Había pasado un tiempo desde aquella primera cita, y para ese par las cosas no podían ser mejores.
Ink comprendió finalmente que no podía ser feliz todo el tiempo, y que estaba bien sentirse triste de vez en cuando. Ya no sentía pudor alguno cuando se trataba de su nuevo novio, ya que él siempre se mostraba comprensivo, y dentro de sus limitados gestos físicos, le daba todo el confort y apoyo que necesitaba. El rubio se sentía bien desde que ese moreno llegó a su vida.

Sin embargo, había algo que perturbaba su felicidad. Y es que, su doble vida le estaba pasando la cuenta, y no sabía si podía seguir ocultando su más grande secreto a su nuevo amor. A pesar de que Error nunca le cuestionaba el porque siempre desaparecía en las noches, Ink sabía que era algo insostenible y que tarde o temprano lo descubría. Era una idea que le erizaba la piel al rubio constantemente, y es que, no querría que el moreno se sintiese por haberle ocultado todo ese tiempo la verdad sobre quien era él.

Pero, además del problema de su identidad secreta, tampoco podía dejar de pensar en su archienemigo; Destructor. Suena irónico, pero no podía dejar de pensar en él, en la charla que tuvieron la última que lo vio, antes de que huyese por entre las llamas de aquel edificio. No lo había visto desde entonces, él no se había aparecido por ningún lado, ni siquiera para atacar gente. ¿Se habrá rendido? Ink no lo creía, pues su némesis sonaba bastante decidido en cumplir su cometido. Pero entonces, ¿qué le había pasado?
Estaba un poco angustiado dada la magnitud de las últimas palabras que intercambiaron. No dejaba de pensar en lo que le pudo haber pasado a ese villano, en lo que lo motivaba a ser un crudo y vil asesino.
¿Qué cosa tan horrible pudo haber vivido ese hombre para transformarse en tan despiadado ser?

—¿Todo en orden, Kiki?—, de pronto, los pelos al rubio se le pusieron de punta. Se volteó completamente asustado, hasta que vio la imagen de su novio con dos trozos de pizza en un par de platos frente a él.
Su corazón le volvió al pecho, se había espantado, pues había jurado haber escuchado la voz de su archienemigo.

—E-Emm... ¡Sí! Todo en orden, Ruru—, sonrió algo nervioso el rubio, mientras trataba de quitarse de encima todo pensamiento sobre el Destructor. Lo cual fue bastante sencillo, cuando vio a su novio tomando asiento junto a él mientras le llamaba de una forma que no había escuchado antes, —Espera... ¿Cómo me llamaste?

—Oh, ¿te refieres al nuevo apodo que pensé para ti?—, rió por lo bajo el moreno, mientras le entregaba a su novio uno de los trozos de pizza, —Es solo que pensé que necesitabas un apodo tan tierno como lo eres tú. Además que no podía competir contra el que tu me diste.

—¡Aww, eres el mejor!

Fue así como Ink olvidó todos sus problemas. Era la primera vez que visitaba el departamento de su novio, y estaba listo para pasar la tarde juntos, como casi todos los días, viendo una película y comiendo pizza.

¡Y así trascurrió la tarde!
El par de tórtolos ni atención le pusieron a la película, pues casi durante todo el tiempo estuvieron conversando y riendo juntos, además de darse mimos dentro del poco contacto que resistía el moreno.
Pronto, la película llevaba rato de haber terminado, y los dos muchachos nada más siguieron con lo suyo. De todas formas, ni la estaban viendo.

—¿I-Inky?

—¿Si, mi amor?

—E-Emm... ¿Q-Qué opinarías de conocer a mis hermanos?—, el sonrojo del moreno se podía notar a leguas, sus manos estaban sudorosas, y su rostro se notaba bastante nervioso, —S-Sé que quizá crees que vamos muy rápido, p-pero mis hermanos no dejan de insistirme que quieren conocerte... ¡Fue culpa de Fresh! Él le fue con el chisme a mi hermano mayor, ¡aún cuando sabe como se pone Geno con estas cosas! Es simplemente-

—¡Sería un placer!

