[Capitulo 12.] El tiempo y Jackson.
Llegamos a un pequeño restaurante y Jack se acercó a la puerta, abriéndola.
- Las señoritas primero.
Entré al interior, donde noté una buena temperatura buscándo alguna mesa libre de dos asientos. Cuando por fin encontré una en cuestión de segundos, caminé hasta esta retirando la silla y sentándome. Jackson hizo lo mismo, sentándose en frente de mi a la vez que llamaba al camarero.
Cuando el camarero se acercó, sacó su libreta del bolsillo y el bolígrafo.
- Hmm...yo pediré pechugas de pollo y un poco de patatas y lechuga. Dijo Jackson mientras miraba el menú.
- ¿Y usted, señorita? Me preguntó el camarero apuntando.
- Lo mismo.
- Para beber traenos una botella de vino, ¿de acuerdo?
El camarero asintió al escuchar a Jackson y marcharse a prepararlo todo. Apoyé mis codos sobre la mesa, observándo el exterior tras el cristal de la ventana.
- ¿Cuál es tu comida favorita, Juliet? Preguntó Jackson con curiosidad.
- Hmm.. Me gusta mucho el pescado, como el shushi.
- ¿Qué sueles desayunar?
- Pues... A veces tostadas con mermelada y mantequilla con leche, a veces fruta y un zumo de naranja, o cosas dulces como los crepes. ¿Y tú?
- Los rollitos de primavera es lo que más me gusta. Y... yo suelo desayunar zumos con algun huevo y tostada.
Jackson me dedicó una amplia y dulce sonrisa a la vez que se mordía el labio inferior. Minutos después, el camarero vino con nuestros pedidos. Jack sirvió en ambas copas vino de la botella que había pedido y seguidamente probó la comida de su plato.
- Delicioso...
Solté una carcajada cogiéndo mi copa para probar el vino. Bebí un trago despacio y lo saboreé antes de meterme una patata en la boca.
- ¿Te gusta el vino?
- Está bueno. ¿Tú ya lo has probado?
Asintió tras escuchar a mi pregunta con la comida en la boca, por lo que no quería hablar hasta no tragar.
Cogió su copa y bebió varios tragos de esta.
- ¡Guau! Que bueno.
Pasó una hora cuando acabamos de comer y ya estábamos por la tercera copa de vino.
- Juliet, ¿se te da bien Biología?
- Si, bastante.
- Pues necesito tu ayuda, si quieres, claro.
- ¿Cómo mi ayuda...? Pregunté ladeando la cabeza, esperándo para escuchar lo que me tenía que decir.
- Verás, la semana que viene, justamente el Lunes, tengo un examen de Biología y no lo tengo claro.
- Yo tengo uno de Ciencias y el Viernes el de Biología.
- ¡Perfecto entonces! ¡Estúdiaremos juntos! Entiendo perfectamente de Ciencias.
Me encogí de hombros como respuesta, dedicándole una amplia sonrisa después.
- ¿Te parece si empezamos ya?
- De acuerdo. Por suerte tengo en el coche mis libros.
- Venga vamos. Bebéte eso.
Ambos cogimos nuestras copas para bebernos el resto del vino rápidamente. Me levanté de mi asiento dirigiéndome hacia el vehículo. Jackson se quedó atrás para pagar todo aquello que habíamos tomado.
***
Jackson me cogió de la mano, llevándome hacia el dormitorio una vez que llegamos a su casa. Se dejó caer en la cama y se puso bocabajo abriéndo los libros de Biología. Observé un poco el libro y el tema que estaba dando en su clase cuando yo me puse de la misma manera en la cama.
- ¿Lo entiendes?
- Si, Jackson.
- Dios... eres mi salvación.
Besó mi mejilla sonriendo de oreja a oreja y después me la pellizcó suavemente con los dedos.
Estuvimos como cuatro horas con sus libros de Biología, estudiándo. Ami me venía bien para cuando yo tuviese aquel examen así que yo también repasé varias cosas.
De repente, Jackson cerró los libros de golpe, perdiéndose en mis explicaciones y sentándose sobre la cama mirándome.
-Se acabó. La luz solar se va pronto...
- ¿Y por qué no enciendes la luz? Pregunté señalando la llave sonriente.
