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Miedos.


-Marie no puedes encerrarte –Pide Adrien de brazos cruzados- Por favor, sal y ve a la universidad

-No quiero salir –repito sin mirarlo.

No debo mirarlo para saber que este recargado en la puerta y seguro con una cara de frustración. Lleva una semana intentado hacer que vuelva a la universidad, pero me niego por el miedo que el tengo a Luke y al acosador

-Deberías ir a un psicólogo a hablar lo que sientes...

Río al escuchar eso.

-¿Qué planeas que le diga? ¿Qué me persigue un acosador, recibo notas y mensajes, pero a pesar de eso la policía no hace nada? ¿Qué el padre de mi hija me maltrato hasta casi matarme, lo liberaron y ahora me vuelve a molestar? No creo que un psicólogo pueda resolver mis problemas...-

-¿Entonces qué quieres? –Lo escucho suspirar- Dime que debo hacer para que estés bien

Me volteo para mirarlo, viendo como sus ojos verdes se fijan en los mios

-Quiero quedarme en casa hasta que la niña nazca y así, asegurarme que no le pasara nada malo, solo quiero eso

Escucho sonar el timbre de la casa, Adrien me regala una mirada nerviosa.

-¿Por qué me miras así? –Pregunto enmarcando una ceja.

-No me odies –Diciendo eso, se voltea para ir abrir la puerta.

Escucho unos pasos acercarse rápidamente, volteo hacia la entrada de la habitación, viendo como Alexandra se para en esta de brazos cruzados.

-Debes salir –Dice con un semblante serio.

-No lo haré –Respondo sin más.

-Alexandra, no vinimos a regañarla, vinimos a hablar de manera civilizada –Comenta Laura, haciendo a un lado a Alexandra y sentándose en la cama junto a mí.

-Creí que haríamos como el policía bueno y el policía malo –Suelta un bufido para luego sentarse junto a nosotras.

-Saben que las amo y todo eso, pero no pierdan su tiempo –Suspiro- No quiero salir de la casa –

Alexandra rueda los ojos

-No es que no quieras, es que debes, vamos juntas a la universidad.-

Asiente Laura –Alexandra tiene razón, no puedes parar tu vida por lo que está pasando.-

-¿Qué esperan de mí? Tengo miedo –Hago un ademan con la mano- No lo entienden-

-Sé que no estamos pasando por tu situación y es normal tu reacción –Habla Laura de forma pausada- Pero debes entender que quedándote aquí, no logras nada.

Niego con mi cabeza

-Logro estar segura.

-¿Cómo sabes eso? No te pasara nada Marie –Asegura con mucha confianza Alexandra.

-Me han repetido eso muchas veces, y ni la policía ha logrado su trabajo –Digo con un tono brusco- Las amo mucho, pero de verdad no quiero seguir hablando de esto.-

-No tienes que enojarte –Intenta calmarme Alexandra.

-No me gusta que me presionen –Suspiro- Por favor déjenme pensar-

Laura se levanta de la cama y toma a Alexandra levantándola.

-Descansa, volveremos luego –Dice.

-Hasta luego –Me despido con la mano viendo como salen.

Me acuesto tapando mi rostro con la almohada, sé que tienen razón. Escucho como tocan la puerta, para luego sentir como alguien se sienta a mi lado.

-¿Estas triste? –Adrien toma mi mano y la acaricia con suavidad.

-No

-¿No quieres verme? –Vuelve a preguntar.

Me quito la almohada de la cabeza para observarlo, sus ojos verdes me miran con preocupación.

-Sé que debí preguntarte antes de invitarlas, pero tengo miedo de que te aísles de todo- Susurra- Por favor no me odies.-

Me acomodo para estar sentada junto a él, tomo su rostro entre mis manos.

-Nunca te odiare, no debes culparte -

-No quiero que estés triste.-

-No lo estoy Adrien –Niego- Estoy decepcionada de mí, no se tomar buenas decisiones-

-No digas eso, amor –Se acerca para plantar un suave beso en mis labios- Eres inteligente y solo haz intentado hacer lo mejor para ti y la niña-

-¡Pero no lo consigo! –Exclamo- Solo me equivoco constantemente, afectando todo-

Junta su frente con la mía – Los errores son inevitables, Marie. Lo importante es que aprendas de ellos-

-¿Qué debo hacer? –Pregunto.

