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Capítulo XVI


Capítulo 16

PECADO


Tiempo después Sebastian volvió a casa, William le había ayudado a ir a su habitación para poder descansar; las piernas no habían reaccionado a sus actos cuando se paró de aquella cama vieja, menos mal que el oji-verde se encontraba ahí y reaccionó antes de que cayera al suelo. Sebastian estaba agradecido y sinceramente muy sorprendido, William le había estado cuidando durante esos tres días tan atento a que comiera y descansara adecuadamente, Michael solo podía apartar la mirada con un leve sonrojo y mucho más al sentir su pecho avivar algo en su corazón por recibir todas esas atenciones por parte del mayor, las cuales nunca había recibido.

William, cada vez que salía de la habitación del cuervo solo cambiaba su expresión como si de una máscara se tratara.

Examinando el papeleo que pudo traer del trabajo, se removía cansado frotando sus manos ásperas contra su rostro para ahuyentar la pesadez, observaba con detenimiento como todo iba andando en su ausencia, sabía que no podía salir pero que hacia mientras, si iba a esperar aprisionado en su propio hogar era mejor eso a quedarse tirado en la cama sin hacer nada. Tiró los papeles hacia la mesa con frustración despeinando sus cabellos con desespero; no había sabido de Adrian en esos días, el mayor ni siquiera había dejado alguna señal, alguna pista, nada, ni siquiera tenía idea de cuánto tiempo estaría afuera y enserio que podría quedar calvo si seguía tomando sus cabellos con vehemencia por la ansiedad que le estaba atacando cada dos por tres.

Volvió a recargarse en la silla notando el silencio en aquella residencia, no esperaba que fuera tan pronto que el ruido disminuyera en el regreso de Michael, normalmente siempre estaban discutiendo o el cuervo estaba en la cocina o por lo general siempre estaba haciendo algo en su habitación generando algo de sonido pero ahora...

-¿Michael?—entró a la habitación del cuervo para poder despejar un poco su mente y quizás olvidar un poco el tema de Adrian. Necesitaba relajar su cuerpo y sacar esa molestia tan fastidiosa de su cuerpo, pero al entrar notó que este no se encontraba en su cama donde lo había dejado hace una hora—¡Michael!—fue sorprendente el tono de alarma y preocupación que salió de su boca pero no le dio mucho importancia cuando abrió la puerta del baño y le encontró desnudo saliendo de la tina de mármol con absoluto cuidado.

-Michael—se acercó con apuro—te dije que no podías venir hasta aquí solo, debiste llamarme—le regañó tomando su mano y cubriéndolo con una toalla, Sebastian, quien apenas había notado la presencia del azabache, se sonrojó ante la forma y actitud del mayor al encontrarlo en la ducha, solamente había ido a sacar sus preocupaciones con el calor del agua, eso era todo. William estaba con toda la calma del mundo secando aquel cabello de color noche como si fuera de todo los días, sus manos pararon en seco al darse cuenta de su acción, pero en vez de apartarse lo más rápido posible como se esperaba se quedaron quietos, ambos, mirándose mutuamente por un tiempo, por alguna extraña razón lo sintieron como un Deja vu, hasta que William rompió el contacto escondiendo sus manos en los bolsillos y apartando la mirada de la carmín de aquel cuervo casi que con timidez.

-Estaré afuera—comentó alejándose de para atrás para al fin salir de allí y dejar a Michael solo.

Eso había sido bastante extraño.

Sí, desde hacia un tiempo notaba algo extraño cada vez que miraba al cuervo; su propia aspecto incluso le sorprendía en algunas ocasiones cuando estaba junto a él; pero lo notaba más que todo porque la actitud de Michael estaba cambiando, ya sea por algún toque o acción de su persona. Y recapitulando en tiempos y acontecimientos en los que ambos se habían encontrado antes de esto, desde un inicio el demonio frente a él era muy hostil, egoísta, una aberración y al mismo tiempo...

