Al final decide ir hasta su habitación al finalizar las clases. Decidió dejarlo solo, tal y como acordó con Kirishima. Le dejó ir primero, sin ir tras él.

El pelirrojo le dijo que sería lo mejor y Todoroki se pregunta cómo puede hacer que Bakugō se abra para poder entender qué sucede.

Ahora, delante de la puerta, la toca débilmente.

—¿Quieres que hablemos?

Incluso para darles privacidad, los demás chicos dejaron los dormitorios para ellos dos solos. Toca la puerta de nuevo. Escucha que algo se golpea y resbala a través de ella.

—¿Qué haces aquí? —habla su rubio tan alto como para que pueda escucharlo.

Todoroki pega la frente contra la puerta.

—¿Puedes abrir?

—¿Para qué?

—Sólo quiero verte.

—¿Acaso no fue suficiente en el salón?

Escucha un bufido, pasan los segundos y Todoroki no sabe qué decir, simplemente no desea incomodarlo más.

—Sé que no lo hiciste por querer.

—¿Cómo sabes eso? Lo escuchaste, ¿no? Me acosté con Deku.

—Estabas borracho, ¿no?

—No debí beber con él, quise arreglarlo y lo terminé jodiendo, es lo que es.

Agacha la cabeza, ¿por qué no tuvo el valor de hablar antes?

—No fue tu culpa.

—Lo que pasa es que no me satisfaces, merezco un pene más viril y siempre había deseado estar con Deku de esa manera, el sueño ideal.

—¿Por qué dices esas cosas?

—Vete, por favor, vete, no quiero verte.

—No quiero dejarte solo, Bakugō, te amo muchísimo; te ayudaré y apoyaré en cada cosa, por muy pequeña o grande que sea.

Escucha sollozos—. Lo siento...

—No te disculpes, por favor, no te atribuyas más culpas, quizás sí tenga problemas de virilidad.

Una risa ahogada le hace saber que le ha hecho gracia.

—Lo mejor es que tomemos distancia, no me siento bien y no hago mas que cagarla cada vez más.

—Estaré para ti, para todo lo que necesites.

—Gracias.

—¿Acabas de darle un beso a la puerta o qué fue eso?

—Acabo de mandar uno a tu frente.

—Déjame solo, por favor.

Todoroki se queda mirando fijamente a la puerta, no puede hacer más.

—Está bien, necesitas tiempo. Cuando lo necesites, puedes buscarme.

Se gira para el ascensor y se encuentra con Midoriya quien está en las escaleras, oculto.

—Lo siento —escucha el susurro de Bakugō.

Todoroki trata de controlar sus ganas de preguntar de muy mala manera el porqué su rubio está así

—No hay nada que perdonar, no fue tu culpa.

—Lo es —susurran tanto Izuku y Katsuki.