Un ruido constante fastidia mi odio, decido abrir mis ojos pero estos me pesan, así que los abro lentamente, miro a mi alrededor notando que estoy en una clínica. Me siento en la cama con cuidado, aunque mi vientre duele bastante, prefiero estar así ¿Qué sucedió? ¿Por qué estoy aquí? Me pregunto sin comprender nada de lo que sucede.

Flashes se hacen presentes en mi mente y recuerdo la cabaña, mi intento de huida y a Luke apuntándome con un arma, rompí fuente, vine en ambulancia y tuve un parto muy doloroso, recuerdo como mi hija no lloro y me preocupo por eso, luego me desmaye pero cuando intento recordar algo más una punzada de dolor hace que me lleve las manos a la cabeza, por la presión que siento en esta.

- ¡AAHHH! –Grito por lo mucho que me duele intentar recordar.

Escucho un chirrido y alguien me rodeo con sus brazos, la sensación conocida de calma con el abrazo me permite comprender que el que me abraza es Adrien, quito las manos de mi cabeza para poder observalo. Las ojeras en el son bastante notorias, se nota que no ha descansado bien ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

- Despertaste mi amor –Susurra en mi oído y puedo sentir como algunas lágrimas empapan mi hombro- Decían que posiblemente duraras días inconsciente pero eres tan fuerte que despertaste y estar bien-

- ¿Qué paso con mi hija? –Murmuro correspondiéndole el abrazo.

Probablemente aun tenga anestesia en mi cuerpo, porque por algún extraño motivo me siento como si flotara, calmada.

- Esta en el área de recién nacidos, cuando caíste inconsciente ella comenzó a llorar.-

- ¿Pero está bien? ¿No le paso nada malo?-

- Esta de maravilla, es una niña milagrosa que ha podido aguantar muchas cosas malas mi amor, las chicas están vigilándola mientras yo te cuido –Explica.

Me separo unos momentos de él para mirarlo fijamente.

- ¿Qué paso con Luke? –Pregunto con seriedad para saber si estoy a salvo o no.

El duda unos minutos, inseguro si lo que dirá me lastimara o no.

-Está en prisión, lo condenaran a cadena perpetua –Cuenta.

Siento como si el peso que he tenido encima desde que supe de mi embarazo se hubiese ido completamente, tomo el rostro de Adrien y uno nuestros labios. Los míos se mueven algo torpes, pero aun siento como con cuidado toma de mi cintura para pegarse más a mí. El sí mueve con pasión sus labios.

-No quisiera interrumpir –Dice una voz- Pero debo chequear a la paciente.-

Adrien y yo nos separamos apenados, y veo al doctor Conner, quien me atenido la última vez parado en el umbral con una sonrisa burlona en su rostro.

El castaño se sienta en la silla junto a mi cama, mientras el doctor se adentra a la habitación para colocarse del lado contrario y chequea los equipos que tengo conectados, toma mi presión arterial y mide mis pulsaciones.

- Une enfermera vendrá a sacarte la sangre –Indica- Tuviste un leve desgarre en las paredes del útero, pero pudimos tratarlos para que no hubiera desprendimiento ni nada peor, más tardar en dos días serás dada de alta y bueno, no debes tener relaciones sexuales en la menos un mes –Dice para luego mirar a mi novio- La niña puede ser trasladada a la habitación si así lo desean –

- Me gustaría que eso pasara –Digo intentando ocultar la vergüenza en mí.

-Bueno, me iré. La enfermera vendrá pronto a hacerte los exámenes de sangre.-

- Gracias doctor –Se despide Adrien.

El doctor sale de la habitación aun con una sonrisa burlona, y yo solo miro a Adrien aun con mis mejillas sonrojadas.

- ¿Solo estuve un día inconsciente? –

- Si, esta vez te recuperaste rápido –Sonríe y toma mi mano para acariciarla.

- ¿Cómo están las chicas? –Pregunto recordando a mis amigas.

- Están viendo a Ladrieen, les ha emocionado ser tías –Dice el- Pero bueno, les enviare un mensaje para que sepan que estabas consciente.-

Asiento, y veo como una enfermera entre a la habitación con una bandeja repleta de instrumentos para sacar la sangre, suspiro al saber lo que vendrá.