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Un pecado.

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Y a pesar que ahora lo veía más tímido, reservado, calmado; lograba interferir en sus pensamientos con su piel nívea, sus cabellos tan oscuros como el cielo de anochecer y sus ojos rojo sangre con la que deseaba untarse y seguir pecando por querer...desear tanto su cuerpo. No lo quería admitir, pero sabía muy bien que tener a Sebastian junto a él de ese modo que tanto pedía el peli-plata le era muy difícil porque una parte, muy pequeña, de su opaco corazón sabía que si lo hacía,

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Grell quedaría en el olvido.

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El sonido de un portal lo sacó de sus cavilaciones y prontamente se dirigió al living notando, al fin, la presencia del Shinigami Legendario. No podía más que respirar con alivio para poder saber todo lo que había pasado en esas horas de espera, pero antes que su voz fuera escuchada su boca fue cerrada por la expresión fría y seria del peli-plata; era obvio que algo malo había sucedido.

...

El anochecer estaba cerca, el tono entre rosa, morado y azul se hacían notar en el cielo con profunda elegancia y belleza, un atardecer totalmente tranquilo, totalmente distinto al ambiente en el que se encontraban estos dos seres en aquella mesa de comedor. El silencio había reinado por un tiempo apenas siendo escuchado el reloj de péndulo que colgaba en la pared de la sala, William amablemente le dio un café al mayor y ambos se sentaron para poder charlar sobre el tema a tratar o mejor dicho planear lo que seguía de esta prueba.

-Hanna murió anoche—fue el inicio de la conversación, el anuncio tomó por sorpresa al más joven y para mala suerte de los menores no era una buena señal.

...

Sebastian después de haber salido del baño y cambiar sus ropas se tomó un tiempo para pensar en lo que había sucedido anteriormente en el cuarto de lavado; estaba seguro que esa expresión, ese mirar tan cálido de aquellos ojos avellana de William ya la había visto. En el cajón con llave de su armario sacó su cuadernillo, aquel que había arreglado con absoluto empeño y paciencia en esos días recuperando lo que fue anteriormente, para ver si allí había alguna pista, intuía que ese episodio no había pasado recientemente así que buscó en sus dibujos más antiguos para ver que había en él, pero no encontró nada, estaba seguro que había visto antes esa mirada en algún sitio y daba por hecho que William también lo había notado, pero no podía asegurar de donde. Se levantó de su escritorio y con ayuda de los muebles y paredes pudo caminar a ritmo lento hacia la puerta para dirigirse al salón, sus piernas aún estaban débiles por lo que buscaba el apoyo de lo que le rodeaba para poder caminar mejor (como maldecía ser tan miserable ahora mismo); caminó por el corredor oyendo voces hasta encontrarse con la silueta del Shinigami peli-plata en el comedor.

-¿Undertaker?—les miró con curiosidad, prácticamente en el ambiente se sentía algo de angustia y quizás un poco de inquietud—¿q-qué ocurrió?—frunció el seño al ver el aspecto del mayor. Su túnica yacía impregnada de la sangre de su compañera, tibia y fuerte para aquellos con buen olfato y con sutiles marcas de agua y tierra por la temporada, el lodo en sus zapatos como las curiosas cadenas que este cargaba en su traje.

-Perdón por venir en estas fachas, pero no hay tiempo que perder ahora. Necesito que me escuches Sebastian. Ambos—comentó con mesura.

-¿Qué. Pasó?—con severidad volvió a preguntar.

