8 Valdebebas
Al despertarme, Isco ya no está. Ni en la habitación, ni en el baño, ni en la casa. Ha desaparecido.
-¿Sabes donde está Isco?-Le pregunto a Nina.
-No.
-¿Y tu Adam?
-No.
¿Donde se puede haber metido?
-¿Sabes donde se ha ido Isco?-Le pregunto a Emma.
-Si, se fue hace una hora. Me dijo que te dijese que se había tenido que ir urgentemente a Murcia. Volverá en una semana.
-¿Que ha pasado?
-Su hijo. No se que ha echo. Creo que se ha caído y se ha echo una brecha. Quiere estar con él.
-A vale.
Decido llamar a Nacho. Él me dirá que hacer.
-¡Hey Nacho!-Digo por el móvil.
-¿Que quieres?
-Podemos hablar en algún momento.
-Ahora no. Pero, me puedes venir a recoger a Valdebebas y después hablamos.
-¿Es una condición?
-No.
-En dos horas estoy allí.
-Perfecto.
Estoy todavía dormida. No soy capaz de levantarme de la cama sin cerrar los ojos.
Hago un esfuerzo por levantarme y salir de la cama.
Voy a la cocina y me hago un café. Tengo la impresión de que el día de hoy será muy largo.
A la hora acordada, salgo de casa para reunirme con Nacho en Valdebebas. Me acabo de sacar el carnet de conducir así que no tengo coche propio y tengo que pedirle el suyo a Emma.
Llego a Valdebebas y me pongo a buscar un aparcamiento libre. Cuando ya llevo cinco minutos buscando, encuentro uno, casi en el final del aparcamiento.
Cuando llego a la puerta del estadio de entrenamientos, Nacho todavía no ha salido. Es impresionante. Con una gran bandera blanca con un escudo hondeando en lo alto. Entro dentro. Ahí hay colgados postres gigantes de todos los jugadores. No tardo en encontrar a Nacho. Justo al lado esta Isco con esa cara de ángel que tiene. Hasta en las fotos sale bien. Es imposible hacerle quedar mal. También está un chico del que he oído hablar a Isco. Se llama Lucas Vazquez. Otro que se llama Marco Asensio. Creo que es mas joven que Isco. También es muy atractivo.
-¿A quien miras? ¿A tu Isco o a Marquito?
-Hey, ya has salido.
-Responde a mi pregunta.
-A Marco. Es guapo. Nunca me había fijado en él.
-Gracias.-Dice una voz por detrás.
Me ruborizó mucho. Me ha oído decir que es guapo. Y encima yo salgo con Isco.
-Soy Marco. Y tu quien eres pequeña admiradora.
-Me llamo Thalía y no soy tu admiradora.
-Ya claro. Mentira.
-Nacho... ¿Podemos irnos ya?
-Si.-Dice Nacho. Después se dirige a todos sus compañeros.- Por eso Isco nunca os dice nada sobre su vida.
-Es... La misteriosa chica por la que se saltó la cena de equipo de ayer.
-No sabia que fuese así.
-Ya... Claro...
-Nacho... Nos vamos ya.
Salgo del sitio ya enfadada. Con todos los compañeros de Nacho mirándome.
-Cuanto falta para llegar al coche.
-Que vago eres.
Caminamos por el aparcamiento hasta el coche.
-¿Y de que quieres hablar?
-De Isco. Es que no se que quiere. Si quiere intentar algo en serio o no.
-No te preocupes por ello. Que surja lo que tenga que surjir.
-Para ti es fácil.
-Para ti no. O eso es lo que quieres pensar. Tienes una semana para pensartelo bien.
-Si. Pero y que. Cambiando de tema. Tus compañeros son muy chulitos.
-Si. Les has caído bien. Pero tan cuidado. Marco se ha fijado en ti y le va a dar igual que salgas con Isco.
-Que malo es. Pero es muy guapo.
-Es muy cariñoso en el fondo. Pero quien te gusta más.
-No te sabría decir.
-Ya te vale. No te aproveches de mis amigos eh...
Los dos nos reimos y nos subimos al coche y lo pongo en marcha.
-¿A donde quieres ir?-Le pregunto.
-Te invito a mi casa a comer.
Ni siquiera aviso a Emma. Acepto sin más y nos encaminamos a su casa. Solo hay un problema. En su urbanización vive Marco.
Cuando llegamos el portero reconoce a Nacho y nos deja pasar.
Nacho vive en una de las calles que da a un bosque. Solo tres de las casas de esa calle están ocupadas. Allí viven Sergio Ramos, Marco y él. No se necesita mucha casualidad para encontrarse con ellos y menos después de haber salido del entrenamiento.
Aparco enfrente de su casa. No me hace falta que me indique donde es porque ya he estado antes.
Maria abre la puerta. Los niños están con la abuela y creo que no quería visitas por algo... Privado supongo. Cuando me ve, al principio se disgusta de tener compañía pero después, se alegra de que sea yo. Creo que es porque nos caemos bien mutuamente.
-Mira con quien me he vuelto a tropezar.-Dice él.
-No. Esta vez, me pediste que te trajese.
-Y que te trae por aquí.-Dice ella.
-Me ha invitado a comer.
-A, que bien.
Maria vuelve a entrar para ir a hacer la comida.
Nacho se queda junto a mi sacando su equitación del maletero cuando aparece un chico joven por detrás.
-Estoy empezando a pensar que me persigues porque te atraigo.-Dice Marco.
-Vale Nacho, ya si que se a quien prefiero.
-Siento haber empezado de esta forma. Me puedes perdonar Thalía.-Dice Marco.
-Si.
Desaparece por la calle en dirección a su casa.
Nosotros entramos en la casa y cerramos la puerta.
-En el fondo es majo. Pero muy en el fondo.-Dice Nacho.
-Tampoco te pases. Solo intenta ser amable.-Digo yo.
-Andate con cuidado Thalía. Marco suele ser un bombón para vosotras cuando quiere.
-Lo que tu digas.
Lo dice en un tono serio por lo que me lo tengo que tomar literal.
Cuando Maria ha terminado de hacer la comida, nos sentamos en la mesa y mantenemos una conversación decente los tres juntos. Al terminar de comer, ayudo a Maria a recoger y después me voy.
Cuando llego a mi casa, las chicas me saludan. Han estado preocupadas porque no las he llamado.
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