La enfermera amarra una sonda en mi brazo, mientras aprieta su mano moviéndola de la muñeca hasta adentro del codo, cuando ve que la vena tiene suficiente sangre, prepara la aguja, así que tomo la mano de Adrien para aguantar el dolor, ella introduce la aguja y saca la sangre suficiente para los exámenes. Apenas termina toma las cosas y se retira.

Intento acostarme nuevamente pero una punzada de dolor invade mi zona abdominal, así que Adrien se levanta y me ayuda.

- ¿Estas bien? –Pregunta acariciando mi rostro.

- Estoy cansada –Digo suspirando- Creo que aún no asimilo todo.-

- Bueno, poco a poco amor –Susurra con suavidad- Ya todo termino.-

- Te amo –Digo intentando sonreír, pero me sale medio chueca.

-Te amo más hermosa –Responde el castaño con una sonrisa.

- Nosotros también los amamos –La voz de Alexandra nos hace mirar hacia la entrada.

- ¿Por qué interrumpen así? –Se queja mi novio.

Las chicas ignoran olímpicamente la pregunta de Adrien y corren hacia mí para abrazarme con sumo cuidado, puedo escuchar como sollozan así que correspondo el abrazo y me permito llorar junto a ellas.

- Nos preocupamos demasiado –Chilla Alexandra- Creíamos lo peor.-

- Eres nuestra mejor amiga –Añade Laura- Gracias por haber sobrevivido.-

-Lamento haberlas preocupado –Digo entre sollozos- Lo lamento mucho.-

- No es tu culpa Marie –Dice Adrien- Ahora no la presionen tanto....-

- Dejanos quietas –Se queja Alexandra separándose de mí.

- ¿No quieres ir a descansar? Yo que tú me voy a bañar... -Añade Laura burlándose del castaño, aunque tiene razón.

- Las chicas tienen razón amor –Asiento- Deberías ir a descansar un rato-

- Hermano nosotras las cuidamos –Añade Dean señalándose como si fuese protector.

- ¿Te llevamos? –Pregunta Dylan.

- No lo sé Marie... -Dice ladeando su cabeza dudoso.

- Adrien deberías tomarte un tiempo para ti –Digo insistiendo- Dean y Dylan pueden llevarte –Los señalo- Yo me quedo con Laura y Alexandra, además de las enfermeras que están al pendiente de mí.

- Hey yo me quería que....

-Sí, vayan, vayan – Dice Laura interrumpiendo al novio.

- Esta bien –Suspira mi novio.

-Te amo, nos vemos cuando vuelvas –Digo con una sonrisa y despidiéndome con la mano- Intenta descans....

Antes de que pudiera terminar de hablar, Adrien quien se había acercado a mi une sus labios con los míos robándome un beso, yo le correspondo moviendo nuestras bocas en un mismo compas, hasta que a ambos nos falta el aire y él se separa un poco para pegar su frente con la mía.

-Te amo –Murmura- Volveré pronto-

Se termina de separar por completo de mí y salir de la habitación junto a los chicos, dejándome con mis amigas. Alexandra se sienta en la silla junto a mí y Laura en un espacio de la camilla, me miran fijamente y yo puedo notar como sus ojos se inflamaron por el momento de llanto.

- ¿Estas bien? ¿Cómo te sientes? –Pregunta Laura.

- No pasaste por nada malo, así que si necesitas desahogarte puedes hacerlo –Añade la rubia- Estamos aquí para escuchar todo lo que quieras decir.

- Aun no he procesado todo –Comienzo a hablar- Ha sido tanto por procesar que no se por dónde empezar-

- Pero ni siquiera has llorado –Murmura la castaña con duda.

-Es que....

El chirrido de la puerta abriéndose llama nuestra atención, las tres volteamos para ver a una doctora y dos enfermeras entrando a la habitación, la doctora carga a una bebe que al ver su cabellera corta color azabache reconozco inmediatamente que es mi hija.

