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Capítulo XIII


Capítulo 13

Dolor (2/3)

Roto por fuera

Advertencia:

Este capítulo será algo distinto a los demás y quizás algo confuso de comprender, quería tratar este concepto a un estilo película; como ambos personajes en una misma situación pero en diferentes tiempos y escenas. Cuando la escena se esté dando con William la letra cambiará a "Negrilla" y cuando la escena sea con Sebastian será en "Cursiva", si la letra se encuentra "en negrilla y cursiva" es porque están dando la misma respuesta. Espero que me hayan comprendido aún así hice lo mejor para que ustedes no se confundieran, muchas gracias por su atención y espero disfruten el capítulo.

...

Un nuevo día comenzaba, el sol de nuevo se colaba por las ventanas iluminando en su máximo esplendor con envidia. Un día que excelentemente podías disfrutar y pasear por la ciudad oyendo a los niños correr y las carrosas andar, pasear por las diferentes tiendas que sacaban el pan recién hecho o los postres más coloridos del lugar, como los vestidos nuevos en los escaparates, como los juguetes. William pasaba precisamente por esos lugares con un rostro totalmente inexpresivo a pesar del día. Había salido de casa tan temprano como le fue permitido a su cuerpo después de su schook de la noche anterior.



Aun pensaba




Se regañaba




Se culpaba




Porque definitivamente era su culpa ¿no?.




No, era la culpa de Michael ¿cierto?; pero ahora no estaba tan seguro de eso.


...


Mientras, en aquella casa apartada del mundo tanto humano como Shinigami, yacía Sebastian sentado en la butaca frente a la ventana, con las piernas recogidas siendo abrazadas por uno de sus brazos mientras su mirada yacía perdida en el escenario que le brindaba su gran ventanal, viendo como el sol lucía tan brillante entre nubes suaves como el algodón, entre colores claros que iluminaban siempre con el amanecer claramente sin verlo frente a él; estaba sumido en un pensamiento complicado, hilando hilos donde ni siquiera los había, buscando una solución a todo esto de una vez.

Aquella pesadilla se esfumó como el fénix cuando se consume por el fuego al contárselo a Adrian, llevándolo a entender varias cosas de lo que yacía aún difuminado en su escenario antes de despertar, sabe que hay algo ahí importante para su vida, muy importante pero que le fue arrebatado, no sabía el por qué pero sabía que se trataba de William pero claramente este no le daría una respuesta después del comportamiento que tuvo con él la noche pasada, una situación en la que no sabe lo que ocurrió, sus lágrimas fueron un impedimento a echarle cabeza a ese tema que corría por su mente, tanto así que se sintió seco, sólo, rechazado, botado en aquella cama como si fuera algún trapo viejo al cual desecharon después de tanto usarlo, acostado boca arriba en la soledad de la noche mientras sus lágrimas salían cada vez más oscuras hasta llegar a ser carmesís. Ahora su cama yacía con ese fuerte color pintándolas y por alguna razón sabía el porqué, pero a la vez no. Esa mañana había despertado sintiendo algo seco en su rostro notando como la cama yacía manchada de sangre, se levantó tan rápido como pudo mirando su reflejo en el espejo notando como sus lágrimas llenas del doloroso color rojo sangre estaban secas en su rostro, limpió su cara con agua apresuradamente preocupándose por lo que diría William si lo encontraba en ese estado.

Al recordarle solo paró toda acción mirando la bajilla frente a él de un mármol ya no tan limpio, sus cabellos dejaban caer gotas de agua en este borrando las marcas rojas del objeto, tragó duro y tomó con fuerza aquel objeto que servía para el agua pero que tristemente tomó otro destino al botarlo con furia hacia la pared rompiéndose con un fuerte estallido y esparciéndose por todo el baño. Gritó, gritó como nunca para sacarse ese vació del pecho, lo hizo hasta desgarrarse la garganta olvidando lo que hizo después. Probablemente sentándose allí en esa butaca hasta que perdió el sentido del tiempo.