-Vístete, almorcemos y luego vamos a la consulta de la niña –Separa su rostro para observarme fijamente.

Suspiro

-Qué mala madre soy, olvide el chequeo –Golpeo mi frente con mi mano- Me bañare y bajo, dame tiempo

-Todo el que quieras –Besa mi frente para después salir de la habitación

Me levanto con pesadez de la cama, sin mucha energía, analizo que debo hacer, así que opto por tomar una ducha. Entro al baño y dejo el agua caer lentamente por mi cuerpo, intentando relajarme, me tomo mi tiempo para ducharme, cuando ya me siento mejor, salgo de la ducha, me observo en el espejo de la habitación, mis ojeras están notorias, las cicatrices del maltrato de Luke ya están desapareciendo.

Niego alejando los recuerdos de ese día, y comienzo a vestirme, elijo un vestido suelto y largo para estar más cómoda, cuando termino, tomo mis cosas y bajo las escaleras, Adrien también se cambió, lleva un Sweater que le queda pegado al cuerpo y un jean ajustado, al verme sonríe, y abre la puerta para que salgamos juntos.

Me subo al auto con rapidez, sin permitir que me abra la puerta, escucho como suelta un suspiro para subirse a su lado.

-¿A dónde quieres ir? ¿Qué quieres almorzar? –Pregunta observándome con preocupación.

-Cualquier cosa esta bien, quiero algo ligero –Contesto.

El asiente y maneja, hasta que noto que llegamos a un restaurant de comida árabe, esta vez él se baja con rapidez y rodea el auto para abrirme la puerta.

-Gracias –Susurro.

Él sonríe y toma mi mano para entrar, caminamos hasta una mesa un poco alejada de las demás, mientras el mesero se acerca a tomar nuestro pedido.

-Aquí tienen le menú –Dice entregándolo.

-Yo quiero un shawarma –Digo sin verlo, es mi favorita

-Yo también –Adrien sonríe amable y le entrega el menú- Gracias

El chico asiente y se retira. Mientras, el celular de Adrien comienza a sonar.

-¿Qué sucede Dick? –Contesta Adrien- Te dije que todas las instrucciones están en la computadora. Si, esas son, no, no puedes cambiar nada, entiende-

Presto atención a sus gestos, al parecer es algo importante. Es complicado para el dirigir la empresa desde su celular.

-No, no puedes bajar precios, debes mantenerlos –Suspira- ¿Dónde está Sussy? Pasame a Sussy- 

>> Hola Sussy, ¿Podrías hacerte cargo? –Pide- Gracias, tú si entiendes, pásame a Dick

Sonrío, Sussy es un gran apoyo, sin ella, esto habría sido mas difícil para Adrien, ella lo entiende bien y es muy buena trabajando.

-Dick, deja que Sussy te apoye, cualquier cosa escríbeme y yo lo haré desde la casa. Hasta Luego

Cuelga y pasa la mano por su cabello, puedo notar que está preocupado.

-¿Por qué no vas a trabajar?

-No quiero dejarte sola –Sonríe como si nada pasara.

-Igual no hacemos nada, puedes ir –Insisto.

-Me gusta no hacer nada contigo –Toma mi mano- No te preocupes, todo ira de maravilla

Suspiro resignada, separo nuestras manos cuando el mesero llega a la mesa con la comida, decidimos comer en silencio, y cuando terminamos, Adrien paga la cuenta. Salimos sin decir una palabra, y me ayuda a subir al autor, una vez el entra, comienza a manejar hacia la clínica, mientras, lo observo.

-Debes volver a ir a trabajar –Digo otra vez ganando su atención por unos segundos.

-¿Por qué dices eso? –Vuelve a observar el camino- Ya te dije que todo va de maravilla-

-Porque no está bien que dejes de ir por cuidarme, además que debes ver si todo está bien

Sonríe de lado- Tengo a Sussy y Dick ¿Recuerdas? Aunque bueno, más Sussy que a Dick

-Sé que extrañar ir a trabajar, no es sano que solo estés cuidándome –Admito- Te amo Adrien, y no quiero hundirte conmigo

Suspira y noto como aprieta el volante

-Si te hundes, me hundiré contigo, estamos juntos en todo –Toma mi mano, mientras continua conduciendo- Volveré a trabajar, mas no me pidas que te abandone.

