Quinta Semana De Gestación
1
Había sido claro, y a pesar de todo, Yoongi no podía dejar de repetir una y otra vez el día y la hora en que vería a Jimin para la supuesta cita, aunque Yoongi no la considerase como una cita en particular, después de todo solo se trataba de una salida que formaba parte de la disculpa de Jimin por las palabras que le había dicho cuando prácticamente se habían conocido, aún Yoongi podía recordar lo satisfecho que se había sentido al poder defenderse de ese pervertido.
- ¡Yoongi! -miro por detrás de su hombro a quien le hablaba, y entonces se obligo a dar media vuelta para poder mirarlo mejor, Taehyung ha estado algo comunicativo al respecto-. ¿A dónde irás ahora?
Para Yoongi no era necesario decirle toda la información, le darían sus resultados en esta semana, así que necesitaba estar atento a lo que pudieran llegar a decir con respecto a sus resultados, desde días fértiles, hasta la posibilidad de que no pueda tener hijos, lo cual de cierto modo si le hacía sentir dolido.
- Tengo que ir a casa, mi madre me espera -Taehyung sonrió ante esa respuesta.
- ¿Estás seguro? -Taehyung no quería dejar de conversar con Yoongi, se había armado de el valor suficiente como para poder hablarle un poco más, sin la necesidad de sentirse incomodo si es que la presencia de Jungkook llegaba a fastidiarle un poco, quería estar con el omega, quería hablarle, quería que ambos fueran comenzando una amistad mucho más solida-. Planeaba llevarte a un lugar cercano a la universidad, venden un delicioso pastel de manzana.
Demonios, Yoongi había sentido como claramente la saliva había aumentado dentro de su boca, desde cachorro, recuerda los pasteles que preparaba su abuela para él en navidad o su cumpleaños, pero específicamente dos, el volteado de piña y ese delicioso pastel de manzana, era el cual más podía llegar a disfrutar en el mundo, si pudiera se casaría con un pastel de manzana, definitivamente lo haría, pero no cualquier pastel de manzana, quería el que su abuela preparaba, lastima que ella ya había dejado ese mundo hace tiempo, y no es como si su madre fuera una experta en la receta de ese delicioso pastel.
- ¿Qué dices? -la nueva pregunta hecha por Taehyung lo saco de sus pensamientos llenos de ese delicioso pastel-. No te retendré por mucho tiempo.
- ¿Por qué quieres ir a comer algo conmigo? -Yoongi es cuidadoso, sobretodo con cada alfa que ha llegado a conocer, no por algo siempre le consideraban un omega muy extraño, mientras que otros aceptarían gustosos aquella invitación, él solo se la pasaba preguntando las razones hasta que pudiera lograr hartar al alfa o simplemente negarse o aceptar, eso iba dependiendo de lo que viera más conveniente.
Taehyung no esperaba aquella pregunta, era un hecho de que supiera que pedir una salida sin ninguna razón aparente haría que el omega dudase de sus intenciones, y sabe que una buena relación no se logra solo con una invitación y que simplemente se la pasen coqueteándose sin algún motivo.
- Pensaba que te agradaría, además el lugar es bonito, podemos ir hoy -Yoongi ladeo levemente su rostro-, claro si es que quieres ir, en caso de que no quieras, ¿te parece que quedemos para otra ocasión?
No era mala idea, Yoongi no tenía tantas ganas de querer salir ese día, lo único que estaba en su mente ahora mismo era, llegar a casa, saludar con poca dulzura a su querida madre y preguntarle si acaso hoy era el día para ir a ver sus resultados, subir a su habitación, esperar por la comida, y después de comer, dormir un largo tiempo, no tenía algún trabajo pendiente por hacer, y las tareas habían disminuido solo un poco, así que no había nada de prisa.
- Creo que lo más conveniente es que quedemos para otra ocasión, Taehyung.
Por más que el alfa se sintiera decepcionado, debía aceptar la decisión del omega, después de todo, era para obtener su atención y que al menos no estuviera Jungkook a su lado para protegerlo.
- Me parece bien -Yoongi sonrió en respuesta.
- Entonces, te avisaré, ¿trato?
- Trato -asintió Taehyung.
2
Las nauseas no son para nada buenas, después de haber desechado por su boca aquel liquido ácido y amargo, se sintió solamente un poco aliviado, demonios, no sabía cuanto tiempo tendría que estar soportando aquello, y eso que había pensado que todo ya había terminado de por medio, y no era así.
- Maldita sea -escupió antes de tirar de la manija observando como su reciente vomito desaparecía de su vista-, odio esto, ¿acaso mi cuerpo tiene que estar rechazando la comida de mi madre?
Se incorporo y fue directamente al lavabo, miro su rostro por escasos segundos en el espejo de enfrente y luego dirigió su mirada hacía las llaves, abrió una de ellas dejando que el agua comenzase a salir y así tomar un poco de está misma y llevarla hacía su rostro para poder refrescarse, lo necesitaba, y tal vez algo dulce también, un helado de zanahoria no estaría nada mal.
Sacudió la cabeza y sonrió burlón hacía su reflejo, ¿helado de zanahoria? ¿En qué demonios estaba pensando?
- ¡Mamá, ¿le pusiste drogas a la comida?!
Por fin Yoongi salio del baño, sintiéndose levemente mareado y con algo de hambre, malditos antojos que aparecen sin querer, debe dejar de pensar en comida, definitivamente debe dejar de hacerlo.
- ¿Droga? -pregunto su madre desconcertada por tal comentario de su hijo.
- Sí -Yoongi recargo su peso en el lado izquierdo del marco de entrada de la cocina-, volví a vomitar.
La señora Min no quería sacar conclusiones, pero aún sentía leve miedo a que su pequeño y dulce hijo estuviese en cinta, aunque ciertamente no lo cree posible, Yoongi no sería alguien que se entregaba tan fácilmente, y aún seguía siendo un omega virgen, o eso cree.
- Tal vez te hizo daño algo que comiste en la calle, te he dicho mil veces que no lo hagas.
- No he comido en la calle -su madre levanto ambas cejas y mostró su rostro casi neutro-, bueno, tal vez lo hice un par de veces, pero solo fue un poco de anguila.
- ¿Pensé que odiabas eso? -Yoongi asintió, si odiaba eso, pero, aquel día tenía demasiadas ganas de comer anguila, lo cual definitivamente le resultaba muy extraño.
- Lo odio, la aborrezco con todo mi ser -suspiro-, pero, solo fue un leve antojo, nada de que preocuparse.
- Seguramente eso fue lo que te ha causado daño al estomago.
- ¿Tú, crees? -Yoongi camino hacía su madre para poder sentarse en una de las sillas que se encontraban perfectamente guardadas con la mesa-. Estaba pensando por unos instantes en la posibilidad de que le estuvieras poniendo un poco de droga a la comida -su madre rodó los ojos divertida ante el comentario-, ¿sabes? No estaría nada mal si lo hicieras.
- No, no lo estaría, pero para ti, lo sería, no quiero que mi lindo hijo omega inteligente, deje todo por su consumo de drogas, o dime, ¿quieres qué un alfa te mantenga para complacerte con tus adicciones?
- ¡Jamás!
- ¡Ese es mi hijo!
3
Puntualidad ante todo, pero Jimin sentía que había exagerado solo un poco, pero la verdad era que no podía siquiera quitarse los nervios de encima, prácticamente sentía que su corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento, además de que el maldito nudo en su garganta no desaparecía ni siquiera con que pasará saliva en el momento, estaba sumamente preocupado de lo que pudiese pasar en su cita con Yoongi, pero debía de estar tranquilo.
- ¡Hola, Jimin! -el mencionado dio un respingo para después voltear y observar al omega sonriendole.
Yoongi lo había hecho adrede, había visto al alfa desde antes, y había notado que no estaba del todo tranquilo, ese tamborileo con la punta de su pie izquierdo, ese movimiento con sus dedos y la mirada que al parecer quería buscarlo entre las personas que pasaban frente a la acera, solo le hacía pensar en lo nervioso que se encontraba el alfa.
Nunca entendería el por qué de que algunas personas se sintiesen de ese modo en una salida, cita o como se le llamase, para él podía ser normal, ni siquiera había sentido nervio alguno cuando salio por primera vez con Jungkook.
- Me asustaste -se sincero Jimim, en verdad que casi sentía que le daba un infarto, Yoongi mostró poca inocencia al respecto, después de todo quería asustar al alfa y había logrado su objetivo-, no es divertido, Yoongi.
- Sería divertido si estuvieras en mi lugar, ¿imagínate? Hubiera actuado rápido si hubieras hecho algo como eso.
- ¿En serio? ¿Y qué hubieras hecho?
- Te hubiera golpeado -menciono Yoongi, no era la respuesta que esperaba, aunque lo suponía, Yoongi no es agresivo, pero si se trata de un buen susto, esa si que era una reacción que posiblemente pocos tendrían ante eso.
