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Su universidad era un internado, uno en que las familias gastaban bastante dinero para inscribir a sus hijos y que estos recibieran las mejores enseñanzas en toda Francia.
Quizá los padres de Bred no fuesen los mas adinerados del lugar pero trabajaban y se esforzaban por él, así que él debía dar su mayor esfuerzo para culminar con éxito cada uno de sus años de estudio.
Sostuvo con fuerza su maleta como cada año y camino con el teléfono en mano, el estar ahí le traía tan buenos y malos recuerdos, había forjado varias amistades e igualmente varias enemistades.
No todos los estudiantes eran de dinero pero la mayoría lo eran y había algunos que solo les gustaba pasar el tiempo y burlarse de los demás y eso era lo que a él le molestaba
—No, te digo que ya estoy aquí Aly— caminó entre los estudiantes que ingresaban como él, debía ir a la asignatura de habitaciones y horario de clases para su nuevo año escolar —Si, supongo que estaremos juntos como todos los años— sonrió, desde que había entrado a la universidad había conocido al moreno de gafas y al instante conectaron, ahora los dos eran mejor amigos.
La asignatura de habitaciones no tenia absolutamente nada que ver con la elección de carreras, claro ejemplo eran él y Aly. Su amigo moreno era de periodismo mientras que él era de diseño de modas, ambas carreras no tenían nada que ver pero ellos compartían habitación.
—ok te llamo después ¿si? Voy por mis papeles— se despidió y poco después cortó, debía ir a recoger su documentación y ya se sabia el camino de memoria.
Habia que mencionar que dada la cantidad de dinero que se invertía en esa universidad esta tampoco era para nada pequeña, abarcaba casi todo un espacio turístico, ademas en ella estudiaban tanto niños de secundaria como de carrera y universidad. Así que era normal ver niños de entre 12 años para arriba.
La secundaria y la universidad estaban separadas, cada nivel académico tenia su propio edificio, sus propias áreas deportivas y sus propias habitaciones de alojamiento.
Rió casi involuntariamente al recordar los primeros años de su estadía en el lugar, había ido a parar a un aula de secundaria y todos los jóvenes al entrar lo vieron con gesto extraño, continuo caminando por la acera blanca, admirando como siempre el lugar, camino entre las personas para comenzar a hacer la fila hasta que sus ojos toparon con una cabellera rubia.
Frente a él y formándose en la fila para documentación se encontraba nada mas y nada menos que Felicia Agreste, una hermosa y genial modelo. Su primera impresión sobre ella en el equipo de tennis había sido fatal, aun así después de aclarar malos entendidos y llevarse mejor no pudo evitar que un interés por ella despertara y ahora podía admitir sin vergüenza que le gustaba con locura.
Paso su mano por sobre su cabello tratando de ordenar sus mechones despeinados, plancho con sus manos su camisa azul y continuó caminando con supuesta normalidad
Al colocarse detrás de ella no pudo evitar que su corazón comenzara a palpitar sin frenesí, solamente podía admirar su espalda, ella llevaba su típica camisa blanca, chaleco negro y falta tubo negra.
Quería hablarle ¿Debería hablarle? Ella solía ser algo reservada con todas las personas y por supuesto que con él también, suponía que Felicia ya sabia sobre su interés por ella, solía seguirla con la mirada, le sonreía o le guiñaba cada que sus miradas se encontraban y una que otra vez le había chiflado, ojo, la mayoría de veces había sido Aly no él.
—Fe-Felicia— su garganta no podía pronunciar su nombre sin siquiera temblar, ella le dio la vuelta a su cabeza y ambos encontraron sus ojos, miles de mariposas recorrieron su estomago y seguramente su rostro comenzaba a colorarse, el nerviosismo se colaba por su cuerpo y casi en un acto involuntario llevó su mano libre de maletas hasta su cuello.
Ella no cambió ni en un momento su expresión solamente frunció mas el ceño, obviamente que lo reconocía ¿Quien olvidaría el rostro del chavo que siempre te molesta cuando te ve? No era mas que otro de esos hombres acosadores.
