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Kim Seokjin no era gay. Y si dos dedos enterrados en el culo desmentían aquella verdad, no tenía más que recordar que esto no era por su placer, sino por el de Choi Siwon.

–Lo tomas tan bien –comentaba este, encimado a él y moviendo la mano de modo tal que el culo de Seokjin resentía los envites y pedía más.

Estaba dilatado, sintiéndose algo patético por cómo su cuerpo se ajustaba a aquella intrusa caricia. No que haya pensado en negarlo, pero sí que no esperó que el primer movimiento del hombre fuese este. Ni besos, ni toques como fue el camino que allí los condujo. Había sido una orden sencilla, fácil de ejecutar y de no ser por el carácter de la misma casi sonó artificial: quítate la ropa y recuéstate boca abajo.

–No voy a llevarte, hombre –murmuró con una voz tan pequeña que se sintió un idiota.

–Shhh, por supuesto que no, iremos juntos –respondió Siwon, al tiempo que sacaba los dedos para reír cuando Seokjin levantó las caderas buscando el contacto–. Date la vuelta, darling.

Frustrado, Seokjin hizo caso al pedido y le pareció gracioso ver el sonrojo de Siwon ante la vista. Siwon lo estudio detenidamente, bufando cuando vio la verga de Seokjin medio blanda aun. Era un tanto difícil para él hacer que este se relaje, pero no era conocido en el medio por rendirse ante un desafío. Así que levantó una pierna de Seokjin, que no parecía en nada cohibido con su desnudez, aunque sí era notoria la resistencia por ser él, un él quien lo manipula. Besó el talón, lamió la planta del pie y jugó con los dedos hasta que escuchó un suspiro risueño de Seokjin.

–Me gustas eso –confesó casual Seokjin, murmurando cuando las manos de Siwon le masajearon los músculos de la pierna.

El masaje fue lento, cuidadoso y especialmente atento. Siwon era muy ingenioso para mantener distraído a Seokjin, logró que este se derrita sobre su cama y el escenario fue idóneo para que compusiera un cuadro íntimo. Luz tenue, las ventanas abiertas dejando que se cuele al encuentro la ciudad en su noche despierta, sonidos vivos que se sumaban a sus respiraciones, al frufrú de las sábanas. Si nada es permanente, que la memoria retenga las sensaciones y las impresiones hasta la próxima.

Bajó la pierna, subió la otra y repitió el proceso. Y siguió con los muslos, dedicándole mucho esmero a lamerlos y chuparlos a su antojo. Le agradaban las piernas de Seokjin, no tan largas, pero sí estilizadas y, para más apreciación, recubierta de vello. Contraste con los cuerpos depilados y perfumados como una flor; Kim Seokjin era un pesquero. No había cremas hidratantes para sus manos y cuerpo, ni para su rostro bronceado por el sol diario, o shampoo especial para su cabello reseco por el verano e invierno en alta mar. Su cuerpo era magro, fortalecido por el trabajo diario y salado como el mar donde parece que se siente más a gusto que en la tierra.

Mientras él era reconocido en todas partes por su fascinación por la belleza estética, Seokjin se la pasaba en el anonimato del civil común. No estaba afectado por Choi Siwon, y era un lujo poder desprenderse de amantes que vienen con un par de comentarios y expectativas que circulan por la farándula. Pero más que esta manera de vincularse, era la irrisoria forma en que habían dado uno con el otro. Un inicio que no auguraba para nada que acabaran de esta forma. Y aun así, bastaba verlos en ese preciso instante.

¿No era el destino retorcido?

Cuando lamió la unión entre la pierna y cadera de Seokjin, sintió al fin una respuesta cruda de lujuria. El pene semi erecto de Seokjin rozó su mejilla, como si buscase un mimo de su parte. Pero Siwon no le dio la atención que buscaba y continuó besando la piel del estómago de Seokjin, algo hinchado por lo que sabía era cerveza y comida grasosa, abundante. La contracción de su abdomen ante la caricia y la respiración tambaleante que le indicaron que iba por buen camino.

Atrapó la manzana de Adán, y cortó la protesta de Seokjin al sujetarle el miembro con fuerza:

–No jodas –Le dijo en un susurro amenazante.

–Por supuesto que joderemos.