- Llevamos cuatro horas sin parar. Nos viene bien relajar la vista.
- ¿Pero has entendido algo, Jack?
Negó con la cabeza a la misma vez que me puso boca arriba sobre la cama con un breve movimiento. Puso ambas manos al lado de mis caderas, poniéndose encima sin apoyar su cuerpo contra el mio. Tragué saliva, quedándome seca e impactada por lo que estaba ocurriéndo. Jack se acercó para darme un beso sobre la punta de la nariz. Yo cerré los ojos cuando vi que se acercaba y cuando noté aquel beso seguí con mis ojos cerrados hasta que se apartó de mi y se dirigió hacia el cuarto de baño.
Mi respiración estaba increíblemente agitada. Me senté sobre la cama hasta que él salió del cuarto del baño con el pelo mojado.
- Qué calor, Juliet...
Dijo con voz ronca y mirándome con su mirada traviesa. Seguidamente se acercó a la cama, sentándose, y agarró mi mentón con sus dedos girando mi rostro para mirarle.
- Juliet, me encanta pasar tiempo contigo.
- ¿Por qué..?
- Me haces sentir vivo y especial.
- ¿Es..especial? ¿Por qué?
- Me miras sin parar. Se rió tras decirlo sin dejar de observarme.
- Tú también lo haces.
- Es inevitable, Juliet.
Rodeó mi cuello con sus brazos abrazándome suavemente y cariñosamente. Cerré los ojos al sentirme protegida y a gusto entre sus brazos.
- ¿Te quedas a dormir? Me preguntó de imprevisto.
- No..
- Venga. Es de noche.
- Pero me llevarás a casa, ¿no?
Sonrió pícaramente separándose unos milímetros de mi y negando lentamente con la cabeza.
- No tengo gasolina y aunque tuviese...tampoco te dejaría marchar.
- ¡Jack, llévame!
- Te he dicho que no tengo gasolina.
Soltó una carcajada por mi grito, echándo levemente la cabeza hacia atras.
Guardó los libros que estaban sobre la cama y se fué a la cocina a preparar algo para cenar. Yo fui detrás con paso lento observándole sin detenimiento. En verdad, yo quería pasar más tiempo con él y disfrutar de cada momento, pero no quería llevarme ninguna decepción. No quería ilusionarme y acabar enamorada de alguien que no me pertenecía. Me sentía atraída por él, pero quería tener el máximo cuidado con cada persona de este mundo para no acabar sufriendo. ¿Tenía miedo? Si, tal vez. Pero, por el momento quería ser precavida y tomarme las cosas con calma, con los ojos abiertos para estar atenta a cualquier fuego.
Preparó una pizza de barbacoa, empezando primero por la masa y seguidamente de los alimentos, complementandola. Yo mientras me quedé fijamente mirándole con una sonrisa.
- Jack..¿tú como tratas a las chicas que están coladas por ti? Pregunté a la vez que hacía círculos sobre la encimera con el dedo.
- No, chicas no. Chica. Y.. no sé Juliet, dímelo tú que estás pasando tiempo conmigo.
- ¿Chica?
- Claro. Yo solo presto atención a la chica que me enamora. Como..tú.
Me miró de reojo con una gran sonrisa de oreja a oreja tras decirlo. ¿Acaso le gustaba? No puede ser..
- Es coña.
- No, Juliet. No lo es.
Negó con la cabeza y cuando la pizza estaba lista la dejó sobre la mesa y sacando dos cervezas.
- Tiene buena pinta... Dije oliendo la pizza a distancia recién sacada del horno.
- Seguro que te gustará.
***
Una vez terminamos de cenar, nos encontrábamos en la habitación de Jack. El se quitó la ropa, quedándose en ropa interior. Yo estaba de espaldas, mirando la oscura noche que era iluminada por las farolas de las calles y las luces de cada vehículo, sintiendo como de repente él, el chico moreno de ojos azules, con su pecho desnudo, que conocí hace unas semanas , estaba justo detrás de mi. Acarició mi mano con la yema de sus dedos, haciendo un lento recorrido desde ésta hasta mi hombro, provocando un leve escalofrío por todo mi cuerpo. Acercó sus labios a mi hombro besándolo con los ojos cerrados. Lo miré girándo el rostro, notando seca mi boca y mi respiración un tanto entre cortada por sus acciones.
