Pasaron como unos treinta minutos cuando llegamos al restaurante y por fin sentí que Jack no me miraba tanto como antes, ya que estaba conversando con su primo sobre juegos de tiros y carreras. Salí del coche cuando Taylor aparcó, poniéndome al lado de Mati, quien me miraba con una sonrisa.

- No ha parado de mirarte... Susurró dándome un leve toque con el codo.

- ¿Quién?

- Ya sabes quien.

Taylor agarró la mano de Mati acelerando el paso para coger una mesa libre. No obstante, sentí como Jack dió varios pasos para alcanzarme y ponerse a mi lado. Al llegar a la entrada, me abrió la puerta.

- Gracias..

- No me las des, Juliet.

Le dediqué una de mis mejores sonrisas mientras me dirigía hacia la mesa, reuniéndome con mi mejor amiga y su novio. Ambos estaban sentados juntos y agarrados de la mano sobre la mesa. Me senté en frente de Mati sacándole la lengua cuando puso sus ojos en nosotros.

- ¿Que vais a querer chicas? Preguntó Taylor dándole un beso en la mejilla a su novia.

- ¡Cerveza por supuesto!

- Como no...

Murmuré volteándo los ojos tras escuchar a Jackson. De repente se acercó a mi cara quedándo a unos milímetros, por lo que me estremecí, quedándome completamente seca.

- Te he oido. Me susurró Jackson suavemente y sonriente.

- A...agua para mi. Dije tartamudeando.

Taylor se fue a la barra, esperando a que le atendieran, apoyado sobre sus propios codos. Mati me indicó con la mirada que iría a los aseos. ¡Noooo! ¿Por qué me dejais sola?

- Cuéntame algo ¿no? ¿o te vas a quedar callada?

"Tal vez sea lo mejor" pensé. Desvié mi mirada, encontrándome con sus brillantes ojos que no dejaban de mirarme fijamente.

- ¿Por qué no paras de hacer eso?

- ¿El qué?

- De mirarme.

Cuando escuché su pequeña risilla, levanté ambas cejas respirando por mi boca.

- ¿Por qué iba a dejar de mirar?

Apareció Taylor con las bebidas al mismo tiempo que Mati salía de los aseos y volvía al sitio. Entonces dejé de mirar a Jackson, pero sabía que él no había apartado aún la vista de mi.
Cogí mi vaso de agua, bebiéndomelo del tirón con la cabeza echada hacia atrás.

- ¡Tienes sed señorita! Dijo Taylor impactado por mi rápidez.

- Así bebía su primer día en Kansas. Rió Mati mientras se tomaba su fanta de naranja.

Jackson comenzó a beber de su cerveza con su primo, pero aún así me miraba de reojo a la vez que sujetaba el botellín con la mano pegado a sus labios. Jack posó en mi hombro una de sus manos mirándome.

- ¿Quieres un poco?

- ¿Cerveza? Bueno.

A pesar de que no era de mi gusto, cogí su botellín bebiéndo un poco de éste mientras cerraba mis ojos. Podía soportar el sabor, aunque nunca me había acostumbrado a beber. Cuando abrí mis ojos y se la devolví a Jack, noté en su mirada una gran adoración hacia mi gesto.

- ¿Téneis hambre? Preguntó Mati despues de besar a Taylor en los labios.

- No...ya no. ¿Me acompañas afuera, Juliet?

Pestañeé sin creerme aquella pregunta de tal confianza que escuché de Jackson. ¿Que quería?
Al ver que no respondía, me cogió de la mano tirándome, haciendo que me levantase de la silla. Me llevó por el pasillo del restaurante hasta que salimos al exterior. No entendía nada.

- ¿Qué ocurre, Jack?

- Me gustaría enseñarte la ciudad.

- ¿Ahora?

- Si. Ahora.

Negué con la cabeza al parecerme una locura dejar a Taylor y a Mati plantados en el restaurante despues de que ellos mismos nos hubiesen invitado. Me quedé mirando a Mati tras el cristal de la puerta.

- Estan juntos. No les importará que nos marchemos.

- Déjame que los avise.

Agarré el manillar de la puerta para abrir, pero de repente él me agarró de la mano suavemente sonriéndome.

- Después los avisamos.

Volví a mirar por el cristal, observándo como mi amiga me echaba una sonrisa pícara, dándome a entender que no le importaba que me ausentara por unos minutos, u horas.
Cuando me giré, Jack estaba llamándo a un taxi. Me dirigí hasta él una vez se detuvo, subiéndo con Jack en los asientos traseros.

- Al centro,por favor. Indicó al taxista a la vez que le pagaba.

Durante el recorrido, Jackson comenzó a contarme chistes y caídas que tuvo de pequeño, por lo que yo me reía cuando me imaginaba al chico que estaba a mi lado observándome por los suelos. Me mordí el labio inferior a la vez que desviaba la mirada hacia la ventana del auto. Jack me dió un suave toque en mis labios con su índice.

- Para ya...

- ¿Eh?

Negó con la cabeza riendose bajito.
Cuando por fin el taxista nos dejó en el centro, caminamos por el paseo observándo varios escaparates de algunas tiendas de zapatos, juguetes, ropa de lenceria, tiendas de muebles..
Me sentía bastante tranquila caminando a su lado a pesar de que él no paraba de mirarme.

- ¿Tu nombre es Juliet?

- Julieta, pero llámame Juliet. Juliet, para los amigos.

Sonreí ampliamente al imitarle cuando él me dijo lo mismo aquel día que nos vimos por primera vez.
Me froté una contra otra mis manos heladas resoplando por el frío y el aire.

- ¿Tienes frío? Se detuvo en frente de mi cogiéndome de ambas muñecas.

- Bueno...

Sacó de su bolsillo sus guantes, poniéndome uno en cada mano con cuidado de no hacerme daño y después me dedicó una amplia sonrisa. Me quedé embobada por su gesto y sin palabras. Jack volvió a caminar nuevamente dirigiéndose hacia un escaparate de una tienda de ropa.

- ¿Te apetece entrar?

- Si, y de paso me compro unos guantes.

- Quédatelos.

- ¿Qué? No...no puedo.

- Juliet, quédatelos.

Me quedé callada y con la boca entreabierta, por la cual respiraba mientras me fijaba en su rostro y en la sonrisa que lucía. ¿Yo con sus guantes? En ese momento lo agredecí, ya que hacía frío pero...no sé. ¿Eso no es lo que hacen las parejas? Suspiré al imaginar a un hombre como él conviviendo conmigo.
Pasamos toda la tarde paseando por el centro, visitando varias tiendas hasta que pasamos por un bar para comer algo. No paraba de mirarle. No paraba de mirarme. Intenté con todas mis fuerzas apartar la vista de él, pero no encontraba en ningun otro lugar la paz hasta que mis ojos se posaban de nuevo en él. Sé que era temprano pero...me estaba empezando a gustar conocerle.