Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Ink

Dos amigos caminaban por las calles de la ciudad en dirección a la casa de uno de ellos. Ya estaba oscureciendo. Charlaban contentos, y es que Ink le contaba a su mejor amigo todo acerca del chico con el cual salía.
Desde aquella tarde que pasaron juntos que fueron a comer sándwiches juntos, Ink y Error no dejaron de verse. Y cuando Ink entró nuevamente a la universidad, siempre almorzaban juntos y después de clases pasaban tomarse un café o un chocolate caliente. Luego Error acompañaba al rubio a casa e Ink se despedía siempre con ese beso en la mejilla que cada día a Error paralizaba.

El rubio estaba muy feliz, le encantaba pasar tiempo con el moreno. Ninguna de sus ex parejas le había provocado tantas sensaciones maravillosas. Era la primera que incluso se sentía nervioso de qué decir en una conversación con el pelirrojo para no meter la pata o avergonzarse frente a él. Pero aunque lo intentara, el moreno parecía amar todo lo que él decía, hasta sus chistes más aburridos.
Obviamente, no podía parar de hablar de él con su amigo. Era lo que tenía en mente todo el santo día.

—¡Me alegro tanto por ti, Ink!—, sonreía Dream, algo risueño por la actitud de adolescente enamorado que tenía su mejor amigo, —Si todo lo que me cuentas es cierto, estoy seguro de que ese chico para ti.

—Sí—, suspiró con una sonrisa tonta, mientras pensaba en el moreno. Luego volvió su atención al rubio más bajo, —¿Crees que es muy pronto para formalizar una relación? No quiero presionarlo.

Dream sonrió, dándole unas palmaditas en la espalda, —Yo siento que nunca es muy pronto para una relación. Pero, creo deberías de todas formas esperar al momento indicado. Si ese chico es como tu me cuentas, se nota que es alguien que necesita cierta estabilidad en su vida.

—¡Ay, tú! ¡El psicólogo!—, se burlaba Ink de su mejor amigo, y de la carrera que estudiaba.

Dream sonrió algo avergonzado pero después no pudo evitar ser contagiado con la risa de su amigo para reír junto a él, —Bueno, está bien. ¿Y... Cuándo lo conoceré?

Ink en ese instante se quedó helado. No es que no confiara en su amigo pero, tenía miedo de que se repitiera la misma historia del pasado, —E-Emm... Supongo que cuando Error y yo ya seamos algo formal, ya sabes. No quiero que vengas a robármelo, je.

Dream se quedó mudo. Estaba muy avergonzado por la declaración de su amigo.

Es verdad, en el pasado tuvieron un problema con un chico. Y es que Ink estaba de novio con un muchacho alto y fornido, cabellos negros y piel pálida, con una pequeña cicatriz en su mejilla, llamado Cross. Un día se lo presentó a su mejor amigo, y allí mismo fue cuando todo se fue a la mierda. Dream y Cross lentamente se enamoraron sin darse cuenta, y antes de poder cometer una traición y una infidelidad, Cross terminó con Ink, admitiéndole que ahora era otro al que amaba.
Dream durante mucho tiempo se sintió muy culpable, incapaz de ver a los ojos a su mejor amigo. Sentía que tal cual le había robado el novio.
Pero increíblemente, Ink lo perdonó, diciendo que nadie controla de quién enamorarse, y creyendo firmemente en que todos merecen una segunda oportunidad, ya sea para amar o para reconstruir una amistad.

—Y-Yo... E-Emm...

—Relájate, Dream. Solo era un chiste—, rió el pintor, a pesar de que su temor fuera cien por ciento real. Sin embargo, su lado más racional se negó todos esos pensamientos negativos hacia su mejor amigo, tratando de convencerse de que no ocurriría la misma historia otra vez, —Apropósito, ¿cómo está Cross?

