𝚎𝚡𝚝𝚛𝚊: 𝚠𝚘𝚗𝚔𝚒
-¡En éste preciso momento me cuentan todo con lujo de detalle!
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Después de escuchar todo el proceso que conllevaba tener relaciones sexuales, Niki entró en un estado de indecisión. Nunca se había acomplejado al escuchar las experiencias sexuales de sus amigos, pero la gran razón es porque varios de ellos eran heterosexuales y la anécdota de Hyeongjun no fue precisamente con una chica.
El sexo entre hombre y mujer es sencillo, mucho más fácil de comprender e incluso de realizar, y tal vez tiene relación con que es enseñado en la escuela. Es normal que en una etapa de la vida tus profesores te expliquen el proceso biológico.
Incluso es gracioso recordar la expresión de asco que se hace cuando aún se es un niño y el maestro te dice, sin preámbulos, que el miembro entra por la vagina. Con la mente en "el país de las maravillas", sólo pensando en jugar, los niños señalando de peores enemigas a las niñas y viceversa.
Pero, ¿Quién les explica cómo es el sexo homosexual? ¿Quién les dice cómo se acarician las mujeres? o ¿Qué hacen los hombres juntos en la cama? Nadie. Y para Niki ése era el problema.
Cuando cumplió diez años supo que había algo "diferente" en él. Sabía que no era visto normal que a un niño se le acelere el corazón sólo por ver a otro niño.
Dudaba de su orientación, pero comprendía que debía aparentar hasta el momento que su madurez llegase y pueda escoger entre el sexo masculino o femenino. Es por ello que tuvo una novia a los trece años, jamás pasaron más allá de los besitos.
Y ni siquiera con los cientos de besos que se dieron, se pudo comparar al primer beso que se dio con un chico. Para ser específica: con Hyeongjun. Le hizo comprender su orientación sexual. No hubo sentimiento de por medio, de hecho, estaba siendo utilizado para practicar antes de que el otro se declarase a su "crush"
Teniendo en claro sus gustos, creyó que no habría nada más que lo acompleje... Hasta que apareció Hyeongjun contando su primera vez con su novio.
-¿Te dolió? -preguntó Johan con una ceja enarcada.
-Pues sí, al principio...
-No es sencillo ser el pasivo. -habló Felix con el codo apoyado en el pupitre, y sus dedos acariciando su cabello sedoso.
-Pero aún así lo escogen por alguna razón. -agregó Hyunjin jugueteando con una botella de agua.
-No sé si se trate de escoger... -dijo Hyeongjun - Con Minhee las cosas sólo se dieron así.
Niki miró de reojo y frunció los labios.
Era mucho mas complejo de lo que imaginaba. No se trataba sólo de encontrar a alguien que le guste y hacerlo su pareja, claro que no, era encontrar a una persona que le gustase y que ésta aceptara también el rol que cumpliría en el acto sexual.
La duda se clavó en su pecho y no se iría hasta que alguien se lo lograse explicar, pero el grandísimo problema era: ¿Quién rayos podría explicarle todo lo que deben saber las parejas homosexuales antes de hacer el amor?
-Entonces... ¿Discutieron muy fuerte? -preguntó Sunoo antes de darle un sorbo a su café.
Jungwon asintió y bufó. A su lado, Niki bebía muy contento la taza de chocolate que le preparó Sun.
-Y sólo fue una tontería, no se porque se enojó tanto. Incluso dijo que se quedaría en casa de su mejor amigo por esta noche.
-Hace ya bastante tiempo se está comportando como un berrinchudo... Quiero decir: entiendo que a penas tiene diecinueve años, pero si tomaron la decisión de vivir juntos deberían solucionar las cosas como adultos -comentó Sunoo.
Un profundo suspiro salió por parte de Jungwon. Ya hace tiempo, cuando a penas les había contado que se iría a vivir con su novio, Sunoo se mostró totalmente desacuerdo, ya que Yang a penas cumpliría diecisiete y llevar una relación prácticamente de casados no era precisamente lo mejor. Se habían saltado una etapa en su noviazgo y en realidad se debía a la rápida decisión de vivir juntos aún cuando a penas cumplirían cinco meses. Debían vivir su noviazgo con entusiasmo, querer arreglarse para sentirse la persona más guapa ante los ojos de su pareja, hacer el amor luego de una entretenida cita, y cosas así.
Sin embargo, desde que comenzaron a vivir juntos, ambos dejaron de tener citas porque "no habían motivos". La adrenalina se disipó lentamente. O por lo menos por la parte de Taehyun.
-¿Y qué vas a hacer? -preguntó Niki.
-No lo sé... No puedo ir detrás de él rogándole que me perdone por algo que no hice.
