Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 33 | La petite mort

Después de una pelea interminable con mi hermana y de que el señor Krugger viniera a vernos alertado por los desmedidos gritos que ambas emitíamos, la amenacé con mandarla a vivir a casa de la tía Betty si no retiraba el vídeo de inmediato de internet. Gracias a Dios, aceptó el trato, y ahora está castigada "de por vida" en su habitación.

Es el correctivo más liviano que pude encontrar, y aún así, me siento como la mala del cuento por encerrarla sola en su cuarto. Sin embargo, no me dejó otra opción.

Dos poderosos sentimientos se agolpan ahora en mí; la decepción con Roxy por lo ocurrido, y la emoción por celebrar el cumpleaños de Asher. En efecto, mi adolescente problemático favorito y yo vamos a hacer una pequeña escapada para festejar su mayoría de edad.

Una sensación de júbilo y de profundo bienestar se apoderan de mi cuerpo y mente al pensar que ya nunca más tendré que esconderme de los demás, ni llevar una absurda máscara que acabaría por desprenderse y mostrar que el amor solo entiende de almas.

Vivimos en un mundo corrupto en el que nos obligan a exponer una versión errónea y corregida de nosotros. Nos enseñan a ser correctos, rectos y a tener modales, pero nunca a ser nosotros mismos si eso no agrada a los ojos críticos que nos observan y nos manejan como vulgares marionetas de cuerdas.

Lo que no saben es que un día esa cuerda se romperá de tanto tensarla, y entonces el caos saldrá de las alcantarillas, como las ratas, y lo inundará todo. El verdadero underground. Hay demasiados farsantes y pocas personas de verdad. Nunca deberíamos tener miedo de sentir y mostrar lo que sentimos. El amor es lo único puede salvarnos.

Me desplazo hacia mi armario y escojo un vestido liso azul marino que me llega hasta las rodillas. Lo acompaño de un abrigo oscuro y unas botas del mismo tono. Me recojo el pelo en una coleta alta y uso un pintalabios rojo sangre para colorear mis labios. Un toque de perfume y lista para salir a comerme el mundo.

Justo cuando abro la puerta de mi habitación en dirección a las escaleras, Roxy aparece ante mí. Mis ojos se clavan en los de ella y descubro que están inyectados en sangre de tanto llorar.

—Lo siento, Jessy, he sido una completa imbécil —solloza abalanzándose sobre mí y envolviéndome con sus delgados brazos—. Soy una persona horrible y merezco que me encierren de por vida.

Sus lágrimas consiguen empapar la superficie de mi abrigo, y como si fuera un acto reflejo, mis manos la rodean abrazándola fuerte contra mí. Después de todo, no es más que una cría jugando a ser mayor, y yo no puedo adornarme con medallas después de lo que hice.

—Perdóname, por favor —suplica con voz temblorosa.

Está arrepentida de verdad. No la he visto así desde... desde que murieron nuestros padres, lo que consigue ablandarme el corazón.

—Perdóname tú también a mí —respondo y Roxy detiene su llanto asombrada por mis palabras—. Debería habértelo contado.

Mi hermana toma un poco de distancia y me mira a los ojos. Es una mirada tierna y desesperada; no veo ni un ápice de su habitual rebeldía en ella.

—Pero no pienses que te vas a librar del castigo por esto. No saldrás de tu habitación en por lo menos una eternidad —suelto cruzándome de brazos e intentado adoptar una pose erguida y seria.

Ella hace un mohín y no podemos evitar reírnos al unísono. Somos unas locas sin remedio.

Aunque este mundo demencial, ¿quién se atreve a estar cuerdo?

—Ahora tengo que irme —informo depositando un beso en su mejilla y dirigiéndome a la salida.

La voz todavía acongojada de mi hermana resuena cuando estoy a punto de cerrar la puerta.

—Te quiero, Jessy.

Mi corazón se detiene por unos segundos y una fugaz sonrisa cruza mi rostro.

—Y yo, demonio pelirrojo.

Después de aquella intensa y aguda conversación, uso mi prehistórico pero útil escarabajo para encontrarme con Asher. En un corto lapso de tiempo, ya me hallo esperándole frente a su casa.

—¿A dónde vamos? —pregunto con curiosidad mientras pongo el coche en marcha.

Asher enciende un cigarrillo y sonríe sin despegar los labios antes de responderme:

—¿Por qué siempre tienes que preguntar tanto? —dice soltando una gran bocanada de humo—. Te gustará, confía en mí.

Y yo confío en él, así que me dejo guiar por mi sexy acompañante. En un momento del trayecto, Asher me hace un repaso con la mirada, y tras esbozar una sonrisa traviesa, apaga el cigarrillo. Lo siguiente que noto son unas manos deslizándose por mi pierna y adentrándose por debajo de mi corto vestido.

¿Pero qué demonios está haciendo?

Sus dedos continúan la ruta y logran apartar mis bragas, rozando mi zona sensible, lo que me obliga a contener la respiración.

—Asher, deja de hacer eso.

Mi corazón se acelera con cada latido y tengo que luchar contra mi excitación para mantener el control al volante.

—¿Por qué? —pregunta clavando sus sensuales ojos en los míos mientras presiona sobre mi sexo— ¿Es que no te gusta?

Su sonrisa se ensancha ante mi respuesta corporal. Sin darme cuenta, acabo abriendo mis piernas y dejándole el camino libre.

