Capítulo 5
Capítulo 5 "Ella es extraña"
Donovan Dixon
―No me lo puedo creer. ―murmuré con la cabeza entre las manos.
Todos habíamos llegado al loft que tenemos en el centro de la ciudad, Daeneris siendo llevada por Wess en su coche por petición suya. Y ahora estamos sentados en el salón lleno de colores oscuros.
Levanté la vista al frente, con los codos apoyados en las rodillas para mirar a la enorme cristalera que cubría toda la pared, pensando en como ha pasado todo esto.
―Ha sido extraño. ―Niklaus está mirando el mismo lugar que yo, delineando con la punta de los dedos los tatuajes en sus brazos que se hizo cuando apenas tenía 17 años.
―Ella es extraña. ―murmura Ilyan mientras observa el suelo.
Daeneris, o nuestra compañera, como la tenemos que empezar a ver está en una de las habitaciones de invitados por exigencia suya. Aunque algunos de nosotros queríamos que durmiera en nuestra habitación.
―Cierra la boca.
Wess está mirando a Ilyan aún más molesto que antes.
―Es verdad. Es extraño que no se muera por estar en nuestra corporación, se la veía bastante seca. ―dice Ilyan, indignado porque lo contradigan.
Asiento ligeramente, dándole la razón.
La primera vez que la he visto, me ha irritado que aunque sucia se viera tan jodidamente exquisita.
Pero luego recordé que no era mi compañera y alejé todo tipo de pensamientos eróticos de mi mente.
Cuando Abby intervino, el pulso se me aceleró pensando en ella entre mis brazos, siendo mía.
Me gusta la idea de Daeneris siendo la mujer que tanto he esperado. Y eso me asusta.
―Ha dado un 98,8% de compatibilidad ¿Desde cuando no se da un porcentaje tan alto? ―gruñe Kael, que estaba al lado de Liam mientras se pasa una mano por el pelo.
Ash se le queda mirando y suspira ligeramente.
―Hace aproximadamente 50 años que no se ve un número tan completo en las pruebas de compatibilidad. ―murmura Ash con la voz ronca por el desuso de esta.
Sus dos hermanos se giran hacía él, con el ceño fruncido.
Hace años que Ash no habla fluido. Habla demasiado poco, y hay días que si no le presionas directamente, no lo hace.
Simplemente dice que no tiene nada para decir, se me hace raro escuchar su voz.
―Joder, entonces no entiendo porque ni siquiera le importa. ―sisea Liam apretando la mandíbula, y los puños.
Ilyan rueda los ojos y se echa hacía atrás en el sofá, claramente algo disgustado por la situación.
―No sabemos su historia. Dice que está borroso, pero seguramente mañana le tenemos que preguntar. ―se pasa una mano por el pelo, gesto que hace cuando está irritado.
Miro mi regazo, con el rostro impasible.
Daeneris me preocupa.
Por lo poco que nos ha contado Wess estaba sola en el bosque, corriendo de los soldados de bajo rango.
―Wess, cuenta todo lo que pasó, ahora. ―gruñe Niklaus girándose hacía Wess.
―No me hables así, niñato
―No te pongas exquisito ahora.
―Basta, joder. ―gruño, parando la riña tonta de se está gestando de un momento a otro.
Wess suspira y echa el cuerpo hacía atrás, apoyando los antebrazos detrás de él para quedar algo elevado, mientras observa el frente con los ojos perdidos.
―Los soldados de mierda la encontraron escondiéndose. Le asestó un buen puñetazo en la garganta a uno de ellos. Lo dejó fuera de combate en segundos. ―divaga, suspira y pasa la lengua por la mejilla interior, conteniéndose de explotar―. Corrió de ellos, cuando pudieron alcanzarla se había subido a un árbol, estaba a la defensiva, es normal.
―Lo que no entiendo es que mierda hacía sola. ―gruñe Liam nervioso.
Kael le pasa un brazo por la cintura y lo atrae hacía él, quedando así Kael dándonos la espalda, mirando solo a Liam.
Ash esta mordiendo su labio inferior con fuerza, sentado en su sillón, alejado de los demás.
―Se bajó porque sabía que la acabaríamos atrapando, supongo. Un centinela fue por detrás suya, Daeneris se dio cuenta y lo noqueó en segundos. ―continúa Wess―. Al final hice que se desmayara, porque parecía querer hacer lo mismo con los demás.
Admite Wess con un resoplido.
―No tenemos forma de saberlo, se lo preguntaremos mañana
Niklaus se levanta de su asiento, pasándose una mano por el pelo.
Estoy jodidamente perdido. No se cómo comportarme.
Y hacía mucho que no me pasaba, no desde que tenía 15 años y solo era un crío imbécil y rebelde.
Lo tenía todo bajo control, excepto mi compañera. Y ahora llega ella, descolocando cosas que creía que sabía, haciendo que no sepa como dar el primer paso.
Siento la mirada de todos sobre mí, saben que soy el que más ha esperado por ella.
Aunque no lo digan sé que están esperando a que explote por no tenerlo todo dominado.
No la tenía dominada a ella.
Pero nunca atacaría en su contra. Ella es mía, mía para cuidar, para amar y para proteger.
―Eso haremos.
Me retiro del salón, yendo hacía el pasillo lleno de puertas de habitaciones.
Abro la puerta de la que está por el medio, entrando en una habitación de colores oscuros y minimalistas. Cortinas abiertas, dejando que la luz de la luna caiga con elegancia sobre la cama, dejando ver sus sábanas blancas y cojines negros.
Suspiro y arrastro los pies hacía la puerta contigua al armario y me encierro en mi baño.
Cierro los ojos, me desvisto casi en automático. Tomando la rutina de siempre, pero lo único que ahora llena mi mente como si fuera una ceniza que se ha convertido en un fuego abrasador era ella. Mi exquisita compañera.
Capítulo cortito porque quiero que veáis todo el progreso amoroso de los ocho.
Os hago pinky promise de que el próximo llegará a las 2000 palabras.
Espero que os hayan gustado los pensamientos de Donovan, porque a mí me encantan jeje.
Os amuuu.
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