Bakugō siente ganas de vomitar. Después de una larga semana en casa de sus padres donde lo tuvieron castigado por el problemón en el que se vió involucrado con el heredero de Endeavor, el actor, reflexionó lo que sucedió aquel día.

Algo estaba mal, algo no estaba fluyendo bien. Todoroki había ocultado tan bien que su ex pulga verde le había estado contando mentiras.

¡Ni siquiera en la pelea del festival deportivo fue tan ardiente! Sin duda se dejó ganar.

Para acabarla, Todoroki hasta apenas había regresado, justo en domingo, un día antes del regreso al aula porque el señor Endeavor, según le dijo, no quería que tuvieran más problemas.

Y que si quería hablar para trabajo escolar le marcara a su número privado para pedir permiso.

Suspira.

Ni de chiste le pide permiso para platicar con Todoroki hijo.

Decide ir a la habitación de Todoroki, sus compañeros andan en clases así que nadie puede interrumpirlos. Toca una, dos, tres veces y nada. Vuelve a tocar. Nada. Todoroki no está.

Regresa a su habitación y se encuentra al bicolor frente a su puerta tocando varias veces.

—Sé que no quieres verme, pero por favor, lo siento.

Se recarga en la pared, al ver que el bicolor ha empezado a lagrimear.

>>Sé que ni siquiera debería exigirte que me abras la puerta, pero no quiero que esto termine así, te quiero y fui un idiota. Lo siento. Sé que esto no es hacer y deshacer, pero nunca había estado en una relación o siquiera haber estado tan cerca de una. Cuando Midoriya me hablaba de su ex, me decía que volverían, que estaban teniendo un mal momento, pero como nunca me dijo que se trataba de ti pensé que estaba siendo afortunado. Después de que me contó que eras tú, creí que lo mejor era alejarme, lo siento.

—¿Por qué no me lo dijiste? —habla por fin. Todoroki voltea a verlo.

—Por idiota.

—Sería una mamada que me pusiera más molesto de lo que ya estoy, pero mierda, te dije que estoy para ti, que eres el único chico que me gusta, que no quiero estar con nadie más, ¿por qué es tan difícil creerlo? Llevo más de dos meses soltero y quizás para ti no es suficiente tiempo. Príncipe, eres muy odioso.

—No conozco muchas parejas felices.

—Eso es una mamada.

—Tengo miedo.

—Lo noto, ¿por qué tienes miedo? ¿crees que esto acabará igual que como con tus padres?

Todoroki desvía la mirada—. No lo sé, te quiero, pero cada vez que me siento celoso termino haciendo algo increíblemente estúpido y te hago daño, te ignoro y me desaparezco, no mereces algo como yo. Las personas tienen el amor que creen merecer, pero tú no mereces esto, sino más.

—Shōto —habla el rubio, quien toma sus manos—, quiero estar contigo de verdad. Sé que el asunto con Deku te ha traído muy afectado, pero no hay nada de qué preocuparse.

—Tengo miedo de que hagas lo mismo que Touya.

Katsuki repasa cada nombre en su cabeza, pero no recuerda a ningún Touya. Seguramente se trata de un ex novio.

—No sé quién sea, ni tengo idea de lo que hizo, pero no vamos a ganar nada si seguimos huyendo. Vamos, Todoidiota, intentémoslo.

Shōto mira fijamente a Katsuki—. Lo siento.

—No pasa nada, sólo no vuelvas a desconfiar, si te dicen algo y sabes que no es cierto, podemos discutirlo, así, platicando, hablando, dialogando.

—No quiero que seas mi novio, no aún —susurra Todoroki, pero Bakugō ha besado sus labios.

—Yo tampoco, es muy pronto, pero podemos tratarnos.

—Estoy de acuerdo —esboza una pequeña sonrisa—, gracias, Peter.

—De nada, Campanita.

***
No estoy contenta con la reconciliación, necesito hacer sentir mal al invierano para equilibrar la balanza ù.ú