Susie estaba dando de comer al pequeño cachorro y en cuanto termino este se dejó caer en una pequeña almohada el pobre se veía cansado así que mejor que esperar mirando una de sus novelas favoritas, cuando fue a su sillón y se dejó caer noto que se sentó sobre algo.

— Tenía que ser esa rebanada de pizza — Susie se quejó y noto como su traje ahora tenía una enorme mancha de catsup.

Pero sin problema y una pizca de magia la pizza volvió a su forma e incluso la recalento sin problema alguno.

— Mas para mi — Susie procedió a encender el televisor mientras disfrutaba de su pequeña botana.

Es algo desagradable para algunos pero es una magia común y básica que casi todas las brujas llegan a dominar así que estos tipos de descuidos sean demasiado comunes.

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Años atrás Susie había caído en un pequeño bache moral, se sentía terrible, una parte de ella le decía que exageraba, otra le seguía repitiendo que todo estaba mal y lo peor a quien era su única amiga de confianza se había exiliado al tiempo congelado, claro tenían pláticas muy de vez en cuando y aunque fingía estar bien cada vez que hablaban cuando ella se retiraba todo se iba a pique, fueron días donde ella misma reconoció que era un desastre.

Su día a día era el mismo martirio, se levantaba desanimada, a veces olvidaba arreglarse el cabello e incluso un día se dio cuenta que tenía hasta goma de mascar pegado en él, era raro no recordaba haber masticado, pero no le importaba.

Ella iba a esa escuela de magia y dejaba al aquelarre hacer lo que se le antojara, al final nada importaba.

No era de extrañar que se preocuparan por ella pero no le interesaba tener alguna charla amistosa por el momento así que simplemente las transportaba a algún lugar lejano de la isla.

Mínimo cada bruja lo llegó a intentar dos o tres veces pero después de eso cada quien se dedicó a lo suyo, era bueno que aprendieran por su cuenta y a ella la dejaran en paz aunque fuera un solo momento.

Los días pasaban y era la misma rutina, levantarse e ir a esa misma escuela del aquelarre, ciertos días nadie iba, todas estaban ocupadas en sus propios proyectos, pero a quién le importaba.

Tras unos días era solo ella, la escuela del aquelarre y su escritorio, era un buen lugar para pasar el día, Alice era la más molesta pero también decidió salir de vacaciones puede que fuera su excusa para no hacerla sentir mal.

Su dia era a veces malo, se levantaba encontraba cosas pegadas en su cabello, se tropezaba muy seguido incluso sin darse cuenta una vez rompió su traje de bruja.

— Que descuidada — Susie miraba sin pena alguna lo ocurrido, su rutina era la misma aun así se sentía demasiado torpe a veces derramando bebidas o su comida, algunas veces rompiendo algo.

Incluso un dia no supo como su frente término pegada en su escritorio, habría usado su magia pero solo se jaloneo, quizás estaba aburrida, quizás solo quería sentir algo además de pena.

— Tal vez fue demasiado — Susie miro la mesa como una pequeña gota de sangre terminaba en ella, esta desapareció y fue a la clínica donde le pusieron unas puntadas, fue más humillante que doloroso.

A los pocos días Susie se percató de algo entre sus letargos, era alguien escondido — Magia de transformación, un golem o un fantasma, que importa — Susie no le dio importancia.

Poco tiempo después se había percatado de algo, está siempre había estado siendo vigilada por esa bruja — Quien será, Alice? Ramona? Opie? —

No fue difícil seguir el rastro, era un hechizo simple que deja mucha evidencia, más para un ojo experto como el de ella y una bruja tan inexperta como Betsy — Llevabas semanas espiandome? cómo es que no me di cuenta — Susie comentó decaída — Que haga lo que quiera — Sin más la bruja volvió a su escritorio a dormir, era lo mejor que podía hacer.

Al final era de quien menos merecía compasión fue ella quien más lastimó con sus decisiones — Lo siento Betsy — Susie susurro con la esperanza que su ex amiga la escuchara.

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A pesar de lo amable que se ve Betsy siempre tuvo problemas con la autoridad y ahora más que nunca ella estaba furiosa, porque Susie se había deshecho de su nuevo amigo y no podía quedarse quieta, su amigo fantasma necesitaba ser vengado.

Betsy estaba muy molesta pero seguía siendo lista, no podía atacar directamente a Susie, ella era una poderosa bruja capaz de hacer cosas imposibles, ella debía usar las mismas herramientas que esa malvada bruja le había proporcionado, el chico fantasma sería vengado.

Ella sabía cuál era la mejor forma de acabar con un profesor abusivo y era acabando con su paciencia, con su ego y sus ganas de seguir enseñando, no por nada la estaban mandando a un reformatorio.

— Veamos si te gusta el chicle pegado en tu cabello — Betsy planeo y arrojaba al descuidado cabello de Susie — Ella se volverá loca de odio, hará sus berrinches y todas las demás brujas la odiaran — Comentó Betsy con malicia.

Esta rencorosa bruja utilizó diferentes métodos, desde levitar el chicle usado, arrojarlo desde lejos e incluso darle vida o a medias al chicle y que este se enredara en el cabello de Susie, el plan parecía perfecto pero a pesar de repetirlo constantemente esta no le daba importancia alguna.

— Maldito temple tiene — Betsy descarto el seguir usando ese método de hostigación.

Su siguiente plan fue más sutil pero simple — Si logro que Susie se caiga repetidamente esta estará tan humillada que no querrá ver a las demás brujas a la cara — Betsy estaba inspirada, utilizó el entorno, lanzó objetos e incluso una vez la empujó pero nada, ella se tropezaba y reincorporaba se caía enfrente de todas y se levantaba.

Varias de las brujas intentaron ver qué pasaba pero Susie simplemente las desaparecida pronto ninguna de ellas se acercaba pero no lo hacían por desprecio si no que ahora estaban más preocupadas por Susie.

— haaaa!!! — Betsy aun miraba con odio la indiferencia de Susie.

En pocos días nadie estaba cerca decidieron salir de vacaciones e incluso arrastraron a Alice, Betsy se justifico diciendo que se sentia mal asi que dejo que el resto del aquelarre disfrutara su tiempo libre mientras ella aprovechaba para atacar más directamente a Susie, ella tenía que vengar al chico fantasma.

En una mañana Betsy se coló a la cabaña de Susie y con unas tijeras comenzó a rasgar varios de sus trajes de bruja — Vas a sentir el desprecio de todas— Betsy se repetía mientras hacía cortes en diferentes trajes — Alejaste a todas, todas te desprecian y no te quieren —

Betsy había descargado mucha de su ira en ese proceso pero no estaba conforme, ella quería ver su cara de consternación cuando esta mirara sus ropas rasgadas, así que en un solo dia investigó y aprendió sobre el polimorfismo y adoptó la forma de un simple roedor, ella quería estar en primera linea y ver esa expresión de tristeza y humillación cuando se percate que nadie la quiere.

Y así pasaron unos días más Susie se encontraba traje y traje todos rasgados su expresión se llenaría de miedo e inseguridades o al menos eso esperaba, en su forma de ratón ella tomaba diferentes posiciones para no perderse el espectáculo pero aun asi esta solo se la pasaba con la frente aplastada a ese escritorio.

Para Betsy era frustrante ver como Susie solo estaba ahí tirada en ese escritorio, — Acaso no te importa? — la bruja transformada en roedor se molestaba entre las sombras.

Un nuevo dia y planeo una mejor venganza — Super Pegamento — Comentó con una sonrisa maliciosa, Betsy sabía que Susie se recargaba en ese escritorio y se quedaba dormida por horas en un afán de evitar sus deberes, en ese momento con muchísima cautela se acercó a ella y agregó el super pegamento y lejos de ahí se regodeo con su plan, aprovechando que las demas habian vuelto de sus vacaciones — su frente no podrá despegarse, gritara por ayuda y cuando la vean en esa posición tan estupida solo se reiran de ella —

Pero cuál fue su sorpresa.

Betsy estaba aterrada cuando miro como Susie no solo no pidió ayuda ella se jaloneo con tal fuerza que se arrancó el pelaje de la frente era un sonido que le enchino la piel, es más ella empezó a sangrar de una pequeña herida resultado de haber jaloneado su rostro.

Betsy decidió salir de ese lugar ahora con una ansiedad que no podía calmar.

Betsy decidió volver a vigilar a Susie solo por observarla, en una de esas tardes ella noto algo, un sonido peculiar — está llorando? — Betsy se acercó un poco tratando de pasar lo más desapercibida posible y escucho lo que había esperado todo este tiempo.

Palabras mal pronunciadas de una disculpa esperada, un accidente no fue intencional — Callate mentirosa — Betsy solo salió con lágrimas en el rostro no sin antes voltear y ver con cuidado como en la frente de Susie una cicatriz era claramente visible por las puntadas que le pusieron en el hospital.

ahora una nueva palabra llenó su mente, el remordimiento.