-Hace mucho frio –Susurro llevando mis manos a mi boca para soplarlas y calentarlas.

-Déjame ayudarte –Adrien toma mi mano y la mete en el bolsillo de su chaqueta.

Ya llego diciembre y el clima se volvió frio, Adrien y yo caminamos juntos por la clínica, hoy me tocaba la última consulta del año y una de las mas importantes, ya estoy en la semana 20 del embarazo y me toca la ecografía morfológica, la cual dejara conocer más a mi bebe y sus órganos, algo que me emociona. A pesar de todo el terror que he tenido y los mensajes, hemos estado bien, las chicas no me dejan sola y Adrien me busca en la universidad, no se separan de mí ni un segundo. Decidí no contarle lo de los mensajes a Adrien para no preocuparlo.

-Un dólar por tus pensamientos –Interrumpe Adrien estos.

-Empiezo a creer que de verdad crees que mis pensamientos valen un dólar –Digo riendo ligeramente.

-Es que ya llegamos y no te has dado cuenta –Miro a mi alrededor y ya estamos en la sala de espera.

-Ya le aviso a la secretaria para entrar –Digo acercándome a esta, pero él me toma de la mano deteniéndome.

-Ya avise, siéntate –Diciendo eso me hala haciendo que me siente.

-Lo siento –Digo apenada.

-¿En qué pensabas? –Ladea su cabeza mostrándose curioso.

-En que quiero ver a mi bebe –Afirmo sonriendo.

-Marie, ya pueden pasar –La secretaria nos indica, haciendo que Adrien y yo nos levantemos para entrar al consultorio.

La doctora nos observa sentarnos frente a ella.

-Hola Marie, como ya sabes hoy te haremos la ecografía morfológica, por favor ve a la camilla –Indica de manera tranquila.

Obedezco quitándome la ropa, colocando la bata y acostándome en la camilla, ella y Adrien se acercan a mí, el ultimo toma mi mano nervioso y ella comienza a colocar ese gel frio en mi abdomen, para luego mover el aparato.

-Tu bebe está sana, mide 16 centímetros y pesa alrededor de 350 gramos –Dice mientras continua moviendo el equipo en mi barriga- Ya tiene todos sus órganos formados, pero aún inmaduros.

>> Sus pulmones comienzan a practicar el ejercicio de la respiración y su sistema digestivo hace lo propio tragando líquido amniótico. Su cerebro se desarrolla rápidamente las áreas destinadas a los sentidos –Continua hablando mientras Adrien y yo observamos fijamente la pantalla.

-Es hermosa –Dice Adrien en un susurro.

-Bueno, todo está sano, sus órganos se están desarrollando de manera correcta y no veo nada mal morfológicamente, puedes vestirte –Deja el aparato en su sitio y camina junto a Adrien a su escritorio.

Me levanto con cuidado y me visto, para ir con ellos, Adrien sostiene la impresión de los eco en su mano, mirándolos fijamente.

-Son mías –Digo sentándome junto a el.

-Una es mía –Diciendo eso, esconde una en el bolsillo de su camisa.

-Bueno Marie, todo está bien con tu bebe, y contigo también –Habla la doctora interrumpiendo- Quedaran atrás las molestias, comenzaras a sentirte eufórica y entusismada, sigue bebiendo tus vitaminas y comiendo bien.

Asiento- Está bien doctora.

-Nos vemos en la semana 24, feliz navidad –Se despide.

Adrien y yo nos despedimos y salimos del consultorio, tomados de la mano para salir de la clínica.

-Vamos a comer antes de ir a la empresa –Indica cuando llegamos a la camioneta, me abre la puerta y ayuda a subir, para rodear el carro y hacer lo mismo.

-¿A dónde vamos? –Pregunto notando como no toma el camino que lleva la cafetería de Mauro.

-Es una sorpresa –Sonríe de lado y me guiña el ojo.

-¡Que emoción! –Chillo entusiasmada por la sorpresa, me gustan mucho.

