22. Emociones descontroladas
La obscuridad en la habitación no lograba consumarse en su totalidad por la breve interferencia de la luna, un poco de ese brillante satélite iluminaba los cuerpos que se encontraban dentro de esa habitación
-¡Bred!
Su cuerpo, sobre el de ella
-Felicia..
Su piel desnuda
-¡Ah!
Su contacto
¡¡¡Riiinnngggg !!!
Abrió los ojos de inmediato, observando el techo de la habitación iluminado por los rallos solares, su cuello sudaba y su respiración se encontraba agitada, pero ¿Qué había estado soñando?
Se sentó en sus sábanas y suspiró, lo peor de todo era que no era la primera vez, ya llevaba una semana en su habitación y los sueños habían comenzado desde el primer día en que se mudó con él.
Lo veía, seguía durmiendo, ni el sonido de la alarma lo despertaba. Suspiró analizando con la mirada, su espalda desnuda, sus hombros anchos, su firme colita y sus piernas... Ahh.. sólo lo veía y sentía que su corazón se estremecía, lo peor de todo era que desde empezaron esos sueños no podía verle a la cara
Se puso de pie con rapidez y se metió a duchar, necesitaba un consejo
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-Asi que, sueños extraños eh...
-si -estaba tan avergonzado de contarle eso a Nina, su mejor amiga sonreía de oreja a oreja con expresión de burla
-si que te gusta, quién lo diría
Sus palabras la apenaban, se sentía extraño confesar que Bred le gustaba en voz alta, por suerte sólo Nina lo sabía hasta ahora
-No es raro Felicia, el afecto hacia él a crecido y también la atracción física que sientes por él
-y ¿Cómo puedo detenerlo? -era lo que más quería, deseaba actuar normal frente a él
-¿Detenerlo? Pues duerme con él y queda satisfecha
-¡Nina!
-¿Qué? -rio observando el sonrojo en las blanquecinas mejillas de la rubia
-ni siquiera somos novios... -bajo el tono de su voz, sus emociones se estaban descontrolando, ¿Qué diría su madre ahora?
-trata de calmarte nena, lo único que te recomiendo es que pases tiempo con él, dices que apenas y le has dirigido la palabra, ve y comparte una pizza, seguramente se ha de sentir mal por tu lejanía, quizá crea que te arrepentiste de tus palabras y no lo quieres
Tenía razón, lo había estado alejando nuevamente
-quiza estando cerca de él logres calmar estas cosas que traes guardadas -Nina reviso su teléfono celular mientras tomaba su bolsa -ahora si me disculpas, tengo una cita -sonrio grande. Felicia se despidió de ella con un saludo de manos, quién diría que ese chico Aly logrará conseguir que Nina saliera con él
Bueno, seguiría el consejo de su mejor amiga, sólo esperaba que todo saliera bien....
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El dormitorio de chicas olía bien, no era que el de los varón tuviera un mal olor, en una institución tan prestigiosa jamás se tolerará algo como eso, es solo que había otro tipo de aromatizante bastante agradable.
Su llegada al edificio de mujeres estaba más que sabido por varios del alumnado y su torpeza con el microondas también.
Al llegar a una de las habitaciones más caras quedó maravillado con lo espacioso de esta y las camas más amplias. Además el decorado era más femenino y veía más espejos por el lugar
Si pues hacía una semana que dormía en ese edificio Felicia no le había dirigido palabra alguna, no la entendía en lo absoluto, le había dicho que le gustaba y hasta lo había besado, ¿A caso había echo algo mal?
Era sábado y sinceramente quería quedarse en cama todo el día, estaba aburrido.
Por otro lado Felicia había salido desde la mañana, eran las 4 de la tarde y él seguía acostado viendo una serie en Netflix, en esa habitación era un gusto quedarse adentro todo el día. La cama era amplia, la pantalla plana era enorme, el aire acondicionado estaba perfecto y había bastante merienda en el refri, de echo su estómago empezaba a gruñirle por comida más completa que un par de bocadillos que la refrigeradora podía ofrecerle
Estubo a punto de tomar su teléfono para llamar a la pizzería cuando la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a un despeinado rubio entrar a paso rápido por el lugar.
Agh
-¡Así que es cierto! -el rubio lo apunto con su dedo indice exagerando sus acciones, parecía estar demasiado agitado
-¿Qué quieres Colin?
-¡nuevamente vuelves a compartir un cuarto con mi hermosa Felininkis! A cómo vamos terminara el año y tú seguirá durmiendo con ella
-si ¿Y?