-Hanna Murió Michael—le respondió sin vacilar el Shinigami más joven, el cuervo abrió los ojos sorprendido—la encontré en su tienda esta mañana—terminó diciendo el peli-plata, bajando la mirada y con algo de pesar le anunció otra cosa al cuervo—Kuro...—Michael le cambio la cara ante la mención del peludo animalito negando con la cabeza ante ese comentario—lo enterré con ella esta misma tarde—la expresión en Sebastian no se podía describir se puso más blanco de lo normal y sus manos sujetaban la silla de al lado del comedor con la que se había sostenido cuando llegó, temblaba, al igual que sus piernas que no aguantaron su peso dejándole caer al suelo en decadencia, se mordió el labio inferior aguantando las ganas de llorar y gritar por lo que le estaba pasando, tal vez muchos digan que era solo un animal, pero aquel peludito amigo le había acompañado en muchas ocasiones de soledad y le ayudaba a aliviar sus penas; sus lágrimas salieron por sus rojizos ojos con total libertad y su llanto ahogado convertidos en gemidos no los pudo ocultar, solo le hacían partir el corazón a Adrian, pero le sorprendió en grande ver como William se acercaba a él tan rápido para calmarle, se quedó con los ojos bien abiertos observando como el cuervo se abraza a William ocultando su rostro en el pecho de éste tomando su camisa con necesidad, el azabache mayor lo silenciaba como en un arrullo abrazándole con protección sentándose con Sebastian para relajarle; un flash back salió en su mente como rayo y se esfumó como había llegado dándose cuenta que este par quizá no necesitaría de sus recuerdos como lo había supuesto la peliblanca, Under sabía que como diera lugar ellos se volverían a juntar como lo hicieron hace tanto tiempo atrás.

...

El quedarse frente a la ventana cada vez que ocurría algo era la única escapatoria para ese sentimiento de "dolor" que sentía, era extraño porque nunca había pasado esto o por lo menos no de ese modo, (no a ese extremo), pero para ser sinceros siempre esos sentimientos albergaron en su interior, siempre supo que era diferente pero no sabía por qué, constantemente percibía "algo" de ello, lo tenía siempre presente, casi para agarrarlo pero cuando lo tenía en la punta de su lengua en segundos se salía de sus manos y volvía al comienzo, era lo único que le demostraba que no era lo que tanto le metieron en la cabeza y no estaba lejos de considerar que sus sueños tenían alguna relación.

William se le quedó viendo unos minutos después de aquel flaqueamiento; Sebastian pidió que le llevara de regreso a la habitación después de unos minutos de llanto y silencio, cayendo en aquel taburete al lado de la ventanilla mirando hacia un punto en especifico pero sabiendo que solo ignoraba todo a su alrededor; cerró la puerta tras de sí para dirigirse al comedor donde Adrian le esperaba.

Ambos sentados en la mesa se quedaron en un silencio mínimo, Undertaker se debatía si debía decirle a William todo lo que habló con la peli-blanca ese día antes de su muerte en vez de quedarse callando como se lo había propuesto, pero ciertamente no sabía qué hacer, todo estaba pasando muy rápido y no estaba seguro de que este tema fuera a ser tomado a bien por el Shinigami más joven.

-Spears—era hora de hacer algo, de eso no tenía dudas—quiero que me escuches...—pero de repente no puedo sacar aquellas palabras de su boca, la voz se le quedó en la garganta sin poder modular siquiera una frase. Obviamente no podía decirle:

"Ehy William, fíjate que Sebastian es un hibrido y podría morir pronto, porque la criatura que están buscando los recolecta" NO, así no lograría nada, pero tampoco podía quedarse callado. Y el empezar con que Grell sabía de este tema, tampoco sería muy útil que digamos, aunque el recordar como el carmín hacia lo posible para que estos dos evitaran pelearse lo hacía algo muy evidente, por lo que nunca dejaba que las cosas entre ellos fueran a mal. William debería haber sospechado algo de ello, pero a lo mejor no.