-No estoy pidiendo eso, solo necesito que tú seas feliz, no me permitiré lastimarte, no quiero que tú estés más Adrien

-No debes pensar en eso, todo saldrá bien, cuando menos te lo esperes tendremos a nuestra hija con nosotros –Sonríe.

-Suena lindo cuando dices "Nuestra" –No puedo evitar ser yo la que sonría.

-Siento que es mía –Admite- Quiero cuidarla y protegerla, protegerlas. Las amo y quiero estar junto a ustedes.

-Serás el mejor padre que podría tener, mejor que el que le toco –Lo último lo digo inaudible.

El solo asiente y yo no puedo evitar imaginar cómo sería tener a mi hija en mis brazos ¿Tendrá el cabello negro? ¿Tendrá mis ojos miel? ¿Sera como la soñé? Solo espero que sea una niña saludable y feliz, la apariencia no me importa tanto, solo necesito tenerla junto a mí, sana y salva. Que ya no peligre.

-Llegamos –Interrumpe mis pensamientos.

-Que rápido –El baja y como siempre, rodea el auto para ayudarme a bajar.

-Vamos –Toma mi mano para que caminemos a la clínica, esta vez el auto quedo lejos.

Entramos juntos, y caminamos hasta llegar al consultorio, me siento a esperar y Adrien se acerca a la secretaria para avisar nuestra llegada.

-Hay una persona adentro, cuando salga te toca a ti – Dice sentándose junto a mí.

-Bueno, a esperar –Admito y asiente.

Ambos nos concentramos en nuestros celulares, tenía tiempo sin ver las redes sociales, no puedo evitar ver una historia de Rita junto a Luke, ambos se ven felices y como si estuvieran en una relación. Espero que si esta con ella, se olvide de mí.

-Marie, ya puedes pasar –Avisa la secretaria.

Me levanto junto a Adrien y entramos al consultorio.

-Hola otra vez –Dice la doctora- Marie si quieres puedes ir yendo a la camilla.

Asiento para ir a la otra parte, quitarme la ropa y colocarme la bata, me acuesto en la camilla, con Adrien parado junto a mí.

-Veamos cómo está tu niña hoy –Comenta.

Coloca el gel en mi vientre para luego pasar el aparato por ahí, veo la pantalla del equipo detenidamente.

-Ahí está, ya tiene 32 semanas, faltan solo 8 para su nacimiento –Comienza hablar.

>>Su peso se encuentra entorno a los 1.900 gramos y su altura es de unos 42 centímetros, toda su morfología está bien hasta el momento y sus medidas adecuadas.

-¿Entonces está bien todo? –Pregunta Adrien.

-Sí, Marie ya puede cambiarse –Diciendo esto, Adrien y la doctora se dirigen a su escritorio.

Me coloco el vestido, para luego sentarme junto a Adrien.

-Bueno –Comienza hablar la doctora- El bebé ocupa ya todo el espacio y el útero comienza a presionar el diafragma lo que puede ocasionar en algún momento tengas una sensación de falta de aire, debes entender que es normal.

-Sí, se mueve mucho –Admito.

-Se está posicionando, lo que me preocupa eres tu –Enmarco una ceja dudosa al escuchar eso- Cuando mido tu presión sanguínea esta baja, y se nota que estas muy débil. Me preocupa que no puedan aguantar un parto normal.

>>Debes mantener reposo y controlar tus emociones, o también podrías hacer que se adelante el parto y no es adecuado.

-Lo siento –Asiento-

-No es tu culpa –Me toma Adrien de la mano- ¿Estará bien verdad?

-Mientras cumpla el reposo, si lo estará –Culmina la doctora- Nos vemos en la semana 36 para terminar de ordenar todo lo del parto

-Hasta luego doctora –Se despide Adrien y sin decir una palabra, salgo junto a él del consultorio.

Me quedo pensativa, no quiero que el parto se adelante, pues sé que es riesgoso que pase.

-¿Estas bien? –Pregunta Adrien.

-Solo estoy nerviosa, tengo miedo de que mi imprudencia adelante el parto.

-No pasara nada –Aprieta mi mano gentilmente- Ladrién nacerá cuando deba hacerlo

-¿Crees que todo salga bien?