- Hola Marie, soy la pediatra Nina y traje a tu pequeña – Dice al llegar junto a mí- La salud de la pequeña esta impecable y se decidió que como esta es la mejor habitación de maternidad, podría ser trasladada junto a ti-

Noto como la pequeña está dormida en sus brazos, mientras que las enfermeras acomodan una cama/cuna/incubadora. Cuando ellas terminan la doctora acuesta a la pequeña en ella y vuelve a acercarse a mí.

- Si llega a llorar es porque necesita un cambio de pañal o que la amamantes –Explica- No tiene problemas de salud pero igual es bueno que después de ser dada de alta, a la semana siguiente la traigas a ver como continua.

- Ella... ¿Ella está bien? –Pregunto sin quitar la mirada de la pequeña.

- Ella está completamente bien –Responde la doctora y la miro, tiene una sonrisa que logra calmarme y alentarme.

- Muchas gracias Doctora Nina –Le respondo con una sonrisa.

- Nosotras nos retiraremos, probablemente la bebé se despierte dentro de dos horas para pedir que la amamantes –Indica dirigiéndose hacia la puerta- Hasta luego.

Al salir la enfermera junto a la doctora, las chicas quienes estaban tranquilas se levantan rápidamente para acercarse a la niña, puedo ver como sacan sus celulares y comienzan a realizarle una sesión de fotos como si de paparazis se tratase.

- No hagan ruido que pueden despertarla –Me quejo viendo como cada vez se acercan a la niña al punto de quedar frente a ella- Vuelva a sus lugares...

- No seas aguafiestas –Se queja la rubia.

- Alexandra, aun esta pequeña – Me acaricio la cien llenándome de paciencia- Por favor no sean así, vuelvan a sentarse que la sofocaran.

Laura toma a Ale y la hala separándola de la niña- Marie tiene razón, volvamos a como estábamos sentadas antes.

Alexandra suspira resignada pero vuelve a sentarse en la silla junto a mí, mientras Laura se acomoda con cuidado en la cama.

- Quien nos vería –La castaña rompe el silencio- Una de nosotras es mamá y ahora las otras dos somos tías chochas –Lo último lo dice con una sonrisa.

- Nunca nos imagine así –Añado- Pensaba que me casaría a los 27 y a los 29 tendría mi primer hijo, que Alexandra seguiría soltera y que tu estarías con Rod.

- Tienes razón, pero Dean es mucho mejor novio aunque no me guste admitirlo –Se sonroja la castaña- Creo que ya no me imagino separada de él.

- Yo pensaba en no tener una relación y viajar por el mundo –Asiente la rubia- Estoy segura que Dylan me hizo un amarre muy bueno, porque de verdad lo amo.

- Lo afirmo, no imaginaba amar tanto a alguien como amo a Adrien...

El sonido de algo cayendo vuelve a lograr que volteemos a la puerta, parece que la doctora no la cerro y no nos dimos cuenta que ahora están nuestras parejas parados y sonrojados y tapándose la cara, las tres inmediatamente nos avergonzamos y desviamos nuestras miradas de los chicos frente a nosotras.

- Creo que deberían irse –Dice Adrien – Marie debe descansar y bueno...

Recoge una bolsa que se había caído al suelo, mientras que todos intentamos recobrar la compostura, los demás asienten para salir silenciosamente de la habitación, exceptuando a Dean que se apresura a la cuna de Ladrieen, pero su hermano lo toma del cuello de la franela que cargaba.

- Quiero cargar a mi sobrina –Se queja el hermano menor.

Adrien no solo es más alto que Dean, si no también, más musculoso así que no se le complica sacarlo a rastras de la habitación.

- Hoy no –Dice secamente para luego echarlo y cerrar la puerta, se pueden escuchar las burlas de Alexandra hacia el pelinegro que fue expulsado.

Se vuelve a instalar otro silencio incomodo entre ambos, mientras Adrien acomoda las cosas que trajo en un mueble lejos de mi cama y luego se sienta a mi lado para mirarme con obvio sonrojo en sus mejillas demostrando la vergüenza que le dieron mis palabras.

- ¿Así que me amas mucho? –Pregunta el castaño como si fuera un niño pequeño.

- Te amo mucho –Respondo sonrojada pero sonriendo- Gracias por haber estado para mí, sin ti no estuviera aquí hoy y lo valoro –Murmuro desviando la mirada.

