NARRADOR

A orillas del Bosque Yai un par de cuerpos surgen de las profundidades del océano adentrándose bajo una lluvia torrencial. Ambos, hombres corpulentos y altos como es habitual en residentes de Luna Gris; uno de cabellera negra, larga; el otro, castaño de cabellera levemente rizada.

Sus pesados pasos cubren el camino por el bosque hasta el reino donde miradas se fruncen al distinguir su aspecto, pocos son los que permanecen fuera de sus hogares, y mucho menos quienes no llevan un paraguas con ellos. Ambos enfilan rumbo a un mismo sitio...

Un suspiro sale de los labios de uno de ellos en lo que se da a la tarea de desprender su calzado, el otro por su parte sonríe al divisar a la pareja dueña del hogar, específicamente a la mujer.

-¡Mamá Su!

Los labios de la pelirroja igualmente se extienden contenta de verlos nuevamente, Artem por su parte se cruza de brazos responsabilizando a su hijo por la llegada de los hermanos de este. Assim no tarda en envolver a la mujer en un abrazo causando un quejido tal como esperaba ante su aspecto empapado, Karim niega con la cabeza nada más verlo; no obstante, la abraza de igual manera una vez la mujer logra desprenderse de los brazos del mayor. Assim sonríe arrogante ante la expresión del rey.

-Dejamos a Kamal a cargo antes de venir -explica Karim. -Todo parece ir mejor pese a las miradas desdeñosas y de odio de parte del clan; además, Satish el hijo del alfa lo apoyará.

Inconforme no le queda más que suspirar, siempre termina siendo igual, lo cual suele ser un gran dolor de cabeza para los varones adultos padres de cada uno de ellos.

Cada uno se encamina a una habitación para ducharse, el mayor sube las escaleras desprendiéndose de la playera en el camino, al abrir la puerta sonríe al encontrar a su hermano acostado con un cachorro sobre él, a su lado una chica quien toma asiento en su sitio cual resorte.

-¿Desde cuándo tenemos mascota?

Pronuncian sus labios ante el cachorro, con la vista fija en la fémina quien igualmente lo observa sumamente confundida.

La chica a quien no conoce más que de vista lo escudriña, a la par que él distingue su aspecto saludable, casi idéntica a las imágenes que vio de ella.

-En el momento justo en que vas llegando -responde el ojiazul.

Una vez más sonríe arrogante hasta que una voz a sus espaldas lo hace elevar ambas cejas.

-¡Assim! ¡A la ducha, ahora!

El aludido se dirige al baño, más no entra.

-¡Kinght!

Elevando ambas manos proclama su inocencia, siempre resulta divertido ver a la pelirroja molesta.

-No he hecho nada -exclama.

-Exacto -vuelven a reprenderlo.

Recibe un puñado de ropa seguido de una orden.

-Toma esto y cierra ya esa puerta.

Divertido ríe haciendo caso a su segunda madre.

-Y más te vale salir completamente vestido, no te quiero ver con una prenda faltante.

Encantado con sus reprimendas comienza a desnudarse, sonriendo ante la imagen de la pelinegra. Todos tenían sus dudas, especialmente por Zia, mayormente a él le preocupaba que no pudieran estar juntos como una pareja; temía que Zia no lo intentara.

Afortunadamente parece que no ha sido así, al menos es lo que ha dejado ver su atuendo, una playera del ojiazul anudada a su cuerpo junto a un pequeñísimo short, así como encontrarla a su lado a tan solo centímetros. Sonríe burlón una vez más, de no haber sido así habría tenido que interferir, no por nada es el hermano mayor.

Haciendo caso omiso sale del baño sin camisa recibiendo la mirada rojiza de la pelinegra en su anatomía tras escuchar la puerta abrirse, incluso Drake eleva la cabeza inclinándola un poco con curiosidad, el joven extiende una sonrisa amena.

-Akemi -saluda, -bola de pelos.

-Drake -corrige el ojiazul, la otra copia asiente con la cabeza.

-Soy Assim, el hermano mayor definitivo.

La expresión en Akemi extiende su sonrisa.

-¿No les han contado?

-Factible para fastidiar a Walid -dice Zia, Assim ríe.

A nada de ingresar a la sala la pelinegra se detiene con la mirada fija en el otro joven, aquellas imágenes que viene dejando atrás vuelven a su memoria, su rostro colándose de ven en cuando en el momento en que se centraba en la mirada del ojiazul. El mismo temor que sintió cuando llegaron por las ansias de volver a ver a Artem se instala en su pecho recordando casi al instante las palabras de la rubia de ojos cual oro, así como una mano entrelazarse con la suya la cual aprieta. Cada uno de ellos lo sabe, lo que la hace pensar en el trillizo detrás de ella, Enya es la única que le ha hecho mención de ello, de ahí en más nadie habla del tema, ni siquiera los padres de Zia.

Ve al chico reaccionar con curiosidad cuando Drake corre en brazos de Susumu, la pelirroja sonriente proporciona caricias a la bola de pelos que ahora es el castaño. Suspira e ingresa tomando asiento en otro sillón. Cuando el castaño voltea para verla Assim habla.

-Es Karim, el menor de todos.

La duda vuelve a instalarse en ella ante la exagerada obsesión que parecen poseer por ser mayor a los demás, a lo que el ojiverde sonríe.

-Tenemos mascota, ya lo viste.

Tanto Artem como Susumu lo reprenden provocando la risa del mayor de los jóvenes, Karim suspira con resignación.

-Ven bola de pelos.

Dudoso Drake sube a las piernas del trillizo instado por la abuela, el joven lo hace elevarse en dos patas.

-¿Qué edad tiene?

-Cinco, los cumple cada dos años. Es la primera vez que hace el cambio.

-Vien bola de pelos...

-Drake -le reprende Zia.

-Ignóralo -murmura al cachorro frente a él. -Eres un príncipe, por ley debes fastidiar a tu padre.

Artem se cruza de brazos fulminándolo con la mirada, Zia suelta una breve risa.

★★★

-Después podrás preguntarme todo lo que está pasando por esa cabecita tuya -exclama Karim acariciando una de las finas cicatrices en el rostro del cachorro, con el par de iris blanco, fijos en él. El joven castaño suspira. -Se que es incómodo -pronuncia para la pelinegra, -como se hayan dado las cosas, ese pasado... N hay razón para que perjudique ahora, podríamos solo ignorarlo, empezar de nuevo.

Drake pasa la mirada de uno al otro sabiendo que su madre al igual que él es capaz de reconocer al joven.

-¿Cómo van las cosas en el reino? -pregunta Zia tras ser seguido por Assim rumbo a su habitación para tomar uno de sus blocks.

-Ha mejorado, los humanos están más tranquilos, incluso se sienten más a gusto con Diero presente. La diferencia entre clanes es notoria. -Hace una pausa antes de continuar. -Descubrimos...

-No -interrumpe el ojiazul. -Lo que hayas descubierto mientras no sea relevante no quiero saberlo.