Su oficina es muy sofisticada al igual que tiene un estilo industrial, me gusta. No se siente tétrica. Creí que seria más inexpresiva como el dueño de este lugar, que moriría del frío con solo poner un pie.

Ya observe cada rincón de esta oficina, es muy grande. Podrías dividirla en dos habitaciones y seguiría sobrado espacios. Lo que más me gusta es la terraza, Karl a puesto una mesa para tres personas. Quizás ahí, realiza que otro contrato o es solo para apreciar la vista de toda la ciudad.

Mael, toma asiento en la silla del CEO karl Quinn. Desde ahí, se ve como un gran hombre de negocios, era estar sentado en el trono de un gran reino gobernado por una belleza con una mirada tiránica.

Esto me recuerda a mi tiempo como emperador, está silla se siente como un trono, uno más moderno. Nunca me pregunté si después de mi muerte, mi imperio floreció o decayó. No era necesario hacerlo, en todos los mundos en los que reencarne, no logré encontrar registró alguno de esa época.

El omega, se aburrió de fingir ser un emperador despiadado, tiene más de veinte minutos esperando a su esposo. Se puso a jugar por un rato, pero no logró calmar su poca paciencia. El aburrimiento le llegó rápido.

La mirada y sonrisa de Mael brillaron con maldad al ver la laptop gris en el escritorio de Karl. Encontró la manera para quitarse el aburrimiento.

—Veamos si esconden porno, o que otro secreto vergonzoso. Tal vez encuentre una foto de cuando era un bebé...Naomi, ¿Que es ese escándalo?.

Él Omega al tener su mirada en la puerta, no logró ver el fondo de pantalla, lo había cerrado sin darle una mirada. Si lo hubiese hecho, quién sabe que hubiera pasado.

¿Quien es tan atrevido de venir a este lugar y hablar como si estuviera en su casa? parasen señoras en un mercado. Tiene una voz chillona.

—Me disculpo, señor Quinn...

La puerta fue abierta, una persona con arrogancia entró a la oficina como señor por su casa. Cuando Cade vio a Mael sentado en la silla de, karl. Sus ojos se inyectaron de sangre. Agrandes pasos llegó frente de Mael.

¿Cómo se atreve estar sentado en la silla del Ceo? ¿Acaso Karl, no odia ese tipo de cosas? Ni yo me atrevería hacer eso. Una vez se lo sugerí, pero no respondió y tampoco se movió de la silla, siguió ahí, realizado su trabajo.

—Puedes retirarte, Naomi. No te preocupes por nada, tu señor no es débil—Sonrío.

—Está bien—Cerro la puerta

—Señor ¿Donde quedó su clase? Esa clase que tanto presume—Cruza sus piernas—No debería hacer escándalo en lugares...

—¡Deja de hacerte el interesante!—Golpea el escritorio—Levantarte o te levanto de esa silla!—Mira fijamente a Mael, este lo ve con una sonrisa socarrona.

—Te vez más feo de lo que ya eres con esa expresión—Toca su propia mejilla—Logre ver unas cuantas arrugas por aquí...

—¡Mael!

—¡Señor Quinn! Así es como tienes que dirigirte a mí—Apoya su espalda en el respaldo de la silla.

—No te sientas mucho, solo eres un producto que se está vendiendo por dinero!

—¿Y?—Pregunta con aburrimiento—A tus ojos solo soy un producto, pero a los ojos de karl—Sonreí—Puede que sea más que solo un producto, uno invaluable. Aparté, si hablas de productos. ¿Qué eres tú.

—¿A qué te refieres?—Imposible que, se haya dado cuenta.

—No te hagas el estúpido, es lamentable que por tu egoísmo o tú ambición de poder amarrar a Karl, lo hayas perdido todo. No me odies, yo no soy culpable de tus decisiones. Siendo beta pudiste ser feliz, pero querías volverte un Omega a la fuerza.

—¡Me investigates! ¿Quién te crees que eres?...

—No te creas tan importante, no perdería mi valioso tiempo en ti, no lo vales. Deberías controlar más tus expresiones y cubrir esa cicatriz en tu cuello mucho mejor. ¿Me preguntó quién fue él pobre diablo al que le robaste sus glándulas? Ese proceso debió ser doloroso para ambos.

