Harry se sentó en su lugar en la mesa del personal entre los profesores Sprout y Sinistra (bueno, ahora suponía que debería llamarlo Pomona y Aurora). Los estudiantes comenzaron a filtrarse en el Gran Comedor, y muchos señalaban y susurraban en sus respectivas mesas sobre los recién llegados a la mesa del personal. Harry trató de evitar mirar a alguno de ellos.

Miró a su derecha para ver a Mal- Draco que parecía igualmente incómodo y se frotaba nerviosamente el brazo izquierdo. Ah, Harry suponía que tenía razón al tener miedo de que los padres dijeran cosas odiosas sobre un antiguo mortífago que enseñaba en Hogwarts. Seguramente algunos lo harían, pero Harry esperaba que no fuera tan malo. Sí Draco había sido absuelto, y Harry había encontrado dentro de sí mismo hablar en defensa en su juicio, entonces el resto del Mundo Mágico no debería tener problemas para pensar que no era seguro para él enseñar a sus hijos.

Harry volvió a centrar su atención cuando el profesor Flitwick (Filius, Harry) dirigió a los de primer año. La canción del Sombrero Seleccionador no era nada excepcional, describía lo que cada casa representaba y la importancia de la unidad, y luego comenzó la clasificación. Le tomó unos cuarenta minutos, y al final Harry se estaba muriendo de hambre. McGonagall se puso de pie para dirigirse a los estudiantes.

"Haré que mis anuncios sean breves: Bienvenidos a los de primer año, y a todos los demás, bienvenidos de nuevo. El bosque en el terreno está prohibido, y los estudiantes no pueden entrar a menos que un profesor lo indiqué específicamente. El Sr. Filch me ha avisado recordarles que se puede encontrar una lista de artículos prohibidos en los pasillos en su puerta, y que no se debe usar magia en los pasillos."

"También me gustaría presentar las dos nuevas incorporaciones a nuestro personal: el Profesor Malfoy asumirá el cargo de Maestro de Pociones, y el Profesor Potter será su nuevo instructor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Eso será todo por ahora. Que comience el banquete"

La comida y la bebida aparecieron en vastos platós y jarras, que nunca dejaron de sorprender a Harry. Le resulta extraño como Hogwarts siempre parecía sentirse como en casa, tan familiar y reconfortante.

Por supuesto, este lugar tenía fantasmas para él (tanto literales como figurativos), siendo el sitio de tantas muertes y tanta destrucción. Era el lugar donde Remus y Tonks habían muerto, dejando a Teddy sin padres, y era el lugar dónde él mismo había muerto, y donde tantos habían sufrido bajo los Carrow. Aún así, se sentía más como en casa para él que en Grimmauld. O su casa con Ginny, que siempre se había sentido extrañamente vacía, o (Merlín no lo quiera) Privet Drive, número 4. Quizás algún día encontraría un lugar que se sintiera como en casa, uno que no fuera perseguido por la muerte y el horror, pero por ahora, él era complaciente aquí.

Cuando la comida terminó, Harry estaba más que lleno. No creía haber comido tanto en años; y tal vez no debería haberlo hecho, ya que ahora se sentía un poco enfermo. Vio a muchos estudiantes irse y escucho gritos de "¡Primeros años de Gryffindor¡ ¡Síganme!" "¡Hufflepuff! ¡Por aquí!" y así sucesivamente, así que asumió que sería seguro para él escapar. Dio la vuelta al pasillo, tratando de evitar el contacto con la mayor cantidad de estudiantes posibles. Finalmente, escapó de sus confines y se dirigió a sus habitaciones, inmediatamente se desplomó en su cama y se durmió una vez que llegó.