Con la espesa noche aun invadiendo Sol Saliente, pelajes comienzan a camuflarse en la naturaleza del bosque donde tan solo varios pares de ojos, brillan por, sobre todo; ojos audaces y feroces.

Pese a aquel pronostico, un apuesto joven anda junto a aquellas bestillas, castaño y de hermosos ojos almendrados como un diamante, capaces de percibir hasta el más minúsculo detalle.

Aquel joven único como ninguno, atraviesa la variedad de flora hasta quedar frente a los guardias reales quienes lo miran confundidos.

—Joven Labrid, ¿Qué hace usted aquí a estas horas?

Pero el silencio es sepulcral, pasa de ellos sin reparo y antes de cualquier otro atrevimiento de su parte, un par de aquellas bestias se lanzan contra ellos dándoles así, fin a sus vidas.

Mientras tanto, sin ningún tipo de remordimiento él sigue adelante, apacible entre las solitarias calles rumbo a un estado de solemnidad indeleble.

Se detiene hasta llegar a su destino cuando el sol comienza a iluminar la estancia, desde ahí mira hacía una de las ventanas del segundo piso donde seguramente su amada aún duerme, aquella frágil adolescente a la que pronto liberara del suplicio.

¡Bienvenidos lectores!

Les agradezco de corazón por la oportunidad que le están dando a la obra, espero que pese a ciertos detalles incómodos logre ser de su agrado y cumpla con las expectativas que se hagan de la misma.

Así mismo, vuelvo a aclarar que toca ciertos aspectos que pueden considerarse fuertes o inapropiados para ciertos usuarios por lo que nuevamente, les pido el debido respeto y se atengan a continuar o bien, lo hagan bajo su criterio.

Sin más les deseo un excelente día, éxito en todo lo que se propongan ¡Y que disfruten de la lectura!