-Conociéndote diría que es justamente lo que harás si te quedas solo -habló Sunoo con una ceja enarcada-, así que Niki se quedará a dormir aquí contigo.
Niki no era capaz de contradecir a su mayor, de modo que sólo soltó una tenue risa y asintió.
-¿También te quedarás, hyung? -preguntó Jungwon.
Sunoo negó, se excusó con alguna tarea que debía terminar. Sólo se despidió de sus amigos y se marchó. Ambos adolescentes decidieron mirar una película antes de ir a dormir, Niki había elegido una comedia, ya que una romántica podría ser el impulso para que Jungwon fuese a buscar a su novio.
Se acomodaron en el sofá y se mantuvieron en silencio. El mutismo no resultaba incómodo, eran mejores amigos desde muy jóvenes y las palabras a veces no eran necesarias para mantener la calidez del ambiente.
Una escena de la película activó la duda que atormentó a Niki durante la mañana. Una escena en la que uno de los protagonistas se enoja al enterarse que fue el pasivo de otro chico.
El momento causó una suave carcajada en Jungwon pero tras cruzar miradas con el menor, enarcó una ceja, confundido.
-¿Qué te pasa? Parece como si hubieras visto un fantasma...
-No me pasa nada -murmuró Nishimura. El chico a su lado pausó un momento la película y giró su torso, para quedar de frente a él.
-Mírame, ¿Quien soy yo? -se apuntó a sí mismo con su dedo índice.
-Jungwonie -soltó Niki con una tenue risita.
-Ajá, ¿Y soy...? -alargó. El otro no captó el mensaje, de modo que continuó- Soy tu mejor amigo y te conozco, yo no caeré en tu "no me pasa nada".
El menor asintió. Mordió su labio inferior y desvió la mirada, intentando buscar las palabras correctas para explicarle su problema a Jungwon.
-Tú... ¿Tú qué rol cumples cuando lo haces con Taehyun? -al terminar la pregunta un sonrojo decoró sus mejillas.
El bajito se sorprendió, no por la pregunta en sí, sino, que sea un tema relacionado con el sexo lo que atormentaba a Niki.
-Somos versátiles, pero la mayoría de las veces yo soy el pasivo -comentó Jungwon sin ninguna pizca de vergüenza o timidez por la información entregada.
¿Versátiles? Genial, ahora comprendía menos.
-Escucha, Niki, si lo que te preocupa es no saber el rol que cumplirás en tus relaciones, déjame decirte que no es algo que no podrás hablar con tu futura pareja...
-Hyeongjun nos contó hoy que las cosas con Minhee se dieron por sí solas. ¿Y si llega el momento y mi pareja espera que yo le haga el amor? ¡No sabré que hacer! ¿Y si es una persona que me guste tanto que me impulse a ser el de arriba? ¡Y a esa persona yo le provoque lo mismo! ¿Me entiendes? No es fácil.
Jungwon o pudo evitar reír.
-Tranquilo... Sólo una vez bastará para saber qué es lo que te gusta y qué no.
-A eso me refiero, Junwonie... Por lo menos una vez debo ser activo y pasivo para determinar el rol que me gusta, ¿pero si a mi pareja le gusta ser activo y a mí también? ¿O a ambos nos gusta ser pasivos? Se echaría a perder mi relación solamente por un desacuerdo. Mi primera vez no puede ser con un novio.
-¿Y entonces? ¿Qué planeas? Si me dices que buscar un prostituto te advierto que Sunoo hyung te matará.
-No puede ser con cualquiera...
Hubo un minuto en el que el silencio se apoderó del ambiente, y sólo eso pareció darles una respuesta.
-Hyung, tú puedes ayudarme -habló Niki.
-¿Estás loco? No me acostaré contigo.
-Pero eres la única persona a la que puedo confiarle algo como esto... -formó un prominente puchero- Además, nada cambiará entre nosotros.
-Sé que nada cambiará, pero yo estoy en una relación. Imagínate que Taehyun se entere de esto, me terminaría enseguida.
-Me llevaré el secreto a la tumba -juntó las palmas de sus manos y se acercó a su mejor amigo con su mejor cara de súplica.
Jungwon soltó una tenue risita y cubrió los ojos de cachorro de su amigo con su manita, resignado, jamás se ha podido resistir a los berrinches del otro.
-Está bien. Sólo será esta vez, ¿entendido?
Niki asintió repetidas veces.
-Si me sigues mirando ya no te haré nada -dijo Jungwon, los ojos de su mejor amigo siempre lo han intimidado, sus ojos son demasiado penetrantes y parece no cohibirse con facilidad.
-¿Entonces se supone que debo cerrar mis ojos? ¿Por qué yo tengo que ser el de abajo primero? -preguntó, sin apartar su mirada, sin preocuparse porque dos botones de su camisa estaban desabrochados y su mejor amigo estaba posicionado sobre él, en la amplia cama.
