Capítulo 10
Capítulo 10 "Reconocimiento"
Daeneris Rayndale
―¿Cuál es tu nombre?
―Daeneris Rayndale.
―¿Cómo se llaman tus padres?
La pregunta viene de una mujer que me lanza miraditas cada poco para mirarme y luego apuntar lo que le voy diciendo en un holograma frente a ella. La mujer tenía el pelo largo y liso hasta la cintura, uno precioso que a mí me habría encantado tener.
Desde luego me habría ahorrado muchos enredos.
Me remuevo ante la mirada de Donovan, que está sentado a mi lado.
―No tengo ―termino diciendo, asintiendo ligeramente.
―Vale, ¿eres huérfana?
―Es lo que te acabo de decir, si no tengo padres, no tengo padres. ―refunfuño mientras la mira.
Ella levanta la mirada con las cejas elevadas y sonríe.
―Bien, lo siento ―dice con una pequeñísima sonrisa a mi contestación.
―¿Cuánto tiempo va a tardar esto? ―me quejo, resoplando como una niña con la cabeza hacia el suelo.
Estaba muy nerviosa por dentro. Tenía miedo de dar información que me haga estar en peligro, a mí o a la familia que me acogió.
―Va a tardar lo que tenga que tardar. ―la voz de Donovan suena alta y clara desde mi lado, frunciendo el ceño. Lo miro de arriba a abajo y resoplo de manera notoria. No me gustaba ni un poquito tener a un supervisor. Y mucho menos a Donovan.
La risa que viene de la mujer es poco disimulada y también lo es la mirada que contiene promesa de problemas que le lanza mi "querido" acompañante.
―Lo siento ―la disculpa sale entre un bufido de risa, pero lo contiene, girándose hacia mí ― Por lo que he notado, no tienes un domicilio y no residías en este lugar.
Me tenso ante eso, pero ella niega con la cabeza.
―Tranquila, Daeneris. No tienes que contarle a nadie de donde vienes según la norma. Simplemente nos vamos a encargar de ti ahora que estás aquí ―dice con empatía, lo que me deja algo más tranquilo―. Aunque claro, eso va a ser más difícil eres la compatible de la corporación Dixon. Pero si te obligan a responder a preguntas que no quieras contestar, contacta conmigo.
Asiento, a pesar de la mirada de muerte que le lanza Donovan a la mujer.
―Gracias, ¿cómo se llama? ―digo, realmente interesada en saber sobre alguien desde que llegué aquí. Es bastante agradable sentir algo de apoyo de una mujer de tu edad.
―Soy Talhia. Esta es mi tarjeta de trabajo, llámame, ¿vale? ―dice hacia mí, alargando una tarjeta negra y luego se gira hacia Donovan, con una mirada mucho más seria―. Le mandaremos a Daeneris su tarjeta de identificación. Espero que llegue directamente a ella.
Su tono no dejaba lugar a discusión, claramente queriendo dar a entender algo.
―Sí, por supuesto ―refunfuña Donovan mientras cojo la tarjeta con una pequeña sonrisa.
Me cae bien.
―Adiós.
Digo mientras Donovan y yo salimos del despacho, con una pesada palma en mi espalda baja.
Thalia me devuelve el saludo y Donovan abre la puerta para mí después de cerrar detrás de nosotros.
―¿Y ahora que?
Me separo de él, mirando la tarjeta entre mis manos con el ceño fruncido.
―Ahora tenemos que esperar a que Ilyan salga y podemos irnos.
YA ACTUALICÉ COMPATIBLES.
La verdad es que no tenía ideas de como seguir, pero ahora lo estoy sacando con fuerza de voluntad y pensando largo y tendido como quiero que prosiga.
Sé que este es un capítulo corto, pero era necesario para conocer a Thalia, ya que será importante a lo largo de la historia y también en el siguiente libro.
Muchas gracias por esperar a la actualización.
Y otra cosita, si te estás leyendo este libro y te está gustando, me gustaría que supieras que estoy pensando en hacer otro libro de distopía. También hay escasez de mujeres, pero se encuentra en un apocalipsis reciente, hay hombres lobo, cyborgs (androides), ángeles, demonios. También es poliamor y en este los personajes masculinos no están entre sí, aunque si que se mencionan las relaciones homosexuales entre hombres.
Espero que os guste la premisa, así que decirme si queréis que la empiece para poder hacer todas las fichas de personajes.
¡Besos!
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