Los días parecían volver a la normalidad, o al menos, a una versión de la normalidad que Hyunjin y Felix podían manejar. Sin la presión de la libreta y su marcador, sus interacciones eran más fluidas y naturales. Volvieron a disfrutar de los pequeños momentos: las charlas despreocupadas en la cafetería, los estudios en la biblioteca, e incluso las largas caminatas nocturnas por el campus. Parecía que, por un breve tiempo, habían logrado encontrar un equilibrio.

Sin embargo, la tranquilidad resultó ser más frágil de lo que ambos esperaban.

Un viernes por la tarde, mientras terminaban una agotadora clase de física, el profesor hizo un anuncio inesperado.

-Este semestre, como es tradición, la universidad está organizando la Olimpiada Académica. Los mejores estudiantes de cada curso serán seleccionados para competir en diversas disciplinas. Es una excelente oportunidad para demostrar sus habilidades y ganar reconocimiento tanto dentro como fuera de la universidad.

Hyunjin y Felix intercambiaron miradas. La Olimpiada Académica era un evento muy prestigioso, y ambos sabían que sería una excelente plataforma para destacar. Pero también sabían que significaba una cosa: la competencia entre ellos se reavivaría, y esta vez en un escenario mucho más grande.

Después de clase, mientras caminaban hacia sus dormitorios, Felix fue el primero en abordar el tema.

-¿Qué piensas de la Olimpiada? ¿Vas a participar?

Hyunjin se encogió de hombros, tratando de sonar despreocupado.

-Supongo que sí. Es una buena oportunidad, y podría ser divertido. ¿Tú qué piensas?

-Lo mismo -respondió Felix, aunque había un brillo en sus ojos que delataba su emoción.

-Sé que dijimos que íbamos a relajarnos con la competencia, pero esto es algo distinto, ¿no crees? Podríamos verlo como una manera de desafiarnos sin que afecte nuestra amistad.

Hyunjin asintió, aunque una parte de él no estaba tan segura. Habían hecho progresos, pero temía que este nuevo reto pudiera hacerlos retroceder.

-Sí, podría ser. Mientras no dejemos que se nos suba a la cabeza.

Felix sonrió, dándole un ligero empujón en el hombro.

-Trato hecho. No hay marcador, solo diversión.

El lunes siguiente, se publicaron las listas de los seleccionados para las pruebas eliminatorias de la Olimpiada Académica. Como ambos habían anticipado, tanto Hyunjin como Felix estaban en la lista, junto con otros estudiantes destacados. Los seleccionados se reunirían para un primer encuentro esa misma tarde.

En la sala de reuniones, el ambiente estaba cargado de emoción y expectativas. Hyunjin y Felix tomaron asiento juntos, observando al resto de los estudiantes que también habían sido seleccionados. Algunos eran rostros conocidos, otros no tanto, pero todos compartían el mismo aire de determinación.

El profesor a cargo de la Olimpiada, un hombre mayor con gafas gruesas y una expresión severa, comenzó a hablar.

-Felicidades a todos por ser seleccionados. La Olimpiada Académica es un evento importante, no solo para la universidad, sino también para sus carreras futuras. Se les evaluará en diferentes disciplinas, desde matemáticas y ciencias hasta literatura y arte. Solo los mejores avanzarán a la siguiente ronda.

Hyunjin sintió que su corazón se aceleraba. Sabía que tenía habilidades fuertes en varias de las disciplinas mencionadas, pero también sabía que Felix era igual de competente. Los dos se miraron de reojo, ambos sintiendo la misma mezcla de emoción y nerviosismo.

-El primer evento -continuó el profesor- será una competencia de resolución de problemas en equipo. Los equipos serán seleccionados al azar, y su capacidad para trabajar juntos será clave para avanzar. Les deseo suerte a todos.