Algo debía admitir Yoongi, y eso era, que Jimin si que tiene un buen gusto para escoger lugares en dónde comer, el nombre del restaurante estaba en japonés, y Yoongi al no saber lo que eso significaba, decidió ignorar el nombre por completo, y concentrarse mejor en lo que posiblemente se encontrase dentro del restaurante, había quedado encantado con el lugar, el cual estaba pintado totalmente el color crema.
el lugar era solo un poco pequeño, y las mesas eran redondas, cada una de ellas tenía colocado un mantel de color blanco y las mesas no tenían más de dos sillas, nada mal, además de esas hermosas orquídeas falsas que había colocadas en cada florero de la mesa, justo en el centro, el menú no estaba saturado de platillos como muchos otros, y para Yoongi no fue nada difícil escoger lo que quería.
Yoongi no esperaba que el lugar le resultase demasiado cálido, como si estuviera recordando estar en casa con sus padres y su abuela cuando era apenas un niño de cinco años, y disfrutaba de la vida en Daegu, ahora solo estaba en Seúl, con su padre trabajando la mayor parte del tiempo en el centro de la ciudad, mientras que él y su madre se la pasaban en grande en casa, definitivamente el recordar mucho a su abuela solo lo estaba haciendo sentir levemente melancólico, pero era algo que no podía evitar, jamás había sentido esa gran necesidad de poder ver de nuevo a su abuela y ayudarla en la cocina.
Cuando terminaron la comida, Jimin le indico que podía pedirse el postre que quisiera, Yoongi aún tenía un pendiente con el helado de zanahoria, pero era obvio que no se lo darían, así que se decidió mejor por un helado sabor lavanda y vainilla, algo más aromático, y dulce, nada mal.
- Debo decir que te luciste al escoger esté lugar, Park -comento Yoongi en cuanto el mesero dejo su postre frente a él, Jimin le daba un corto sorbo a su té de hierbabuena.
- Lo mejor para el más lindo chico -menciono Jimin con poco interés-, esté ha sido mi lugar favorito desde que vine aquí a Seúl.
- Ahora veo el por qué -soltó un largo suspiro-, ¿sabes? Esté lugar solo metra recuerdos viejos -cerro por unos breves momentos sus ojos, Jimin sonrió al ver aquella tenue sonrisa en el rostro de Yoongi-, te perdono solo por está vez... pero ni creas que dejaré que te me acerques mucho, alfa pervertido.
- No soy un pervertido -menciono Jimin para por fin dejar la taza vacía sobre la mesa-, en verdad lamento lo que dije, me siento avergonzado por eso.
- Debes estarlo -sonrió hacía el alfa-, pero me lo imaginaba, no eres ni serás, él único que ha dicho cosas como esas hacía mi persona.
Jimin lo sabe, Yoongi es codiciado por muchos, y obtenido por nadie, así eran las cosas, y Jimin sabe que debe esforzarse a lo grande con ese omega, para muchos estar interesados en Yoongi significaba no obtener nunca nada del omega, y que posiblemente podían terminar con el corazón totalmente hecho añicos y con una grave herida en la parte baja.
- Yoongi -el mencionado lo miro-, gracias por aceptar mi invitación.
- Gracias a ti por invitarme, eres un buen alfa, Park.
Eso no lo esperaba.
Para nada lo hacía, y de hecho con esas simples palabras había hecho que en Jimin creciera la esperanza de que posiblemente Yoongi lo pudiese aceptar como su futuro alfa, definitivamente Yoongi le había dado las alas para poder brindarle un poco más de atención, sería difícil, pero la recompensa valdría cada esfuerzo suyo.
Ahora Jeon Jungkook tenía su competencia asegurada.
4
- ¡Vamos, Yoongi, date prisa!
- ¡Ya voy, ya voy! -hoy era el gran día, o eso había dicho su madre.
Habían recibido en la noche del viernes una llamada para que pudieran ir a recoger los resultados de los estudios que Yoongi se había hecho hace semanas, Yoongi lo único que quería era saltar de la emoción, ¡al fin podría ver en sus manos sus resultados! Nada mejor que eso.
- ¿Listo? -pregunto su madre en cuanto ambos estuvieron dentro del vehículo.
Yoongi ajusto su cinturón de seguridad en el asiento del copiloto y sonrió para después dar un asentimiento.
Y entonces comenzó el viaje hacía el hospital.
- ¿Crees qué me digan que tengo la posibilidad de no tener bebés? -su madre soltó una risa al escuchar eso.