-Porque yo soy el de la experiencia y si no te muestro por donde debes entrar, posiblemente me hubieras penetrado el ombligo.
Niki hizo mala cara, fingiendo estar ofendido. Yang soltó una suave risita y acercó su rostro hasta el del menor, besando la comisura de su boca. Luego de un segundo piquito, Niki correspondió las muestras de cariño de su amigo.
Sus labios se acoplaron, cerraron sus ojos por inercia y Jungwon aprovechó que el otro estaba relajado para desabotonar por completo su camisa. Dejó al descubierto su torso, dio suaves caricias a su vientre que, aparentemente, no estaba marcado y dejaba evidencias de las tazas de chocolatito que le pedía a Sunoo.
Separó sus labios para depositar tiernos piquitos en la mejilla del menor, paseándose por su mentón, viajando coquetamente por su cuello y clavículas, hasta llegar a su pecho. Sus gruesos labios atraparon su pezón derecho y fue suficiente para que la espalda de Niki se encorvara.
Era mucho más perceptible y quizá tenía que ver el hecho de que fuera primerizo. El momento más erótico de su vida había sido su primer beso de lengua, y sólo eso lo había mantenido cohibido por dos semanas enteras. Pero ahora que el mayor succionaba su pezón, las corrientes eléctricas atacaban cada rincón de su cuerpo y enviaban un claro mensaje a su entrepierna.
Las manos de Jungwon le acariciaron el camino desde su pecho hasta la pelvis, tomando la orilla de su pantalón y bajándolo peligrosamente, dejando al descubierto un bulto bajo su ropa interior.
Cruzaron miradas por un instante y volvieron a juntar sus labios, esta vez Niki cerró sus ojos y se entregó por completo a los brazos del placer.
La mano de Jungwon acarició el bulto atrapado en la ropa interior de Niki, paseó sus dedos contorneando la masculinidad de su amigo por encima de la delgada tela. Un suave jadeo escapó de los labios del menor y eso encendió de sobremanera al más bajito.
Jungwon poyó su mano izquierda a un costado de la cabeza de Niki y sacó, de la mesita de noche, un pequeño frasco de plástico transparente.
-¿Qué es eso? -preguntó con una ceja enarcada.
-Lubricante.
-¿Y para qué lo quieres?
-Es para ti... -murmuró- Evitará que duela tanto y podré entrar con menos dificultad.
Niki abrió sus ojos como plato y desvió la mirada, ruborizado.
-¿"Evitará que duela tanto"? ¿Te refieres a que de todas formas me dolerá?
-No necesariamente, hay personas a las que no le duele su primera vez... Pero a la mayoría sí.
El menor frunció el entrecejo, lo último no fue para nada alentador.
-Supongo que por ser tu mejor amigo me lo harás despacio.
Jungwon asintió sonriente, pero más allá de sus ojitos pequeños se podía sentir la maldad emanando de su menudo cuerpo.
Le quitó con delicadeza su ropa interior y robó dulces piquitos de su boca antes de que el otro comenzara a reclamar y le diera toda una cátedra de su amistad.
Le separó sus piernas mientras las manos de Niki le desabrochaban su pantalón, liberando un poco su aprisionada erección. Un suspiro salió de los labios de Jungwon ante el tacto de su mejor amigo, los dedos largos del menor saben de cierta manera donde tocar y es una de las tantas maravillas de tener relaciones con alguien del mismo sexo. Por tener la misma intimidad saben a la perfección cuales son las zonas más sensibles.
Yang echó un poco del líquido viscoso en sus dedos medio, anular e índice, encargándose de tantear la entrada del menor con la yema de sus dedos, humedeciendo la zona antes de insertar el primer dígito.
Por suerte, Niki mantiene la tranquilidad de que un dedito de Jungwon no podrá causarle un dolor insoportable.
Sin embargo, cuando el dedo medio del bajito entró, sí le provocó cierta incomodidad y soltó un suave jadeo, tensando un poco su zona pélvica.
La mano izquierda de Jungwon se encarga de masturbar a Niki para ayudarle a relajarse, mientras que su mano derecha simula suaves penetraciones. El segundo dedo pudo hacer su intromisión cuando la entrada de Niki estuvo dilatada. Para el tercer dedo tuvieron que esperar menos tiempo y los movimientos de la mano de Jungwon eran más seguidos.
-¿Acaso planeas meter tu mano entera? -preguntó un Niki de forma entrecortada, soltando tenues jadeos.
Jungwon negó con una tenue sonrisa, sacó sus dedos y acercó su rostro hasta el de su mejor amigo, dando un pequeño mordisco a su labio inferior. Niki se encargó de ayudarle a despojar las prendas que aún cubrían el cuerpo del mayor.
