26-27
Decidí apartar esos pensamientos de mi cabeza. Ahora mismo no era el momento de asustarse. Ya tendría tiempo después de arrepentirme, de huir, de llorar o simplemente de disfrutar del momento. Ahora solo tenía que preocuparme mi padre.
Entonces otro miedo apareció en mí. ¿Cómo iba a presentar a Justin y a Jackson a mi padre? No podía llegar y decir "Papa te presento al tío con el que me acuesto y me besuqueo, no somos nada todavía, pretende enamorarme, aunque ya estoy completamente loca por él. A, y se me olvidaba, el es Jackson su hijo. Odio a su madre, es una guarra que quiere a Justin entre sus piernas, lo provoca, juega con él y todo eso".
Tenía que pensar algo rápido estábamos llegando a la puerta del ascensor. Justin sostenía mi mano con fuerza, me miro confundido, como intentando adivinar mis pensamientos.
- ¿Estás bien nena?
- Papa, no me gusta este sitio... - susurro Jackson, se abrazo a la pierna de su padre.
- Justin creo que deberías ir algún lado con Jackson, no creo que este sea el lugar adecuado para un niño..
- No pienso dejarte sola – apretaba su mandíbula con fuerza
- Justin puedo hacerlo, confía en mi... - me acerque a él estaba rígido, firme y sobre todo serio, muy serio.
- Confió en ti nena, y lo sabes. Pero no – me acerque a él, coloque mis manos en su pecho y mire esos tiernos ojos miel, que ahora lucían furiosos.
- Just, tranquilo. Solo son mis padres, no me voy a meter en una jaula de leones.
- Nena, no – me acerco mas a él – ayer, si no llego a estar te derrumbas cariño, solo quiero apoyarte, que tengas a alguien detrás de ti por si las cosas van mal. Nena siento decirte que no eres tan fuerte como crees...
- ¿Cómo? – vale, debo admitir que esas palabras me dolieron, y mucho.
- Princesa, yo no quería decir eso...
- Pero lo has dicho Just. Entiendo que quieras protegerme, pero no eres mi dueño.
- ¡Podéis parar de pelearos! – grito Jackson - ¿Estamos aquí por tu papa? – me miro a mi
- Si – suspire.
- Yo quiero conocerlo – dijo Jackson sonriendo.
A sí que no pude hacer nada más. Las luces que indicaban la plata en aquel ascensor iban subido una por una, y cada vez que estábamos más cerca, sentía mis piernas flojear, mi corazón bombeaba con fuerza.
Nota para mí misma: Aprender que este miedo no estropee mi vida – pensé.
Los tres frente a la puerta de mi padre, suspire pesadamente. Justin beso mis labios antes de entrar. Me relaje un poco al abrir la puerta y ver que mi madre no estaba, al menos algo iba a mi favor.
Una hora más tarde me sentía completamente *beep*. ¿Por qué **** había tenido miedo a esto? ¡Se llevaban bien! Justin le había parecido un tipo increíble a mi padre, y Jackson ya se había convertido en su nieto postizo. ¿Estaréis flipando no? Porque yo sí, pero me gustaba que se llevaran bien. Abrace a Justin por detrás, observamos a mi papa y Jackson, el pequeño estaba acostado a su lado en la cama, abrazando a mi papa.
- ¡Me encanta este pequeño! ¿Me lo puedo quedar?
______________
- Papa, creo que tenemos que hablar...
- ¿Sobre qué hija? – me miraba confundido.
- Sé porque tuviste el accidente papa... Mama me lo contó.
- ¿Estuviste aquí? ¿Cuándo?
- Ayer, mama se puso furiosa, no quiere verme...
- No hagas caso a mama, se que se le pasara pronto...
- Papa, voy enserio con Justin, quiero decir que lo quiero. Esto no es un juego de atracción. Mi corazón late a mil por hora cuando lo tengo cerca, pero papa estoy asustada de que el no siento lo mismo...
- Ven aquí pequeña.
Justin y el pequeño Jackson estaban en la cafetería comiendo algo. Aproveche esos minutos para hablar con mi padre. Necesitaba que alguien me escuchara. Me acurruque en la cama al lado de mi padre, mientras lloraba como una niña pequeña.
Un dolor en mi pecho crecía poco a poco, ya no podía dejar de llorar y mi cuerpo temblaba. Escuchaba los susurros de mi padre me decía que todo iba a estar bien. Me odiaba a mi misma por no confiar en Justin, pero sentía que en cualquier momento podría perderlo.
El sonido de la puerta abrirse hizo detener mis lagrima en seco. Escondí la mi cabeza en el pecho de mi padre, debía tener una cara espantosa. Sentí como unos brazos rodeaban mi cintura y me alzaban.
Escuche el sonido de una puerta cerrarse. Mis tacones tocaran el suelo, mis manos ocultaban mi rostro y mi cuerpo estaba presionado en la pared por otro cuerpo.
- Quita las manos de la cara nena – sin ninguna duda, era Justin
- No... - susurre bajito.
- O las quitas por voluntad propia o te las quito yo – su voz sonaba seria. Pero yo seguía sin moverme, quieta, congelada. Presiono su cadera contra la mía y comenzó a rozar nuestros cuerpos - ¿Vas a quitarlas?
- No – presiona con más fuerza su cadera – Ah... para... ah..
- Detenme – coloco sus manos en mi trasero
- Para por favor... - Con una mano comenzó meterla dentro de mi camiseta.
- Ya te lo he dicho, parame – Su mano llego a uno de mis pechos, lo apretó con fuera haciendo que un involuntario gemido saliera de mis labios – si gritas tan fuerte nos oirán tu papa y Jackson, estamos en el baño de su habitación...
- Déjame por favor... - volvió a apretar uno de mis pechos con fuerza pero mordió mi labio para silenciar mí gemido – Estas loco, suéltame, se van a dar cuenta...
- Quita la mano de tus ojos y paro. Te lo prometo – esta vez retiro la otra mano de mi trasero y la coloco al lado de la otra, en mi otro pecho. Los apretó con mucha fuerza, pero sin llegar a hacerme daño. Retire las manos de mis ojos lentamente.
- ¿Tanto te costaba? – sus manos seguían en mis pechos, pero esta vez sin hacer fuerza. Su frente ahora estaba sobre la mía – Ahora dime, ¿Por qué llorabas?
- Solo hablaba con mi padre Justin... - mire hacia otro lado.
- ¿Quieres que siga? – apretó de nuevo mis pechos
- No...
No aquí, mejor solos, tú y yo... – pensé.
- Vale, pues dime la verdad – retiro las manos de mis pechos, cogió mis muñecas y las coloco a cada lado de mi cabeza. Justin sabía muy bien como torturarme.
- ¿Tú sabes que las parejas cuando tienen problemas hablan? No es muy normal que estés provocándome para que te cuente el porqué de mis lagrimas- dije bajito, casi en un susurro.
- ¿Tenemos problemas? Y nena, estas la única forma que tengo de que hables, ¿a caso me lo dirías si habláramos tranquilamente?
Mire hacia otro lado, solo para evitar la mirada de Bieber. Sabía que tenía algo de razón, no toda, pero si una pequeña parte. Aunque no fuera la manera correcta de sacarme la información, tenía que admitir que me gustaba, y mucho...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro