroso que podría ser la mordedura de un animal salvaje, e incluso tendría que ir a la ciudad para aplicarse una vacuna antirrábica por cualquier caso aunque lo dudaba esa enfermedad no circula en esta isla parte de la revisión mediática de todo ser mágico era otra de las tantas tareas de Susie, una enfermedad en un entorno tan cerrado era muy peligroso y siempre estaban en constante vigilancia.

La noche estaba presente y la luna llena saldrá en poco.

— por que me pica tanto — Betsy se quejó de la mordida de ese animal.

Hasta que un golpecito en la puerta de su cabaña llamó su atención.

— quien podria ser a estas horas— En cuanto Betsy abrió la puerta el mismo perrito entró.

— Tu que estas haciendo aqui, hey bajate de mi cama — Betsy comentó enojada.

El perrito hablo serena — Vaya forma de recibir a una visita —

—¿Puedes hablar? — Betsy miro confundida.

— Claro en esta isla hasta la comida habla — El cachorro hablo, aunque su tono femenino y elegante decía otra cosa — Me presento me conocen como la reina lobo —

— Y al menos vienes a disculparte? — Betsy comentó molesta.

— ¿Por mi regalo? — La reina lobo se acomodo — Solo vengo a ver que no le des un mal uso —

— ¿Regalo? de qué hablas — Betsy la miro confundida.

— Creo que ya lo has de estar sintiendo, la luna acaba de salir — La reina sonrió.

Betsy solo sintió como esa mordida le daba aun mas comezon — Que... que? me hiciste — estaba realmente asustada más por los cambios visibles, era como el polimorfismo pero no tenía control sobre este.

— Noo, detenlo... Susie.. Alice... aaahhh!! — No dolía pero eran cambios físicos que no podía controlar, su boca, sus manos, su cabello... solo escuchaba como su propia ropa se rasgaba por el cambio.

Un solo aullido se escuchó en esa noche.