-¡No lo permitiré! No puedo creer que diga esto pero te cedo mi lugar en mi habitación, yo me mudara acá en tu lugar
-¿Estas loco? Jamás me iré de su lado -se puso de pie para encarar al desaliñado Bourgeois- además ¿Cómo es que entraste aquí? No puedes entrar al edificio de mujeres sin algún acompañante y no veo a nadie contigo -sonrio malévolamente observando el miedo colarse en el rostro del rubio- hay un botón extraño en el edificio de mujeres sabias -comento acercándose a la pared que separaba las dos camas en la habitación- Un botón que indica que hay un intruso en las habitaciones, este informa inmediatamente a los oficiales que vigilan las entradas -comento presionandolo
El rubio Bourgeois rechino los dientes al verse amenazado por el idiota del Cheng.
-Mas vale que corras -dijo victorioso observándolo salir de su habitación, no sin antes hacerle una mueca de cortarse el cuello con su dedo gordo, amenazándolo
Sonrió acercándose a la puerta para cerrarla, de echo él mismo se sorprendía de la existencia de ese boton, ahora sabía porque era difícil para sus compañeros pervertidos observar a las chicas en sus habitaciones
-¡Hey!
La puerta no se cerró por completo, de echo en la entrada estaba Felicia con una caja de pizza en sus manos, la rubia se ponía nerviosa con siquiera cruzar la mirada con el Cheng, Bred por otro lado, sonrió con vergüenza, aún estaba en fachada a esa hora y ella se veía tan hermosa
-oh, di-disculpame Felicia -no faltaba decir que a él también lo ponía nervioso su presencia
-acabo de ver a Colin corriendo por los pasillos -comento respirando profundo, tratando de mantener la compostura
-s-si -finalmente ella le dirigía la palabra- vino a hacer lo mismo que tu estadía en mi habitación el primer día
-a amenazarte
-Precisamente
Felicia río, Colin era un caso, pero no podía odiarlo, había sido su amigo de la infancia por mucho tiempo.
-He traído esto por si quieres ver películas y comer un poco -comento un poco nerviosa, colocando la caja de pizza en una mesita de centro
-perfecto tengo hambre -dijo acercándose veloz a la caja, sacando dos pedazos y uniendolos se los metió a la boca
Felicia le observo atragantarse la pizza bastante rápido, ella por otro lado decidió despojarse de sus zapatos y tomar la pijama entre sus brazos para cambiarse en el baño consistía en un pantalón flojo y una blusa de tirantes pegada a su cuerpo, además, amarraria su pelo en un chongo para que este no le molestará, estaba decidida a ver películas para pasar el rato
Cuando Bred la vio salir del baño no pudo evitar sentir como su corazón se aceleraba, en pijama ella se miraba más hermosa y aún no se acostumbraba a verla así
-¿Quieres ver algo?
-hay una serie en Netflix llamada Dark, me la han recomendado (yo se las recomiendo 😉)
-Esta bien la busco.
-¿Te molesta si te acompaño en tu cama?
¿Qué? Parpadeo quizá dos veces para ver si no están soñando
-po-porsupuesto
Llevaban ya 5 capítulos y la obscuridad ya estaba presente, la luz de la luna y el brillo de la tele era lo único que iluminaba la habitación. Felicia estaba tan cerca de él, sentada a su lado en su cama y eso no lo había dejado en paz toda la noche, su corazón palpitaba bastante rápido y sentía que debía tomar la valentía para dar un paso en su relación, pero no podía, a pesar de lo que acababa de pasar con ella aún tenía miedo de ser rechazado, como lo fue por 4 años
Dió un pequeño brinco asustado cuando la cabeza de Felicia se recostó en su hombro, después de 5 capítulos ella había recaudado el valor suficiente para hacer aquello. Bred sentía que el corazón se le salía del pecho, esa era una clara señal de un avance
-Bred ¿Porque te gustó? -queria escucharlo
-Bu-bueno -varios recuerdos se le vinieron a la mente y entre ellos el cómo se habían conocido- cuando te vi no pude evitar pensar que eras preciosa, caminabas tan elegantemente que de inmediato llamaste mi atención
Felicia suspiro
-y aunque tenias una mirada sería pude observar en esos bellos ojos algo de tristeza y miedo, quizá por estar en el nuevo mundo de la universidad o bien porque algo no dejaba en paz tu corazón, con el pasar de los días note en ti cierto gusto por ayudar a los demás, aunque los de tu al rededor no se dieran cuenta tú siempre ayudas de alguna forma y eso dice mucho de ti, se que puedes ofrecer mas pero tienes miedo que las personas se vuelvan cercanas a ti
Su corazón hacía mucho que palpitaba ya, las palabras de Bred habían logrado describir lo que ella sentía, parecía que él la hubiese descubierto por completo
-me sorprendes -y de verdad que no mentía, ese chico la había sorprendido
-tuve 4 años para observarte
-te he gustado tanto tiempo. ¿Jamás pensaste en buscar a alguien más?
