
C I N C U E N T A
Su rubio no asistió a la primera clase, sino hasta la hora antes de la comida.
Por ende, en la hora del receso, Todoroki no encontró ni un dulce bentō, ni una nota.
Kirishima estuvo preguntando en dónde se encontraba su mejor amigo, Mina también estaba preocupada porque no es de faltar ni qué decir de Jirō quien también estaba nerviosa debido a que tenían ensayo por la tarde para su primera presentación, Iida estuvo de un lado a otro preguntando si alguien sabía el porqué no había llegado para justificar su falta.
Incluso Midoriya no parecía confundido, lo cual ya hacía sentir nervioso al bicolor por su poca preocupación.
Algo no esta bien. Bakugō simplemente no dejaría todo de lado.
Finalmente llegó minutos antes de que acabara el receso. Quiso acercarse. Quiso.
Pero al ver a Kirishima poner la mano en el hombro de Bakugō y que este saltara le hizo preguntarse qué mierda estaba pasando para que reaccionara de esa manera. El pelirrojo simplemente le dejó en paz, que se sentara en su pupitre. Se encerró en sus brazos y Midoriya le palmeó la espalda, dejándolo temblequeando.
El rubio le miró entre sus brazos y no supo por qué le miraba con arrepentimiento.
Kirishima rápido se acercó a Todoroki, le tomó del brazo y le sacó del aula.
—¿Me quieres explicar porqué Bakugō está así?
—Tampoco sé qué está pasando.
—Eres su novio, ¿cómo mierda no vas a saber?
—No lo sé, de verdad..., no tengo idea de qué esté pasando.
El pelirrojo se acaricia la frente—. ¿Estás diciendo que no tienes idea del porqué está así siendo el único que acapara su tiempo libre?
—Ayer... —repasa sus conversaciones en la mente intentando encontrar alguna anomalía—, ayer me contó que saldría con Midoriya, después de eso dejamos de platicar.
—Pues él dijo que no sabía nada.
—¿Te has peleado con él?
—¿Por qué preguntas eso?
—Es que lo tocaste y él se puso tan tenso.
—Hombre, no, también estoy preocupado por eso, él no es así.
—¿Crees que sea Midoriya?
—No lo sé, no lo sé.
Regresan al aula. Kirishima regresa a su asiento y Todoroki hace lo mismo sin dejar de observar a su rubio quien mira por la ventana. Se acerca un poco queriendo preguntar.
—No te preocupes, estoy bien —susurra Bakugō con una voz tan cansada que le dió razón a lo obvio; no está bien y no puede presionarlo para que hable.
Finalmente se sienta, al menos el rubio le ha hablado, quizás al finalizar pueda acercarse.
. . . .
—Bueno, después de lo que sucedió, supongo que ya se reconciliaron.
—Fueron muy ruidosos, por un momento creí que llegarían los profesores.
—No sería de extrañar que después les llamen para controlar eso.
Todoroki escucha la plática de Mineta con Aoyama. No tiene mucho que inició la hora libre, guarda sus cosas. Quiere hablar con Bakugō y preguntar qué sucede, pero no quiere ser un pesado, no quiere incomodarlo, no quiere ser desagradable para él.
¿Qué habrá sucedido para que esté así?
¿Por qué Midoriya, siendo la última persona en verlo, no ha hablado?
¿Habrá pasado algo?
¿Puede pensar mal?
—Pero Bakugō nombrando a Midoriya como su príncipe me hizo pensar que seguramente es un cursi.
Todoroki inmediatamente detiene su gimnasia mental.
¿Príncipe?
Debía de ser un error, Bakugō sólo lo nombra a él de esa manera.
—No creo que sea prudente hablarlo frente a Todoroki, ¿saben? —habla Tokoyami rompiendo el silencio desde su asiento. Midoriya acaba de salir del salón y el rubio, quien ha llegado tras el descanso, desde qué rato no se mueve de su asiento.
—¿De qué están hablando? —susurra Todoroki, hubiera preferido saberlo directamente de su Peter Pan, pero Campanita es curiosa y está preocupada.
—No creo que sea bueno hablar a espaldas de Bakugō —comenta Tokoyami algo nervioso. Por algo había detenido las habladurías.
No. No era Campanita. Ella nunca desconfiaría de Peter Pan.
—¿Qué importa? —Aoyama le resta importancia—, debería agradecer que no lo notificamos a los profesores.
Era Wendy perdida en el Nunca Jamás, entre indios y sirenas, entre la incertidumbre de saber la verdad y los nervios.
—Ayer Bakugō y Midoriya se acostaron —contesta Mineta tratando de aguantarse la risa—, fueron unos ruidosos.
Todoroki escucha un pitido en sus oídos. Baja la mirada un segundo.
Voltea a ver al rubio, quien lo mira oculto entre sus brazos, culpable. Pronto Katsuki se levanta para abandonar el salón de clases esquivando la mirada de incertidumbre de Shōto.
Pero, ¿cómo?
¿Qué está pasando?
¿Por qué se va?
¿Por qué tiene los ojos tan rojos?
¿Por qué se ve tan mal?
—Pero no creo que haya sido bueno, olía bastante a alcohol.
Quizás Tokoyami vió algo en él, porque aquello sonó más a defensa.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Recuerda que alguna vez Katsuki le contó que era pésimo bebiendo porque olvidaba respirar y acababa mareadísimo y con dolor en la nariz.
Alcohol en la noche origina que Bakugō y Midoriya tengan sexo lo que da a lugar que el rubio no quiera hablarle, lo que ocasiona culpa.
¿Por qué fueron a beber si Katsuki es malo bebiendo?
¿Midoriya no lo sabe?
De ser tan sencillo como un simple acostón, ¿por qué se ve tan afectado?
—Uff, sí, apestaba como nunca.
—Quizás no se hayan reconciliado, no veo a Midoriya junto a él.
¿Un error?
Todoroki siente que su cabeza estallará.
¿O podría ser un abuso?
Prefería mil veces el error.
***
Siempre tengo algo que decir, pero en este caso es muy pesado, creo que me salió medio intenso Kirishima, pero si mi amiga actúa raro también me portaría de esa manera.
Acá puse muy mierda a Aoyama y a Mineta (qué raro), pero es que justamente ellos no vieron a Bakugō afectado, ellos nomás escucharon que estaban juntos, Tokoyami sí le echó tres pesos a la investigación y pudo unir puntos.
Estoy haciendo los del cincuenta al sesenta de nuevo porque siento que adelanté hechos en los primeros borradores y ahora los estoy cambiando, por ende saldrán medio larguitos y otros bien corticos u.u
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