Acabé caminando hasta mi casa. Iba con tantas ideas en la cabeza que antes de que pudiera percatarme terminé pasando parada tras parada de autobús sin detenerme a hacer siquiera el intento de esperar. Nunca pensé que Jimin y yo terminaríamos conversando tan pronto. Sí quería aclarar las cosas con él, pero realmente no me sentía preparado para enfrentarlo. Aunque, creo que si esperaba por el momento idóneo, este tal vez nunca llegaría. En ocasiones, mientras más se planifican las cosas, menos resultan como se desea. Puedo respirar tranquilo, todo terminó de la mejor manera posible, creo. Desde lejos se podría decir que logré expresar todo lo que quería, pero no es tan así; hubo un pequeño detalle que quedó pendiente.

«No encontré el momento adecuado para decirle de mi viaje a Estados Unidos». Esa idea sigue dando vueltas en mi cabeza, pero solo ahora, después de habernos separado. Tenía tantas cosas en mente cuando estábamos frente a frente que acabé olvidándolo por completo, así que decir que no encontré el momento sería tergiversar las palabras. Supongo que sucedieron tantas cosas inesperadas el día de hoy que algo tenía que quedar en el aire.

Le resumí a mi madre los pormenores de lo sucedido tanto en mi presentación como en mi encuentro con Jimin, este último muchísimo más resumido, y estuvimos conversando durante un rato. Pude notar cierta incomodidad en su mirada mientras le hablaba del hombre que me rompió el corazón y me abandonó, pero también fue obvio que a pesar de su curiosidad inminente no preguntó de más para no hacerme sentir mal y se quedó solo con la información que le ofrecí. Puede que no haya estado obligado a explicarle nada, pero teniendo en cuenta que decidimos ir mañana a la Academia a zanjar todas sus posibles dudas sobre mi beca en Estados Unidos, la posibilidad de encontrarnos con Jimin existe. Ella puede ser muy impulsiva a veces, y si bien sé que no va a ofrecer un espectáculo o algo así, lo mejor es que esté al tanto de que aclaramos nuestros asuntos.

En la noche me fui a dormir temprano, estaba mentalmente agotado. Además, la sensación de ligereza en mi propio cuerpo fue tan sorprendente que pude tener un sueño profundo y tranquilo como hace semanas no disfrutaba. Necesitaba esto, en más de un sentido.

La visita a la Academia fue rápida y fructífera. Mi madre quedó satisfecha con las explicaciones y detalles y firmó el autorizo para mi traslado. Al inicio se mostró algo cohibida e indecisa, pero siempre me ha dado libertades y confiado en mi responsabilidad, por lo que acabó tomando todo como el preludio del abandono del nido por parte de su pichón. Creo que, además de preocupada, por un momento se sintió solitaria y nostálgica. Mi padre suele estar de viaje por trabajo moviendo mercancía por el país, y quien único la acompaña en casa soy yo; tampoco tenemos dinero suficiente como para poder escoger profesiones que nos dejen tener veladas familiares diarias que, al fin y al cabo, no nos podemos permitir.

Con todo listo, nos dirigimos a la salida. El pasillo central estaba medianamente transitado, solo siendo empleado por algunos profesores y estudiantes que parecían estar cambiando de salón entre una clase y otra. Pensé pasar a saludar a hyung, pero tratando de evadir un encuentro no deseado, seguí directo a la salida, tomado de la mano con mamá. Sin embargo, ¿cómo fui capaz de olvidar que el universo no para de conspirar en mi contra?

Nuestros ojos de cruzaron cual si hubiese estado premeditado a suceder. Él se quedó paralizado en medio del camino y yo solo comencé a sentirme tremendamente nervioso. Sentí el agarre en mi mano afianzarse y al desviar mi mirada a mi lado, vi las facciones tensas de mi madre y sus ojos clavados en un punto fijo: Jimin.

Nuestro paso continuó con la misma velocidad, pero nuestros movimientos se volvían cada vez más rígidos a medida que nos acercábamos a la silueta inmóvil de Jimin. Cuando solo unos pocos metros nos separaban, lo vi moverse a un lado para cedernos el paso. No esperé su profunda reverencia de noventa grados dirigida a nosotros. No pude prever que mi madre se detuviera a su lado y le dirigiera una mirada reprobatoria y de regaño. Un par de miradas curiosas se retuvieron en nosotros por unos instantes, pero disimularon precariamente su atención y se mantuvieron a cierta distancia.

«¡Qué vergüenza!».

—No pensé volver a verlo, Jimin —dijo con frialdad—. Parece que Dios no escuchó mis oraciones de anoche cuando le pedí no encontrármelo aquí. Pero supongo que era inevitable, es su centro de trabajo.

Jimin, manteniendo el tronco inclinado y con la mirada aún fija en el suelo, respondió:

—Buenos días, señora Jeon. Lamento mucho importunarla con mi presencia, pero pensé que sería maleducado no saludar después de que obviamente nuestras miradas se encontraron. —Su voz tiene un tono apagado y melancólico—. Además, a usted también le debía una disculpa. —Se irguió—. Perdóneme por haberla decepcionado.

—Al menos está consciente de haber cometido un grave error. Ha perdido usted una oportunidad única en la vida, Jungkook es especial —anunció con orgullo y enojo contenido a la vez.

—Mamá, detente por favor —supliqué agarrándole el brazo.

—Lo sé —respondió Jimin mirándola a los ojos con culpa y después desvió su mirada hacia mí—. No te preocupes, Jungkook, ya los dejo para que sigan su camino. Solo me faltaba felicitarte por tu presentación de ayer, fue increíble. Seguramente te asignarán un buen tutor que saque al máximo tu potencial.

Mi madre bufó y yo apreté mi agarre en su extremidad para que no interviniera. Supongo que Jimin salió del teatro antes de escuchar lo de mi beca. Este podría ser un momento adecuado para decirle.

—Gracias. Sí, recibí muy buenas referencias. De hecho, ahora que lo pienso, ayer no te comenté nada sobre ello... Me ofrecieron una beca en Estados Unidos por aproximadamente seis meses, hasta el inicio del próximo curso.

No creo que sea necesario adornar mis palabras ni mucho menos, simplemente es cuestión de hacérselo saber.

—Vaya, Kook, eso es impresionante. Te abrirá muchas puertas y podrás dar a conocer tu talento. Te felicito... —Los temblores en su voz son demasiado obvios y su tristeza, por más que ha tratado de ocultarla detrás de sus sinceros deseos hacia mí, es notoria.

No es como si nos debiéramos explicaciones o hubiéramos hecho algún juramento o promesa, pero su reacción es entendible. Yo también sentí un inexplicable peso de culpa en el pecho al decirle. Supongo que, inconscientemente, ambos creamos cierta dependencia, así como un agradable confort brindado por la presencia del otro, sustentado por este amor intenso y descabellado. Esto es otra de las cosas que el tiempo y la distancia arreglará. Espero.

Ambos intercambiamos una sutil reverencia, sin saber qué más decirnos, y yo me di la vuelta y reanudé la marcha antes de que mis piernas perdieran la fuerza por seguir siendo testigo de su mirada triste. Sin embargo, sentir el vacío a mi alrededor me hizo volver mi vista atrás, donde mi madre había quedado frente a frente con Jimin.

—Puede que mi hijo lo haya perdonado, pero yo no; sin importar cuántas disculpas me ofrezca.

—Créame que nada me haría más feliz que haber sido perdonado por Jungkook, señora Jeon; pero no es el caso. Y entiendo que ninguno de los dos me perdone, no lo merezco. —Se inclinó por última vez y retomó su marcha en sentido contrario al nuestro, con la cabeza algo gacha.

Mi madre solo se incorporó a mi lado algo desconcertada y nos fuimos a casa en silencio. Durante el viaje de regreso se vio más tranquila, no habló nada de lo ocurrido. Quizá cuando le dije que todo estaba bien entre Jimin y yo, pensó que todo había quedado atrás y lo había perdonado. Imagino que ahora se siente más tranquila al saber que todo está en el lugar que debería.

Entre preparativos y detalles pendientes que saldar, llegó el trece de octubre. Tae se pasó todos los días pegado a mí como una garrapata, diciendo que lo abandonaba para convertirme en una estrella de Hollywood. No le presté mucha atención a sus ocurrencias, pero me distrajeron lo suficiente como para que las incertidumbres y nervios de lo que podría esperarme causaban en mí. Mi madre también tuvo un par de ataques de nostalgia y derramó algunas lágrimas, pero al final siempre acabó hablando de cómo presumiría de mí con sus compañeras. Me despedí de ambos entre besos, abrazos y sollozos. Demasiadas emociones juntas se han revuelto en mi interior y no soy capaz de desglosarlas.

Ya dirigiéndome a las escalerillas del avión, una notificación llegó a mi bandeja.

"Ten buen viaje, Jungkook. ¡Échate a América en el bolsillo! Adiós".

Mis ojos alternaban entre el texto del mensaje y el nombre de Jimin en el remitente. «Me desbloqueó». Mi interior se llenó de calidez, como si sintiera que ahora sí está todo claro entre nosotros..

"Gracias y... ¡feliz cumpleaños, Jimin!", tecleé en respuesta.

Puse mi celular en modo avión, lo guardé y subí, listo para iniciar una nueva etapa en mi vida.

💜 IMPORTANTE 💜

¡Holiwis! Oficialmente, la historia se acaba en el próximo capítulo 😭😭😭, que publicaré mañana. Así que: maratón (9/10). Después solo faltará el epílogo.

💜 DINÁMICA 💜

En mi perfil acabo de publicar las sinopsis de dos nuevos libros, uno se llama "Blood, Sweat & Tears" y el otro "Chocolate words". Tengo muchas ganas y muchas ideas para escribir ambos, pero tengo que escribir uno primero y otro después por cuestiones de trabajo. Pensé escoger cualquiera al azar y comenzar a escribirlo, pero creí que sería lindo saber cuál quisieran ustedes leer primero. Si pasan a los libros y leen las sinopsis, podrán dejar un comentario en un primer apartado que está publicado, donde podrán decirme sus opiniones sobre las ideas y cuál preferirían leer antes.

Espero no quedar en flop con esto. 😅
(;'༎ຶٹ༎ຶ')

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.