Él toma mi mano y la acaricia con suavidad, mientras yo solo me relajo al sentirlo

- No pienses en eso y descansa –Continua su caricia- Debes reponer todas sus energías

Y como si sus palabras logran tener magia, cierros mis ojos e inmediatamente caigo dormida, permitiendo que mi cuerpo continúe descansando lo que no pudo hacer durante el tiempo que estuve encerrada en la cabaña con Luke pero ya eso quedo atrás, ya logre salir viva de ese lugar, mi hija también está viva y voy a poder vivir tranquila.

Pero no sé cuánto tiempo dure dormida, porque despierto con Adrien a mi lado y observando la ventana de mi habitación noto que ya es de noche, lo miro y él se encuentra leyendo algo en su Tablet, cuando ve que me muevo inmediatamente coloca todo a un lado para acercarse a mí y observarme con sumo cuidado.

- ¿Cómo te sientes? ¿Quieres dar un paseo? –Propone y de inmediato asiento.

-Si, por favor –Respondo sonriendo- Quiero salir de esta habitación tan lúgubre.

- Entonces vamos, más temprano pedí una silla de ruedas –Se levanta de donde estaba sentado y camina hacia un lado para tomar la silla de ruedas, la abre y camina hacia mí mientras la rueda, luego se ubica a mi lado y me ayuda a levantarme.

No es tan difícil hacerlo ya que por suerte me quitaron la vía más temprano, por eso me levanto y me acomodo en la silla, el me saca de la habitación y veo el pasillo vacío y oscuro, sé que estamos en el área de habitaciones ya que Adrien pidió que se me tratara en la mejor área, llegamos al ascensor y nos subimos, marca para ir hacia planta baja y cuando el ascensor se detiene, las puertas se abren y salimos, luego de caminar por la parte de abajo del hospital y pasamos cerca de algunos médicos en horario nocturno salimos de la clínica y veo el jardín de la misma el cual tiene flores muy hermosas, me gusta ver las flores y árboles, también unas faroles que iluminan elegantemente, miro para atrás y Adrien se nota algo nervioso.

- ¿Puedo caminar un poco? –Pregunto a mi novio- Es que no quiero seguir así.

-Está bien, pero ten cuidado –Dice y extiende su mano para ayudarme a levantar.

Me levanto y luego camino lentamente, Adrien deja a un lado la silla de ruedas y camina detrás de mí para estar precavido, toma mi mano y me guia hasta un hermoso lago con algunas linternas sobre el agua, flores de lotos y peces koi dentro de él, los faroles tienen luces al estilo navideñas guindando entre ellos, no sabía que los hospitales mantuvieran tan hermosos son jardines, de verdad me encanta como se ve

- Ve –Dice el soltando mi mano, yo asiento y camino hacia el lago.

- Es bastante lindo –Digo ya cerca de la orilla, volteo y me sorprendo al ver a Adrien.

Esta arrodillado frente a mí con un anillo dentro de su caja de terciopelo, el diamante del anillo de oro brilla mostrando su tamaño, no puedo evitar que las lagrimas salgan de mis ojos al como detrás de él hay un cartel de ¿Te quieres casar conmigo?

- Marie ¿Quieres casarte conmigo? Prometo hacerte feliz –Dice sonriéndome.

- ¡Sí! -Exclamo feliz y el coloca el anillo en mi dedo anular, inmediatamente se levanta y me carga haciendo que giremos, luego se detiene y une nuestros labios en un tierno y suave beso, cuando nos separamos por la falta de aire el me coloca en el piso y vuelve abrazarme, yo le correspondo por la alegría tan grande que siento.

- Eres completamente mío -Digo susurrando en su pecho- Te amo mucho Adrien.

- Siempre seré tuyo –Responde susurrando en mi oído- Futura señora Le blanc 

NOTA DE AUTOR: Así culmina esta hermosa historia, mañana o pasado mañana será subido el epilogo donde se contara sobre la boda de Adrien  y Marie ¿Qué les parece que se vayan a casar? Recuerden leer mis dos nuevos libros y darle apoyo, tambien cualquier dudan puedes escribirme a mis redes sociales 

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