Dos días pasaron sin que se vieran, Sebastian incluso pensaba que William se había ido de la casa y no había vuelto y como última opción él quedó atrapado en su solitaria habitación dejando que sus pensamientos cada vez más carcomieran su mente sin hallar solución a sus problemas, hasta que algo se le ocurrió, la tarde estaba cayendo pero seguro que encontraría a Undertaker en su tienda, solo tenía que ver cómo salir de allí.


...


William pasó por la mañana para ver a Adrian, que terminaba de guardar una pala por su recién enterrado. Tenía que solucionar esto de alguna forma o sino no avanzarían en nada y como fuera haría lo que Undertaker le dijera.

-Vaya, vaya, vaya ¿que tenemos aquí? Jijijiji

-Buen día Señor Spears, ¿qué le trae por aquí?

-Vengo a hablar de algo importante.

...

-Ya veo, por eso te hiciste esto. De nuevo—el sepulturero mientras hablaba vendaba con mucho cuidado las heridas que tenía el cuervo en sus brazos.

-Aún no sé por qué pasa, es confuso al despertar con las manos llenas de sangre y con heridas que no se curan—; el cuervo había escarbado cada esquina de aquella casa buscando algo que pudiera llevarle con el Shinigami mayor para hablar con él, encontrando una guadaña de novatos en la habitación del azabache yendo lo más rápido para la tienda explicándole todo a Adrian; él no comprendía por qué ese sentimiento tan repentino hacia su persona, tantos años, décadas, incluso siglos sin ningún problema ante su naturaleza hasta ahora—N-no lo comprendo—mencionó mirando hacia un punto fijo, Understaker tomó sus manos antes de que se las pasara por las vendas recién puestas, suspirando preocupado por el menor.

-Nunca había pasado esto, me siento extraño solamente al pensarlo—William caminaba desesperadamente por la tienda.

-Tranquilo mucho, siéntate que le abrirás un hueco a mi piso—se bufó el peliplata ofreciéndole un café y sentándose en su típica silla vieja.

-Sé que no puedo más, engañar a mi mente de que es Grell es muy difícil últimamente, sé que no lo debí hacer en un principio pero es inevitable.

-Creo que te estás pegando mucho a tu ilusión Spears y eso está mal, tanto para Sebastian como para ti; no solo estás jugando con tu mente sino con la de él también; Michael está sufriendo ahora mismo y lo peor es que no solo es un daño psicológico sino que físico por igual—y subiendo más su tono de voz, alcanzando la alteración dijo con voz ronca y firme:

-Ha llegado a automutilarce

-Eso no es cierto—se quejó el cuervo con el ceño fruncido—no lo hago por William sería ilógico

-Es porque le amas Michael, deberías de aceptarlo y estar consciente de ello

-Pero yo quiero a Bootchan—el peli-gris rió ligeramente

-Mírate Michael, te exaltas como si alguien fuera a descubrir algún secreto—se burló—y por lo que oí dijiste "quiero" no que lo amas.

-P-para mí son dos términos iguales

-Claro que no Michael y sabes exactamente por qué

-Y...Yo...--sus labios temblaron—no lo entiendo—susurró bajando la mirada

-Lo que pasa contigo Michael, no es un problema, lo que haces a veces son cosas que pasan inconscientemente como el haberle hecho una comida a William después de un "encuentro" o las múltiples heridas que te has hecho cada que discuten o él te trata mal y una de ellas lo hiciste a conciencia—señaló el mayor—tu cuerpo está reaccionando ante eso porque obedece la emoción que tu mente trata de desviar.

-Y como puedo probar que eso si sea cierto y no una calumnia—mencionó William a la defensiva

-Bueno esta noche ve a tu hogar

-Y háblale casual, trata de ser natural y sonreír con sinceridad

-Trata de no ser tan duro con él, porque recuérdalo Spears, él te aprecia, tienes que...

-Darle confianza

Y con esto último William y Sebastian se propusieron a buscar un motivo para no "fingir", más uno que el otro, solamente para dejar esto resuelto y poder terminar con todo de una vez o quizás resolverlo todo y tener una relación más llevadera.

