La siguiente fase de la Olimpiada Académica trajo consigo una nueva serie de desafíos. Esta vez, la competencia sería individual, poniendo a prueba las habilidades de cada estudiante en su especialidad. Hyunjin y Felix, que habían logrado superar la primera ronda con éxito, ahora se encontraban en una situación que, sin que ninguno lo mencionara, habían temido desde el principio: enfrentarse cara a cara.

Las pruebas individuales se llevarían a cabo durante una semana entera. Cada día se enfocaría en una disciplina diferente: matemáticas, ciencias, literatura, y finalmente, un proyecto de investigación que integraba múltiples áreas de conocimiento. Este último desafío era considerado el más difícil y, a la vez, el más prestigioso. Ganarlo significaba ser reconocido como el mejor de la universidad, un honor que ambos anhelaban.

El lunes por la mañana, Hyunjin se despertó temprano, su mente ya completamente enfocada en la primera prueba: matemáticas. Aunque se sentía preparado, no podía evitar la creciente sensación de presión que lo acompañaba mientras se dirigía al aula designada. Sabía que Felix también estaría allí, y aunque habían prometido que la competencia no dañaría su amistad, la realidad era que ambos querían ganar. La línea entre la rivalidad sana y la competencia destructiva se estaba volviendo cada vez más borrosa.

Cuando Hyunjin entró en el aula, notó que los asientos estaban dispuestos de manera que cada estudiante estuviera aislado, sin posibilidad de ver las respuestas de los demás. La atmósfera era tensa, con estudiantes revisando sus notas de último minuto o simplemente mirando al frente, intentando mantener la calma.

Hyunjin vio a Felix en el otro extremo de la sala. Sus miradas se encontraron brevemente, y ambos intercambiaron una pequeña sonrisa de apoyo, pero detrás de esa sonrisa había una sombra de preocupación que ninguno podía ignorar.

El examen comenzó, y durante dos horas, Hyunjin se concentró completamente en los complejos problemas que tenía delante. Se dejó llevar por la lógica y las ecuaciones, disfrutando del desafío. Sin embargo, cada vez que lograba resolver un problema, no podía evitar preguntarse si Felix también lo habría resuelto, si habría sido más rápido o más preciso. La duda se infiltraba en su mente, distrayéndolo de su tarea.

Cuando finalmente entregó su examen, Hyunjin salió del aula con una mezcla de alivio y ansiedad. Sentía que había hecho un buen trabajo, pero la incertidumbre sobre cómo lo había hecho Felix seguía pesando sobre él.

Felix salió poco después, su rostro sereno pero con una energía nerviosa palpable.

-¿Qué tal te fue? -preguntó, intentando sonar despreocupado.

-Bien, creo -respondió Hyunjin, dándose cuenta de que estaba evaluando cada palabra, tratando de no mostrar demasiada confianza ni demasiado nerviosismo.

-Yo también -dijo Felix, asintiendo. -Pero bueno, es solo la primera prueba. Todavía queda mucho por hacer.

La semana avanzó rápidamente, y con cada prueba, la tensión entre Hyunjin y Felix aumentaba. Ambos lo notaban, pero ninguno quería ser el primero en mencionarlo. Las conversaciones que antes eran fluidas y naturales ahora se sentían forzadas, como si ambos estuvieran caminando sobre una cuerda floja.

El miércoles, después de la prueba de literatura, Hyunjin decidió que necesitaban un descanso.

-Felix, ¿qué te parece si salimos esta noche? Podemos ir a cenar o tomar algo, como en los viejos tiempos.

Felix dudó por un momento, pero luego sonrió.

-Sí, me parece una buena idea. Necesitamos despejar la mente.

Esa noche, se encontraron en su restaurante favorito, un pequeño lugar acogedor cerca del campus que servía la mejor comida casera de la ciudad. Al principio, la conversación fluyó con facilidad, hablando sobre cosas triviales: la comida, los chismes del campus, e incluso bromearon sobre los exámenes.

Pero a medida que la noche avanzaba, la conversación inevitablemente volvió a la Olimpiada.

-¿Te has dado cuenta de lo intensos que se han vuelto todos? -dijo Felix, mientras jugaba con su vaso de agua. -Es como si todos estuvieran dispuestos a cualquier cosa para ganar.

