[Capitulo 18.] Padre perdido.
Un nuevo día me desperté por el sonido ruidoso de mi despertador. Jack, que estaba justo a mi lado se removió y se acercó a mi hombro dándome un beso tierno. Yo sonreí mirándole de reojo aún con sueño y bostezando levemente.
- Buenos días, Juliet.
- Hola Jack..
Me levanté despacio dedicándole una sonrisa al chico que me miraba fijamente de arriba a abajo cuando se sentó sobre la cama y apoyado al cabecero. Cogí mi peine y empecé a cepillar mi cabello con suavidad a la vez que lo agarraba, y seguidamente, me hice un recogido con una goma en lo alto de mi cabeza. Amanecí contenta, por lo que no dejaba de sonreirme a mi misma por el espejo. Jackson no dejaba de mirarme con esa espléndida sonrisa que ami me enamoraba y me enloquecía. Su pelo estaba alborotado y se veía atractivo. Admito que no podía dejar de mirarle de reojo mientras me peinaba. Se levantó despacio, poniendose detrás de mi y rodeando mi cintura con sus brazos.
- ¿Has dormido bien?
- Si, Jack...aunque no me gustaría despertar jamás.
- Ami tampoco. Me gustaría estar todo un día entero en la cama mientras que te abrazo.
Esbocé una amplia sonrisa de oreja a oreja a la vez que me giraba y me ponía en frente de él. Rodeé su cuello con mis brazos acercándo mi rostro al suyo y detenerme a unos milímetros de sus labios. Él observó aquella sonrisa que tenía en mi rostro, por lo que él también me sonrió y me miraba los labios. Rozó sus labios contra los mios hasta que yo terminé por besarlos con suavidad y lentitud, abriendo mis ojos para mirarle. Al ver como él también me observaba, sonreí en el beso.
- Tenemos que irnos... Susurré en el beso sonriendo.
- Oh, no...
Reí al ver el rostro de Jack cuando frunció el ceño. Seguidamente me robó un beso de los labios y se encerró en el baño para cambiarse. Rápidamente me puse mi ropa y me abrigué con una bufanda negra y mi abrigo verde.
Mientras que esperaba a Jack, me maquillé los ojos, las mejillas y me eché brillo en los labios. De repente, Jack salió con el móvil en la mano como si una alarma de fuego hubiese escuchado.
- Juliet, hoy no vamos a ir a clases...
Lo miré preocupada a los ojos los cuales temían por algo o de alguien. Me dí cuenta de que algo malo pasaba cuando Jackson apretaba su móvil nervioso. Asentí con la cabeza acercándome a él despacio con la voz baja.
- ¿Qué ocurre...?
- He recibido un mensaje de Taylor.
Jackson me ofreció el móvil con la bandeja de entrada de los mensajes que había recibido.
"Mensaje de Taylor"
Ni se os ocurra aparecer por aquí primo. Tom Becker está buscando a su hija y está como loco preguntando a todos los alumnos y profesores. No salgáis de ahí.
Al ver aquel mensaje me imaginé a un hombre con traje negro, camisa blanca y corbata azul caminando por los pasillos furioso e intimidando a los alumnos de la Universidad. Ese hombre quería dar conmigo y acabar con todo lo que había ganado por mi propia mano. Quería hundir aún más a esta familia y hacernos de sufrir por nuestros logros. Yo describía a mi padre como un héroe cuando era pequeña, ahora le describo como un hombre perdido, un hombre perdido que no sabe como cuidar de su familia, ni de sus hijas, que no sabe como afrontar sus fracasos y sólo sabe culparnos de ellos. Jackson dejó el móvil sobre la mesita y me abrazó, apoyándo mi cabeza sobre su pecho.
- No te va a encontrar, Juliet. Estás a salvo conmigo...
El susurro de Jackson me tranquilizó, pero el nudo de la garganta que empecé a tener justo cuando leí ese mensaje, no se desvanecía. Tenía miedo de que le hiciese daño algún ser querido sólo por haber estado cerca de mi, temía de Jackson. Él me ofreció vivir en su casa hasta que todo se calmara y ese hombre desapareciese de la ciudad. Pensé en las clases que perdería por no encontrarme con él.
- Vamos a comer algo...
- No. Tú ves a clases, no quiero que las pierdas por mi culpa.
- ¿Y dejarte aquí sola? No.
Me acerqué a Jackson para abrazarlo por el cuello y escondiendo mi rostro de preocupación y terror sobre éste. Si mi estúpido padre llegara a quitarme lo que más quiero, yo haría lo que fuese con tal de que permaneciese entre rejas. Jackson besó mi cabello, mi frente, mi bejilla, búscando una forma de consolarme y finalmente siempre lo conseguía. Sin dejar de abrazarle, le miré a los ojos y él me dedicó una suave sonrisa que me calmó.
- Gracias por todo, Jack...
- Tranquila..
Esbocé una sonrisa suavemente a sus palabras y después le besé cogiendole de las mejillas y cerrando mis ojos. Sin querer, una lágrima se derramó por toda mi mejilla. Me sentía presa de algo y tenía que ser libre cuanto antes.
***
- ¿Cuánto te queda, Juliet?
Me encontraba en la ducha, aclarando mi pelo rojizo con el agua que caía por todo mi cuerpo. Me sentía relajada, cómoda disfrutando del momento de la ducha mientras que me enjabonaba. Jack volvió a golpear la puerta suavemente y hablando tras ésta.
- ¿Juliet?
- ¡Sí, estoy aquí!
- Voy a salir un momento a comprar. No tardo ¿vale?
- ¡Vale, pero ten cuidado!
- Te quiero.
- ¡Te quiero!
Dije sonriendo tras nuestras palabras. Decir lo que sentía de verdad por él me aliviaba, me calmaba, me hacía sentir en las nubes.
Cuando por fin acabé de ducharme, enrrollé una toalla sobre mi cuerpo cogiendo el secador. Me peiné y me peiné antes de encender el aparato y empezar a secar mi pelo empapado.
Pasados unos diez minutos, mi cabello húmedo se secó, entonces, volví a peinarmelo con el cepillo. Me observé en el espejo, tenía el pelo ondulado por la ducha y no gasté más tiempo para ponermelo liso con la plancha. No obstante, salí del cuarto del baño y vi sobre la cama una caja roja con un lazo y una tarjeta que ponía "Para Juliet" Supuse que era un regalo de Jack, por lo que en mi rostro se mostró una de mis mejores sonrisas. ¿Era esto lo que fue a comprar? Seguidamente rebusqué en el armario ropa limpia y enseguida me cambié. Cuando ya tenía unas mayas negras y mis zapatillas blancas de deporte puestas, seguí rebuscando hasta encontrar una camisa blanca. Cuando me giré sobresalté al ver a Jack apoyado sobre el marco de la puerta observandome de arriba a abajo. Por suerte solo me faltaba ponerme la camisa con la que me tapé los pechos al verle.
- ¿Qué haces tú aquí? ¿No estabas comprando?
- No tardé ni diez minutos en comprar.
Se acercó ami y yo me quedé bobamente fija en su mirada. Observé como cuando estaba aún más cerca de mi se mordía el labio inferior deseoso. Posó ambas manos en mis mejillas y me dió un beso rápido al que yo correspondí con los ojos cerrados.
- ¿Y eso? Pregunté señalando la caja cuando se separó.
- Para ti.
Me puse la camisa en frente de él y observé la caja roja, que era de bombones de chocolate.
- Para los dos...
Susurré seguidamente con una sonrisa mirando a Jackson, que acariciaba mi hombro con las yemas de los dedos suavemente. Abrí la caja de bombones tirando del lazo, ofreciéndole a Jack uno de éstos. Jack me puso el bombón sobre mis labios y mordió la mitad comiendoselo. Yo me comí la otra mitad tras sorprenderme por su acto.
De repente, mi móvil empezó a sonar con mi tono de llamada.
"Mamá"
- Un momento, Jack.
Salí de la habitación besando la mejilla de Jack y seguidamente contesté al teléfono. Escuché unos suspiros antes de que mi madre empezase a hablar.
- Mi niña...
- Hola mamá. ¿Cómo va todo?
- Estoy hecha polvo por el trabajo, de aquí para allá.. ¿Y tus estudios?
- Van bien mamá.
- ¿Cómo vas con el piso? ¿Ya tienes compañera de piso?
Apreté los dientes por sus preguntas, no quería decirle lo que estaba pasando con mi "padre perdido" y que por su culpa había huido de mi hogar.
- No mamá, me instalé en casa de una amiga... para... estudiar juntas.. Pero por un tiempo.
- Oh. Me parece bien.
Jack se acercó ami por detras con total silencio. Al verle sonreí y él me besó la mejilla suavemente mientras que me miraba fijamente.
