Me siento fatal. No se que hacer con mi vida ahora mismo.

Me meto en el coche y pongo rumbo a San Lorenzo. Una vez llego allí, no se donde ir.

Camino un rato hasta llegar al lugar secreto que compartíamos Jane y yo. Pero, está allí con sin novio y no la quiero molestar.

Decido ir al monasterio. Siempre me ha relajado. Es un sitio precioso que merece ser visitado.

Me quedo contemplando las vistas un rato desde un balcón.

-Sabia que estarias aquí.-Dice una voz por detrás.

-Siempre supiste donde estaría en un momento así.-Le contesté.

Se puso a mi lado. No había cambiado desde la última vez que la vi. Estaba igual. Hace un año. Cuando se volvió a Galicia.

-¿Que haces aquí?

-Vine a ver a mamá.

-¿Como me encontraste?

-Mamá me dijo que habías ido a la pastelería y Manuel me dijo lo de la tarta. Fui a casa de Nacho y allí Marco me contó lo de la discursion, fui a casa de Victoria y me dijo que estabas afectada.

-Me alegro de volver a verte.

La abrazo durante un rato.

-¿Crees que todavía me querrá?

-Claro. Está un mes de baja, estará afectado. Veras como te va a buscar.

-Gracias Nerea.

Nos seguímos pareciendo como dos gotas de agua. Las dos con el pelo rubio, de la misma longitud, los mismos ojos azules y la misma estatura. Quien diría que somos personas distintas.

Nerea consigue sacarme una sonrisa.

-Thalía, lo siento mucho. En cuanto te fuiste fui a ver a Victoria y me dijo Isquito que te habías ido. Fui a ver a tu madre y me dijo que estarías aquí.

Nerea y yo nos miramos.

-¿Quien de las dos eres?

Mi hermana le mira un momento.

-¿No te fijaste ni siquiera en que llevaba puesto? ¿Y eres tu el que se supone que es mi novio?

-¿Quien es este?-Le digo a Nerea.

-Es mi novio. Pero parece que no me quiere. Básicamente, nos ha echado a su hijo y a mi de su vida.

-No Thalía, fue un error. Nunca haría eso.

-Mentira.

Finje que llora y sale corriendo.

-Ya te vale Romeo. Pobre Thalía.

-Por favor...

-Me llamo Nerea.

-Vale. Por favor Nerea. No quería haberle dicho eso. La quiero con toda mi alma. No quería haber dicho eso.

-Pues no se como se lo vas a explicar.

-Dale esta carta de mi parte por favor.

Me entrega un sobre azul y corro detrás de ella. Veo que me espera en la esquina de la calle.

Cuando me reúno con ella, las dos los dirijimos al piso de nuestra madre. No lo ha vendido y tenemos la llave.

Al llegar, comprobamos que no ha tocado nada.

-Echaba de menos tus interpretaciones.

Ella se ríe.

-¿Porque lo has echo?

-He deducido que necesitabas ayuda.

-Deduciste bien.

Cenamos las dos juntas pizza. Sin preocupaciones ni nada.

No contesto a las: 11 llamadas de Isco, 7 de Nacho, 3 de Marco, 17 de Emma, 20 de Nina y 5 de Victoria. Simplemente, apago el móvil y me voy a mi habitación.

Cuando oigo que Nerea cierra la puerta de su cuarto, abro el sobre que me dio Isco:

"Querida Thalía:

Si estas leyendo esto es porque me he equivocado en algo contigo. Seguramente habrá sido mi culpa porque a veces soy muy testarudo. Te voy a pedir perdón de mil y una forma posibles. Te quiero demasiado como para dejarte escapar. Me has echo ver la luz. Tu eres el foco de mi vida. Soy un estúpido por haberte dicho eso. Simplemente perdí los nervios. Si necesitas tiempo, lo entenderé, pero no me olvides porque yo no pienso hacerlo.

Te quiere más que a nadie,
Isco."

Lloro. Más que en toda mi vida. No puedo seguir enfadada con él. No si eso es verdad.

Me acabo durmiendo con las lágrimas en la cara.

Una voz me despierta. Una voz que grita un poco.

-Thalía, hay que volver a Madrid.

-Pero Nerea, yo no quiero.

Me acabo levantándome, aseandome y vistiéndome. Adelanto ese café que me hace persona y me lo tomo.

Mañana me toca llevar a Alba al Bernabeu y tal y como están las cosas no se si quiero.

Nerea conduce y volvemos a Madrid.

-¿Cuando volverás a Galicia?

-No lo se. En dos semanas vuelvo a trabajar. Me dieron tres semanas libres en el hospital.

-Ah, vale. Pues me voy contigo y así saludo a la prima Noa y a sus dos hijas.

-Están preciosas. Tienes que verlas.

Yo sonrió.

Ya hemos llegado. Nerea me deja en mi piso. Me espera una buena.

Subo las escaleras y abro la puerta. Están las dos sentadas en el sofá viendo una película.

-Por fin se digna a aparecer.

-Lo siento mucho.

-Porque no nos has devuelto las llamadas. Estábamos muy preocupadas.

-Lo siento.

-Vaya mierda de fiesta. Isco se fue a por ti, Marco le siguió, la tarta se cayó al suelo y no hubo fiesta.

-Y yo que creía que daba mala suerte mi presencia...

Las dos me acaban perdonando pero con la condición de que hable con él. Yo acabo accediendo porque no quiero peleas.

Comemos las tres juntas como no hacíamos desde hacia ya meses. Nos ponemos al día con todo, les comento mi futuro viaje a Galicia y ellas me cuentan como les va. Emma ha conseguido ligarse a un tío. Ni se como se llama. Creo que Alvaro. Nina ha conseguido un trabajo en fotografía. Me alegro mucho por las dos.

Por la tarde, nos vamos de compras al centro de Madrid, recordando lo mucho que nos divertíamos llendo de tienda en tienda comprándonos cosas.

Por la calle nos encontramos con Marco que se para a preguntarnos por lo de ayer. Según parece, Isco está muy afectado y no quiere ir a entrenar. Acabo accediendo a ir con Marco a su casa.

Me despido de las chicas y me voy con él.

-Lo esta pasando muy mal.

-Solo llevamos un día peleados.

-Él te quiere mucho. Nunca te haría daño.

-Lo se.

El resto del camino, lo pasamos en silencio.

Cuando llegamos a casa de Isco, él se va y me deja con todos los problemas otra vez.

Llamo a la puerta y aparece él, se le ilumina la cara y sonríe.