Conduce un rato, veo como pasamos junto a la playa, pero no se detiene, hace un cruce en un camino que no conocía, mostrándome muchas palmeras y una arena más limpia, se detiene más adelante, rodea el carro y abre mi puerta, ayudándome a bajar.

Camino por la arena hasta llegar al agua, la cual es tan transparente, parece cristalina, volteando mi rostro veo la palmeras con un verde muy lindo, el viento acaricia mi cara, siento como unos brazos rodean mi cintura.

-Sabía que te gustaría este lugar –Susurra Adrien en mi oído haciendo que mi piel se erice.

-Me encanta –Me volteo para mirarlo fijamente- Eres el mejor –Colocándome de puntillas planto un suave beso en sus labios-

-Vamos, debes comer –Toma mi mano y me guía hacia una manta en la arena.

En esta hay unos platos, noto también un envase con 4 sándwich de tamaño gigante, en otro envase hay muchas galletas, en la esquina hay una cesta, donde supongo estaba guardado todo, también un envase de jugo de naranja y 2 vasos de vidrio junto a este.

-¿Preparaste todo esto solo? –Pregunto curiosa mientras me siento en la manta.

-Sussy me entrego la cesta cuando buscaba el carro, así que aprovecha de comer antes de que se enfrié –Sonríe colocando un Sándwich en un plato.

-¿Cómo es que cada vez eres más perfecto? –Pregunto mientras este me entrega el plato.

-Siempre mejorare para ti –Musita- Ahora come.

Comienzo a comer mientras él hace lo mismo, nos terminamos la comida rápidamente, para luego comer las galletas, si alguien nos viera, debemos parecer dos jóvenes enamorados en una cita, Adrien hoy esta vestido más casual, en un Jean ajustado y una camisa azul, viéndose hermoso, cuando terminamos de comer, lo ayudo a recoger los platos.

-¿Iremos a trabajar? –Pregunto al ver la hora de mi celular, ya vamos tarde.

-No, hoy es nuestro día libre –Sonríe acomodándose.

-Parece una cita –Pienso en voz alta.

-Podría serlo –Me guiña el ojo.

Sus ojos verdes se desvían para observar la nada, por un momento lo noto dudoso, triste.

-¿Sucede algo? –Pregunto preocupada.

-Debo contarte algo –Voltea su rostro para observarme fijamente- Es el secreto que he guardado desde que nos conocimos.

Siento como mi cuerpo se tensa al escuchar eso- ¿Qué pasa?

-Solo escucha atentamente todo, luego espero que no me odies- Agacha su cabeza un momento.

-No importa lo que pase, no te odiare–me acerco para levantar su rostro, me regala una sonrisa triste.

-Cuando tenía tu edad –Comienza hablar- tenía una novia en Francia, era modelo y muy linda, creía que sería el amor de toda mi vida, pues mi padre estaba contento con el noviazgo, porque su padre es amigo del mío, todos estaban felices de vernos juntos y yo también la quería, éramos dos millonarios, guapos y deseados

Siento como los celos corren por mi ¿Querría decirme que ya no me ama? ¿Qué esa novia volvió y ahora estará con ella?

-Pues todo iba de maravilla, hasta que un día me llama llorando, fui preocupado a verla, me muestra una prueba de embarazo y me dice que está embarazada –Sus ojos verdes reflejan nostalgia ¿Tiene un hijo y no sabía?- Intente estar tranquilo y le dije que saldríamos de esto juntos, que hablaría con mi padre y todo se resolvería, que no tuviera miedo porque ahí estaba yo para ella

>>Pero ninguna de mis palabras tranquilizadoras sirvió, a los días me pidió que no hablara con mi padre y me evitaba, cuando fui a verla, me contó que había abortado al niño –Una lagrima sale de su mejilla, subí mi mano y la limpio con suavidad.

