[Capitulo 9.] Cosas en común.
Jackson me llevó a mi cama en brazos después de haber llorado en su hombro por unos cuantos minutos. Lo había pasado bastante mal recordando que mi padre no estaba nunca a mi lado cuando más le necesitaba y él me estaba consolando.
Me dejó sobre la cama con cuidado a la vez que retiraba las sábanas para arroparme. Se sentó a mi lado, en el borde de la cama, con el brazo apoyado en esta mirándome con preocupación.
- Siento mucho que estés así. No puedo ver a una mujer llorar.
Con mis ojos llorosos posé la mirada en la suya, haciendo un esfuerzo por sonreír. Deslizó su mano hasta coger la mía suavemente, llevándosela a sus labios, besándola.
- Estoy aquí para lo que haga falta.
Tragué saliva, recordando cuando mi hermana me dijo que Jackson me conocía de antes.
- Jack..¿desde cuándo me conoces?
- Desde la primera vez que nos vimos.
- ¿Dónde?
- En el aeropuerto.
Negué con la cabeza sin entender por que lo que él me decía no era igual que lo que me dijo Gisel.
- Gisel me comentó que tú dijiste que me conocías de antes. ¿Desde cuándo?
Me dedicó una dulce sonrisa mirándome embobado. Que guapo es..
- Bueno, más bien quise decir que te conozco como si ya te conociese de antes.
- Y si me conoces de antes... ¿podrías decirme como soy?
Se quitó las zapatillas para acomodarse en mi cama, por lo que yo le dejé hueco. Cuando él se tumbó bocarriba, yo hice lo mismo mirando hacia el techo.
- Eres simpática, divertida, torpe y guapa...
- ¿Gu..guapa?
Mis mejillas se empezaron a poner ardientes y rojas tras escucharle. Aún seguía mirando hacia el techo cuando sonreí por aquello.
Después, tras unos segundos de silencio, Jack lo rompió con una pregunta a la vez que se volteaba para mirarme a los ojos.
- ¿Por qué llorabas, Juliet?
- No tengo padre. Tengo a un hombre que sólo le importa su estúpido trabajo y no se interesó lo más mínimo en mi para despedirse antes de venir a Kansas.
- ¿Y tu madre?
- Tengo madre. La mejor madre de mi mundo. Que ejerce de madre y de padre.
Jack me miró con adoración tras decir aquello sobre mi madre. Aún no me había soltado la mano desde que me la cogió para besarla. Estaba a gusto con él a pesar de que mencioné al hombre que en esos instantes no quería ni verle vivo.
- ¿Tú con quién vivias? Pregunté volteándome para mirar a Jack a los ojos.
- Con los dos. Hasta que mi padre maltrató a mi madre y se fue de casa.
Abrí la boca de par en par impresionada por sus palabras.
- ¿Y tienes contacto?
- ¿Con quién? ¿Con ese gilipollas? No. Para mi no es hombre quien trata así a una mujer.
- ¿Cuándo te pasó eso, Jack?
- Mi padre maltrataba a mi madre, pero yo no me enteré hasta que cumplí mis dieciséis años, aunque sospechaba de ello cuando veía a mi madre llorar cada noche en la madrugada. Una madrugada me desperté por los gritos de mi madre y me escondí a ver lo que sucedía. Mi padre la estaba gritando. Después mi padre cogió a mi madre de los pelos y la empujó hacia la pared. Yo salí y pegué a mi padre dejándole desmayado en el suelo. Llamé a la policia y... bueno. Ahora está todavía en la cárcel.
- Lo siento mucho, Jack...
Me quedé helada por cada cosa que me contaba respecto al maltrato que sufrió su madre. Le miré imaginando a un hombre con músculo pegando a una mujer indefensa que lloraba y pedía ayuda.
- Odio a ese hombre... Susurró Jackson cerrando los ojos.
- Y yo al hombre que no se preocupa ni de su propia hija.
Me miró, sonriente y fijamente, acariciando con su pulgar la misma mano que me agarraba. Le devolví la sonrisa girando mi cuello.
- ¿Qué cosas te gustan hacer, hm? Me preguntó observándome cambiándo de tema.
- Pues...en mi tiempo libre me gusta mucho leer, ir a la playa, viajar, dedicar mi tiempo también a mi hermana y amigas... ¿y a ti?
- Viajar, ir a la playa, sentir la adrenalina y hacer deporte.
- ¿Cómo es tu personalidad, Jack?
Se mordió levemente y pícaramente el labio inferior a la vez que me miraba, murmurando.
- ¿Por que no lo descubres tú?
- Eh...
- Pasa más tiempo conmigo y lo irás viendo tú sola.
Me quedé callada por el tono en el que lo dijo, respirando suavemente por la boca a la vez que me ponía nerviosa y mi piel se erizaba. ¿Más tiempo con él? ¿Y por qué no?
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