Sebastian pasó lo último de la tarde en su habitación planeando algo especial para el azabache, saliendo con prisas al mundo humano antes de que el mayor llegara a casa. William había tratado de hablar con uno de los altos mando buscando alguna información sobre este ser que le quitaba tanto el sueño como la paciencia. Suspirando con frustración al no conseguir nada volvió a casa recordando lo que tenía que hacer por Michael, porque enserio que ya necesitaba algún avance desde hacía rato. Se adentró a su cálido hogar buscando al cuervo en la habitación del fondo, golpeo una vez y la puerta se abrió ligeramente, extrañado la abrió notando que esta yacía vacía, fue después de que prendiera una vela que pudo observar con más detenimiento el desorden de su casa, Sebastian no había tenido el suficiente cuidado al buscar aquella guadaña para salir de allí, William frunció el ceño al ver su armario abierto y sus cosas fuera de lugar.

-Hijo de puta—susurró ya cansado de esto, entró a la habitación del menor buscándole en el baño para poder advertirle de que sus cosas no se debían tocar, pero no halló rastro de él, al regresar notó una agenda en el escritorio de aquella habitación, recordaba el encuadernado; fue el mismo cuaderno que Sebastian le había rapado de sus manos el día que se mudó allí. No sabía el por qué había sido tal reacción y sospechó lo peor al abrirlo y ver su contenido.

...

Sebastian se escabulló en los callejones de aquel lugar de Londres alejándose de los humanos para poder abrir el portal que lo llevaría directo a la cocina de aquel hogar, al llegar dejó los paquetes en la encimera dándose cuenta del calor que había tomado la casa, notando que la chimenea estaba encendida y frente a esta se encontraba William dándole la espalda.

-Oh. William no sabía que ya estaba aquí—sonrió ligeramente—¿quiere que le prepare algo?—"Recuerda tratarlo como si fueran muy amigos y sonríe sin falta, deja que las cosas fluyan y observa cómo reacciona él y sobre todo tú"

El azabache giró a verle con el ceño fruncido visible en su rostro. "No olvides tratarlo con cuidado Spears, él...te admira"

-¿Qué es esto Michael?—dijo con frialdad mostrándole el objeto en sus manos, Sebastian abrió los ojos preocupado y sorprendido, se había olvidado de guardarlo con llave en su escritorio antes de que se fuera. El ojirojo se quedó cayado sin saber que responder, observándolo—Vamos Michael, habla—gritó pidiendo explicaciones.

-Pero que quiere que le diga, solo es una agenda.

-No me digas mentiras Michael que no estoy de humor para eso—mencionó apretando los dientes y abriendo el libro en un lugar en especifico—Acaso crees que estoy delirando al pensar que estabas interesado en Grell—regaño mostrándole uno de sus antiguos dibujos donde están Grell y William, ambos sentados en un sofá; el dibujo había sido pintado desde una ventanilla; lo recordaba porque los había encontrado en aquel sencillo hotel cuando estaba investigando sobre un encargado del lugar.

-No es lo que piensa—mencionó a la defensiva frunciendo el ceño pero tratando de guardar la calma.

-Ah! entonces que quiere que piense—mencionó pasando más hojas—Usted está metido en esto verdad—ahora sí que Michael no entendía de qué se le acusaba, por su expresión William se lo aclaró mostrándole un dibujo de él—¿Creíste que no me daría cuenta?, estas metido en todo esto para casarnos, le hiciste lo mismo a ese niño, lo mismo con Grell, ahora soy yo el que sigue, no es ¿cierto?

-No es cierto

-¿No, entonces qué, acaso no hiciste ese maldito juego para acostarte conmigo y probarme?, no creo que hayas querido ser follado todas las veces que yo quería porque si. Sabía que ocultabas algo pero no pensé que fuera esto, estabas haciéndome perder el tiempo para no recuperara a Grell y poder quedarte con mi alma, no es así—acusó agarrando con fuerza el brazo del cuervo—¿Para quién estás trabajando Michael?