-Hanna y yo...—suspiró con fuerza y siguió hablando—...dejamos un líquido por el camino hacia el a fuente, el ambiente es pesado más que todo cuando el sujeto no está en su refugio para evitar que intrusos lleguen allí, pero es el mejor momento para poder infiltrarse; adentro no pudimos hacer mucho, el lugar está afectado por otras sustancia o incluso conjuros que podían dar cara a las pociones de Hanna incluso llegó a evaporarse en algunos sitios, por lo que tendrán que tener cuidado no estoy seguro que pueda durar mucho tiempo, yo volveré mañana por la mañana para poner más de esa cosa. Ésta solo ha sido una prueba pero no podemos confiar que ese sujeto no se dé cuenta de lo que tramamos así que mañana tendrán que salir hacia allá más efectivamente cayendo la tarde, que es lo más seguro que estará allí cuando anochezca, tendrán el tiempo suficiente para poder seguir vertiendo el líquido para que aguanten el ambiente. Solo esperemos que todo salga bien y reza para que no haya ningún problema—se levantó del asiento haciendo resonar la silla por el suelo y las cadenas que siempre cargaba consigo—otra cosa, es necesario que vayan primero a la tienda para darles algo para que puedan pasar el borde.

-¿Borde?

-Sí. El mismo que Sebastian no pudo pasar al hacer contacto con esta y colapsar—su mirada dio hacia una sombra que estaba seguro se estaba moviendo, pero parecía que era su imaginación, aun así no iba a bajar la guardia, miró a William con seriedad al visualizar los papeles en su mesa—y no vuelvas a salir—apretó los dientes para evitar alguna innecesaria discusión pero su mirada y el agarre en el hombro que le estaba dando al azabache demostraba lo molesto que estaba, empujándolo a un lado se retiró por el portal que desapareció en un parpadeo frente a William, quien chasqueó la lengua con disgusto ante la actitud de su mayor. No era un niño como para que lo regañaran por todo.

...

La noche había llegado, el cielo estaba nublado y era seguro que pronto llovería, lo que generaba una gran desventaja para ellos en esta situación, pero Undetaker no podía pensar en lo que les haría bien o no, el mundo en sí nunca está a tu favor y nunca lo estaría, por lo que era mejor vivir con ello y afrontar los baches que el camino les tenía preparado obligándolos a hacer lo que se tenga que hacer a pesar de lo duro que sea.

...

William y Sebastian solo podían quedarse ahí como si nada, esperando el momento. William se encontraba en el comedor terminando su trabajo mientras Sebastian dejaba aquel taburete aún lado; había pensado en una mejor forma de poder encontrar respuestas a sus preguntas, le iba a costar mucho y sabía muy bien que podría peligrar su vida si daba un paso en falso, pero era la única forma de poder ayudar a su mente y sobre todo a este caso. No había hecho esto hace más de trescientos años pero ahí iba a intentar algo que juro no hacer de nuevo. Se sentó en medio de su habitación, el centro de lo que parecía una estrella que había dibujado con anterioridad, en posición de loto, con ojos cerrados y manos juntas entonó algunas palabras en su lengua natal para poder empezar una búsqueda interna. El cuarto cada vez se llenaba de una neblina bastante espesa a cada palabra dada llenándose de oscuridad que hasta la luna podía ser segada por la potencia de este conjuro; fue en un momento que aquella habitación ya no lo era; una civilización completa apareció ante sus ojos pero tan gris como su pasado parecía, en forma de bruma de color negro se deslizó por las calles de lo que parecía la antigua Londres, se dirigió por los pasajes más conocidos que podía recordar, buscándose así mismo e investigando a las personas, los murmullos de la gente y el ruido del comercio se oían distorsionados por la velocidad con la que pasaba hasta que paraba frente a la gente leyendo sus mentes e incluso entrando a su cuerpo para tener mucho más contacto con ese tiempo. Faltaba poco para llegar a lo que recordaba que era su hogar o al menos lo que pensaba que era; una casa en la esquina casi saliendo de la ciudad le llamó la atención, observó con detenimiento los alrededores notando el sitio bastante tranquilo en donde aquel hogar se encontraba, si, estaba seguro que era esa, se metió por el callejón que la separaba de las otras casas para adentrarse por la ventana del segundo piso visualizando a un par de mujeres que observaban una cuna, se acercó muy sutilmente para ver si era lo que pensaba. Se acercó y se acercó, obteniendo la vista de...

