Duele, su maldito culo duele.

Mira a Todoroki quien está tan cómodo en su lugar con una sonrisa de idiota que nadie puede explicar, cómo mierda no estaría así si en la madrugada mojó la brocha con él.

Sentarse es un martirio, es un dolor de culo.

Siente un par de dedos en su hombro, sabe que se trata de la garrapata pecosa que se sienta detrás de él. Se sienta mirando ahora a la venta, el pecoso lo imita.

—¿Qué?

—¿A qué hora nos vamos?

—¿Ah? A la misma hora de siempre, genio.

—Creo que es obvio que alguien no vio los mensajes del grupo.

Bakugō hace un gesto de confusión, termina sacando su celular y, en efecto, hay varios mensajes del grupo donde está la garrapata verde, el musculoso rubio y él. Aparentemente a All Might le había dado por ver una película y después de mucho insistir convenció al pecoso, sólo falta su confirmación.

Maldita sea.

—No sé si deba de ir —alza los hombros sin saber qué más decir.

—Oh, vamos, será divertido.

Rueda los ojos, ahí va su confirmación. La garrapata verde termina por abrazarlo entusiasmado. Si aquello resultaba un plan maquiavélico para que él regresara con Deku, definitivamente tendría que tener la charla, otra vez. Hostia, sólo lo ayuda a entrenar, no es que quiera regresar con él, sólo desea que las cosas dejen de estar puto raras.

. . . .

—Bakugō, vayamos a comer —el pelirrojo pone su brazo encima de los hombros del rubio quien se deja atraer. Después de todo es su mejor amigo.

—Sí, sí —rueda los ojos, ahí va su confirmación. Aunque se le hace raro que su grupo de amistoso no esté con ellos, bueno, a veces deseaban estar solos, no los culpaba.

Piden algo de comer, después de eso se sientan en una mesa libre algo retirada del resto. Bakugō se siente agradecido de ello, no quiere que alguien se dé cuenta que trae el culo destrozado.

—Ayer besé a Mina —declara el pelos de incendio cuando se sientan. El rostro de dolor de Bakugō ni siquiera fue visto por su mejor amigo por su tristeza masculina.

—Ah.

—Pero creo que ella está interesada en Sero.

—Ah.

—Pero a Sero le gusta Kaminari.

—Ah.

—Pero a Kaminari le gusto yo.

—Ah.

—Pero a mí me gustas tú.

—Ah.

Espera.

Bakugō mira detenidamente al pelirrojo quien está igual de colorado como su cabello. ¿Desde cuándo? Mierda, nunca se da cuenta de nada.

—Bakugō, me gustas.

—Ah.

Mierda, no sabe qué decir. Se ha metido algo de comida a la boca sin pensarlo, no era por escapar, es que de verdad sigue en shock. Hace tan sólo nada él le hablaba de Mina y ahora sale con que le gusta él, ¿congruencia?

—Ya sé qué debes de estar pensando; "ayer estabas hablando de ojos de mapache porque te gustaba y hoy dices que te gusto, ¿congruencia?" —ahí está el porqué el pelos de incendio es su mejor amigo, él mejor que nadie sabe qué dice con tan poco—. Ayer, antes de besarla, pensé "¿qué haría Bakugō?" y después te recordé diciendo "¿qué te hace pensar que sé?", me dió algo de risa, la besé y al separarme de ella... Sólo podía verte a ti.

Si tan sólo esto fuera una extraña historia de amor, Bakugō estaría avergonzado. Bueno, sí que lo está, usualmente los mejores amigos sienten atracción en un determinado momento -mas no siempre- y luego son correspondidos -no siempre-.

—Pelo pincho —¿debería decirle lo que siente por Todoroki? Supone que eso es muy mamón de su parte. A duras penas Kirishima ha notado su evidente homosexualidad para cortarle las alas de un tirón.

—Te he visto, ya sabes —el rubio enrojece—, desapareces a la mitad de la noche y siempre la cocina está activa, los he escuchado reír tantas veces que... Mierda, sí se siente feo.

—Es complicado —susurra Bakugō.

—No es complicado, Bakugō —el pelirrojo toma sus manos—. Me gustas, tú sientes más allá de un simple gusto —se queda observándolo directamente a los ojos, tanto que se siente algo gay, no tiene idea de cuánto tiempo llevan así. Bakugō lo entiende, sabe porqué se ha confesado, no porque quiera ser correspondido (aunque obviamente su ser egoísta seguro así lo quiere), sino para que tenga presente sus sentimientos y pueda clarecer mucho mejor los propios, significa un gran paso para Kirishima notar que no sólo las chicas le gustan sino también los chicos y eso puede ser tan complicado para él. Aún así, fue tan masculino, como siempre—. Sólo hay que esforzarnos.

Bakugō asiente con la cabeza—. Mierda, me siento conmovido.

—Bakugō, eres tan masculino —chilla Kirishima y el rubio rueda los ojos.

***

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