—O-Oh... B-Bueno...—, trataba de hablar el de pecas. La culpa se lo comía vivo. A pesar de que Ink le insistiera que fue una broma el comentario anterior, le hizo revivir la horrible culpa de antes. No le gustaba hablar de su novio frente a él por lo mismo, ya que no era simplemente hablar de su amado, era hablar de su ex para Ink, —Y-Ya lo conoces, está muy entusiasmado en la escuela militar.

—Es una pena que pase encerrado 24/7...—, suspiró Ink, recordando cuando Cross le había dado una enorme charla de las consecuencias que tendrían en su relación si él entraba a la escuela militar, como el verse no muy seguido. Claro, esto mucho antes de que rompieran.
Sin embargo, en lugar de pensar en lo tonto que fue al pensar que nada ni nadie los separaría como antes hacía, ahora pensaba en lo tonto que fue Cross en elegir la escuela militar, ya que nunca tenía tiempo libre para ver a su actual novio.
Con Error eso no pasaría, pensaba. Y sólo con ese pensamiento, la alegría le volvió al cuerpo, —...¡pero me alegro que hayan sabido llevar bien su relación a pesar de la distancia!

Dream se notaba algo inquieto, pero sonrió sinceramente cuando reconoció el tono de voz de su mejor amigo. Era honesto, y con mucho ánimo. Supuso que ya no le dolía su traición, que era un tema del pasado.
Además, ahora tenía un nuevo interés amoroso del cual preocuparse.

—Gracias, Ink—, susurró Dream, aun algo tímido por la extrañamente amistosa conversación, —Significa mucho viniendo de ti.

El rubio más alto rió, —No hay de qué... ¿Puedo seguir hablándote sobre Error? Es que creo que me voy a volver loco si no te hablo de él—, y como si nunca hubieran mencionado a Cross, Ink siguió hablando de su actual enamoramiento. Una muy buena señal para Dream, que fue lo última que necesitaba para confirmar que Ink ya lo había superado al cien por ciento.

Y así siguieron charlando hasta llegar a a la casa de Ink. Ambos entraron y rápidamente fueron a la habitación del dueño de casa. Allí, Ink inmediatamente se arrojó a su cama donde casualmente estaba el abrigo de Error. Apenas lo vio se aferró a el y respiró su aroma. Sí, aún olía al perfume que usaba el pelirrojo.

—¿Y eso?—, preguntó Dream risueño, viendo como su mejor amigo se aferraba a un abrigo como si su vida dependiera de ello.

—Es de Error, el otro día me lo prestó porque hacía mucho frío y bueno, me olvidé de devolvérselo—, rió el de ojos verdes, —Es tan suave, creo que esto es lo más cerca que he estado de abrazarlo.

—¿Cómo? ¿A qué te refieres?—, preguntó el de pecas curioso, —¿Acaso nunca lo has abrazado? En todo este tiempo que han salido juntos.

—Es diferente con él, Dream—, explicó el rubio más alto, tratando de pensar en cómo explicar, —Él... Emm... Prefiere que respeten su espacio.

Dream lo miró incrédulo, cruzándose de brazos, —¿En serio?

—Bueno, está bien—, dijo exasperado Ink. Supuso de todas formas que Dream entendería, digo, es un futuro psicologo en formación, claro que entendería, —Él tiene fobia al contacto físico.

—¿En serio?—, preguntó Dream impactado. Había escuchado de casos así pero jamás había conocido uno cercano.

—Sí, es por eso que vamos lento cuando se trata de tocarnos. ¡Ya nos tomamos de la mano, es un avance!—, exclamó Ink, muy orgulloso de su morenito gruñón, —¿Sabes cómo se llama eso? ¿O a qué se debe? Cada vez que le intento preguntar a Error, desvía el tema.

Dream se quedó pensativo varios minutos, tratando de recordar sus clases e investigaciones personales, —Bueno, no soy un experto en fobias, pero creo que eso se le llama Hafefobia; el miedo irracional a ser tocado.

—Hafefobia... ¿Qué sabes de eso?