En este lugar la ciencia es grandiosa como aterradora, no puedo imaginar hasta donde pueden llegar esas personas que, anhelan ser Omegas o alfas.

Cade está más que solo perplejo, no era nada bueno que Mael, supiera tanto sobre las cosas por las cuales paso. Sí Karl, se entera o el gobierno. Serán castigados sin importar que eso se realizó en otro país.

—¡Tú!—Cade estaba por lanzarse sobre Mael. Pero se detuvo cuando escucho que la puerta se abrió.

Mael no se sorprendió en nada, cuando vio a Cade arañando su propia mejilla derecha. Se podría esperar todo por parte de ese beta ahora, Omega. Solo que a sus ojos eso no es divertido.

Debería ser más creativo, como tomar mi mano y aparentar que lo estoy golpeado, pero ni para eso sirve. Que decepción, esperaba más de está persona. Es la persona más simple y débil que haya conocido.

—¡karl!—Corre abrazarlo.

Mael, solo ve como se desarrolla la trama de la historia, esperando que Cade, invente algo digno de un villano o protagonista que fingen ser desvalida.

—Tu esposa se volvió violentó—Solloza—Exprese de buena manera que, se quitara de tu silla, que no debía está ahí, pero de repente se vino encima de mi.

Francis suspiró profundamente, agradecido de que su hermano se quedará afuera, ese idiota hubiera brincado con molestia, saldría defender a Cade, sin saber lo que en realidad paso.

Karl ve a Mael, este le da una mirada aburrida, no puedes ver ninguna preocupación con respeto a esto. Es más, espera que pase algo entretenido para quitarse el aburrimiento.

—¿Me voy y los dejo sólos?—Abosteza—Es aburrido el que no reacciones—Eso iba dirigido a Karl.—Esperaba que me tomarás bruscamente del brazo, que me gritaras sin darme la oportunidad de explicar.

Creí que estaría gritando como en esas historias tóxicas y con el protagonista gong más estupido sobre todo el planeta. Juran amar al protagonista y se comportan como la mierda.

—¿Te gusta esas historias absurdas?—Arquea una ceja—Estaba esperado que me dijeras el motivo por el cual estás aquí—Empuja hacia a un lado a, Cade—¿Te gusta mi silla?—Lo levanta de la silla, lo sienta en su regazo.

Mael se sobresalto un poco, no esperaba este desarrollo. Pero de igual manera no iba a desaprovechar el tocar al alfa, o de enseñarle a Cade como actúa un profesional.

—Vine a dejarte el almuerzo, estuve apunto de comerlo sin ti—Acaricia el pecho del alfa—Y sí, la silla es agradable, pero—Frota su trasero en la entrepierna del alfa.—Es mucho más agradable tu regazo—Sonrio lascivamente.

El alfa recordó ese momento, cuando Mael gemía su nombre entre sollozos, rogándole por más. Tenía una expresión más sublime de lo habitual. Karl no logró controlar su miembro, ese semi-erecto falo está empezando a clavarse en las caderas del seductor Omega.

Mael se estremeció al sentir esa tercera pierna, ve a Karl. El alfa tiene una expresión indescifrable, el Omega espera ver un sonrojo por la vergüenza, pero no fue así.

—¡Karl!—No me ignores, estoy enfrente de ti!!

—Deja de gritar, no estoy sordo.—Apoya su rostro en el pecho de Mael.

El Omega no era el único aprovechando el momento para tocar al alfa, Karl estaba haciendo lo mismo. Pero de una forma más discreta.

Observe el rostro de Cade, este tenía dos rayones. Si hubiera sido otra persona tal vez lo hubiera creído. Pero es Mael, el no tiene motivos por el cual hacerle algo así a Cade. Ni siquiera le interesa las intenciones de Cade, hacia mí.

Muy en el fondo le agradaba la idea de que, Mael. Se pusiera a la defensiva con Cade, que sentirá un poco de celos, pero lamentablemente no, no siente ni la más mínima cosa.

—Aceptó que hubo un momento en el que te hubiese creído, pero la versión que una vez conocí de ti, ya no existe. Este nuevo tú, no lo conozco.

Vaya, vaya, que ardiente se mira con esa expresión en su rostro. En este momento me están entrando ganas de sacarle toda la ropa y tener sexo rudo sobre este espacioso escritorio.

