Katsuki se sienta en la orilla, entre el agua salada que moja sus piernas y glúteos y la arena caliente. El calor es infernal, pero el agua es tan fresca que lo compensa. Quiere meterse, pero hace tan poco han comido una cantidad exorbitante de comida. Voltea a ver a Shōto, quien está comprando paletas heladas para los dos. Le hace señas con la mano a modo de saludo y el bicolor también lo hace con poco éxito debido a lo atareado que se encuentra.

Ríe muy bajito y, cuando se levanta para volver a saludarlo, una ola le cae desde la cabeza, llevándoselo unos centímetros para después ser expulsado.

El heterocromático ríe sonoramente, Katsuki le hace un gesto dulce enseñándole el dedo medio y en un intento de levantarlo, una de las paletas se le ha caído a la arena.

El rubio se ríe de su tragedia, roba la que ha quedado y se lo come en sus narices. El bicolor le persigue diciéndole que hay que compartir, pero poco y nada le hace caso. Cuando la paleta se estuvo a la mitad, Katsuki se la mete en la boca de pronto, a lo que Shōto casi se ahoga por lo mismo.

Y, ¿Cómo no? Se la saca rápido ante las risas del rubio que se parte por la cara contraída por el dolor del frío.

Pronto regresan al cuarto del hotel.

—Mierda, me quemé —habla Katsuki sin querer tocar sus hombros que los trae rojísimos.

—Te dije que usaras mucho bloqueador.

—Pero sí lo usé, fue el mar que se lo comió todo.

—¿Por qué no volviste a ponerte?

—Porque era más divertido joderte.

—Compraré crema, ¿te parece?

—Sí, sí, trae más frituras.

—Acabas de comerte a todas las pobres criaturas del mar, ten compasión por los pobres niños que no comen.

—Deberían agradecerme porque les dejaré sin comida chatarra.

—Eres cruel, muy cruel.

—Me adoras así.

—Un beso en la mejilla y el bicolor le deja en la habitación.

¿Qué debería hacer? Quizás darse un baño, pero se ve interrumpido por una llamada del celular de su compañero.

Rumi Usagiyama

¿Una chica? ¿De quién se trata? Hace un repaso mental con los miles de nombres que debe de memorizar. Nada que recuerde o quizás se lo haya mencionado, pero no es olvidadizo. Mejor da por hecho que no se lo dijo.

¿Debería contestar?

Pues no le dijo nada de contestar en caso de que hubiera una llamada.

Pero tampoco le dijo nada de no contestar.

Apenas toma la llamada para contestar, se ve interrumpido.

—¿Olvidas que día es hoy? Tenemos una cita y no me vas a dejar esperando, Shōto.

***
Para aclarar, no tuvieron relaciones sexuales en el capítulo pasado u.u

Estoy igual que Katsuki, ¿la nombré en algún momento?

Creo que sí, pero en otros capítulos que son ahora más avanzados, no sé, hice un chilaquil con huevo, jaja