—Verás, las fobias son muy complicadas, son trastornos de ansiedad que generalmente se desconoce su origen en una persona. Según algunos expertos, nosotros estamos programados para sufrir temor a ciertos estímulos, como lo que plantea el Conductismo. Las fobias no responden a lógica, y la reacción de alerta se apodera de la persona, que se siente como si estuviera ante un peligro real.

—La primera vez que intenté abrazarlo, me golpeó en el estómago—, rió Ink en el recuerdo, llevándose una mirada dudosa de su mejor amigo.

—Supongo que eso fue porque se sintió en peligro...

—¿Sabes cómo se origina?—, preguntó el rubio más alto, ya muy interesado en la plática de las fobias. Además, estaba interesado en saber porqué le ocurría eso a su pelirrojo y si podía hacer algo para ayudarlo.

Dream suspiró, detonando que era algo bastante complicado, —Hay distintas teorías de cómo se originan las fobias. Unos dicen que algunos nacen con ellas. Otros dicen que es debido al Aprendizaje por Observación. Otros dicen que funciona como el Conductismo, directamente relacionado con un trauma... En el caso de la Hafefobia, he leído sobre varios casos; Unos como una extensión de la Misofobia, la fobia a los gérmenes. Otros como una extensión de la Octofobia, la fobia a las multitudes. Algunos como un TOC, transtorno obsesivo compulsivo. Pero la mayoría de los casos, se debía a un Trastorno de Estrés Postraumático... Por agresiones físicas en el pasado o un abuso sexual.

Ink se quedó bastante pensativo después de esa charla. Habían tantas opciones, tantas aristas. Incluso puede que ninguna de esas sea la causal de la ansiedad de Error. Pero supuso, que lo importante no era tanto el por qué, sino el cómo solucionarlo.

—¿Hay tratamientos?—, le preguntó Ink a su mejor amigo.

—Claro, una buena terapia—, sonrió Dream, —La mente es muy poderosa, más de lo que crees. Soy de esos psicólogos que piensa que si el paciente dice "yo puedo", lo va a lograr.

Esas palabras de aliento de su mejor amigo le hicieron sonreír. No olvidaría esa charla, tendría que hablar con Error sobre una terapia. Sin embargo, antes de poder contestarle a su amigo, Ink se fijó por la ventana que el cielo ya estaba oscuro, la noche ya había caído por completo en la ciudad. Era hora que cierto justiciero se hiciera presente.

—Dream, debo irme ya—, dijo Ink levantándose de la cama para tomar su bolso e irse a cambiar al baño.
El de pecas se quejó, ya que la conversación que tenían estaba muy entretenida, a lo que Ink se rió y le contestó a través de la puerta del baño, —Si quieres puedes venir conmigo.

Toda queja en el rubio más bajo desapareció, —E-Eh, ¡no te preocupes! Yo te espero aquí. Solo, ten mucho cuidado, ¿quieres?

El de ojos verdosos salió del baño, ya no como Ink, sino como el Guardián de la Noche. Sonrió, asintiendo a su mejor amigo y sin más, salió corriendo por la ventana de su casa, lanzando su gancho y soga para desplazarse por los aires.

~•~

—¡Entrega especial!

Aquella comisaría se quedó en silencio absoluto cuando escucharon ese grito desde afuera. Todos los policías allí sabían de qué se trataba.
Entonces, de su oficina salió el subteniente Joku, con una mirada imponente.

—¿Qué esperan, imbéciles?—, gritó Nightmare, alertando a todos sus subordinados, —¡Es el Guardián, vayan a capturar a esos criminales antes de que alguna otra patrulla nos vea!

Los policías salieron a paso apresurado del edificio, encontrándose con el Guardián de la Noche, en medio de la calle con cinco sujetos atados con sogas. Rápidamente los criminales fueron escoltados adentro de la estación para procesarlos como es debido.
Muchos sonrieron y agradecieron al Guardián, quién rió diciendo que era un placer ayudar. Estaba por lanzar su gancho y soga para irse, cuando detrás suyo sintió una voz seria e intimidante.