¿Se espantaría Seokjin si lo toma en la boca? Esperaba que no, porque luego de golpearlo pareció perder sus defensas y permitir que Siwon lo conduzca hasta donde sus deseos no se atreven a llegar. Fue hilarante lo manso con que se comportó, pero no iba a engañar a nadie. El delegar era el camino a tomar para evitar comprometerse. Y también, una muestra de confianza que conmovió a Siwon y, agradecido de ser beneficiario de ella, se prometió no estropearlo.

Lo besó, chupando la lengua de Seokjin hasta que este casi ronroneó por las maneras ásperas con la que lo trataba. Siwon sabía que no había compartido ni un trabajo manual con otro sujeto, entonces no sabía las maravillas de tener un cuerpo maleable y que soporte los tratos duros y poco delicados. Así que le tiró de los cabellos, muy a lo porno sobreactuado, con resultados efectivos si es que la cada vez ahora dura verga del otro podía contar. Tuvo que aguantar la risa cuando Seokjin levantó la cadera y chocó contra su muslo, pretendiendo una fricción que lo alivie.

–Vamos, no juegues.

–¿Qué serías capaz de hacer para que te la chupe? –murmuró junto a su oído, sintiendo el estremecimiento de Seokjin.

Sin saber qué decir, Seokjin lo empujó un poco para observarlo. Se le notaba sonrojado, con los cabellos despeinados y pareciendo una visión de ensueño. Sueños húmedos, porque era tan guapo que Siwon se preguntó cómo nadie lo reclutó para ser un artista. Si no supiese que el hombre lo mandaría a volar, él mismo ofrecería un puesto para que modele sus creaciones. O que modele desnudo para él, también sería una oferta inteligente.

–Uh, ¿te la chupo primero?

–Ah, ¡pero qué generoso!

Rodando los ojos, Seokjin lo atrajo para besarlo. Siwon le permitió hacerlo, abrazándolo tanto que podría confundirse con que son más que amantes. Sentirlo desnudo fue glorioso, pero la rigidez con la que actuaba Seokjin lo desanimaba, le recordaba permanentemente que esto era una ocurrencia sin repetición. Nada obtendría más que desquitarse de todo lo que Seokjin le provocaba.

Por eso no tuvo inconveniente en aceptar los lados rudos del muchacho, eran su manera de ser y era jodidamente excitante.

–¿Entonces? –perdido, Seokjin llevó una mano hasta tomar a Siwon y bombearlo lento, aguardando a que el otro decidiera.

Se dejó hacer, porque la caricia era áspera dado el maltrato en las palmas del pescador. Cayó en la cama boca arriba y gimió cuando Seokjin capturó uno de sus pezones mientras seguía masturbándolo. No iban a ir muy lejos si continuaban en tantos preparativos. Y aun así, Siwon quería estirar la noche hasta que les alcance para saciarse del otro. Lo mucho que le ponía el idiota de Kim Seokjin era alarmante.

–En el cajón detrás de ti hay lubricante –indicó mientras abría las piernas.

Si Seokjin se olvidaba –cosa difícil de hacer por tener un pene escurriéndole casi en la cara– que era otro hombre con quien cogería era práctico y eficiente para dilatarlo. No era un novato en el placer anal, a excepción de él mismo ser quien lo tome. Una lástima, pensó fugazmente Siwon.

–Podrías tener un puño –bromeó Seokjin, aunque en sus ojos se delataba cuanto le calentaba la idea.

De rodillas, Seokjin se acomodó y Siwon le facilitó el trabajo al levantar las piernas para ponerlas sobre los anchos hombros. Haciéndose un poco hacia adelante, encajó en el sitio correcto.

–Buena puntería –apremió Siwon, y no dijo mucho más porque esa fue la única advertencia que tuvo para la bestialidad que le siguió.

No era el ser dotado del que su cabeza se encargó de conjurar en sus fantasías, pero decir que era mediocre subestimaría el grosor del miembro que siente que lo parte al medio. Siwon se aferró a las manos de Seokjin, que le sostenían las piernas y suplicó que vaya lento, pero no hubo caso. Seokjin entró hasta que sus bolas chocaron con las nalgas de Siwon y no tuvo consideración cuando retrocedió hasta el límite de casi salirse y volvió a penetrarlo.