- Eres preciosa...
Susurró cerca de mi oído roncamente y yo cerré los ojos lentamente. Mi piel se erizó y tragué la poca saliva que notaba en mi boca. Bajó mis manos hacia el bajo de mi camiseta, la cual me deslizó por encima de la cabeza. Seguidamente, me giró despacio poniéndome justo en frente de él, desabrochándo el botón de mis vaqueros mientras ambos nos mirabamos a los ojos. Me los bajó despacio y yo levanté cada pie para quitármelo. Cuando estaba en ropa interior, me apartó de la ventana con la mano agarrando mi muñeca, retirando las cortinas.
- Ven..
Me llevó hasta la cama, tumbándome y arropándome con el edredón.
Aquella cama olía a él, a su fragancia, la cual me estaba empezándo a volver loca. Jackson olía siempre tan bien...
Jackson se metió en la cama, poniendose de lado para mirarme. Después empezó a acariciar mi pelo rojizo con todos los dedos lentamente, relajándome sobre la almohada con los ojos cerrados. Aquellos masajes que él me hacía siempre en la cama me dejaban totalmente relajada y con sueño.
- ¿Te gusta? Me preguntó susurrando.
- Me relaja... Contesté devolviéndole el susurro.
Pasaron unos minutos y yo ya estaba empezando a entrar en un sueño profundo gracias a sus masajes y la tranquilidad que me transmitía. Noté como Jackson acercó sus labios a los mios rozándolos a la vez que me miraba. Abrí mis ojos lentamente al sentir aquel roce, poniéndome nerviosa.
- Shh...Tranquila, Juliet.
Entre abrí mi boca por la agitada respiración que tenía, cerrándo los ojos y agarrándo las sábanas. Jackson lo notó, por lo que bajó una de sus manos hasta la mía agarrándola suavemente.
- Sólo déjame hacer una cosa...
Susurró nuevamente y yo me quedé completamente callada. Sentía muchas ganas de besarle pero mis nervios se apoderaban de mi en ocasiones, sobretodo cuando solía estar tan cerca de mi rostro. Posó un beso en mis labios dulcemente, manteniéndose quieto por unos segundos esperándo alguna reacción por mi parte. Cuando noté que abrió la boca, correspondí haciéndo lo mismo, por lo que acabó besándome con su lengua. Me besó despacio y tiernamente. Sentí como mis mejillas ardían por la calor y como me iba a acarbar derritiendo por este chico.
Cuando pasaron alrededor de unos treinta y algo segundos, separó sus labios de los mios con lentitud, mordiéndose.
- Juliet, me gustas.
- ¿Q..que..?
- Date la vuelta.
Me ordenó Jackson y yo obedecí, girándome sobre la cama, y cuando él no podía verme el rostro sonreí bobamente sintiendo aún sus labios sobre los mios. Se acercó ami por detrás, abrazándome con uno de sus brazos a modo cucharita, posando su barbilla sobre mi hombro, oliendo mi cabello.
- Que me gustas. Volvió a decir suavemente cerrándo los ojos.
- No puede ser...
- ¿Por qué? Preguntó curioso manteniendo sus susurros.
- No creo que sea tu tipo.
- Lo eres y no puedo hacer nada por lo que siento.
Sonreí bobamente de nuevo, dejándo salir torpemente de mi una risita. Noté como Jackson sonrió tras escucharme y besó mi hombro.
- Gracias por pasar tiempo conmigo, Juliet.
- De...nada.
- Buenas noches..
- Hasta mañana, Jack.
Ambos nos quedámos dormidos de tal postura sumergidos en nuestros sueños. Con su abrazo me sentía completamente protegida, que si alguien se acercaba ami, él iba a mantenerme a su lado. Era bastante acogedor y maravilloso estar junto a él. Empecé a sentir por él algo especial, sentía que éramos inseparables y que siempre estaría uno con el otro cuando éste necesitara apoyo o cariño. A pesar de aquello, me daba miedo enamorarme, pero no podía controlarme. Era imposible controlarse cuando un chico extremadamente guapo te besaba de esa manera.
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