—Bred— solamente dijo su nombre y regresó su vista hacia el frente, eso contaba para él como un saludo, una sonrisa boba se colo por su rostro haciéndolo mostrar toda su hilera de dientes, llevaba ya 4 años enamorado de la rubia y este año iba a ser totalmente igual.
Se rearmo de valor y avanzó unos cuantos pasos con la fila, era una buena oportunidad para hablar con ella, después de eso varias cosas se lo impedían y este era su ultimo año, debía tratar de avanzar lo mas que pudiera con ella
—¿Qué tal tu-tus vacaciones?— ella regresó su vista hacia él y lo inspecciono con la mirada, ese acto solo hizo que se sintiera mucho mas nervioso, esperaba que los constantes golpes al saco en estas vacaciones hallan cambiado en él una que otra cosa.
—¿te has.... puesto.. aretes?— ¡ah perfecto! Habia cambiado de peinado, su musculatura había crecido, quizá también se había puesto mas alto pero ella tenia que fijarse en eso ¡en sus aretes!
—Piercing— corrigió acomodando su cabello, la verdad no podía ocultarlo, su cambio de peinado le había quedado mucho mas corto.
Volteó el rostro incomodo, en realidad no sabia que decirle, "pues la verdad es que me converti en un super héroe que debe usar aretes para poder transformarse con un traje de motas y un yoyo como arma"
Solamente se había transformado una vez al final de las vacaciones y el traje le pareció realmente incomodo y ajustado.
—Siguiente por favor— Felicia dejo de verlo y prosiguió a registrarse, Bred suspiró resignado, suponía que dejaría la oportunidad de hablar con ella para después.
Les entregaban todos los papeles en un sobre manila, él lo guardo en su mochila y se dispuso a caminar hasta los dormitorios para chicos, el ocaso se estaba poniendo, ese dia era sabado por lo que mañana tendrían el día libre y el lunes comenzarian las clases.
—¡Ey bro!— un brazo se poso por sus hombros, ambos se inclinaron levemente hacia delante y comenzarón a reír.
—Que tal Aly— saludo a su amigo moreno, el de gafas le devolvió una sonrisa y se separo de él
—¡¿Te pusiste piercings?!— interrogó sorprendido, Bred volvió a sonreír incomodo y asintió levemente —¿Qué te paso en las vacaciones amigo?—
—Me parecieron geniales, es todo—
—Wao, ahora yo quiero ponerme un par—
—Duele, te lo aseguro— afirmó recordando su esfuerzo para no gritar dentro de su habitación, Tikki le habia hecho hacer algo totalmente doloroso
—Si tu lo soportaste yo tambien—
ambos rieron comenzando a caminar hasta el edificio, el guardián de la entrada pedía su documentación para entregar las llaves de las habitaciones
—¿Qué habitación te toco?— Aly abrió su documento y Bred decidió imitarlo, saco los documentos de mochila y se dispuso a abrirlos
—tengo la habitación numero 10, me ha tocado en el primer nivel— dijo Aly con una sonrisa pero después de ver el rostro de confusión de su amigo su sonrisa se borro —¿Sucede algo?
—No, ha digo si... mira esto— le paso sus documentos a su mejor amigo y este quedo tan confundido como él
—Seria mejor que fueras a preguntar— Aly le entrego la documentación en sus manos y reafirmo su agarre en sus maletas —Ve ahora o se te ara muy tarde— le dijó admirando el inició del anochecer, Bred asintió y sosteniendo bien sus maletas se encamino a la oficina administrativa para pedir información
Ya los pies le dolian, la distancia entre las instalaciones era considerablemente grande, desgraciadamente el no tenia auto ni motocicletas para transportarse y su bici aun no habia pasado el registro.