La pasión tiene forma de venda, es invisible, pero trae consigo mil sensaciones. Cubre los ojos de las personas, dejándolas a su merced y las impulsa a saciar el conocido libido. Maneja el cuerpo y la mente de quienes se han convertido en sus prisioneros, llevándolos a realizar, a veces, actos que jamás imaginaron.
Porque, quizás, si la pasión no hubiera cubierto los ojos de Jungwon y Niki, estos no estarían prácticamente devorando sus labios.
Las piernas de Niki rodearon la cintura del mayor y echó su cabeza hacia atrás, con sus ojos cerrados y sus labios más que hinchados.
Jungwon alineó su miembro con la entrada del menor e intentando ser lo más cuidadoso posible, impulsó sus caderas hacia adelante, abriéndose camino en el interior de Nishimura.
Un quejido escapó de la boca ajena y cerró sus ojos con fuerza, liberando gruesas lágrimas por la comisura de sus ojos. Jungwon respiró profundo y se concentró para mantener la cordura, rogando que la situación no lo ciegue por completo.
Realizó el primer vaivén, enloqueciendo interiormente porque Niki recibió el primer movimiento con un gemido gutural.
La pasión tiene forma de vendas... Y sabe perfectamente el momento en el que cegar.
Niki encorvó su espalda, su mano derecha arrugó con fuerzas las sábanas y la otra, aparentemente, arañaba la almohada bajo su cabeza. Jungwon repetía el vaivén de sus caderas una y otra vez, sin crear una pausa entre cada estocada, hasta que sus ojos parecieron ser cubiertos.
Acomodó la pierna izquierda de su amigo en su hombro y aceleró el movimiento de sus caderas, el sonido que provocaba el golpeteo de sus cuerpos estaba siendo opacado por los fuertes gemidos que emitía Niki.
La mano de Jungwon cubrió la boca del menor y acercó su rostro, quitó su mano y en la comisura de la boca ajena susurró.
-No hagas ruido... Aguanta lo que viene.
Junwon hizo un vaivén con bastante decisión y, sabiendo de cierta manera el lugar, encajó en la próstata del menor. Lo supo por la expresión de Niki, quien abrió su boca pero incapaz de soltar el más mínimo sonido y abrió sus ojos como si estrellas salieran de estos.
El placer invadió cada poro de sus cuerpos. Las embestidas se volvían peligrosas cuando el clímax se anunciaba por llegar.
Niki apretó sus labios y estranguló las blancas sábanas cuando su miembro comenzó a liberar su esencia, recibiendo un tierno beso en su frente húmeda. Jungwon no tardó en eyacular en su interior, soltando un largo suspiro, dejándose caer sobre el cuerpo de su amigo.
Ambos estaban agitados y con una fina capa de sudor cubriéndolos.
Cuando sus respiraciones se regularon, Niki empujó suavemente a Jungwon, dejándolo caer a su lado, ambos soltando risotadas.
El menor peinó su cabello hacia atrás y mordió el cuello de Yang.
-¿Ahora es mi turno? -preguntó juguetón.
Jungwon mordió su labio inferior y asintió, rogando internamente que Niki no cobrara venganza y se lo hiciera con fuerza.
Sunoo tomó con fuerza las orejas de los menos que habían terminado su relato, y los tironeó.
-¡Cochinos! ¡Yo con toda la confianza del mundo los dejé para que se cuidaran mutuamente y ustedes se pusieron a fornicar! -los regañó, ya por enésima vez.
-Sólo fue esa vez, hyung... -susurró Niki.
-¡Silencio, irresponsables! ¡Aparte de todo no se cuidaron! -acusó Sunoo cruzándose de brazos- Jungwon, tú creyéndote lleno de experiencia y pudiste embarazar a Niki.
El acusado bajó la mirada y mordió sus uñas, miró levemente a Niki que estaba a su lado y, tontamente, se atrevió a comentar:
-Niki también eyaculó dentro de mí...
La mirada de Sunoo se tornó totalmente a una asesina.
-¡Se pudieron embarazar mutuamente!
-Hubieras tenido dos sobrinitos... -la intención de Niki fue enternecer al mayor, pero sólo logró que a ambos los jalonearan del cabello.
-¡Suficiente! Pobre de mi bebé -susurró acariciando su vientre poco abultado-, no se merece tener unos tíos como ustedes.
-Hyung... Nosotros amamos a Maní... -comentó Niki con un prominente puchero.
Sunoo rodó los ojos y asintió.
-Sí, sí, mi bebé también a ustedes. No vuelvan a ocultarme cosas de esa magnitud, ¿entendido?
Ambos asintieron con sus caritas de perro regañado.
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