—Guardián—, era el subteniente Joku, mirándolo seriamente, colocando una mano en el hombro del contrario con algo de dificultad por la diferencia de altura.
Ink se volteó para ver al policía que lo llamaba. Era divertido para él que físicamente hablando era igual a su amigo Dream, misma baja estatura, mismas facciones, mismos ojos, pero un aura completamente distinta.

—¿Qué pasa, subteniente?

—Hemos recibido muchos menos reportes del que se hace llamar Destructor—, habló Nightmare, con ese tono de voz que asustaría a cualquiera. Claro, no era el caso del Guardián, pues conocía a Nightmare en su vida diaria como civil al ser el hermano de su mejor amigo, por lo mismo, se sentía en confianza, —Quería saber si tú sabías algo sobre eso.

El Guardián bufó, —No, no sé nada al respecto. Me sigo enfrentando a él casi diariamente, y por lo general logro vencerlo a tiempo. Lo que sí he notado es que ya no está saliendo muy seguido como hace unas semanas, y ahora incluso siento que se rinde más fácilmente que antes.

—Bien, esperemos se rinda pronto ese asesino y no vuelva a las calles—, sentenció el subteniente, estrechando la mano del Guardián, —Sigue con lo tuyo, haces un espléndido trabajo. Gracias por todo, Ink.

—Aww, de nada Night- ¡¿Espera qué?!—, gritó aterrado el Guardián. ¿Cómo era posible que lo llamara por su nombre real?

—¡Mierda! Quise decir Guardián—, sonrió apenado el policía, llevándose una horrible mirada de angustia del más alto.

—¿D-Desde cuándo lo sabes?—, preguntó Ink, bastante desconcertado. Nightmare suspiró en voz baja.

—Desde siempre, ¿o crees que te ayudo porque me caes bien?—, sentenció el subteniente, —Dream me suplicó que te ayudara, me pidió que por favor no te delatara.

—Dream...—, sonrió Ink al saber la tierna acción de su mejor amigo, para acto seguido fruncir el ceño, —¡Imbécil! Me mintió, dijo que jamás se lo diría a nadie.

—Oye, no estás en posición de reprochar a mi hermano—, se quejó el pelinegro, —De no ser por él, no tendrías el apoyo de este escuadrón de policía. Y aunque odie admitirlo, al principio lo hice porque él me lo pidió, pero ahora, es algo que yo quiero hacer. Lo que haces es fenomenal Ink, y es horrible pensar que la ley no está de tu lado. Pero a pesar de todo, te ganaste la confianza de este escuadrón, y la mía.

El Guardián sonrió, enternecido por la charla del policía. Hizo una nota mental de que le debía una muy grande a Dream. Le iba a compensar de alguna forma toda su ayuda.

—Ahora, es tu turno de cubrirme—, declaró Nightmare, dejando algo confundido al rubio, —No le digas a Dream que ya sabes que yo sé tu identidad. Me matará si se entera, me hizo jurar que no diría nada con esos estúpidos juramentos de gemelos.

Ink rió antes de darse media vuelta para lanzar su gancho, listo para partir, —Descuide, subteniente Joku. Nosotros solo somos socios contra el crimen. Somos profesionales, ¿no?

El pelinegro sonrió, —Así se habla Guardián, ¡Ahora ve por esos criminales!

~•~

—Para ser ladrones con experiencia, deberían tener mejor puntería, ¿no?—, se mofaba el Guardián, mientras esquivaba las balas de aquel grupo de ladrones que había interceptado en medio del crimen.

El que parecía ser el jefe de aquel grupo de tres, se quejaba de la ineficiencia de su equipo, —¡Idiotas, apuntenle a ese maldito Guardián de una vez!