-Si fuera así trabajaría solo—Michael se movió rápido para tomar el libro de manos de William y zafarse de su agarre, pero el mayor reaccionó más rápido apartando el objeto de aquellas manos—dámelo Spears

-Es tan típico de ustedes las alimañas. Te burlaste en mi propia cara mientras jugabas con mi mente haciéndome creer que eras Grell.

-Yo jamás abría hecho eso—sus ojos se volvieron fucsia sacándolo los colmillos en amenaza—siempre fue problema de usted el verme como ese maldito Shinigami rojo—un golpe certero fue lo que recibió del mayor cayendo al suelo con la nariz sangrando y el labio reventado haciendo que su vista se difuminara un poco por el golpe recibido, apenas podía ver la figura del mayor caminar hacia la chimenea, de poco a poco recuperó la visión escuchando un pitido molesto que le hizo cerrar los ojos, su nariz le dolía y su boca le ardía pero aún así reunió todas sus fuerzas para poder levantarse y enfrentar a William, pero no pudo hacer mucho al ver como el ojiverde despegaba las hojas del libro llevándolas a las ardientes brazas del fuego hasta votar allí mismo la pasta de lo que había sido su agenda.

-No—sus ojos se contrajeron cambiando a su color natural, apresurándose a tomar cada una de las hojas apagando el fuego de sus esquinas y contándolas lo más rápido posible, pero le faltaba una, volvió a meter de nuevo sus manos que yacían rojizas, descarapeladas, heridas por el contacto de aquel elemento, tratando de tomar la hoja de más al fondo sin poder hacerlo, se consumió tan rápido como el tiempo pasó dejando a Michael tan quieto como roca, tan blanco como hoja, tan herido como su corazón.

En sus cristalinos ojos se veía como las llamas del fuego se reflejaban ante él como un viejo recuerdo, el cómo pasó su vida lleno de desesperación y soledad tratando de comprender el por qué de su desprecio. Sabía que ese sentimiento de amar nunca fue otorgado para él, aquel dibujo que el fuego consumió era su favorito, la noche de la fiesta de su majestad había notado una expresión única en los ojos del azabache quien tenía en sus manos al carmín bailando con elegancia, esa expresión de amor que solo le dedicaba a ese Shinigami y por alguna razón también la notó esa vez que ambos se besaron por primera vez. Sus lágrimas caían por su rostro ante tal recuerdo, nunca fue amado con tal intensidad, no como William lo hacía con Grell, no como Ciel lo hacía con Elizabeth, no como Claude hacia ese niño fastidioso de Alois, no como muchos otros miraban a su pareja.

Se mordió el labio inferior y sonrió burlesco hacia la verdad, hacia su realidad, sus maestros tenían razón "los sentimientos son una pérdida de tiempo" "Los sentimientos no son nada, lo hacen a uno débil, te matan desde adentro aprovechándose del dolor" el solo recordarlo hacia que doliera su cabeza, se tapó los oídos mientras se agachaba hasta pegar su frente en el suelo de madera, susurrando cosas que William no entendía. Jamás pensó que el menor reaccionaría así, observó cómo sus manos yacían quemadas, como sus lágrimas caían al suelo y como la sombra de este cambiaba a una forma espeluznante apagando el fuego tanto de la chimenea como de los candelabros que yacían prendidos, Michael se levantó del suelo sin mirarle si quiera y llevando consigo aquel libro y sus dañadas hojas apretándolo como un tesoro contra su pecho, se alejó tambaleándose por el corredor apoyándose de las paredes como soporte para llegar a su habitación dejando leves marcas negras en donde posaba su mano hasta adentrarse a la oscuridad del cuarto, al cerrar la puerta el libro y sus hojas cayeron esparcidas por el suelo Sebastian se recargó en la puerta dejando salir sus penas de una vez por todas. No quería eso, lo quería sacar de su pecho, que dejara su corazón, no quería más sufrimiento.