Cuando se anunciaron los equipos, Hyunjin y Felix fueron colocados en grupos separados, lo que, de alguna manera, fue un alivio para ambos. Aunque les gustaba trabajar juntos, también sabían que la competencia directa podría ser demasiado tensa en este punto.

Durante los siguientes días, ambos se sumergieron en la preparación para la Olimpiada. Pasaron menos tiempo juntos, no por elección, sino porque cada uno estaba ocupado con su equipo, trabajando en estrategias y practicando para la primera ronda.

Hyunjin se encontró disfrutando del desafío, pero no podía evitar pensar en Felix. A veces, se preguntaba cómo le iba a su amigo, si estaba tan concentrado como él, o si también estaba luchando con la mezcla de emociones que esta competencia inevitablemente traía. Por su parte, Felix se encontraba en una situación similar, deseando saber cómo estaba Hyunjin y si aún mantenían la promesa de no dejar que esto afectara su amistad.

El día de la primera ronda llegó rápidamente. Los equipos se reunieron en una gran sala de conferencias, donde se instalaron mesas con computadoras y pizarras blancas. El ambiente estaba cargado de tensión, pero también de expectación. Los estudiantes se sentaron en sus respectivas mesas, intercambiando miradas de determinación.

Hyunjin observó a su equipo, sintiéndose seguro. Habían practicado bien y se sentía preparado. Sin embargo, no pudo evitar buscar a Felix con la mirada. Cuando finalmente lo vio al otro lado de la sala, Felix le sonrió y levantó el pulgar en señal de ánimo. Hyunjin respondió con un gesto similar, sintiendo una pequeña ola de calma al ver que, al menos en ese momento, todavía estaban en buenos términos.

La competencia comenzó, y el silencio se apoderó de la sala, roto solo por el sonido de los teclados y el rasgar de los marcadores en las pizarras. Hyunjin se concentró en los problemas que tenía delante, dejando que su mente se sumergiera en la lógica y la resolución de problemas. El tiempo parecía volar, y antes de darse cuenta, el reloj marcó el final de la ronda.

Los equipos entregaron sus respuestas y se retiraron a una sala contigua, donde se les dijo que esperaran los resultados. Hyunjin se sentó junto a sus compañeros de equipo, tratando de mantenerse tranquilo, pero su mente no podía dejar de preguntarse cómo le había ido a Felix.

Finalmente, el profesor entró en la sala, sosteniendo un sobre con los resultados. El silencio se hizo absoluto mientras comenzaba a leer los nombres de los equipos que avanzaban a la siguiente ronda.

-Equipo Omega, Equipo Beta... -continuó el profesor, enumerando los nombres mientras Hyunjin contenía la respiración.- ... y finalmente, Equipo Alpha.

Hyunjin dejó escapar el aire que no sabía que estaba conteniendo. Su equipo había pasado. Pero antes de poder celebrar, su mente saltó directamente a Felix. ¿Y si su equipo no había pasado? ¿Cómo afectaría eso a su relación?

Sin embargo, cuando el profesor terminó de leer, Hyunjin vio a Felix acercarse, una sonrisa de triunfo en su rostro.

-¿Tú también pasaste? -preguntó Felix, casi sin aliento por la emoción.

-Sí, -respondió Hyunjin, sonriendo de vuelta. -Lo hicimos.

Felix dejó escapar una carcajada, y por un momento, todo parecía como antes, sin la sombra de la competencia nublando su amistad.

-Esto va a ser interesante -dijo Felix, y en su tono había un destello de la antigua camaradería que compartían.

Hyunjin asintió, sintiendo una renovada esperanza de que tal vez, solo tal vez, podrían superar cualquier obstáculo que se interpusiera entre ellos. Pero, en el fondo, ambos sabían que lo más difícil aún estaba por venir. La Olimpiada acababa de empezar, y con cada nueva ronda, las apuestas serían más altas.

Y aunque ninguno lo decía en voz alta, ambos se preguntaban si su amistad sobreviviría a lo que se avecinaba.

Read you soon...
-Mimi 🦋