- Todos en mi familia y en la de tu padre han sido muy fértiles, cariño, dudo mucho que seas el primero en salir infértil -Yoongi rodó los ojos ante aquella respuesta-, ¿acaso no te gustaría tener hijos?
- Sinceramente, de solo pensar en lo doloroso que eso puede llegar a ser, me da un escalofrió, ¿cómo te sentiste tú, cuando yo nací?
Ella dio un largo suspiro, la verdad era que se había sentido alarmada y muy emocionada, consideraba el nacimiento de Yoongi como el día más maravilloso de toda su larga vida, después de todo había sido el mejor de los momentos, y sobretodo tener al pequeño entre sus brazos, no cambiaría nada del mundo por aquel momento, lastima que no se había decidido a tener más hijos con su esposo, el tiempo en el trabajo y el cuidar a Yoongi les había impedido mucho.
- Solo te diré que fue la mejor sensación del mundo, es inexplicable.
- ¿Al igual que un orgasmo? -su madre le miro mal-. ¿Qué? Podemos hablar tranquilos, no está papá para que nos diga algo...
- Creo que vendrá cerca de tu cumpleaños, cariño -Yoongi dio un asentimiento, esperaba eso, al menos tener a parte de la familia reunida sería un alivio para su corazón, últimamente se siente demasiado sensible ante todo-, pasaremos a comer algo después de ir por tus resultados, ¿te parece?
- Me parece fabuloso -sonrió hacía su madre y continuaron en silencio con el viaje, disfrutando de la radio a bajo volumen y de la compañía mutua.
5
¿Cuáles son las sorpresas que pueden agradar a alguien?
Eso dependía mucho de la situación, una fiesta sorpresa es agradable cuando sabes que quien la tiene va a estar feliz por eso y que no ocurrirá algo que haga que todo se vaya por la borda, otra de las más grandes sorpresas que puedes recibir, es que por fin puedes ver a tu familia después de una larga separación, o el encuentro con tu mejor amigo de infancia.
En cambio, si la sorpresa se trata de un bebé, todo puede variar, desde llantos de alegría, hasta abrir en demasía los ojos por obtener la gran noticia, en otras ocasiones es miedo, debido a que es algo que es inesperado y que no fue para nada planeado.
En el caso de Yoongi, fue muy distinto.
¿Resultados?
Una perfecta salud, ¿algún otro resultado? Ahora sabía para que eran las pruebas de sangre que su madre le había dicho que le harían, ahora sabía el por qué de sus malestares estomacales, ahora sabía del por qué le han mencionado lo de su dulce aroma, ahora sabía el por qué de su resiente sensibilidad ante cualquier tontería.
Pero, el hecho era que, no entendía como pudo haberle pasado algo como eso, ¡ni siquiera había tenido relaciones sexuales!
En cuanto el doctor dijo: ¡Felicidades! Estás esperando un bebé.
Yoongi se había quedado congelado, al igual que su madre quien había pedido de inmediato la hoja de aquellos resultados para leerlos con más detalle.
- ¿Qué? ¡¿Qué estoy que!? -exclamo Yoongi por fin saliendo de su trance-. P-pero, ¿c-cómo carajos es eso posible?
- No lo entiendo -comento su madre-, ¿cómo mi hijo puede estar embarazo si aún es virgen?
El doctor se quito sus lentes para colocarlos sobre su escritorio y soltó un resoplido.
- Me temo que... hubo un pequeño error medico -Yoongi frunció el ceño al escuchar eso, el doctor lo miro-, cambiaron tu expediente, te hicieron los estudios, pero... te inseminaron artificialmente.
- ¿Qué? -Yoongi se quedo de nuevo como una piedra, su madre había hecho aquella pregunta.
- Eso paso, le aseguro que esto no suele pasar, pero, está vez si se ha cometido un error muy grave, y en verdad lo lamentamos, como el aborto es ilegal aquí en Corea, les sugiero que lo mejor será que el joven Min, tenga a ese bebé y que lo dé en adopción si eso quiere, si no es así, entonces, debería de cuidarlo.
Una decisión demasiado grande para un chico que apenas esta a punto de terminar con sus estudios.
Un bebé...
¿Acaso el universo lo odiaba como para hacerle algo como eso? ¿Era esté el castigo por permanecer virgen por tanto tiempo? Definitivamente ya no sabía que pensar o que hacer, lo único que quería ahora mismo, era cerrar los ojos y jamás abrirlos, no hasta que despertase de esa pesadilla.
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