Hyunjin asintió, sintiendo el peso de la verdad en esas palabras.

-Sí, lo he notado. A veces me pregunto si vale la pena toda esta presión.

Felix lo miró con seriedad.

-¿Crees que nos estamos dejando llevar demasiado? Quiero decir, sé que dijimos que esto no afectaría nuestra amistad, pero... no puedo evitar sentir que algo ha cambiado entre nosotros.

Hyunjin sintió un nudo en el estómago. Era lo que había estado temiendo, pero no sabía cómo abordarlo.

-Felix, no quiero que esto nos separe. Pero... también quiero ganar. Y sé que tú también.

Felix suspiró, asintiendo.

-Sí, es complicado. Quiero ganar, pero no quiero perderte en el proceso. Quizás hemos dejado que la competencia defina demasiado nuestra relación.

Hyunjin se quedó en silencio por un momento, contemplando sus palabras.

-Tal vez necesitamos encontrar un equilibrio -sugirió finalmente. -Podemos seguir esforzándonos, pero también debemos recordar por qué somos amigos en primer lugar. No todo tiene que ser una competencia.

Felix sonrió, un poco aliviado.

-Tienes razón. Al final del día, lo más importante es nuestra amistad. Ganar es genial, pero no es lo único que importa.

Ambos se miraron, y por primera vez en días, sintieron que habían recuperado un poco de la conexión que parecía haberse perdido. La conversación se relajó, y pasaron el resto de la noche hablando sobre cualquier cosa que no fuera la Olimpiada.

Sin embargo, a pesar de su resolución de mantener su amistad intacta, la realidad de la competencia seguía siendo ineludible. El viernes llegó rápidamente, trayendo consigo el desafío final: el proyecto de investigación.

Este último reto era el más difícil, integrando múltiples disciplinas y requiriendo una presentación oral frente a un panel de jueces. Tanto Hyunjin como Felix sabían que este sería el verdadero punto de inflexión. No solo se trataba de demostrar quién tenía más conocimientos, sino también quién podía integrarlos y presentarlos de manera más convincente.

Cuando llegó el momento, ambos presentaron sus proyectos con la misma dedicación y pasión que siempre habían demostrado. Hyunjin se enfocó en un tema complejo relacionado con la inteligencia artificial, mientras que Felix presentó un innovador estudio sobre energías renovables. Ambos sabían que sus presentaciones eran fuertes, y por primera vez en mucho tiempo, sintieron una especie de respeto mutuo, más allá de la competencia.

Al final de la presentación, mientras esperaban la decisión de los jueces, Hyunjin y Felix se sentaron juntos, observando a los demás participantes. Sentían que habían dado lo mejor de sí mismos, y aunque la tensión aún estaba presente, también había una sensación de paz.

Finalmente, el profesor encargado se acercó al podio con los resultados.

-Después de deliberar, hemos llegado a una decisión. Los ganadores de la Olimpiada Académica de este año son... Hyunjin y Felix.

La sala estalló en aplausos, pero ambos se quedaron en silencio por un momento, asimilando lo que acababan de escuchar. Habían empatado. En lugar de un solo ganador, ambos habían sido reconocidos por sus méritos.

Se miraron el uno al otro, y sin necesidad de palabras, se entendieron. La competencia había sido intensa, pero en el fondo, habían logrado superar el desafío juntos, sin dejar que la rivalidad los consumiera.

Felix fue el primero en romper el silencio, extendiendo su mano.

-Felicitaciones, Hyunjin. Lo hicimos.

Hyunjin estrechó su mano, sonriendo.

-Felicitaciones a ti también, Felix. Y gracias por recordarme lo que realmente importa.

Mientras la sala continuaba celebrando, Hyunjin y Felix se dieron cuenta de que, aunque la competencia había sido dura, su amistad había salido fortalecida. Habían aprendido que, aunque la ambición era importante, no debía eclipsar los verdaderos valores que sostenían su relación.

Y así, mientras el evento llegaba a su fin, ambos sabían que este era solo el comienzo de un nuevo capítulo en su amistad, uno donde el apoyo mutuo y el respeto prevalecían sobre cualquier rivalidad.

Read you soon...
-Mimi 🦋