—Eh- ¿E-En serio?—, la expresión nerviosa del de ojos azules se calmó levemente, —¡G-Genial! Emm... ¿Te parece cenar mañana? Aquí mismo.

Ink solo pudo reír enternecido mientras se acercaba a su novio, y le dio un pequeño beso en la mejilla. Como siempre, eso paralizó al moreno, —¡Claro, no hay problema Ruru! ¡Será muy divertido!

—Siempre tan positivo...

—Supongo que está en mis genes-, sonrió el rubio mientras se ponía de pie del sofá, y se volvía a su novio, —Oye negrito, ¿dónde está el baño?

—Al fondo a la derecha.

El rubio sonrió antes de avisarle a su novio que volvería pronto y se fuera del living donde estaban. Una vez que el más bajo abandonara la sala, Error se quedó casi teniendo una crisis de pánico.
Últimamente no se había sentido muy bien, de hecho, después de aquella discusión con su némesis; El Guardián de la Noche, ni siquiera había querido transformarse en su alterego. Esas últimas palabras que compartieron lo dejaron destruido, aún más de lo que estaba. Estaba seguro que si no fuera porque tener a Ink a su lado le alegraba el día, los pensamientos negativos sobre si mismo lo atormentarían sin parar día y noche. Ya ni siquiera era capaz de verse en el espejo.
Y para agregarle más leña al fuego, la insistencia de sus hermanos por conocer a su nuevo novio le tenían los nervios de punta.
Pero bueno, algo que si tenía que admitir es que no se sentía tan miserable como antes. Ink le provocaba una gran felicidad que ni él se podía explicar, y le hacía sentir que valía la pena seguir intentando ser alguien mejor. Alguien que mereciera ser amado.

—¡Amor! ¿Por qué tu baño no tiene espejo?

—Emm... Es parte del estilo—, inventó Error mientras suprimía sus pensamientos culposos, —Me gusta más así.

~•~

—Muy bien, él estará aquí en cualquier momento—, decía Error mientras se paseaba ansioso de un lado a otro en su departamento, siendo observado de forma cómica por sus hermanos, —Lo único que les pido es que, ¡no lo arruinen!

—¿Eh? ¿Pero de qué hablas, Error?—, preguntó algo ofendido el mayor de todos.

—Nada de preguntas fuera de lugar, ni de nuestra relación, ni nada—, decretó Error al albino, —No trates de indagar más de la cuenta, ¿quedó claro, Geno? Y en cuanto a ti, Fresh...

—Yeah?

—Solo trata de no avergonzarme.

—Hmm... Define avergonzarte.

El moreno no tuvo tiempo de replicar cuando la puerta de aquel departamento por fin sonó. Había llegado el momento que Error deseaba que nunca llegase. Les dio una ultima mirada intimidante a sus hermanos antes de dirigirse a abrir la puerta de su hogar.

Allí estaba Ink, con su clásica sonrisa de oreja a oreja, muy bien arreglado, y con un pote de ensalada en las manos. El moreno apenas vio a su novio frente a él, sonriéndole como siempre, sintió desaparecer la tensión de hacía unos instantes. Es como si de alguna forma le transmitiera su positivismo a través de esa sonrisa.

—¡Hola, Ruru!—, saludo el joven pintor entusiasmado, dándole un beso en la mejilla a su novio, paralizándolo con el gesto como siempre, —Espero no haberme demorado mucho, y es que no quise llegar con las manos vacías, ¡así que traje ensalada para acompañar la cena!

—Eres tan dulce—, pudo suspirar Error apenas recuperó el habla. Acto seguido sujetó la mano del rubio y lo invitó a pasar. Un par de pasos dieron dentro del departamento y fue entonces cuando quedaron frente a frente a los otros dos Crayon presentes.

Error estaba muy nervioso, no quería que nada saliera mal en aquella presentación. Tuvo muy malas experiencias en el pasado, cuando les presentaba a sus hermanos sus parejas de ese entonces. Siempre les terminaban espantando, puesto a que Geno era demasiado sobreprotector, y Fresh... Bueno, su pasatiempo favorito era fastidiar a su hermano mayor.
Pero eso hace años, pues desde su adolescencia que Error no había tenido una pareja seria, y quizá sus hermanos podrían haber cambiado. Quería tener el pensamiento positivo de que no lo arruinarían, pues no quería perder a la única persona que lo hacía feliz en su triste vida.

