Los días pasaron y el marcador en la libreta de Felix se convirtió en un testigo silencioso de la creciente brecha entre los dos amigos. Lo que antes era una amistad sólida y despreocupada, ahora se sentía pesada, como si la competencia hubiera plantado una semilla de duda que florecía en cada pequeña interacción.

Hyunjin intentaba ignorar la incomodidad, diciéndose a sí mismo que era solo una fase, que pronto encontraría la manera de equilibrar las cosas y recuperar la sensación de igualdad que había definido su amistad. Sin embargo, con cada victoria de Felix, esa sensación de desbalance se hacía más evidente.

Una tarde, mientras caminaban juntos hacia la biblioteca, Hyunjin decidió abordar el tema de frente. Sabía que no podían seguir así; la tensión estaba comenzando a filtrarse en aspectos de su vida que antes parecían inmunes a la competencia.

-Felix -comenzó, mirando hacia adelante, sus manos metidas en los bolsillos. -He estado pensando... ¿crees que esta competencia está yendo demasiado lejos?

Felix se detuvo por un momento, sorprendido por la pregunta.

-¿A qué te refieres?

-Bueno, es solo que... parece que últimamente todo se trata de quién es mejor en esto o en aquello. Y no sé, siento que nos estamos perdiendo algo. Antes nos divertíamos más, ¿no crees?

Felix lo miró, la preocupación se dibujó brevemente en su rostro antes de que la reemplazara con una sonrisa relajada.

-Hyunjin, siempre ha sido así entre nosotros. Nos retamos, nos empujamos a ser mejores. Eso es lo que hace que nuestra amistad sea especial.

-Sí, pero... -Hyunjin buscó las palabras correctas, luchando por expresar lo que sentía. -¿No te parece que estamos dejando que la competencia defina todo? Es como si ya no supiéramos cómo estar juntos sin intentar superarnos mutuamente.

Felix frunció el ceño, bajando la mirada al suelo.

-No había pensado en ello de esa manera -admitió. -Para mí, siempre ha sido algo positivo. Pero si te está afectando de alguna manera, deberíamos hablarlo.

Hyunjin sintió un pequeño alivio al escuchar esas palabras, pero también una punzada de culpa. No quería que Felix sintiera que todo era su culpa, porque en realidad, ambos estaban atrapados en la misma trampa.

-No es que sea algo malo en sí -explicó. -Solo que... tal vez podríamos dejar de contar los puntos por un tiempo, ¿sabes? Volver a disfrutar de nuestra amistad sin esa presión.

Felix asintió lentamente, pensando en lo que Hyunjin había dicho.

-Podría ser una buena idea -respondió finalmente. -Aunque, para ser sincero, me gusta la competencia. Me gusta cómo nos hace esforzarnos, pero también me doy cuenta de que no debería ser lo único que nos define.

Hyunjin sonrió, sintiendo que finalmente estaban en la misma página.

-Exactamente. Podemos seguir desafiándonos, pero no tenemos que convertirlo en una guerra constante.

Felix sonrió también, y la tensión pareció disiparse un poco mientras continuaban su camino hacia la biblioteca. Acordaron dejar la libreta a un lado, al menos por un tiempo, y enfocarse en disfrutar de la compañía del otro sin la necesidad de competir en cada aspecto de sus vidas.

Sin embargo, aunque ambos deseaban que esta nueva resolución fuera suficiente para aliviar la presión, la realidad era que los sentimientos de inseguridad y rivalidad que habían crecido en silencio no se desvanecerían tan fácilmente.

Esa misma noche, mientras se sentaban juntos a estudiar, la conversación fluyó más ligera que en días anteriores. Pero en el fondo, ambos sabían que había un tema que todavía no habían abordado del todo: lo que realmente significaba su relación y cómo la competencia había empezado a alterar sus verdaderos sentimientos.

Después de un rato, cuando las palabras en los libros comenzaron a desdibujarse por el cansancio, Hyunjin se atrevió a mirar a Felix. Lo vio concentrado, mordiéndose el labio mientras resolvía un problema. Una pequeña sonrisa asomó en los labios de Hyunjin; en ese momento, recordó lo que lo había atraído hacia Felix desde el principio. Era más que la competencia, más que el deseo de ser mejor. Felix tenía algo que lo hacía único, algo que Hyunjin admiraba profundamente, aunque a veces le resultara difícil admitirlo.

Y justo cuando estaba a punto de decir algo, Felix levantó la vista, atrapando la mirada de Hyunjin. Por un instante, la conexión entre ellos fue tan intensa que ambos se quedaron en silencio, sin saber cómo interpretar lo que sentían. Era como si un muro invisible se hubiera levantado entre ellos, uno que ninguno de los dos sabía cómo derribar.

Felix fue el primero en romper el silencio, aunque lo hizo de una manera casual.

-¿Estás bien, Hyunjin? Pareces pensativo.

Hyunjin dudó, pero decidió mantener el tono ligero.

-Sí, solo estaba pensando en cuánto odio este problema de matemáticas -bromeó, volviendo a su libro.

Felix sonrió, aceptando la excusa sin más preguntas. Pero mientras ambos volvían a concentrarse en sus estudios, la sensación de que algo estaba cambiando entre ellos persistió, como una sombra alargada que se negaba a desaparecer.

Poco a poco, ambos empezaron a darse cuenta de que su amistad estaba entrando en un territorio desconocido, uno que les obligaría a enfrentarse a sus verdaderos sentimientos. Pero por ahora, ninguno de los dos estaba listo para dar ese paso, y así, el juego continuaba, aunque el marcador ya no estuviera presente.

Lo que no sabían era que, aunque la libreta estuviera guardada en un cajón, las tensiones y los sentimientos no resueltos seguirían su curso, inevitablemente, hacia un punto de quiebre.

Read you soon...
-Mimi 🦋