—Kal—Los labios de Cade, tiemblan por la incredulidad y la impotencia de tornarse en nada a los ojos del alfa—¡Nunca te mentí, me conoces mejor que nadie!—Sus ojos se cristalizaron—¿Cómo puedes dudar de mi palabra?...solo déjame explicarte, por favor.

Esto ya no es gracioso, es triste. En sus ojos puedes ver el profundo dolor que está sintiendo, no es mentira cuando dice amar a Karl.

Toda su vida puede ser un tanto narcisista y arrogante pero de que ama al alfa, lo hace, lo ama. Eso lo convierte a un más peligroso.

—No tenemos nada de que hablar—Mira a Mael.

¿Por que me miras? No me mires con esos ojos, es una mirada extraña, justo como la que tenía cuando estaba en mi ciclo de calor.

—¿Que?—Le cubre los ojos, esa mirada encerio le estaba poniendo un poco nervioso.

—Nada—En los labios del alfa una sonrisa fugaz apareció y desapareció a los segundos.

—Yo, tengo mucha hambre. Si van hablar, salga a fuera...—Los labios de Mael fueron devorados por un alfa embobado, lo había querido hacer desde la mañana.

Las lágrimas se desbordan por los ojos sobresaltados de, Cade. Francis quién se mantiene en silencio, solo niega con su cabeza, esperando que con esto, ya dejé se insistir.

Mael ignorando a las dos personas enfrete de ellos dos, tomo por el cabello a Karl, tomando el control del beso. Eso solo encendido aún más, al alfa.

No me pagan lo suficiente para ver esto, ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Mi jefe siempre fue así de desvergonzado? O se le está pegado las mañas de su esposa.

—Cof, Cof, Ceo Quinn—Habla Francis, no podia seguir viendo ese beso obsceno.

—Lamento hacerte esperar—Acaricia la cintura del Omega—Francis.

—¿Si? Ceo.

—Llevarlo a la salida, no lo dejen entrar sin mi permiso.

—Joven Jefferson.

—¿Encerio me harás esto?—Pregunta incrédulo—Me estoy humillado en rogarte que me des la oportunidad de explicarte, ¡¿Entonces por qué no me entiendes?! Solo darme unos minutos, te diré porque me fuí.

Karl apretó sus dientes, había deseado tanto por este momento, ver de frente a Cade y pregúntale.¿Por qué? ¿Por qué te fuistes sin decir nada? Pero, ahora que lo tiene frente a él, con toda la intención de explicarle, no quiere escucharlo.

Quizás eso era lo único que necesitaba para poder avanzar y despejar esa nube negra que cubría su visión, todo lo que necesitaba era verlo para darle vuelta a esa página llamada pasado.

—Tuviste cinco años para hacérmelo saber—Mira esos ojos llorosos—¿Que diferencia abría saberlo ahora? Ninguna, estoy casado—Dejo más que en claro la posición de Mael—No quiero que la amistad que una vez tuvimos, sea mal entendida.

No me mentas en tus embrollos, yo no tengo porque mal entender nada, me importa un cero lo que tengan o hayan tenido. Mientras mi dinero este asegurado, da igual lo demás.

—No creas que me rendiré—Mira desafiante a Mael—Estoy dispuesto a suplicar a fuera de la empresa sí es necesario. Tienes que darme la oportunidad de explicarte—Salio de la oficina, Francis lo siguió.

—Mael, yo...

—Bueno, tengo hambre—Se levantó del regazo del alfa—No tienes porque explicarme nada—Sirve la comida—Mi madre fue quién preparó la comida.

Mael no queria escuchar lo que el alfa quería explicarle, sintió un inmenso peligro, un peligro que podía poner sus emociones de cabeza, y no podía permitirse eso.

No quería sentir cosas innecesarias, solo tiene cinco años antes de volver a morir. Y sin saber si volverá a reencarnar o si está es su última vida. Por eso solo quiere que el matrimonio se de por finalizado para poder irse lejos de las personas.

Nota 🤍

Esta semana no habrá actualizaciones, me tomaré un pequeño descanso, hasta luego 🤍🤍🤍🤍

Feliz día 🌅✨

Att: Yessi.A