Asher se inclina y coloca su cabeza a la altura de mi ombligo. Antes de poder preguntarme por qué ha hecho eso, él sopla mi zona sensible provocándome un dolor exquisito en mi entrepierna. Sin previo aviso y en un solo movimiento, me sube el vestido e introduce sus dedos en mí.

Casi pierdo el control del vehículo y un coche me pita repetidamente al saltarme un semáforo en rojo.

—Voy a hacer que te corras como nunca lo has hecho antes, Jess.

Siento como si las mejillas me fuesen a explotar de lo calientes que las siento. Sus guarrerías surten un efecto incontrolable en mí.

—Di mi nombre —exige con voz ronca.

Oh dios mío.

—A-asher —gimoteo y él aumenta el ritmo frenético de sus dedos.

Tengo que obligarme a no gritar si no quiero parecer una completa desquiciada ante los demás conductores.

—Gira a la derecha en la próxima rotonda —advierte pausando sus movimientos y aumentando mi palpitante dolor.

No puedo más. Necesito parar o acabaré provocando un accidente en cadena. Detengo el coche en el primer lugar solitario que encuentro después de tomar la dirección que Asher me ha indicado, me quito el cinturón y me coloco sobre él.

—Fóllame, Asher —ni siquiera controlo ya mi propia voz. Es el deseo el que habla por mí.

Él atiende a mis súplicas y se introduce en mí, lo que provoca que ahogue un gemido de placer absoluto. Pronto los cristales del escarabajo comienzan a empañarse y nuestros cuerpos a emanar sudor. Mis caderas se deslizan hacia arriba y hacia abajo y puedo ver la lujuria en los ojos de Asher.

No estamos haciendo el amor, estamos follando, echando un polvo sucio y delicioso en el asiendo delantero de un coche viejo.

Pero cómo me excita.

Somos dos animales cazándose mutuamente, devorándose, encontrando el placer en la propia muerte. O en "la petite mort", como prefieren llamarlo los franceses. Ellos sí que saben de sexo. El orgasmo no tarda en llegar y acabamos fumándonos un verde observando el paisaje.

A la segunda calada me doy cuenta de que las vistas son impresionantes. Me incorporo sobre el asiento y contemplo el acantilado donde he aparcado el coche. El sonido de las olas golpeando contra las rocas embriaga el ambiente y me obligo a cerrar los ojos. El mar siempre me ha dado paz. Asher se da cuenta de mi reacción y atrapa el marley de entre mis dedos antes de dirigirse a mí.

—¿Qué te parece? —pregunta después de inundar sus pulmones de humo.

—Formidable —respondo observando la puesta de sol reflejarse en el mar.

Este sitio parece sacado de un cuadro impresionista. Los colores anaranjados y vibrantes son un orgasmo visual para todo el que tiene la oportunidad de admirarlos. Estoy segura de que si Manet o Morrisot estuvieran aquí, este sería su sitio preferido para pintar.

—¿Formidable? —dice arqueando una ceja—. ¿Desde cuando te has vuelto tan snob?

Ambos soltamos una carcajada ante su comentario y no me privo de la necesidad de darle un beso. Qué bien sienta la libertad de poder hacer lo que quieres sin tener que preocuparte por lo que puedan pensar los demás.

—Ven —ordena invitándome a salir del vehículo—. Tengo algo más que enseñarte.

Asher rodea mi escarabajo y se dirige hacia el maletero. Cuando lo abre puedo ver un precioso vestido rojo destacar sobre la superficie negra.

—¿Qué es esto? —sonrío.

—He reservado mesa en un restaurante que hay cerca de aquí para esta noche —anuncia—. Es un sitio bastante elegante, así que supuse que te haría falta algo más sofisticado.

—¿Y cómo te las has apañado para guardar el vestido en el maletero?

No se por qué pero no puedo dejar de sonreír como una tonta enamorada.

—Roxy me ayudó —explica abrazándome por la espalda—. Está bastante arrepentida.

—Lo se —afirmo cobijándome del frío entre sus brazos.

Nos quedamos así varios minutos, en silencio y con nuestra mirada fija en el romper de las olas. El viento mece nuestro cabello y el aire gélido nos hace unirnos más. Puedo notar como su pecho sube y baja con calma pegado a mi espalda. Si pudiera elegir un momento para quedarme el resto de mi vida, sería este.

—¿No se supone que la que debería hacerte un regalo soy yo? —suelto rompiendo el mutismo que se ha creado entre nosotros—. ¡Es tu cumpleaños!

—En realidad no lo es —replica—. Además, yo ya tengo mi regalo.

Me volteo hacia él frunciendo el ceño.

—¿A qué te refieres?

Asher usa su mano derecha para rodearme la barbilla y tirar de ella hacia arriba para alzarme la cabeza.

—¿No lo has entendido todavía? —pregunta sosteniéndome la mirada y logrando que mis piernas flaqueen—. Tú eres mi regalo de cumpleaños, Jess.

*
*
*

¡Hola mis bellos! Siento tardar tanto en actualizar pero ahora mismo estoy con los exámenes del máster y os pido que me tengáis un poquito de paciencia.

Espero que os haya gustado el capítulo, porque a mí me ha encantado escribirlo ❤️

Consejo del día: Id abriendo vuestras mentes para lo que viene.

💥 Capítulo dedicado a la hermosísima @Iam_Paola 💥 Gracias por tanto apoyo 😍

No os olvidéis de darle a la estrellita y de comentar que me ayudáis un montón ❤️

Atte:
Wilmanet ✔️✔️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro