Las motivaciones suelen dirigir las grandes decisiones.

Erizo hace mucho que deseaba una mascota pero sus padres nunca le permitirían alguna así que aprovecho el día para divertirse con este pequeño perro, había conseguido infinidad de disfraces y pequeños gorritos que podría usar, incluso usó su magia para hacer acompañamientos únicos para algunos de los trajes.

— Donde estará Oscar cuando se necesite, el deberia de estar tomando las fotos — Erizo se quejo mientras encontraba la forma de tomarse unas cuantas fotos con el pequeño cachorro.

Siendo uno de los motivos es que el cachorro era demasiado inquieto, hasta en un momento que comenzó a rasguñar la puerta trasera, el pequeño parecia que queria salir.

— Hoo, ¿quieres ir al baño? — Erizo abrió la puerta y como si fuera una mala broma este salió corriendo a toda velocidad — Hey espera—

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En un pequeño claro cerca de las cabañas a la luz de unas cuantas velas Betsy tenía un espacio para realizar sus experimentos un poco más cerca de la naturaleza, era más tranquilo y acorde a su magia favorita y estaba trabajando para algo especial.

Betsy tenía contemplado una prueba algo diferente para que Erizo practicara una de sus especialidades el polimorfismo pero no el convencional uno más avanzado tendría que engañar a algún campista ingenuo para hacerse pasar por algún animal el resto del dia, claro bajo su supervisión y para que no hiciera trampa una pizca de maldición para que no pudiera usar su magia, una cosa simple para que cualquier otra bruja disipe.

— Solo unas gotas más y esto estará listo — Betsy contaba minuciosamente las cantidades esto debería de ser exacto.

Aun en el mundo de la magia las mismas brujas no están exentas de accidentes y Betsy lo descubriría pronto.

Un pequeño invitado no contemplado llegó a su lugar de trabajo corriendo y enredando con todo tirando algunas sustancias valiosas, Betsy quiso detenerlo pero esto solo empeoró las cosas terminando en un accidente aún mayor.

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Erizo no podía creer su mala suerte — Donde estas, pequeño donde estas —

Cuando noto que un par de cachorros estaban corriendo rumbo a los establos, Erizo no pensó demasiado y fue tras ellos.

Ambos cachorros se persiguen mutuamente y en algunos momentos parece que se peleaban pero todo era más un juego.

Erizo estaba agotada pero al final pudo escucharlos cerca del establo de los unicornios.

Ambos cachorros estaban corriendo alrededor de Oscar.

— Oscar, ¿dónde habías estado? — Erizo comento con una pizca de preocupación.

— Prometí a Alice ayudarle con la limpieza del establo — Oscar comento algo cansado.

— Tan noche? — Erizo estaba inquisitiva.

— Fue de último momento — Oscar tomó a uno de los cachorros quien no tardó en lamerle la nariz.

— Siempre quise tener uno en casa pero mi mamá nunca quiso uno — Oscar comentó decepcionado — podremos cuidarlo esta noche a los dos en una pijamada.

Erizo quería recuperar al cachorro pero no debía decir nada de la prueba así que tenía que pensar rápido o si.

— No creo, también le estoy ayudando a Betsy y debo entregarle estos cachorros a Susie— Erizo comentó nerviosa.

— Vamos, acabo de terminar — Oscar estaba contento por ser de ayuda.

Erizo tuvo que pensar rápido — No, digo este es para Susie y este es para Alice, si ella está en la playa ¿Me podrías ayudar y dárselo a Susie?... ¿Porfis? —

— Claro cuenta conmigo, te veo en un rato — Oscar tomó a uno de los cachorros.

— Estaré en una lección especial, debo ir sola, nos vemos mañana Oscar — Erizo se fugó lo más rápido que pudo dejando a un Oscar confundido.

— Bueno pequeño solo somos tu y yo— Oscar cargó al pequeño y tomó rumbo a la cabaña de Susie — El cachorro trataba de escapar pero Oscar estaba decidido en cumplir con su misión.

Toc toc....

— Quien está molestando a estas horas de..... a eres tu Oscar ¿que quieres? — Susie miró al pequeño y empalagoso campista.

— Vengo de parte de Betsy ella te manda a este pequeño— Oscar le entregó el cachorro.

— Ho, este pequeño? Susie lo tomó y lo cargó con su clásica mala expresión — Susie miro con cuidado al cachorro pero la presencia de Oscar aún la incomodaba — Y que esperas Oscar un gracias? Susie simplemente cerró la puerta.

— Amm ok — Oscar no le tocó más remedio que salir de ese lugar, ya era tarde y si no había una pijamada de por medio no valía la pena desvelarse.

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Erizo llegó tan rápido como pudo a su cabaña, cerró la puerta, cerró las cortinas y las luces y bajo si sabana comenzó a ojear el libro solo que la tentación fue tan grande que no pudo evitarlo se puso a jugar de nuevo con el cachorro.

— Quien es el cachorro más lindo— Erizo siguió rascando la pancita al pequeño animal.

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Mientras en la cabaña de Susie.

— ¿Así que te envía Betsy?, acaso vienes a espiarme o solo me quieres castigar por lo ocurrido — Susie seguía con su pequeño discurso mientras el pequeño cachorro estaba asustado y tembloroso.

Sin más usó su varita buscando algún hechizo espía pero nada era solo un cachorro común y corriente.

Esto dejo con un poco de duda a Susie por la hora y por que el cachorro, estaba medio enojada — acaso eres la forma en que Betsy se quiere vengar — Cuando la bruja busca al perrito este trataba de escapar rasguñando la puerta pero era en vano.

— Ven aquí pequeño — Susie tomo al cachorrito y lo noto de inmediato.

— Ufff hiedra salvaje — Susie se tapó la nariz — Maldita sea... bien lo merezco vamos te toca baño—

Susie llevó el cachorro y en la tina preparó una pequeña tina y con abundante jabón comenzó a dejar al tembloroso cachorro tembloroso limpio — Un poco de magia para la humedad — Listo como nuevo, quién diría que un poco de limpieza haría una enorme diferencia.

Susie solo se dedicó a realizar su rutina de noche para tratar de conciliar el sueño pero siempre le incomodaba que el pobre cachorro estuviera siempre asustado y no se moviera de su lugar.

— que pasa contigo — Susie trato de mostrar una pizca de empatía pero se le complicaba, así que apareció un puñado de comida, algo de agua y un periodico para sus necesidades — Solo te cuido por que se que eres importante para Betsy asi que ahora come —

Susie terminó su rutina, se preparó para ir a dormir esperando que el cachorro solo se acurrucara en alguna esquina pero ahí estaba todo tembloroso..

— mmm no se que quieres probar con esto Betsy — Susie a regañadientes uso su magia y envolvió al perrito y lo llevo a su cama — Mas te vale que no me despiertes.

Pero el perrito ers incapaz de moverse solo temblaba completamente asustado entre los brazos de Susie.

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La mañana siguiente.

Susie busco al cachorrito, miro la puerta abierta y literal entró en pánico y salió a buscarlo.

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Alice se dirigió a la cabaña de Betsy tratando de averiguar por qué las dos más responsables no estaban encargándose de sus labores pero al entrar a su cabaña noto otra escenita de nuevo.

— Alice — Comento Betsy con la cara enterrada en la almohada — Borrarme la memoria —

Si bien la bruja había ayudado y consolado a su amiga ella sabia bien, no te metas estas dos siempre traen problemas, asi que solo se retiro resignandose acumplir con todas las labores otra vez.