—¡Muy tarde!—, rió el rubio encapuchado, mientras se escondía detrás de un pilar dentro del banco, para evitar que los disparos le llegasen. Allí planeó rápidamente su siguiente movimiento. Abrió su pequeño bolsillo y de allí sacó tres bombas de pinturas. Espero con atención el sonido de las cámaras vacías de las pistolas de los ladrones para saltar de detrás del pilar hacia el del al lado, lanzando las bombas de pintura en el proceso.

Una vez escuchó el ruido de las pequeñas explosiones de sus bombas y las quejas de los criminales de que no podían ver porque tenían pintura en los ojos, velozmente salió de su escondite, y con su gancho y soga atacó a los ladrones, rompiendo sus armas. Estos al verse desarmados, intentaron pelear cuerpo a cuerpo con el Guardián, sin embargo, fueron rápidamente inmovilizados por el héroe encapuchado, quien amarró las manos de los dos ineptos lacayos que aún seguían ciegos por la pintura en sus rostros.

El Guardián se rió victorioso una vez tenía dominada la situación y recibía miles de insultos de los dos criminales atados frente a él. Pero claro, algo que importante que se le había olvidado al rubio es que el equipo de ladrones eran tres. Fue entonces que, desde detrás suyo se abalanzó el llamado jefe de ese equipo, golpeándolo fuertemente en la cabeza con su arma.

Ink quedó aturdido en el suelo, su mirada era difusa y lo único que pudo distinguir fue el sonido de la recarga de la pistola del criminal que lo atacó.

—¿Últimas palabras, Héroe de pacotilla?—, se burló el ladrón, parándose imponente frente a su victima, colocando su dedo en el gatillo del arma que apuntaba contra el Guardián.

El rubio sonrió débilmente y susurró, —Saluda al Subteniente Joku de mi parte.

El criminal quedó confundido por esas palabras antes de sentir las sirenas policiales aproximarse a la escena. Eso paralizó por completo al ladrón, y fue allí cuando el Guardián aprovechó esa distracción y enredó sus pies con los del contrario para hacerlo perder el equilibrio y botarlo. Una vez el ladrón cayó al suelo, el Guardián saltó encima de él, y como más rápido pudo le ató las manos en la espalda. 

Cuando sintió la sirena policial ya bastante cerca, Ink corrió lejos de allí, escuchando de fondo como ese ladrón lo insultaba a más no poder y como la policía se abría paso dentro del banco. Como pudo, gracias al horrible dolor de cabeza y unos pocos mareos, una vez fuera del edificio, usó su gancho y soga para elevarse por los aires y volver a casa.
Sabía que si no trataba esa herida en su cabeza, no sería capaz de ayudar a nadie.

—Solo espero no sea nada grave—, suplicaba mientras se balanceaba por la ciudad, frotando un poco su frente donde veía un poco de sangre, —¡Agh, seguro Dream querrá que vaya a Emergencias por esto!

~•~

—¿Estás seguro que no te duele?—, preguntó Error mientras almorzaba con el rubio que tenía una venda en su frente. Había estado algo mareado durante todo el día gracias a ese golpe en la cabeza, pero se había rehusado a ir al medico como su mejor amigo le había dicho apenas lo vio la noche anterior. 

—Estoy bien, solo algo mareado, ¡pero se me pasará pronto!—, insistió el rubio, comiendo su sándwich.

—¿Cómo pudiste caerte de las escaleras?—, el moreno preguntó, ya que esa había sido la primera excusa que se vino a la mente a Ink cuando su enamorado le había preguntado que le había pasado para tener esa venda en la cabeza.  

—Soy muy torpe, ¿qué puedo decir?—, rió un tanto nervioso el rubio, tratando de pasar lo más desapercibido posible. El moreno parecía dudar un poco, pero al final solo le sonrió con esa sonrisa que siempre derrite su corazón y siguió comiendo su almuerzo. 

—Debería ir al medico de todas formas. Si ese tal Dream no te lleva hoy mismo, lo haré yo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro