Llegamos a la pastelería de mi madre, en el centro de Madrid. La pastelería se llama "Nerea y Thalía"

Veréis, no hablo mucho de ella porque me trae demasiados recuerdos de mi infancia. Del día en el que mi padre murió. El día en el que mi madre cayó en una depresión de la que solo salió porque Nerea, mi hermana, y yo la ayudamos. Para recuperarse, decidió poner toda su atención en algo que siempre se le dio bien. La repostería.

Entro con Isquito en la pastelería y está mi madre atendiendo a los clientes.

Cuando llega nuestro turno, Isquito se pone a mirar tartas.

-Hola mama, cuanto tiempo.

-Que alegría verte.

-Lo mismo digo.

-¿Que hay nuevo en tu vida? Ya nunca venís a visitarme.

-He tenido mucho trabajo.

-¿Que tal están Emma y Nina?

-Muy bien. El próximo día organizamos una comida y conoces mi novio.

-Uy, vale.

-Thalía, me gusta esta.-Dice Isquito.

Señala una tarta de chocolate.

-Me parece bien.

-¿Os la pongo para llevar?-Dice mi madre.

-¿Podemos entrar en la cocina a decorarla?

-Claro. ¿Quereis que os ayude?

-Si. Cuando puedas.

-Manuel está dentro. Porque no le dices que te ayude.

-Vale. Gracias mama.

Cojo a Isco y la tarta y me interno con él en la cocina. Huele muy bien a galletas de chocolate recién echas.

Localizo a Manuel entre harina y masa. No me ve llegar. Dejo la tarta y a Isquito en el suelo y le tapó los ojos.

-¿Quien soy?

-Esa voz me suena. Eres Thalía.

Le destapo los ojos.

-No. Soy Nerea. Porque me confundes con mi hermana.

-Lo siento Nerea. No lo sabía. Hace tanto que no veo a tu hermana que la echo tanto de menos...

-Oh... Tanto me echabas de menos. Yo a ti también.

-¿Porque siempre me gastas bromas Thalía?

-Porque te las tragas todas.

Le abrazo durante un rato.

Manuel fue mi mejor amigo desde que nos mudamos a Madrid. Mi padre acababa de fallecer y mi madre decidió dejar nuestra ciudad natal, Galicia, para venir a San Lorenzo. Allí, conocí a Manuel y a Jane. Cuando Nerea y yo nos vinimos a Madrid ciudad a estudiar, ella medicina y yo magisterio, Manuel se vino a estudiar ingeniería y aceptó el trabajo de mi madre.

-¿Nos puedes ayudar a Isquito y a mi a decorar la tarta para su padre?

-Claro. Ven peque. Como la quieres.

-Con un campo de fútbol y con papi jugando.

-¿Y como le hago?

-Con la camiseta de su equipo.

-Vale. Ven. Estira este trozo de verde.

Le da foundan verde para que juegue un rato y a mi me lo da también.

Mientras amasamos el foundan de los colores que necesitamos, nos ponemos al día de todo.

-¿Quien es su padre?

-Isco Alarcon.

-Mi jugador favorito.

-También el de Emma.

-Me lo presentaras algún día. Más te vale.

-Si, si. Toma. Aquí tienes el césped para la tarta.

Coje la lamina verde y la coloca sobre la tarta. La alisa hasta que queda todo cubierto de césped.

-Toma este tenedor y aprieta suavemente sobre la capa verde. Para simular césped. Por toda la tarta.

Me tiende el tenedor y yo lo cojo.

Isco lo esta liando todo con el verde.

Me entra una llamada y tengo que salir de allí.

-¿Diga?

-¿Cuanto os queda?

-Tranquilo Nacho. Nos queda poco.

-Mas os vale. Ya le han dado el alta y llegará a casa en dos horas. Va a ir primero a Valdebebas a entregarle a Lopetegui el certificado de la baja. Va a ir con Marco. Avisale cuando lleguéis a casa. Ya estamos todos esperandos.

-Tampoco es tan tarde.

-¿Te parece tarde las cinco de la tarde? Te encargué la tarta a las doce.

-Lo se. Y si que es un poco tarde. Fuimos a comer Isquito y yo y ahora estoy en la pastelería de mi madre. Haciendo la tarta.

-¿Estas con tu madre?

-Mi madre esta atendiendo a los clientes. Estoy con Manuel. Mi mejor amigo de pequeña.

-¿Perdona?

-Tranquilo. Ahora eres tu.

-Mas te vale.

Él se ríe.

-Recuerda que este domingo llevas a tu amiga a ver él partido.

-Se me había olvidado. Gracias.

-Adiós.

-Adiós.

Y cuelgo.

Vuelvo con Manuel e Isquito y ellos están colocando los últimos detalles. Manuel ha dejado que Isco ponga el muñequito de su padre sobre la tarta y ahora está colocando la red de la portería. Ha quedado impresionante.

-Muchas gracias Manuel.

-Tranqui.

La cojo e Isco me sigue. Salgo de la cocina y se la doy a mi madre para que la envuelva.

-Oye Thalía, ¿quedamos el domingo?-Dice Manuel desde la puerta.

-Lo siento, tengo planes.

Me despido de los dos y cojo la tarta para ir a casa de Nacho.

Meto a Isco en el coche y llamo a Marco.

-¿Te pillo bien?

-Claro. Dime.

-Te llamaba para avisarte de que ya hemos salido y ya vamos a casa de Nacho.

-Vale. Nosotros también salimos ya. En quince minutos llegamos.

-Uy... Entretenle diez. Yo llego en veinticinco.

-Vale. Que quieres que haga.

-No se. Comprarle un helado.

-No es un niño.-Se ríe.

-No se. Haz lo que quieras.

-Vale. Hasta ahora.

Cuelgo y nos ponemos en marcha. Veinticinco minutos después, estoy llamando a la puerta de Nacho con la tarta en las manos.

-Ya era hora.-Dice Nacho al abrir.

-Cuando veas la tarta me avisas si ha merecido la pena o no.

Entro en casa seguido de Isquito y me encuentro con todos. Incluidas Nina y Emma.

-Que sorpresa. ¿Que hacéis aquí?

-Queríamos saber cual era la razón para que siempre desaparecieses y vininos.

-Son muy majos. Ya entiendo el porqué.-Dice Nina.

Sonrio y voy a la cocina a dejar la tarta. Lo tienen todo muy bien preparado para cuando llegue Isco.

Voy al salón y me siento junto a Alejandra y a Isquito.

Llaman a la puerta y hoy corriendo a abrir. Me siguen Nacho e Isquito.

Abro la puerta para encontrarme a Isco cabreado junto a Marco.

Está de espaldas y no nos ve.

-Se puede saber porque me has echo estar diez minutos sentado en el asiento del copiloto, con el aire acondicionado al máximo y encima me traes a casa de Nacho en vez de a la mía. ¿Se puede saber?

-Todo tiene su recompensa.

-Quiero estar un rato solo. Me acaban de dar el alta. Solo. Sin nadie. No te ofendas. Ni contigo, ni con mi hijo ni con Thalía.

-Vale. Pues disfruta de tu fiesta con tus amigos. Me llevo a Isquito. Le voy a llevar con Victoria.

Salgo por la puerta con Isquito en brazos y no miro atrás.

Oigo como Isco me llama. También Marco y Nacho pero no miro atrás.

-Vamos a ver a mami. ¿Te parece bien?

-¿Y papi y su tarta?

-Quiere estar solo.

Le vuelvo s meter en el coche y pongo rumbo a casa de Victoria.

Al llegar, nos recibe con cierta sorpresa.

-No os esperaba hasta el domingo.

-Cambio de planes. Isco no quiere nuestra presencia.

-Pues pasad. ¿Queréis algo?

-No. Gracias.

-Bueno. Ponte como en tu casa.

-Eres muy amable Victoria.

-Llámame Vic.

-Vale. Yo solo venia a dejar a Isco.-Me dirijo al pequeño.-Cariño, enseñale a mami el dibujo que has echo y el de Alba.

Él saca los dibujos y se los enseña.

-Gracias por traerle. Eres una buena persona Thalía.

-Tu también Vic. Por favor, no le digas a Isco donde estoy. Que piense en sus palabras.

Sonrió y salgo de esa casa.