William quedó en shock por minutos, solo para reaccionar al ver a Sebastian alejarse por el corredor dejando un ambiente helado y oscuro, tan pesado que le costó respirar por un momento. Solo pudo pasar sus manos por su cabello con algo de frustración al recordar la reacción del cuervo hace unos instantes "Trátalo con cuidado Spears, recuerda que él te admira"

-AAAAAH—golpea la pared con fuerza lográndole hacer una hendidura, para tomar su saco y salir al mundo humano por respuestas. Hablaría con Under sobre lo ocurrido.

...

-NO ES CIERTO—William entró a la tienda con brusquedad; la lluvia estaba fuerte y las gotas de agua golpeaban los ventanales empañándolos con rapidez; Under se le acercó extrañado.

-¿Qué no es cierto?

-Michael solo es una maldita alimaña Adrian, y siempre lo supe. Cómo es que me dejé engañar tan fácil—mencionó lo último en susurro, regañándose así mismo por lo ocurrido golpeado con fuerza el escritorio.

-¿Qué ocurrió?—mencionó con seriedad el mayor frunciendo el ceño

-¿Qué iría a pasar? Que tus malditas ideas no sirven para nada, solo hacen confundirme.

-Spears—alzó la voz ya completamente airado--¿qué pasó?--repitió

-Encontré una agenda donde se encontraban dibujos del niño, Grell y míos, más que todo de mí; le pedí explicaciones sobre eso. Adrian eso me parece sospechoso, como puede tener dibujos de seres que ya no existen pareciera que fuéramos sus presas—Under le ignoró en lo último, se alejó por el pasillo siendo seguido por el azabache quien seguía insistiendo.

-Pensé que se llevaban bien

-Adrian es un maldito demonio, él no es capaz de querer ni a su propia vida. Y no creo posible; por lo que me di cuenta; que esa cosa llegara a querer a ese niño—la puerta se abrió dejando ver a Michael en esta en estado de shock.

Michael / William—mencionaron al unísono ambos viéndose fijamente reflejando lo que sentían en esos momentos en sus ojos.

...

Sebastian había estado un tiempo acurrucado en la entrada de su habitación, viendo con tristeza lo que había sido su tesoro más preciado esparcido por el suelo. Ahora si no entendía nada del porqué le pasaba esto, dolía tanto el pecho y la garganta; por qué debería llorar por algo tan estúpido, por qué seguir arrancando su piel con sus uñas y lastimarse por ello, no podía evitarlo ya sus brazos sangraban y él seguía con la vista perdida tratando de entender que había hecho mal para que le ocurriera esta miseria, se preguntaba que tenía él de malo, se llevaron a Ciel de su lado, no encontraba a Hanna por ninguna parte para acabar esto de una vez, Undertaker lo confundía y William...él solo hacía tratarlo mal, compararlo con Grell y aprovechándose de eso...



De su soledad.



Sí, tal vez la teoría de Adrian estaba equivocada, así que iba a aclarar las cosas de una vez por todas. Ya no haría más nada de lo que ellos le pidieran, haría todo por su cuenta.

...

Apareció minutos después en la entrada de la tienda de Adrian, había tomado de nuevo la guadaña sin permiso, adentrándose al lugar notando voces por el pasillo donde supuso se encontraría Understaker ocupado.

- Y no creo posible; por lo que me di cuenta; que esa cosa llegara a querer a ese niño—Sebastian se había quedado estático ante las palabras del azabache caundo entró a la habitación, viendo a ambos hablar de él como si nada. Ambos jóvenes se miraron uno al otro. Michael bajó su cabeza cubriendo con su flequillo la mitad de su rostro...comenzando a reír amargamente, William al principio reaccionó ante el sonido, le había parecido un llanto o un sollozo pero al escucharle más alto se dio cuenta de aquella risa tan forzada del otro dando un escalofrió por todo su cuerpo.

-Ya entendí—dijo al parar pero sin quitar esa sonrisa de su cara—claro, cómo no me di cuenta antes...con razón siempre nos dicen que no hay que confiar en otras criaturas—se apartó de la puerta apoyándose en los muebles que en la habitación habitaban—si, lo entiendo, búrlense ahora que tienen la oportunidad, aprovechen y dígamelo en la cara, ya saben lo estúpido que puedo llegar a hacer. ¡Sigan burlándose!—gritó golpeado la madera del armario quien crujió por la acción, Understaker se acercó a él notado que algo escurría de los brazos del menor.