-Te prometo, que siempre te protegeré, todo saldrá bien, me encargare de hacer todo lo que este en mis manos para que tengas el mejor parto –Asegura, logrando tranquilizarme.

-Te amo Adrien, gracias por aguantarme y estar conmigo.

-Te amo más, y siempre, siempre estaré junto a ti, protegiéndote y amándote

Asiento sonrojada, él siempre tendrá el poder de hacer que me sonroje, agradezco sus palabras, sé que junto a él estaré segura. Continuamos caminando pero detengo antes de llegar a la salida

-Espera, esa caminata me agoto –Digo respirando con pesadez.

-Buscare el auto para que no camines mucho, espérame un momento –Besa mi mano y sale de la clínica.

Salgo también, para poder observar mejor cuando se acerque, miro a mi alrededor notando que esta desolado, no hay nadie además de mí. Me limito a disfrutar el silencio, que es algo que necesitaba, ya sé que mi bebe está bien y debo esforzarme porque nazca pronto.

-¿Por qué tan sola? –Volteo para ver al hombre con capucha detrás de mí- Hola preciosa-

-¿Qué quieres? –Pregunto retrocediendo- ¿Qué haces aquí?

A pesar de que usa tapabocas, noto como sonríe, debido a que sus ojos se achinan.

-¿Me tienes miedo? Lógicamente, vine a verte

Intento mantenerme firme.

-No, no te tengo miedo

Se acerca lentamente- Sabes que sí, solo quiero que hablemos, no lo hagas difícil.

-No te acerques –Lo señalo y vuelvo a retroceder.

-No hay nadie, así que no pierdas, energía que le afecta a tu embarazo –Vuelve hablar- No queremos que nada le pase a tu bebe ¿O sí?

-Adrien ya viene, el no dejara que me hagas algo

-Tu noviecito no vendrá aun, me encargue de eso –Ríe ligeramente-

-¿Qué le hiciste? –Exclamo asustada- No metas a Adrien en esto, no le hagas nada malo

-Tú lo metiste, ahora deja de alejarte y haz esto sencillo

-¡No!

Intenta tomarme del brazo pero retrocedo, intento voltearme a correr pero me toma del otro brazo, cuando logro soltarme de su agarre, intento correr, pero mis piernas fallan y termino cayéndome.

-Te tengo, te dije que no lo hicieras difícil, cariño.

Saca un pañuelo de su bolsillo y con agilidad lo coloca en mi boca, intento gritar pero la presión hace que pierda el aire, haciendo que se me dificulte respirar.

-Shh, shhh, tranquila –Dice presionando.

Intento moverme pero el solo aprieta el agarre y el pañuelo, comienzo a sentir como mis ojos se cierran poco a poco, y me mareo más, hago otro intento para soltarme, pero siento como termino perdiendo la conciencia. Lo último que siento es como me cargan, para luego acostarme en algo suave.

Me muevo en donde estoy acostada, intento abrir los ojos pero los siento pesados, lo poco que logro ver es que estoy en la parte trasera de una camioneta, tal vez el camino es rocoso y por eso me muevo, cuando intento ver al secuestrador, no logro observar nada, ladeo mi cabeza intentando obtener una mejor vista, pero mis ojos vuelven a cerrarse, volviendo a quedar inconsciente.

Cuando logro abrir los ojos de nuevo estoy en una cama, observo a mi secuestrador de espaldas, intento mover el cuello pero este me duele, me quedo observando fijamente al hombre que me trajo hasta acá.

-¿Quién eres? –Pregunto débilmente.

-Ya despertó la bella durmiente –Dice irónicamente.

No digo nada, pues la garganta me arde, el hombre voltea, se quita la capucha, luego la gorra, por último se quita el tapabocas, permitiéndome ver su rostro.

-TU –Grito.

-Sorpresa, sorpresa, ahora vuelve a dormir-

Vuelve a acercarse y me coloca de nuevo el pañuelo en la boca, presionando con fuerza, haciendo que vuelva a caer inconsciente, en brazos de mi secuestrador.

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NOTA AUTOR: HOLAAA, espero les guste este capitulo, intentare actualizar el lunes. Cualquier duda que tengan, recuerden que pueden escribirme por instagram, también que doy adelantos a las personas que me siguen en instagram.

¿Quien creen que sea el secuestrador?

¿Le pasara algo a Adrien?

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