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No se lo esperaban 7u7 lo sé.
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Realmente mentiría si hubiese dicho que no estaba nervioso. La última vez que Jisoo lo citó en aquella cafetería fue para restregarle en la cara todo el sentimiento negativo que sintió Namjoon por su hija.
Pero ahora el moreno le confesó todo, de modo que, ¿De qué manera podría lastimarlo?
Frunció los labios, sólo había comido la mitad de la comida que le dejó su madre y la guardó en el refrigerador, realmente le encantaba pero no se sentía con los ánimos de comer. Más bien, quería encontrarse con Jisoo y acabar ya de una vez por todas.
Limpió la comisura de su boca, tomó sus llaves, celular y billetera, se inspeccionó rápidamente para asegurarse de que no le faltaba nada más y luego abrió la puerta principal del departamento.
Abrió amplio sus ojos e hizo una mueca nerviosa cuando vio a su madre subiendo las escaleras.
-¿A dónde vas, amor? -preguntó la mujer con una bolsa colgando en su mano izquierda.
-I-iré a ver a Namjoon -forzó una tenue sonrisa. Su progenitora le dio una mirada reprobatoria y negó, pero antes de que ésta fuera a regañarlo o a decirle que las personas que le mienten a sus padres se tienen que parar en una esquina de la habitación hasta arrepentirse , le besó rápido su mejilla y pasó por un lado de ella.
Tomó un taxi y le indicó la dirección, cerró sus ojos y suspiró. Su vida cambió tanto en sólo un año, ahora era un hombre casado y padre de un bello angelito. Las cosas quizás no resultaron como él hubiese querido... Pero muy a pesar de todo, agradecía haber conocido a Namjoon.
Cuando abrió sus ojos notó que ya faltaba sólo una cuadra para llegar hasta su destino, de modo que le indicó al chofer donde se bajaría y le pagó. Entró al lugar mirando a todos lados, buscando con la mirada a la hermana de Jungkook, cuando por fin la encontró se acercó hasta ella con la cabeza gacha y un semblante serio.
-Hola -saludó ella, a lo que Seokjin solo hizo un sonido con su garganta como respuesta.
Se sentó frente a Jisoo, podría jurar que vio a la bajita con los ojos hinchados. Probablemente estuviera llorando antes de que él llegara.
El camarero se acercó, tomó sus pedidos y se marchó, para volver casi a los diez minutos; ya que el más alto sólo pidió una taza de café y un trozo de pastel.
Las personas en las otras mesas charlaban bastante alegres, había un ruido considerable en el lugar, pero ambos sentían el ambiente demasiado tenso. Casi no cruzaban miradas, la fémina a penas había probado su rebanada de pastel, y Seokjin parecía realmente haber perdido el apetito.
Carraspeó, le dio un sorbo a su café y entrelazó sus propias manos sobre la mesa. Jisoo suspiró y acomodó su cabello justo detrás de sus orejas.
-Yo... -comenzó a hablar la mujer- No sé cómo decirte ésto... Me muero de vergüenza, culpabilidad y...
Sus ojos se llenaron de lágrimas, dejó la cucharilla a un lado y cubrió su boca con su pequeña mano. Seokjin sólo la miraba, no comprendía nada. Suspiró y desvió la mirada.
-Escucha, Jisoo: de verdad todo esto es innecesario. Si estas aquí para decirme que tu intención nunca fue que yo viera esas conversaciones, te juro que me da igual. No te culpo.
-Perdóname...
-Ya te dije que no te culpo, yo fui de metiche a revisar tu celular... Si hiciste todo eso porque aún amabas a Namjoon, te juro que no era necesario. -relamió sus labios y sacó su billetera, sacó la cantidad indicada de dinero y la dejó junto a la tacita de café, a la cual a penas había bebido un par de sorbos.
A penas pudo levantarse con la intención de dejar ahí el tema, pero la muchacha le tomó la mano y le rogó que volviera a sentarse.
-Por favor, escúchame... -Seokjin suspiró, volvió a su lugar y clavó su mirada en la baja, esperando a que ésta hablase- Sé que quizás después de ésto quieras golpearme, y realmente me lo merezco, pero por lo menos quiero quedar con la tranquilidad de que supiste la verdad por mi propia boca.
La expresión de Seokjin cambió a una de total confusión.
-Yo... Yo te di las pastillas que te causaron la pérdida de tu bebé...
Eso no se lo esperaba para nada. Sintió como si le hubiesen atravesado un cuchillo justo en su corazón. Abrió su boca pero no pudo emitir ni una sola palabra. Sintió un nudo en su garganta por todo lo que tuvo que soportar su niña: la anomalía en su pequeño corazón, una dósis de pastillas y además, todo el estrés que sufrió aquel día.