-Está sangrando—avisó alarmado, William salió corriendo por el botiquín mientras el pelipalata se encargaba de quitarle sus ropas y ver el daño causado, el azabache regresó con las cosas dejándolas en la cama para ayudar al mayor a sacarle la camisa a Michael.

-Quítame las manos de encima—Sebastian gruñó alejando a William rasguñandole su rostro y empujando al mayor para que lo dejaran de tocar, Sebastian tenía ya un aura amenazante a su alrededor, pero William no desistió tomando a Michael de los brazos viendo como este lo fulminaba con aquellos ojos fucsia resplandecientes pero parando toda acción al notar la herida que le había hecho hace un momento al ojiverde que sangraba con rapidez.

-No era mi intención—susurró acomodando su camisa y saliendo de allí aprisa para huir lo más rápido posible. Llovía a cantaros, pero eso no le importaba, corrió a todo lo que sus piernas en ese momento podían permitirle tropezando por un despiste suyo al limpiar sus lágrimas y cayendo al lodo.

Undertaker había tratado de seguirle el paso, podría estar muy mal de vista pero no era estúpido, las sombras que estaba viendo desde que salieron de la tienda iban tras Michael igual que ellos.

-William llévalo a la tienda y no mires atrás por nada del mundo.

-¿Por qué?

-Solo vete—le gritó en advertencia dejando a la vista sus ojos verde limón.

William cargó en brazos a Michael de vuelta a la tienda mientras Undertaker alejaba a las malditas sombras de ellos con el filo de su guadaña. La oz brillaba con los rayos que reflejaba la furia de la lluvia y con los gritos y lamentos de aquellos demonios los alejó todo lo posible siguiendo los pasos de sus menores.

Adrian al entrar a la tienda, cerró con seguro y echó sal en cada puerta y ventana, William dejó a Sebastian en la cama llamando a Adrian por ayuda, el mayor se acercó a este notando como el ojirojo luchaba con todas sus fuerza para sacar lo que lo retenía. Sebastian sentía como lo tocaban y se introducían en su cuerpo metiéndose en su cabeza y ahogándolo por su cuello; William intentó tomar sus manos y tratar de detener el daño que se estaba haciendo a sí mismo hasta que el menor se detuvo con brusquedad dejando que sus pupilas se contrajeran con dolor hasta que dar inconsciente totalmente.

Continuará...


  Ƹ̴Ӂ̴Ʒ  

Hola mis queridísimas almas lectoras que bueno verles por aquí de nuevo. Vaya que he estado muy ocupada y ciertamente esta parte de la historia me había costado mucho hacerla, es que como hacer una situación así de fuerte llena de tragedia, tristeza y soledad, cuando tú estás feliz de la vida :v nooo así no se puede. Pero lo bueno es que ya está

Espero enserio les haya gustado mucho, ya no tengo ni preguntas que hacer porque tengo el cerebro seco pero les dejaré un acertijo. Hay una frase que está "en cursiva" que pertenece a un capítulo anterior ¿Cuál frase es y en qué capítulo sale? Vamos, sería divertido que pudieran jugar conmigo (yo también tuve que buscarla), el que adivine le dedicaré el próximo capítulo, ¿vale?

Bueno y no siendo más espero lo hayan disfrutado, y lo siento por entregar algo tan lleno de sufrimiento y dolor, quizás les dé una historia de ellos donde William no le haga daño a Sebastian....quizás. Espero voten y comenten que les ha parecido yo debo seguir haciendo pedidos y deberes espero disfruten el fin de semana y nos veremos en una próxima actualización.

Recuerden no fumar, no tomar tantas bebidas alcohólicas, ni tomar drogas, porque la vida es corta y es una sola.


Los amo~♥

Ba Bay

Violinblanco cambio y fuera ♪

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