-amm... Más fuerte es lo que siento por ti, no podía ver a nadie más
Él le devolvió una sonrisa cálida, Felicia elevó una ceja frunciendo los labios
-aun así besabas a la otra chica en la fiesta verdad ¡oh! y a Claudia
-pues, ahí si estaba pensando en olvidarte, tú ni siquiera me mirabas
Suspiró, no podía contradecirlo en eso
-Pero ahora estoy contigo
Ella volteó a verlo admirando el cambio de colores en su cara
-Bu-bueno, no somos novios, pero yo.. pues, al menos se que soy correspondido por la dama más hermosa de este campus
Felicia sintio un golpe en su pecho, no podía creer como ante sus ojos, ahora, Bred se veía como todo un príncipe
Su corazón empezaba a pedirle acción y su cuerpo obedeció. Felicia tomo el rostro de Bred entre sus manos y lo acerco a ella, uniendo sus labios en un tierno beso. Bred, quién ya se sentía olvidado por la muchacha, sintió como un peso de duda se le quitaba de la espalda, al menos todo lo que había pasado hace una semana no había sido un sueño, en verdad ella le quería como él a ella y volver a probar sus labios era como un dulce recordatorio
Felicia abrió sus labios para moverse mejor sobre los de Bred, no es que fuera experta en el tema pero algo sabía. Bred tan solo siguió el ritmo de la muchacha, los labios de Felicia eran tan suaves que quería probar un poco más, así que, pudiendo controlarse poco mordió su labio inferior con lentitud, lejos de que la rubia se molestará ella le imitó, mordiendole su labio de igual forma, creando un ambiente un poco más subido de tono para ambos, pues los besos comenzaban a ser más rápidos, el tener al otro tan cerca comenzaba a despertar en sus cuerpos una necesidad de sentir el rose de la otra piel.
Felicia, curiosa, llevo sus manos hacia el cuello del muchacho, deslizando sus dedos por su mandíbula y entrelazando sus manos por detrás de la cabeza del Cheng, separó sus labios de el sólo para recostarse mejor sobre una almohada y jalar al muchacho del cuello, volviendo al beso que la estaba volviendo loca
Bred entre abrió los ojos cuando sintió el rose de las manos de Felicia bajo su camisa, acariciando con lentitud su abdomen, sonrió recordando que hace unas semanas ella le había pedido poder tocarlo y ahora eso hacia. Se sorprendió al sentir como las manos de la rubia deslizaban su camisa hacia arriba, pidiéndole que se despojara de ella. Bred elevó los brazos obedeciendo, permitiéndole tocar sus hombros y brazos desnudos. Empezaba a sentirse nervioso
Felicia abrió los ojos al sentir como Bred le pedía despojarse igualmente de su blusa, todo empezaba a tornarse caliente, era lo que precisamente quería evitar, pero no supo cuando fue que su cabeza empezó a ignorar a la razón, tan solo quería sentir, probar, gozar
Se sintió nerviosa cuando él la observo a detalle, instintivamente llevo sus brazos a su pecho para intentar cubrirlo, aún así las manos de Bred sobre sus muñecas no se lo permitieron.
-Hermosa
Se sonrojo sintiendo como la boca del chico besaba su cuello, cerró los ojos dejándose llevar por el sentimiento placentero, todo estaba bien hasta que los labios del chico se vieron obstruido por una pequeña prenda que cubría su pecho, la mirada de Bred sobre sus ojos le rogaba que por favor le permitiera continuar. Felicia levanto un poco la espalda de la cama y ahorrándole trabajo desabrochó su sostén, desencadenando la lujuria y el deseo.
El rose de sus intimidades sobre su ropa comenzaba a ser hostigoso, necesitaban sentirse, tocarse, unirse ...
Poco tiempo tardo para que ambos se encontrarán desnudos sobre la habitación, Felicia gemía de placer mientras Bred la complacía una y otra vez, se amaban y se atraían con bastante fuerza. Las penetraciones finalmente finalizaron, logrando asi calmar sus acelerados corazónes. Bred la abrazó contra su pecho mientras ella entrelazaba sus piernas desnudas con las de él, Nina había tenido razón, se habían ido las ganas.
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¿Lemmon? Es lo más que puedo hacer 🙈 espero les guste el capítulo 🤭
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