—C-Chicos, él es Ink... mi nuevo novio—, comenzó Error, haciendo lo posible para no trabarse con las palabras, —Kiki, ellos son mis hermanos; Geno y Fresh.

—¡Hola, es un placer conocerlos finalmente!—, saludó Ink eufórico, estrechando las manos de los dos hermanos de su novio, con gran energía, —¡Error siempre habla de ustedes! Me alegra por fin conocerlos en persona.

Geno rió algo incrédulo, —El placer es nuestro, Ink... Vaya, he de admitir que no eres para nada lo que imaginaba para mi hermanito.

—¿A sí?—, comentó curioso el pintor, un poco nervioso por el comentario, —¿Por qué?

—¿Has visto siquiera a mi broski, Tinta?—, rió burlón el menor de todos, sacando unos gruñidos irritados del moreno, —Él es tan "Gruño Gruño", y tu eres tan "Yay, everything is cool!"

—Fresh, cierra la maldita boca—, se quejó Error, tragándose los típicos insultos que le decía a su hermano cuando este lo sacaba de quicio. Quería comportarse, no quería espantar a su amado incomodándolo con una típica pelea de hermanos, —¿Qué tal si pasamos a la mesa? Mientras más pronto termine esta pesadilla, mejor.

—¿Quieres que te ayude en algo, Ruru?—, preguntó el rubio cuando vio a su novio ya dirigiéndose a la cocina, mientras los otros dos se sentaban en la mesa con sonrisas burlonas.

—Claro que no, amor—, frunció el ceño el moreno, tomando la mano de su amado y besándola suavemente, —Tu eres mi invitado. Solo ve a sentarte, yo me encargo de todo.

Ink solo pudo sonreír enternecido antes de hacerle caso al moreno e irse a sentar a la mesa junto a los otros dos Crayon.
Ahora que estaba solo con ellos vio la oportunidad perfecta de preguntar algunas cosas sobre su novio que él siempre se negaba a hablar. Como por ejemplo;

—Oigan, ¿y desde cuándo Error tiene hafefobia?—, preguntó sin más el rubio.

—Esa si es una extraña forma de iniciar una conversación con tus nuevos cuñados—, cuestionó Geno, con una mirada algo juzgadora, —¿Siempre eres así de impulsivo?

—P-Perdonen—, sonrió avergonzado el pintor, tratando de no ponerse nervioso. No quería dar una mala impresión, —Es solo que... Bueno... Yo siempre le pregunto sobre eso, pero él siempre evita el tema. Verán, mi mejor amigo es un psicólogo en formación, y bueno... Yo solo pensaba que-

—¿Acaso crees que mi hermano está loco?—, frunció el ceño Geno, agudizando la mirada.

—¡No, no! ¡Claro que no!—, se defendió Ink, ya con los nervios de punta, —Yo solo decía que-

—That's rude, Tinta—, dijo ofendido Fresh, pero sin dejar su típica actitud relajada, —Que mi broski tenga problemas de ira no lo hace un loco.

—Yo no hablaba de sus problemas de ira, eso es lo de menos—, suspiró el rubio. Debía preservar la calma, no quería seguir metiendo la pata, —Yo hablaba de su hafefobia. Saben, hablando con mi amigo yo-

—¿Hafe-qué?—, preguntó confundido el albino, con una mirada agresiva, —¿Qué es eso? ¿Qué clase de enfermedad le estás intentando convencer que tiene?

—¿Q-Qué? ¡No!—, Ink ya estaba en su límite, —¡Hablo de su fobia! ¡Su fobia al contacto físico!

Geno y Fresh se quedaron en completo silencio con unas expresiones aturdidas, hasta que el de cabello teñido de morado explotó en carcajadas, —¡Ja, Ja, Tinta! Oh God! Are you serious? I mean, sé que mi broski no es de mucho roce. Pero eso a llamarlo fobia, ¡ja, ja, no me hagas reír!