-¿Michael?—todo se volvió negro sacándolo del recuerdo de una forma tan brusca que la sintió como un golpe en la cara haciéndolo caer con estruendo en el suelo y borrando el símbolo bajo él.

-Maldita sea—profirió el menor con ira—que te pasa imbécil, no sabes tocar—refunfuñó con histeria levantándose como podía casi sin aliento, su mirada encendida en un fuerte fucsia delataban su lado demoniaco frente a William—pudiste matarme idiota—el mayor a pesar de no entender la rabieta del cuervo, calmó su cólera ante las palabras de este para acercarse con preocupación al notar la sangre que salía a chorros por la nariz de Michael y la falta de aire que le estaba obligando a toser.

-¡Ehy Michael!—con rapidez lo colocó en la cama retirando las sábanas para acomodarlas en un bulto y elevar las piernas de Michael para que no se desmallara; se dedicó a darle aire boca a boca para que se recuperara más rápido, Michael le retiró de un empujón mirándolo con el ceño fruncido y limpiando la sangre de su nariz con la mano libre, aún se sentía mareado pero por lo menos, podía estar peor. William se retiró por un vaso de agua y una coca con el mismo contenido acompañada de una toalla húmeda para poder atender al cuervo, después de un tiempo de limpiar la sangre y enfriar un poco la situación William se sentó en la silla del escritorio.

-¿Ya has podido caminar?—preguntó para generar conversación, Michael se había quedado muy cayado durante toda esa situación por lo que se sentía algo incómodo.

-Eh podido moverme un poco—fueron las cortas palabras del oji-rojo, William frunció el ceño y decidido levantó a Michael de la cama de un solo jalón ganándose las quejas de este.

-Vamos a hacer este ejercicio para que puedas sentirte mejor para mañana. No llevaré a un casi inválido a esta última prueba así que coopera un poco conmigo y deja de lloriquear—las palabras de William eran serias y frías, pero por un ladito notaba muy bien la preocupación que este tenía, así que no dijo nada y prefirió seguirle la corriente.

Una hora había pasado desde entonces, William le empezó dando leves masajes haciendo estirar sus piernas como moverlas de un lado a otro. Sebastian yacía vestido solo con una camisa y su ropa interior, sosteniéndose a la pared frente al espejo donde veía al Shinigami bastante concentrado en su tarea. Sonrió de lado viéndole así, como le encantaba cuando fruncía el ceño de esa forma en atención a lo que hacía, Will le observó sonriendo igual de medio lado al notar la mirada del oji-rojo apartarse con rapidez de su reflejo, no dijo nada pero si hizo algo que sorprendió al menor.

-¿Qué estás...

-Ssh—le cayó apegándose más a él susurrando en su oído mientras bajaba aquella prenda que tapaba ese maravilloso y voluptuoso trasero que se cargaba—solo disfrútalo Michael, harán que tus piernas actúen más rápido.

-AH—su interior fue llenado de manera rápida obligando a soportar su peso en las piernas y sostenerse con fuerza en la pared, William se empezó a mover despacio acelerando cada vez el movimiento y profundizando cada estocada, Sebastian respiraba agitado mientras sus nalgas chocaban con erotismo en la pelvis del mayor quien estaba embelesado por como su miembro salía y entraba de ese pequeño orificio, le encantaba ver eso, un vicio incontrolable, volvió a embestir lento y salía con la misma velocidad torturando al cuervo con ello hasta que hacía una profunda estocada sacándole el aire y los gemidos más agudos en Michael, un deleite que gustaba cada vez que lo hacían, era como música para sus oídos, Sebastian empezó al igual a acelerar el ritmo yendo al contrario de William queriendo llegar al éxtasis hasta que lo consiguió, corriéndose frente al espejo manchando este apretando al mayor con fuerza queriendo su esencia dentro de sí, pero William lo resistió mordiendo su hombro y apegándose a su espalda hasta que Sebastian sintió el espejo frio en su cuerpo.