- Bueno pequeña, he de colgar. Cuidate.
- Chao mamá. Te quiero.
Pulsé el botón rojo para colgar la llamada y dejar mi móvil sobre la mesita de noche de la habitación.
Me giré mirando a Jackson aunque evitaba encontrarme con su mirada ya que estaba preocupada por todo lo que estaba ocurriendo o por lo que iba a ocurrir. Jackson retiró un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
- ¿Ocurre algo,Juliet?
Negué con la cabeza lentamente mientras posaba mis manos en mis propias caderas y soltaba un suspiro algo duradero desviando la mirada.
Jack cogió una de mis manos despacio a la vez que la acariciaba y me llevó hacia el salón.
- Vamos a salir un rato ¿de acuerdo?
Me encogí de hombros observándole y despues asentí cogiendo mi abrigo del perchero y las llaves del vehículo. Jack, que estaba a mi lado, me quitó las llaves de las manos y las volvió a dejar, abrazandome.
- Vamos caminando..
- ¿Y dónde vamos?
- Vamos a comer en el trabajo y después empezaremos.
Apreté mis labios, creando una fina línea asintiendo con la cabeza al escuchar a Jackson. Seguidamente empezamos a caminar por las calles de la ciudad cogidos de la mano, con los dedos entrelazados mientras que observabámos la multitud de personas a la hora casi de la comida. Caminé con paso lento,con mi mano libre en el interior del bolsillo de mi abrigo, algo nerviosa y mordiéndome el labio inferior. Jack pasó por mis labios su pulgar y cuando yo posé mi mirada en sus ojos, me mostró una sonrisa tranquilizadora a la cual respondí forzosamente. Cuando por fin llegamos al restaurante en el cual empezaría dentro de unas horas, Jack me llevó hacia la cocina donde se encontraban los cocineros y cocineras.
- ¡Buenas tardes señoritas y caballeros! Saludó con una de sus mejores sonrisas a la gente mayor.
Todos le saludaron con sus sonrisas, besos y manos. Seguidamente, Jack me puso delante de él y todos los cocineros posaron sus ojos en mi por lo que esbocé una amplia sonrisa a pesar de mi vergüenza.
- Ella es Juliet, hoy es su primer día aquí.
- Osea que la famosa Juliet... Dijo una señora mayor con una risa suave mientras que me observaba.
Todos los hombres me saludaron con un leve apretón de manos, mientras que las mujeres con dos besos en cada mejilla. Seguidamente una de las camareras entró en la cocina saludando a Jack con dos besos en la mejilla. Ella era joven, casi de mi estatura, rubia y con un buen cuerpo. Después se fijó en mi y me plantó dos besos también en cada mejilla felizmente.
- Bienvenda, Juliet. Yo soy Ari.
- Encantada de conocerte, Ari. Mencioné con mi mejor sonrisa.
- Hoy comeremos aquí, yo lo pagaré. Dijo Jackson al equipo mientras que me observaba.
***
Después de comer en la cocina un poco de carne con patatas y ensalada, Jackson me preparó para mi primer turno. Me puso un delantal negro con un bolsillo, me dió una libreta en la que apuntar y el boli. Cogí una goma que tenía sobre mi muñeca y me hice una coleta rápidamente peinandome con los dedos. Él me sonrió, me dió un beso rápido en los labios y se puso manos a la obra para empezar el turno con su delantal. Me dirigí hacia una mesa en la que había un grupo de personas con la carta en la mano, esperando para pedir. Apunté en mi libreta cuando empezaron a decirme sus pedidos y me despedí con una sonrisa en el rostro. Cuando entregué el papel con los pedidos al camarero de la barra esperé por unos minutos y mientras tanto volví a una mesa nueva para hacer un nuevo pedido.
Poco a poco me iba acostumbrando al trabajo que tenía que hacer. Tenía que dirigirme hacia una mesa, apuntar los pedidos de las personas e ir hasta la barra,y una vez estaban listos, ponerlos sobre la bandeja gris y llevarlos de vuelta a las mesas correspondidas. Tras unas horas de recorrer los mismos pasillos pude darme un descanso cuando el restaurante se estaba quedando vacio. Jack se dirigió hacia ami y me dió un pico rápido con una sonrisa.
- ¿Qué tal? Me preguntó mirandome.
- Bien, la verdad. Me acostumbraré a esto.
Jackson me abrazó y cerré los ojos cuando apoyé la cabeza sobre su pecho. De repente un nuevo cliente entró y me giré para observarlo. Mis ojos se abrieron de par en par al reconocer a aquel hombre. Vestía con un traje negro de ejecutivo, una camiseta blanca y una corbata azul y...¡ese era mi padre!
- ¡Mierda! Jack..
Señalé a aquel "hombre perdido" que se sentó en una mesa, sólo, con las piernas cruzadas y esperando a que alguno de nosotros fuesemos a atender.
- ¿Quién es, Juliet?
- Mi padre...
Susurré despacio, con mi mirada asesina posada en ese hombre estúpido que quería destruirme la vida. Jack me agarró del brazo apretándolo suavemente para llamar mi atención.
- Iré yo..
Cuando Jackson se giró para dirigirse hacia aquella mesa, lo detuve negando con la cabeza mirandole. Besé su mejilla tierna y dulcemente y cogí mi libreta.
- No. Iré yo.
- Pero Juliet, te descubrirá.
- No quiero que te metas en esto..
- Ni yo quiero que te pase nada.
- ¿¡Cuando piensa venir alguien a atenderme!?
Jack se giró al escuchar a mi estúpido padre y entonces me miró con una sonrisa y se dirigió hacia la mesa para atenderlo. Joder... Jack no tendría por qué hacer esto, no quería meterle en nada relacionado con mi padre perdido. Temía mucho, por mi, por él. Yo mientras que Jack trabajaba con su último cliente, me escondí en la cocina y charlé con las dos cocineras que se encontraban hasta que Ari, la camarera, entró quejándose.
- Ese hombre es estúpido.
- ¿Qué pasa ahora? Siempre te quejas de los clientes. Dijo una de las cocineras que recogía los alimentos.
- Ese hombre se cree que es el amo.
Cuando Ari señaló hacia mi padre perdido solté un leve suspiro y negué con la cabeza agachandola. Mi padre pretendía ser el centro de atención y siempre lo conseguía. Era maleducado, machista, racista, manipulador... Había cambiado mucho en estos últimos estos años.
- ¡Tú, niñato! ¡Traeme la cuenta!
- Perdone señor, pero ante todo debe de tener educación en un sitio como este.
- ¡Y tú deberías de estar más atento! Dijo mi padre perdido poniendose de pie y amenazandolo.
Salí hasta la puerta de la cocina y pude ver como Jackson no se movió para nada del sitio, manteniendo la calma y la mirada con el estúpido de mi padre.
- Pues no pagaré nada por esta mierda.
Cuando mi padre se dirigió hacia la puerta para salir yo me puse en medio rápidamente con los brazos abiertos, mirándo al hombre que se encontraba cerca de mi.
- O pagas lo que has pedido o llamo a la policía.
Tom se quedó increíblemente impresionado al verme y me hizo un leve escáner de abajo a arriba con una sonrisa falsa.
- Vaya... Julieta... Te he estado buscando.
- Paga.
Jackson y Ari observaron lo que estaba ocurriendo mientras que yo extendí mi mano esperando el dinero que debía.
- ¿Dónde vives ahora? Me preguntó cruzandose de brazos.
- He dicho que pagues.
- Osea que ahora trabajas en este...restaurante con tan poco...estilo.
- Si, y como tiene "poco estilo", paga ahora mismo y márchate a otro más...como tú.
Asentí con la cabeza a la vez que me mostré molesta por sus palabras. Tenía ganas de echarle a patadas, de insultarle, pero no sería capaz de caer tan bajo como él lo ha hecho.
Seguidamente negó con la cabeza suavemente y con una risa malébola me dió el dinero.
- Ya nos veremos, Julieta.
Cuando salió por la puerta, cerré el puño con el dinero en el interior. Jackson se acercó a mi con una sonrisa suavemente abrazandome. Cerré mis ojos y tranquilicé los nervios que había sentido durante ese tiempo y la rabia que me impulsaba a ir detrás de Tom y decirle todo lo que había hecho mal, que había sido un mal padre y un mal marido.
- ¿Ese es tu "padre perdido"?
- Si.
- Algún día me explicarás por que lo llamas así. Me dijo Jackson soltando una pequeña risa.
Simplemente le llamaba así por que nunca había tenido las ideas claras y no se había esforzado en su trabajo como padre, y por que siempre estaba más fuera, que en casa. "De pequeña era mi héroe, ahora es un hombre perdido" me sumergí en mis pensamientos.
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