Ink frunció el ceño. No sabía que clase de broma le estaban jugando, pero no era graciosa, —¡Hablo en serio! ¿Es que acaso no se han dado cuenta, o encuentran que es normal tener una crisis de ansiedad solo porque alguien estuvo apunto de tocarte? ¿Acaso me están tomando el pelo?

Geno habló entre diente, con una mirada penetrante, —Error nunca ha tenido eso.

—¡Por dios! ¿Acaso estamos hablando del mismo Error?—, se quejó Ink, ya algo exasperado, —¿O es que realmente no lo saben? Si es así, ¿cómo es posible? Digo, son sus hermanos, ¡deberían de saberlo!

—Tinta, relájate.

—Error no tiene ninguna fobia, ni ninguna de esas estupideces—, volvió a proclamar el albino, esta vez, con una aura amenazante, —Punto final. Por tu propio bien Ink, este es el fin de esta conversación. En serio quiero que me caigas bien, por mi hermano, así que será mejor que te calles.

El joven pintor se quedó absorto. Después de eso, permaneció callado, evitando la mirada de esos dos. Su cabeza no dejaba de dar vueltas. ¿Cómo es que no sabían de la fobia de Error? Si son tan cercanos como él cuenta.
¿Será que no quiere contarles? Y si es así, ¿cómo es que no se han dado cuenta? Si no es algo tan sencillo de ocultar.
A no ser, que la adquiriera poco después de mudarse solo... Pero, ¿eso significaba que la había adquirido recientemente?
Y volvemos al principio; ¿cómo es que la adquirió? Las únicas personas que él creyó que sabrían el porqué, no tenían ni idea.

—¡Bien, aquí está la cena!—, exclamó el moreno, sacando a Ink de sus pensamientos. Error se acercó a la mesa, y dejó dos platos con la comida servida en los puestos de sus hermanos, para luego regresar a la cocina y traer el que sería el plato de Ink y su plato, —Espero la disfruten porque no volveré a cocinar para ustedes, idiotas... Solo para Ink, si me lo pide.

—Je, eres adorable Ruru—, comentó Ink ante aquella declaración. Apenas tuvo el plato frente a él, pudo admirar la comida servida; Risotto de champiñones. La curiosidad lo mató y en seguida probó aquel plato tan sofisticado, quedando fascinado con aquel sabor tan descomunal, —¡Wow, amor! ¡Esto está increíble! ¿En serio lo hiciste tu? ¡Está increíblemente delicioso!

—¡Cof, cof, lamesuelas, cof cof!—, se mofó el menor de todos, llevándose una mirada de muerte del dueño de casa, —What? Yo no dije nada, fue la tos.

Mientras tanto, Ink solo quería que lo tragara la tierra. La actitud mezquina de los hermanos de su novio hacia su persona realmente era algo que no se esperaba para nada. Él creía que sería una cena divertida y placentera, sin embargo, parecía que esos dos solo buscaban razones para odiarlo y fastidiarlo. Estaba muy nervioso, él realmente quería la aprobación de ese par, pero la verdad es que parecía imposible.
Vaya, si así eran sus cuñados, no quería ni imaginarse como sería su suegra.

—Gracias, mi amor. No soy muy bueno en la cocina, pero si es por ti, intento lo que sea—, dijo Error tratando de hacer sentir mejor al claramente incómodo Ink, quien le sonrió en respuesta. El moreno se sintió conforme, y ante eso, quiso indagar que tan mal se habían portado sus hermanos esta vez, —Y bien, ¿de qué hablaron mientras servía la cena?

—Tu novio cree que estás loco y te quiere mandar al psicólogo.

—¿Qué?

—¡Eso no es cierto!—, exclamó Ink, defendiéndose de tal falsa acusación.

—Perdón, me equivoqué; Tu novio cree que estás loco y te va a dejar por su amigo psicólogo.

El rubio de ojos verdosos solo quería huir de allí, lo más rápido posible.