-Quiero comerte completo—gruñó el oji-verde mientras besaba el cuello de Michael marcándole, reclamándolo como suyo, tomó sus manos apretándolas en la pared mientras seguía embistiéndole sacándole suspiros y gemidos a Michael como nunca lo había hecho. Sus alas salieron inevitablemente arqueándose ante su presencia, William las acarició con delicadeza y besando su naciente haciéndole cosquillas al menor quien mordía ansioso su labio inferior con gusto, mientras seguía empujándose contra el mayor.

-Will...no puedo—aclamó necesitado, William tomó su barbilla y le besó.

-Mira tú reflejo—mencionó bajándole de nuevo teniendo la vista que tanto gustaba, Sebastian miró sus ojos cristalinos, deseoso por más, apretando tanto sus ojos como manos a cada embestida lenta, rápida o profunda que le regalaba el oji-verde—no cierres los ojos, mírate—así lo hizo hasta que no pudo aguantar más cerró sus ojos y gimió agudamente corriéndose por segunda vez y acompañándole el mayor esta vez llenándolo con fuerza.

-Ahj Will—tomó aire, sus piernas temblaban pero estaban más que rígidas sosteniendo (o tratando de hacerlo) su peso. El azabache cayó sus palabras nuevamente pero esta vez con un beso que le quitó la respiración.

-Aún no hemos acabado, apenas estamos empezando Michael—fueron las palabras que cerraron con broche de oro una lujuriosa noche, dejando todas las preocupaciones a un lado, como las personas que habitaban en sus mentes, disfrutando más que nadie.

Continuara.....


Ƹ̴Ӂ̴Ʒ

Hola mis queridísimas almas lectoras aquí de nuevo con un capítulo más, uno largo como debe de ser. Espero que lo disfruten porque la guerra está a punto de empezar y con ello el termino de esta historia, si no estoy mal estaré terminando este Fic en unos 7 o 5 capítulos más, no puedo asegurar un número exacto pero sé que será pronto y me da mucha tristeza terminarlo porque es uno de mis fic favoritos y el que quiero mucho :'(

Por cierto, lamento no estar tan activa, he estado enferma, el comeback de BTS fue hace pocos días y todas sus cosas se me están juntando a más no poder porque el maldito internet no entra bien a mi Celular :'v, aprovecho el tiempo en el pc lo suficiente para poder escribir y seguir trabajando para poder tener estos últimos días libres. Como el Jueves Santo empieza todas las festividades y seremonias no estaré presente igual, así que por eso decidí hacer esto antes para que no se queden con la intriga, espero poder actualizar lo antes posible.

Otra cosa, por si no leyeron el mensaje en mi muro vayan y vean, ahí dejé un consuelo por lo que le hicieron a Notre Dame :'(. Si, le hicieron porque estoy segura que eso fue planeado, porque no es considencia que empezando Semana Santa se incendie una de las estructuras católicas y más viejas de la historia por 6 horas. Pero Dios castigará al que lo hizo a su debido tiempo.

Bueno así sin más los dejo con la última nocia de que Wattpad está drogandose, ya es horrible tener que evitar que Youtube te robe vistas del vídeo de los chicos (o de cualquier vídeo) como para que Wattpad se fume el mismo cilantro para quitarte seguidores....es demasiado sad, pero ahí uno no puede hacer nada así que me despido. Espero voten comenten y compartan esta historia Recuerden no fumar, ni tomar tantas bebidas alcohólicas, ni tomar drogas (como Wattpad y Youtube >:v) porque la vida es corta y es una sola.

Los amo~♥

Ba Bay

Violinblanco cambio y fuera ♪

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