Aún así había sido lo suficientemente fuerte como para vivir un par de días.
Seokjin se levantó con los ojos vidriosos, se dio la media vuelta para marcharse, pero sintió el agarre de Jisoo en su brazo.
-Perdóname, por favor... -rogó ella.
El más alto empuñó sus manitas e hipó, en su cabeza contó hasta diez y se repitió las mil razones por las que no podía golpearla.
-Amo demasiado a Namjoon, pero jamás supe demostrárselo.
-Lo sé -a penas pudo hablar-, tanto así que incluso abortaste a SUS hijos. Si tanto querías estar con él, ¿Por qué no me lo dijiste? Pude haberme echo a un lado. ¡No tenías por qué acabar con mi hija!
Las personas en las mesas miraban a los jóvenes extrañados, quizás creían que eran pareja y que estaban teniendo su típica discusión dramática. Murmuraban e incluso algunos juzgaban el hecho de que el más alto le estuviera gritando a una mujer.
-Lo siento tanto. No supe controlar mis propias acciones, y ahora estoy pagando por ello. Estoy perdiendo a Jungkookie por todo el mal que hice.
Seokjin la miró con desprecio, mordió su labio inferior y volvió a retomar sus anteriores pasos, podía oír a Jisoo rogándole por que la perdonara, y de fondo escuchaba como algunos murmuraban que era un mal chico.
Detuvo su camino por un momento, se volteó y miró muy de cerca a la chica, aún con lágrimas recorriendo sus mejillas y su mentón temblando, habló:
-Jamás podré perdonarte todo ésto, Jisoo. No perdí un collar, ni un anillo de oro. Perdí a mi bebé, y tendré que vivir con ello durante toda mi vida.
Se abrazó a sí mismo y salió de la cafetería con lágrimas haciendo todo un camino por sus mejillas.
Sacó el celular de su bolsillo, buscó entre sus contactos el número de su esposo y llamó. Al segundo tono el otro contestó:
-¿Hola?
-Cariño -sollozó Seokjin.
-¿Qué te ocurre? ¿Estás bien?
-No... Te necesito. -hipó- ¿Dónde estás?
-Estoy en mi casa, ¿Quieres que vaya por ti?
-No, yo iré.
Justo cuando el menor estaba por colgar, Namjoon volvió a hablar:
-Jinnie...
-¿Hm?
-Te amo, por favor mantente tranquilo.
Esas palabras parecieron provocar más el llanto de Seokjin, sin embargo, aún entre sollozos pudo murmurar un "Yo también te amo".
~ o ~
Taehyung traía una tremenda sonrisa en sus labios, a su lado en el taxi, iba sentado Hoseok con los ojos vendados. El mayor soltaba risitas nerviosas que pronto eran calmadas por besitos en su mejilla.
El menor sólo había ido para contarle lo de Jimin y Yoongi, Hoseok realmente no recordaba en qué momento se dejó convencer y vendar, ni siquiera sabía a dónde se dirigían.
Escuchó a Tae decirle al chofer que se detuviera, primero bajó el otro, quien luego se encargó de ayudarle, mordió su labio inferior y, literalmente, confió a ciegas en el más joven para que lo guiase a quien sabe qué lugar.
Escuchó el sonido de unas llaves y el suave rechinar de una puerta al abrirse, Taehyung iba junto a él, con sus manos entrelazadas y le hizo caminar algunos pasos más. Pudo sentir un exquisito olor en el ambiente, y esbozó una tenue sonrisa.
Sonrisa que fue cubierta por unos suaves labios. Poco a poco, TaeTae le quitó la venda a Hoseok, a quien seguía besando con mucha ternura.
El mayor rompió con sutileza ése exquisito tacto, sólo para cruzar miradas con ése muchacho que había robado su corazón. Muy a pesar de su encantadora sonrisa, sus ojos reflejaban cierto nerviosismo... Ni siquiera hacía falta preguntar dónde estaban.
-Hyung... -murmuró el menor.
Hoseok no respondió, sólo se acercó para volver a besar la boca de Tae, la cual ahora se encontraba levemente temblorosa. Con mucho cuidado, le tomó el rostro entre sus manos y profundizó las caricias que sus labios se proporcionaban.
Taehyung puso sus manos en la cintura del otro y empuñó sus manos, arrugando un poco la tela de la playera.
Se separaron sólo un momento, entonces el menor se atrevió a susurrar en la boca ajena:
-Hazme el amor...
- - - n o t a - - -
VKook shippers, perdónenme :P Haré algo especial para ustedes.
Besos, gracias por leer~
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Esto sólo es un recordatorio de mi luv por ustedes<3
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