Había pasado un buen par de años desde que fue el de abajo y su cuerpo estaba procesando las sensaciones con calma. Siwon dejó escapar el aire y sonrió algo preocupado de acabar cuando apenas comenzaba la diversión. Serpenteó para sostenerse con los codos y así pudo recibir el aliento de Seokjin sobre su frente sudorosa por el esfuerzo de relajar su ano que titilaba en torno al miembro buscando expulsarlo.

–Eso querías –susurró con cierto tono de rencor Seokjin, como si le hubiera leído la mente, y arremetió de nueva cuenta.

¿Podía ser esta la venganza de Kim Seokjin? Seguramente, Siwon no iba a quitarle al hombre su as de revancha. Sería descortés de su parte. Rendirse y ser clavado en el colchón sabiendo que le costaría sentarse mañana era la única línea de acción. Sin embargo, Seokjin pareció verlo demasiado a gusto y se salió para arrastrarlo hasta el borde de la cama y ponerlo boca abajo. Y como Siwon no era de esos que huían de una batalla, alzó el culo y gritó cuando fue llenado nuevamente.

–Maldito infeliz –jadeó y Seokjin le dio una nalgada particularmente fuerte mientras intentaba que se quede quieto.

–Te gusta –fue la respuesta y una boca mordió su nuca así que Siwon pegó la frente al colchón y siguió yendo al encuentro de los golpes.

Brevemente, tuvo un poco de arrepentimiento de no haberle pedido a Seokjin que use protección. Nunca fue un descuidado en ese aspecto y este desliz le dijo lo mucho que esto era un error. ¿Pero no eran estos, los malos actos, los que atraían más su atención? ¿Cómo se explica que estuvo tan contento de interactuar con el pobre imbécil al que le jodió la esposa? ¿Por quién toma a Seokjin, por un iluso que no iba a tratar de humillarlo una vez tuvo la chance?

Pero Seokjin cruzó un brazo por su pecho, levantándolo y buscó su boca. Y fue el beso lo opuesto a las estocadas, y si se aleja, Siwon solo ve la misma calidez que encontró en esos ojos desde que se permitió ser amigable y conocerlo. No. Estaba juzgando mal el carácter del otro. No había necesidad de cobrarse la traición, sino la más pura y cruda oferta de quererse con todo lo que está incorrectamente vibrando en sus pechos y que tendrán que despedir luego.

Otro beso, otro abrazo y más de Seokjin sobre él, cubriéndolo hasta de sus pensamientos y los latidos acelerados por entender lo que no va a mencionar en voz alta, finalmente lo hizo llegar. Su clímax fue torpemente construido, pero no menos placentero y liberador. Gimoteo y el sonido de éxtasis fue alimento para la hambrienta boca de Seokjin que no permitió que se aparte. Siwon derramó su blanco gozo sobre las sábanas y la languidez podría haberlo hecho caer de no ser porque Seokjin siguió aferrado a él.

Un par de estocadas después, el semen de Seokjin regó su intestino y al retirarse goteó entre sus nalgas. Pero no iba a preocuparse por limpiarse.

–Un placer para mí –la voz de Seokjin repitió lo que Siwon había dicho aquella primera vez, pero en su lengua tales palabras fueron menos burlescas. Y reuniendo energías para contestar, volteó la cara para hallar al pescador a su lado, sonriendo:

–Y el mío.

Fin.

Nota final:

Mala idea ver Logan y luego pretender poner "tono" a un escrito, incluso si fue revisión. Pero bueh, hasta aquí Ex (que no pregunten por qué el título, porque yo tampoco lo sé). ***** si vieras esto, dirías que me basé en vos y tendrías toda la razón, pero la ficción está a veces al servicio de la realidad. O qué se yo. Por suerte no sabes que en mis ratos libres hago escritos cochinos.

Anaka, no puedes quejarte, pero lo harás, así que bueh. Fue interesante hacer esta pareja, y aproveché a meter Jinyoon y JinIu porque sí, porque se puede y siempre cae bien jajaja

Tendrás el Seokjin +Yesung+ vampiros cuando vea cómo me ajusto a mis exámenes.

Gente que no es Anaka y está aquí, no sé cómo es que llegaron al final, pero gracias. Aprecio la curiosidad, posta.

Porque es necesario, aquí el espacio de quejas:

Vamo' con el Hype Londrista. Para no argentinos, sino lo saben, Londra existe y deberían darse una vueltita por sus canciones. No es para museo musical, es para sentirlo y si eso no es arte, pues que se joda, you know?

:)