Extra 3
A Juliet no le quedó más remedio que aceptar la consecuente invitación por parte de los padres de Eitan (aunque ella estaba casi segura de que la iniciativa era de él) para ir a cenar a casa de los Collins al mes siguiente.
Y sí, digo que no tuvo más remedio porque Juliet era consciente de quiénes eran sus padres: personas respetadas en el pueblo y a la vez humildes, pero también cristianos conversos que parecían guardar un fuerte seguimiento de las leyes de su acogida religión.
Juliet sabía que el abuelo de Eitan había llegado a ese pueblecito en 1938 para esconderse aún más debido a su religión. No es que corriera demasiados peligros de todas formas, pero quería ahorrarse cualquier riesgo. Algunos dicen que fue demasiado cobarde, pero Juliet siempre lo negaba y lo niega.
Fue ya en 1946, con la Segunda Guerra Mundial terminada definitivamente, cuando él se aventuró a pretender a la abuela de Eitan, la cual seguía con vida por aquel entonces a diferencia de su abuelo.
No hace falta mencionar que el abuelo de Eitan (que también se llamaba Eitan) fue el pretendiente que acabó convirtiéndose en el esposo de Elizabeth. Y, ciertamente, le costó que la mano de la muchacha, cristiana y de padres muy tradicionales, le fuera entregada.
Tanto le costó que Eitan tuvo que bautizarse y abandonar el judaismo. Pese a ello, para ser honestos, Eitan no era un hombre muy seguidor de la religión y no le importó demasiado ese cambio.
La madre de Eitan (Eitan Collins) nació un año después de que sus abuelos se casaran en 1967. Fue bautizada como cristiana, y por lo que Juliet sabe mediante sus padres es que ha sido siempre una ferviente seguidora de la religión, al igual que su marido, aunque no tuviera mucho sentido porque ninguno de sus padres le inculcó nunca aquello.
Y esa era la razón por la que Juliet temía el ir a casa de Eitan: lo que sus padres pensaran de Juliet y su familia moderna. Porque ella sabía que el que Eitan no lo supiera era normal, pero sus padres sabrían quién era ella en cuanto la vieran.
No le daba miedo plantarse ante ellos y decirles que tenía la mejor familia que podría haber pedido nunca, que era querida infinitamente y que tanto ella como su hermano tenían suerte de tener la familia que tenían; lo que le daba miedo era la reacción de Eitan. Él la apoyaría siempre, e incluso le había confesado más tarde que había quedado maravillado por la gran familia que Juliet tenía. Juliet no tenía constancia de que la familia de Eitan le haya tratado mal o le haya puesto cualquier tipo de barrera, y lo que menos quería era privarle del único amor que nunca falla. Juliet no quería tampoco que su amor fuera del que le fallara.
Así que Juliet estaba preparada para cualquier cosa esa noche, pero también guardaba la esperanza de que sus padres no fueran como todos decían que eran.
Llegó a casa de Eitan más pronto de lo que pensaba. Ni siquiera le mandó un mensaje para avisarle de que iba a llamar; tocó el timbre y al segundo escuchó las pisadas de Eitan. Tras casi tres meses, ya era capaz de reconocer sus pisadas sin siquiera verle.
Eitan apareció tras la puerta con una enorme sonrisa. Juliet sintió como las piernas le temblaban al verle y sonrió también. La condujo hasta el salón, donde estaba toda su familia: sus padres y su hermana mayor.
—¡Juliet! —Iris, la hermana de Eitan, corrió a abrazar a Juliet. No le sorprendió, pues siempre habían dicho de ella en el instituto que era una chica extremadamente alegre.
—Buenas noches —saludó nerviosa Juliet.
La madre de Eitan se acercó a ella y la abrazó también.
—Estamos encantados de conocerte —dijo con una enorme sonrisa.
A Juliet le transmitió paz ver los rostros de los familiares de Eitan. Era como si todo lo que le habían contado comenzara a parecer una tontería.
El padre de Eitan se acercó y estrechó su mano.
—Gracias por venir.
Todos se sentaron a la mesa. Y toda la noche fue bastante simple. Se hicieron preguntas sobre los estudios, las aspiraciones, las aficiones, y también los problemas de actualidad.
Entre otras cosas, Iris contó que había conseguido continuar trabajando en una tienda de yogurt helado el siguiente curso. Al parecer había vuelto ese mismo día a casa y tenía muchísimas cosas que contar.
Durante el postre, llegó el momento que Juliet temía: hablar de la familia.
—¿Y qué tal están tus padres? —quiso saber la señora Collins.
—No sabemos mucho de ellos desde que naciste —dijo el padre de Eitan, y se notaba que había cierto deje tristón en su tono.
—¿Conocéis a los Pierce? —Eitan frunció el ceño.
—Ibamos juntos en el instituto —explicó su madre— y Logan e Iris tenían muchas peleas en la guardería.
Juliet rió. Se sintió mal por haber pensado mal de ellos.
—Están muy bien —respondió—. No podemos quejarnos.
Y nadie dijo nada más. Nadie hizo ningún comentario sobre que ella tuviera dos padres, de lo difícil que debería ser para ella, de cómo se vive el no tener un ejemplo femenino en casa.
La gente se había inventado una enorme cantidad de mentiras alrededor de los Collins. Eran muy abiertos de mente, les encantaba viajar, y encima eran activistas.
Eitan no sabía que todo aquello preocupó a Juliet, y se enteró mucho después. Sí que conocía la fama de sus padres, pero no pensaba que nadie fuera a creerse que sus padres fueran fervientes feligreses. En realidad, no era así en absoluto. Asistían a la iglesia muy seguido porque el tío de su padre era el cura y no estaba de más pasarse de vez en cuando.
Juliet comprendió que dejarse llevar por las apariencias y por lo que los demás dicen de otras personas es caer en un gran error.
Además, si Eitan era así, tampoco era posible que tuviera una familia menos maravillosa que aquella que acababa de conocer.
*CDP*
¡Hola a todos! Sé que ha pasado bastante desde el último extra (o eso creo 😂) pero la verdad no sabía muy bien cómo escribir esto. No quería que se hiciera muy largo.
Además, me fui de viaje, he comenzado las clases y tengo bastantes cosas entre manos. De todas formas, espero tener una nueva historia para mediados de octubre.
Ah, ¿sabéis qué día es hoy, 19 de septiembre? ¡El aniversario de esta historia! 🎊🎉 Gracias a todos por tantas interacciones con esta historia. Cuando la subí no me imaginaba que tendría tantos leídos y votos como tengo, ni siquiera que pudiera leer tantos comentarios (los cuales wattpad a veces ni me notifica, así de jajas).
Bueno, no quiero alargarme. Que os vaya bien, nos vemos. 💖
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