Camino hasta adentrarse al edificiò dejando que el calor del ambiente tranquilizara su frio cuerpo, se dispuso a caminar por el recibidor hasta el unico escritorio a la vista, la secretaria tecleaba algunas cuantas cosas en la computadora sin dignarse a levantar la mirada
—Disculpe— hablo amablemente llamando la atención de aquella señora regordeta, ella levanto la vista con pesadez y se despojo de sus gafas
—¿Qué deseas guapo?— levanto una ceja incomodo por su alago, fingió una sonrisa para no ofenderla y se acomodo la garganta.
—Tengo un problema, en mis documentos no tengo el numero de mi habitación y yo queria saber...—
—Agh si, eres el segundo con un problema de habitación— ella levanto su mano derecha con mucho pesar y le señalo una puerta de caoba fina justo a la par de ellos —Entra ahi, ¡ha! Pero toca primero—
—Gra....cias— ella le sonrió y él se dispuso a caminar hasta la puerta, esa señora lo ponia nervioso. Toco levemente hasta que escucho un "adelante" del otro lado.
Abrió la puerta asomando primeramente la cabeza, adentro la habitación era mucho mas grande de lo que creyo, en medio de todo ese gran espacio se encontraba un escritorio de madera bastante reluciente y justo en frente dos sillas de metal.
—Sientese porfavor — avanzó con sus maletas hasta estar detras de las sillas, sus ojos se posaron en la cabellera rubia frente a él, en realidad era una cabellera muy conocida.
La chica desvio la mirada hacia él encontrando sus ojos, nuevamente el corazón de Bred comenzo a acelerarse por segunda vez en el dia, Felicia estaba ahi, justo frente a él.
—Sientese por favor— volvió a repetir el señor frente a ellos, apenado asintió levemente y se dispuso a sentarse en la silla junto a Felicia, se sento lo mas recto que pudo, acomodo su cabello y rió sin querer.
Felicia rodo los ojos y se movió inclinandose hacia el otro lado de la silla para estar lo mas alejada posible.
Ese chico era terriblemente acosador y por ende una parte muy dentro de ella le temia ¿y quien no? Un hombre acosador era realmente incomodo.
—Digame ¿cuál es su problema?— el hombre poseia una voz realmente autoritaria —¿joven?—
—S-Si disculpeme, la verdad es que yo.. digo ¡mis documentos! Si emm no tengo, no tengo numero de habitación— maldijo internamente su tartamudeo, estar cerca de Felicia le hacia perder la cordura.
—Ya veó, asi que ustedes dos tienen el mismo problema—
Bred volteó a ver de reojo a Felicia, ella no se inmuto ante sus palabras manteniendo su elegante porte.
—Permitanme un momento—
No porfavor, no nos deje solos en una habitación totalmente cerrada y con poca luz.. no, no ¡no!
Ambos rogaban internamente por diferentes razones, estar solos era realmente incomodo, ahora la tención era palpable.
No sabia que hacer ¿iniciaba conversación o esperaba por el jefe administrativo? Se removió incomodo, acomodo su cabello, plancho su camisa y hasta se cubrió la boca con ambas manos para analizar su aliento, pero nada salio de su boca por los largos 10 minutos de espera. En ves de eso su cuerpo ya se encontraba esparcido por toda la silla, habia olvidado totalmente las formalidades, y se impulsaba con el pie hacia atras y a delante
En cambio Felicia no habia cambiado su postura, seguia llena de la elegancia que la caracterizaba aunque se encontraba ligeramente recostada en el respaldo de la silla, mantener una postura ejemplar comenzaba a dolerle la espalda.
—Disculpen la demora—
Bred y Felicia se reincorporaron con rapidez, ambos par de jovenes mostraron formalidad hasta que el hombre se sento frente a ellos.
—Les pedimos disculpas por los contra tiempos, aqui tienen— el hombre les entrego sus documentos, Bred chasqueó la lengua internamente, su habitación era la numero 5 hubicada en el primer nivel, la puerta estaba justamente enfrente de la numero 10 pero por primera vez él y Aly no estarian juntos.
—Disculpe pero la mia sigue estando mal, no ha cambiado su ubicación dice que estoy en el edificio de varones.
Bred volteó a verla ¿en el edificio de varones?
—De eso queria hablarle señorita— el administrados acomodo su garganta con aparente preocupación —Su habitación es correcta, lamentablemente.
—¿Disculpe?— ella levanto la ceja indignada, Bred no entendia nada, es mas ¿debia seguir ahi?
—con su permiso, me retiro— hizo el ademan de levantarse hasta que la voz del hombre lo hizo detenerse.
—Alto ahi joven que esto tambien lo concierne— Felicia frunció el ceño.
¿qué tenia que ver él con su problema? —No tenemos mas habitaciones disponibles en todo el campus por lo que ambos tendran que compartir las suyas—
¡¿Qué?!
—¡¿Disculpe?!— Se puso de pie totalmente indignada, el administrador solto un suspiró mientras comenzaba a sobarse las cienes
—Perdoneme señorita Agreste— dijo levantando la mirada, para nada le benificiaba que ella estuviera inconforme con ellos —Fue un error administrativo—
—¡Entonces fue su culpa!— comento totalmente seria, habia perdido un poco la calma, cosa totalmente rara en ella.
—No, bueno si lo admito pero tengo fé en que ustedes como personas maduras de ultimo año podran solucionar sus problemas— Felicia frunció aun mas el ceño —B-Bueno hasta que le encontremos otra habitación—
—¿ha pensado el hecho de que estare en el dormitorio de varones?—
—Por supuesto, pero ninguno de ellos le tocara un pelo.. se lo dire a los vigilantes del edificio... porfavor señorita—
Ella se cruzó de brazos comenzando a zapatear el suelo, volteó su vista hacia el chico peliazul frente a ella, él aun parecia descolocado y confundido.
—Esta bien—
Esas dos simples palabras hicieron que su corazón se descontrolara.
—Dormire con él—
Y esas revolvieron su estomago de una forma extraña.
—muchas gracias señorita, le prometo que buscare una habitación para usted de inmediato.
—Eso espero.
Ella se dio la vuelta con rapidez aciendo flotar sus cortos cabellos y salió de la habitación, Bred en cambió se quedo en el interior 5 segundos mas, despues reacciono y tambien se puso de pie dispuesto para salir
—Muchas gracias— hizo una pequeña reverencia frente a la secretaria, ella le guiño un ojo y él decidio ignorar su gesto.
Felicia caminaba con rapidez, con la hoja de documentos en una mano y las llaves de su auto en la otra, abrio con fuerza las puertas principales inundandose del frio de la noche y bajo las escaleras a paso veloz.
—¡Fe-Felicia!— él la detubo cuando justamente se encontraba insertando las llaves de su auto para arrancarlo, Bred se encontraba de pie junto a las escaleras. Extrañamente esa escena se le repitio en su mente, era un escenario totalmente igual a la primera vez que lo conocio y se arrepentia sin lugar a dudas de haberse quedado esa noche.
—¿Qué?
—Ya sabes emm— volteó la vista incomodo y se rasco la nariz —Vamos al mismo edificio y a la misma habitación ¿podrias darme jalón?
Ella no respondio, aparto la vista colocandose sus gafas negras y sin decir nada encendió el auto y acelero para irse de ese lugar.
Bred se quedo tiezo con la mano en la nariz y una sonrisa que se deshacia con el pasar de los segundos, no podia creer su desconsideración, le habia dejado sin ningun remordimiento.
Acomodo su chaqueta azul y se dispuso a comenzar a caminar, realmente seria un largo y agotador paseo nocturno, aunque una cosa no le quitaba el nerviosismo y era saber que dormiria en la misma habitación que Felicia Agreste, eso en verdad era un sueño o ¿una pesadilla?
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Holaaaa
¿Que tal el Gender berder Feligette? ¿Genial verdad? A mi me ha parecido fantastica la idea y espero que a ustedes tambien. Voten y comenten si quieren continuación.
¡Saludos! :)
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