~•~

—¡Fue una de las peores noches de mi vida, Dream!—, se quejaba Ink con su mejor amigo mientras caminaban ya para salir del campus de la universidad después de un día largo de estudios. El rubio más bajo solo escuchaba algo anonadado todas las cosas que contaba su amigo, —Si no me hubieras llamado anoche, no sé qué habría hecho para salir de ahí.

—Fue una buena idea inventar que te llamé por una emergencia—, sonrió Dream algo inquieto, —Aunque no sé si realmente fue algo creíble.

—Definitivamente no—, se lamentó el pintor, sacando su teléfono para mostrarle a su mejor amigo, —¡Error no me ha dejado de escribir disculpas desde anoche, me llegan mensajes cada cinco minutos! Cómo siquiera tendría el descaro de contestarle algo, si el que debe disculparse soy yo por huir tan cobardemente... Soy un desastre.

—Tranquilo Ink, no puede ser tan malo—, trató de animar el de pecas.

—Oh, ni te imaginas. Si pensabas que Error tiene un carácter fuerte, imagínate su hermano mayor. Y el otro chico Fresh, era realmente un niño en cuerpo de adulto, me fastidiaba a más no poder, era-

—¡TINTA!

Las quejas del rubio fueron abruptamente interrumpidas por un fuerte gritó que lo llamó. Ambos amigos se voltearon ante el llamado para encontrarse con el menor de los Crayon, que corría hacia donde estaban ellos con una angustiada expresión.

—¿F-Fresh?—, el pintor rogaba internamente que el de cabello morado no hubiera escuchado las cosas que dijo sobre él a sus espaldas.

—Oh, él es Fresh—, sonrió discretamente Dream, algo divertido al ver lo nervioso que se había puesto su mejor amigo. Decidió alejarse un poco para que esos dos hablaran.

El chico en cuestión apenas estuvo frente a los dos rubios mayores, exclamó angustiado, —¡Tinta! ¡Que alegría que estés bien! We were so worried about you, ¿salió todo bien con tu emergencia de anoche?

—O-Oh, eso... Yo-

—Porque fue cierto, ¿no? No habrás inventado una falsa y poco creíble excusa para simplemente alejarte de mis hermanos y de mí—, de pronto la angustiada mirada del de aspecto noventero se transformó en una juzgadora, algo que puso bastante tenso al rubio más alto, —¿No es así, Tinta?

—¿S-Sabes, Fresh?—, trató de sonreír el pintor nervioso, intentando ser positivo como siempre, —Deberías ser actor, ya que por poco me creí que realmente estabas preocupado por mí.

—Oh, believe me, Tinta! Lo que menos me importa en el mundo eres tú—, dijo Fresh secamente, frunciendo el ceño, —And, you know, si anoche querías huir de nosotros, podrías haber inventado algo más creíble, don't ya' think?

—E-Eh... Je, je...—, Ink reía nervioso, no sabía que hacer, pues se veía acorralado. Supuso que debía asumir su culpa, —Y-Yo, eh, lamento lo de ayer, Fresh. Fue una total falta de respeto y lo siento tanto, pero me sentía tan nervioso...

—Como tu te sintieras me da exactamente lo mismo, Tinta, what you did no fue para nada radical. I don't need those apologies of yours, mi broski es con quien deberías disculparte—, volvió a hablar Fresh, esta vez no tan duro como anteriormente había hecho, —Si hubieras visto como se puso ayer cuando te fuiste. Después de gritarnos se escondió en su habitación. Por más que le insistiéramos, no quiso salir. Geno hates you for that, y no quiere volver a verte cerca de mi broski, pero la verdad, yo creo que tú eres quien puede animarlo... Por más que odie admitirlo.

—¿Q-Qué?—, suspiró el pintor, angustiadísimo por su novio. No pensó que su estúpido acto de cobardía le llegaría afectar así a su amado, —Oh, no... ¡Por eso no lo vi en la universidad hoy! C-Creí que me estaba evitando...

—You better do something, Tinta—, finalizó Fresh, ya dándole la espalda a su cuñado, caminando lejos de él, dejando a un angustiado Ink al borde del llanto, siendo consolado por su mejor amigo, —Si realmente te preocupa mi hermano, prove it.