14. Complicaciones
-Marco, enserio. No es necesario. Lo siento muchísimo.
-Vale Thalía, no se que es lo que sientes tanto pero de aquí no te vas hasta que no te diga lo que te tengo que decir.
Se toma mi silencio como un tiempo de espera y comienza a decir:
-Desde que te conozco se que he echo cosas que no debería de haber echo. No estuvo bien y se que Isco no lo aceptaría. Lo entiendo y por eso, quiero que solo seamos amigos.
-Vale Marco. Me parece bien.
-¿Amigos?-Dice tendiendome la mano.
-Claro que si.-Rechazo su mano y me lanzo a abrazarle.
-A propósito. Que creías que iba a preguntarte.
-Lo mismo que hace cuatro años. Que si estaba libre.
-Deberíais casaros.-Dice sin dejar que abrazarme.
-No Marco. No estropees el momento.
Se ríe y se separa de mi.
-Era broma. Sin prisa.
-Ya me habías asustado.
-Toma. A pie de campo. Con pases vips para conocer al equipo después. Aunque tu ya nos conoces.
Me guiña un ojo y me las da en la mano para irse. No me deja rechazarlas. Cuando cierra la puerta, sigo sin salir de mi asombro.
Ni me doy la vuelta para saber que esta allí.
-Sabes que cotillear no está bien. ¿Verdad?
-Claro que si. Pero es muy divertido. Primero sales contándole a tu amiga que estáis en primera fila y ahora, vas a tener que volver a llamarla.
-Vuelve a tu casa. Ya se ha echo un día muy largo para los dos.
-Sabes que se lo pienso decir a Isco. No me lo voy a callar.
-Por tu bien, callate.
-Vale... No le diré que vas a ir al pie de campo.
-Creía que era otra cosa. Creía que le dirías lo del beso.
-¿Que beso?-Dice Isco por detrás.
En ese momento se que me he metido en un buen lío del que no voy a poder salir fácilmente.
Se acerca por detrás de mi y me abraza por la cintura. Me besa y apolla su cabeza en mi hombro.
-De este mismo.-No se lo cree pero tampoco me presiona para saberlo.
-Me tengo que ir.
Los dos se despiden de mi y en cuanto cojo el autobús, cojo el móvil.
Nacho
"Sabias que estaba allí, ¿verdad?
"Claro que si"
"A ti lo que te gusta es verme sufrir"
"No soy tan malo"
"Si por poco me la lías"
"Pero no ha pasado"
"La próxima vez que nos veamos,
ya veras"
"Yo tambien te quiero Thalía."
"Adiós"
"Adiós"
Llego a mi parada a la hora habitual pero esta vez, con mis amigas esperándome.
Subo las escaleras hasta la puerta. Hay una nota pegada a la altura de mi cara. Es claramente la letra de Emma.
Al entrar, sé comprensiva con ella. No se lo eches en cara.
Abro la puerta sin saber de que va la nota. Contemplándola perpleja.
Lo primero que veo al levantar la vista del papel, es a Emma mirándome como una estatua. Como si no se hubiese movido desde hace horas, sin moverse ni un centímetro. Quita. Ni siquiera se nota que respire.
Sus habituales ojos completamente marrones ahora dejan ver unos tonos verdes al rededor de la pupila. Esto seguramente se deba a que hace mucho que no me fijo en mis amigas. Demasiado trabajo.
Solo dice seis palabras pero me hace parecer pequeña. Su voz dulce que siempre he admirado. Como cantarina ahora es dura con un poco de dolor en ella.
-Ya era hora de que volvieras. Llevas dos días sin venir a casa ni coger las llamadas.
-Lo siento. He estado ocupada.
-Ya me lo imagino.-Dice sonriendo.
-Que pervertida eres. No lo hemos echo.
-Ya, ya. Eso es lo que tu dices.
Si intento razonar con ella, será peor.
Nina está sentada en el sofá, con un cojín entre los brazos, con las gafas que usa en casa empanadas y con un pañuelo en la mano.
-Adivina lo que ha pasado.-Dice Emma.
-Donde está la lapa que no se separa de ti. El idiota.-Digo yo. Inmediatamente me arrepiento.-Oh...
-Las notas por escrito no las entiendes. ¿No?
-Perdón.
Me siento junto a Nina y la abrazo.
-No te preocupes. Ya se te pasará.-Emma me mira con una cara que lo dice todo. "Con eso pretendes arreglar las cosas"- Él no es importante. Si ha sido capaz de irse es que nunca ha estado de verdad aquí. ¿Nunca te fijaste en como te miraban por los pasillos los chicos? Él no tiene posibilidades con otra y nunca las tendrá. Pero, tu si. Puedes con todo y siempre nos tendrás para ayudarte.
Emma sonrie.
-Tienes razón Thalía. Salgamos a divertirnos.-Dice Nina.
Las tres nos reímos y nos abrazamos.
-Hoy juegan contra el Sevilla. Que me decís.-Propone Emma.
-No tenemos entradas.
-Claro que si. Las compré ayer.
Nos dirijimos andando al Bernabeu. No está muy lejos. A unos minutos andando. Se olvidan todos los problemas estando entre amigas.
Y... Como todo día, no puede ser perfecto y da la casualidad de que nos encontramos con la persona menos deseada. Nina ha decidido no quitarse las gafas. En mi opinion, está más guapa con gafas.
Adam lleva una sonrisa en la cara. Como si no hubiese echo nada. Y eso me molesta. No hay mucha gente en la acera. Al haber cogido una calle secundaria, no nos topamos con nadie mas que con él.
Nos colocamos a ambos lados de Nina en frente de Adam en señal de apoyo.
-No pasa nada chicas, lo tengo todo bajo control.
Deja escapar una débil sonrisa en sus labios y le mira a los ojos.
-¿Me perdonas?-Dice él.
Pero que se cree. Después de haberle roto el corazón. Y por si fuese el colmo, a mi tambien me lo hizo. Por un momento, creo que de verdad le va a perdonar.
Echa la mano abierta hacia atrás y después, con toda la fuerza que tiene, le da en la mejilla dejándole la marca de su mano.
Sin quitarse la sonrisa de la cara, pone su sonrisa mas sincera.
Adam no se mueve de donde está.
-Claro, te perdono, sin rencores. Pero, no te vuelvas a acercar a ninguna de nosotras.
Se aparta de él y sigue andando hacia el estadio. Emma me mira y sonrió. Le pego un puñetazo en el estomago y sigo a Nina pero no sin antes decirle un par de cosas.
-Te la debía desde hacia ya un tiempo. Te sujiero hacer caso a Nina.
Le dejamos las tres atrás y nos internamos en el estadio que ya está a rebosar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro