Capítulo 32
¡Holiwis! Ya saben, aquí vamos.
Nuevamente, dedicado a Fuyuyuki-hime 💜.
Faltaban un par de horas para el inicio del concurso tras entregar las solicitudes, así que decidimos ir a un lugar más tranquilo para ponernos de acuerdo respecto a lo que haríamos, no podíamos presentarnos sin más, algunos ensayos eran necesarios. Nos informaron que había un par de salones de práctica para los participantes, pero decidimos rentar uno solo para nosotros, de seguro iba a ser difícil concentrarse entre tantas personas.
Nuestra conversación se reinició, una vez solos. En estas circunstancias, donde el tiempo apremia, lo mejor es ponernos de acuerdo sobre cómo proceder antes de comenzar a bailar.
—Bueno, señor bailarín, ¿tiene usted algún plan? —cuestioné expectante.
—¿Yo? Tú fuiste el emocionado con callar al jurado y esas cosas, deberías tomar la responsabilidad. —Hice un puchero—. Jaja, tranquilo, Jungkookie, yo me encargo.
—Confío en ti... —Hice una pausa de duda.
—Tu expresión me dice que hay un pero, ¿cuál es?
—Minnie, en quien no confío es en mí.
—¿Cómo es eso? ¿A dónde fueron la emoción y la pasión recientes?
—Es que... me preocupa ser un estorbo para ti y...
—Eso no va a pasar. Sé que es difícil para un novato sincronizarse en una coreografía, pero no tienes que mortificarte, yo te guiaré. Tú solo baila, de eso me encargo yo, no me será difícil, tienes talento. —Me sonrió.
He escuchado que ser el centro de una coreografía y liderarla es algo que requiere práctica y talento, quien lo hace correctamente puede lograr que los bailarines que lo siguen sientan los pasos sencillos y se encuentren cómodos y despreocupados. Haber presenciado el desempeño de Jimin de primera mano hace que, aun sin haber bailado con él antes, sienta que puedo depositar mi total confianza en él. Sin embargo, a pesar de estar seguro, hay algo más que me inquieta.
—Gracias, Minnie, sé que serás un gran líder, pero…, no es solo eso.
—Bueno, y qué más te preocupa.
—¿Qué tal si mis pasos no son cómo deberían? Siempre me han gustado las coreografías de Michael Jackson, pero...
—Déjame ver si entendí... ¿Te preocupa que tus pasos no sean iguales a los suyos? —Asentí—. Kook, es el Rey del pop, es imposible bailar exactamente igual a él.
—Pero...
—Ya basta de peros. ¿Sabes lo que tienen los pasos de Michael Jackson que los hacen únicos?
—¿Qué cosa?
—Libertad.
—¿Libertad? —De todas las palabras con las que pudo describirlo, ¿por qué esa?
—¿Conociste de alguien que bailara así antes que él? —Negué—. Creó su propio estilo, rebosante de personalidad y originalidad. Revolucionó el mundo del pop, el mundo de la música. Si vamos a bailar una de sus canciones, no seremos unas máquinas repetitivas. Hagamos gala de esa libertad con nuestros pasos, disfrutemos la experiencia. ¿Estás conmigo?
Me extendió su mano, como si estuviera esperando cerrar un trato. Yo la estreché sin dudarlo, mis inseguridades desaparecieron. El arte es precisamente eso: libertad. Poder expresar a nuestra manera lo que sentimos, poniéndole ese toque de nuestra alma a lo que hacemos, es lo que hace único el resultado, lo hace propio. La satisfacción de comprender que lo más importante es poner mi corazón en mis pasos, ser simplemente yo y disfrutar lo que hago, me ha sacado una sonrisa genuina.
—Pues, seamos libres juntos. —Lo tomé de las manos y dejé un corto beso en sus labios.
—Así se habla, esa es mi galleta favorita —sonrió travieso.
Jimin, después de eso, entró en modo profesional, ofreciéndome con su actuar, un adelanto de lo que será tenerlo como tutor durante mi pasantía. Me preguntó cuáles eran mis pasos favoritos y me pidió que los ejecutara para evaluar mi desempeño, me explicó que lo mejor era tomar lo conocido y a lo que estoy acostumbrado, en lugar de incorporar pasos nuevos y difíciles; las variaciones y combinaciones serán lo que le dé riqueza a la presentación.
Sus ideas son tan alocadas como impresionantes, no puedo creer que con solo media hora haya logrado pensar en esta secuencia tan increíble que combina los puntos fuertes de cada uno y, a la vez, hace más versátil y sencilla la ejecución de la coreografía, sin quitarle la perfección. Hay una mezcla de tantas cosas que no sé cómo describirlas.
—Jimin, eres genial. —Solo esas palabras pudieron abandonar mis labios, representando mis más sinceros pensamientos.
—Lo sé —respondió con seriedad, pero, acto seguido, cubrió la sonrisa avergonzada que apareció en su rostro y se puso colorado.
—Si te vas a avergonzar de tus propias palabras, mejor no las digas. —Me burlé—. Aunque, en serio lo eres, ¿cómo se te pueden ocurrir estas combinaciones?
—Bueno, también soy coreógrafo, si no fuera creativo, sería un problema. ¿Nunca te lo comenté? —Yo solo negué con la cabeza.
«No, Google me lo dijo».
No podía poner ese pensamiento en palabras, sería vergonzoso que supiera que busqué sobre él en internet. No quiero parecer un fanboy; además, no quiero que las ideas sobre la muerte de su estudiante vuelvan a revolotear en mi cabeza ahora, mi curiosidad me haría querer preguntar. Es nuestro día, no quiero pensar cosas innecesarias.
Una de las chicas del staff pasó a avisarnos que había vestuarios disponibles por si queríamos usar algunos, así que nos tomamos un pequeño descanso para ir a verlos. Nos decidimos por unos trajes, Jimin escogió uno blanco y yo uno negro, ¿qué mejor combinación que esta para interpretar Black & White? Me comentó que se le ocurrió una idea interesante para incorporar a la coreografía después de ver la ropa que usaríamos, por lo que regresamos para intentarla.
—¡Dios, es increíble! Dejaremos al jurado boquiabierto —le comenté, eufórico, después del primer intento con resultado exitoso.
—¿A qué sí? Tú también eres increíble, has superado mis expectativas, absorbes la coreografía como si fueras una esponja.
—¿No tienes una comparación mejor?
Se colocó la mano en la barbilla, como si lo estuviera pensando seriamente.
—Absorbes la coreo como una galleta hace con la leche.
—Ya basta con lo de galleta, me dará hambre. —Golpeé su hombro.
—El día que nos conocimos, me dejaste claro que eras un caníbal, no me sorprende.
Bromeamos un rato para después proseguir con los ensayos. Cada vez que lo repetimos queda mejor, es gratificante y emocionante. Si esta oportunidad se hubiese dado un par de meses atrás, la timidez me hubiese impedido siquiera intentarlo; ahora es distinto, tengo a Jimin a mi lado y tuve la oportunidad de experimentar lo que se siente estar sobre el escenario en la academia, junto a profesionales, esto no puede ser peor. Lo superaré airoso, lo sé, tengo el mejor apoyo justo a mi lado.
Tocaron a la puerta.
—Ya es hora, chicos. —Escuchamos una voz llamarnos desde la entrada.
El staff ha venido a recogernos, ha llegado la hora. Una sonrisa de anticipación se ha dibujado en mi rostro.
Maratón 2/5.
Chao chan 😘
Nos leemos mañana.
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