Traga grueso un momento para seguir hablando- Me dolió mucho, yo quería ser padre, al principio la culpe, porque lo hizo por su cuerpo, para no perder su carrera, luego entendí que ambos éramos inmaduros, pero yo quería a mi hijo

Otra lagrima cae por su rostro, es la primera vez que lo veo indefenso, no pude evitar resistir y lo abrace, el al principio no reacciono, pero luego correspondió al abrazo y me pego a él con fuerza.

-Por eso te apoye desde un inicio –Susurra en mi hombro- Porque creía que se lo debía al hijo que no pude tener, que el destino te puso en mi camino para remediar eso, espero no pienses mal de mí...

Separo un poco mi rostro para observarlo, me concentro en su rostro, el cual muestra una amplia melancolía y tristeza, sus ojos rojos y cristalinos como si fuese a llorar, ambos mirándome como si quisieran saber que cruza por mi mente, como si creyera que lo odio.

-Adrien, el pasado no es más que eso, pasado. No puedo juzgarte por algo que hayas hecho hace 5 años, porque todos cambiamos, ya no eres lo que fuiste ayer, y mañana no serás lo que eres hoy, te amo por lo que eres en este momento –Acaricio su mejilla con suavidad- Te amo porque me has apoyado en mis peores momentos, porque me has demostrado que los hombres buenos existen, te amo simplemente por ser tú.

-Te amo como no tienes idea –Diciendo eso une sus labios con los míos, dándome un beso necesitado.

Nuestros labios se mueven a un mismo ritmo, en sincronía, su lengua pasa por mis labios pidiendo permiso para entrar, a lo cual abro los míos permitiéndole el paso, sube sus manos a mi cabeza, acercándome más a él, cada vez haciendo más apasionado el beso, nuestras lenguas bailan juntas, su respiración choca con la mía, cuando siento que me falta el aire, el muerde mi labio inferior para luego separarse.

-Te amo –Une su frente a la mía, su pecho sube y baja con fuerza.

-Te amo –Musito también sin aire.

-Vamos a caminar por la playa –Diciendo eso, se levanta y me extiende su mano.

Asiento tomándolo de la mano, este me ayuda a levantar y caminamos juntos por la playa, la brisa corre por nuestros rostros, ninguno habla, mas no se forma un silencio incomodo, en cambio, es un silencio lleno de paz y tranquilidad, la armonía que solo Adrien puede darme.

-Sabes –Diciendo eso para bruscamente.

-¿Qué pasa? –Pregunto deteniéndome junto a él.

-He pensado que aún no somos algo formal –Dice pensativo.

-Bueno, no –Comento, no había pensado eso hasta ahora.

-Maria Cibrian ¿Quieres ser mi novia? –Pregunta tomando mis manos con suavidad.

-Si Adrien Le Blanc, quiero ser tu novia –Acepto sonriendo.

Feliz me toma de la cintura y me alza, haciéndome dar vueltas junto a él, Adrien sonríe alegremente, para después bajarme y plantar múltiples besos en mis labios, con suavidad y entusiasmo

-Te amo Marie, te amo con locura –Acaricia mi mejilla.

-Te amo Adrien, gracias por amarme –Diciendo eso, uno mis labios con los suyos otra vez.

Adrien es la prueba de que existen personas maravillosas, que a pesar de su dolor, no buscan lastimar a los demás si no apoyarlos, que siempre buscara tu felicidad, Adrien es aquel ser humano que te devuelve la fe en la humanidad, y no es que sea perfecto, simplemente es amable, bondadoso y sincero, lo cual hace que sea alguien con quien quieras estar.

Y para mi gran suerte, Adrien Le Blanc, el francés más hermoso, amable, cariñoso e inteligente, es mi novio, planeo seguir con él y enfrentar juntos, todos los obstáculos que tenemos y tendremos, porque él es completamente mío.

Holaa, nuevo capitulo, espero le guste, lamento tenerlas abandonadas, he conversado con algunas por whatsapp e instragram, recuerden que pueden seguirme y escribirme por ahi