Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

29| Pesadillas

Los sollozos de Natsuhiko fueron menguando, al igual que su agarre. Una vez más había vuelto a caer inconsciente, probablemente por la fatiga. Menma dejó a su amigo recostado nuevamente en la camilla. Su rostro pálido plasmaba su tristeza y rabia, aun estando dormido.

Menma se alejó, con sus ojos ocultos tras el flequillo.

La habitación era silenciosa y se respiraba un frio que podía congelar incluso los huesos. Entonces una lágrima solitaria resbaló por la mejilla del menor.

– Sabía que esto podría suceder, pero preferí creer que todavía había esperanza... soy un tonto, ¿no crees? – Menma miró hacia Sasuke con sus ojos brillando en un rojo sangre.

El primer pensamiento de Sasuke fue que era el chakra biju descontrolándose otra vez, pero al volverlo a mirar fue reflejado en el sharingan de tres marcas. Los ojos se oscurecieron y Menma se desmayó, apenas siendo atrapado por el adulto. Lucía tan cansado.

El corazón de Sasuke se volvió amargo.

– 0 –

Menma frunció el ceño al sentir la irritación que provocaban los rayos del sol sobre sus parpados. Giró sobre sí mismo y se cubrió la cabeza con la gruesa colcha y se sacudió ligeramente por el frio, soltando un pequeño bostezo. Estaba unido a la cama, no podían obligarlo a despertar. Hundido en el calorcillo y con la fresca brisa de la mañana acariciando su rostro descubierto, estornudó.

A medida que su mente regresaba al mundo de los vivos, el sonido de pisadas contra la madera se hizo más fuerte. Un hilo de pensamiento comenzó a surgir, estaba tan cerca de alcanzarlo.

– ¿Menma? – la puerta soltó un leve rechinido al ser abierta.

– ¿Papá?

Ojos azules y brillantes acompañaron una sonrisa llena de amor. El cabello ligeramente largo, caía hacia un costado. Incluso debajo de la camiseta blanca, podía notarse la pequeña curvatura en su vientre.

– hora de levantarse, hoy es el cumpleaños de tu tía Hinata.

¿Por qué se siente tan lejano?

Menma volvió a bostezar y con mucha fuerza de voluntad, logró sentarse, mirando al hombre que esperaba en la puerta.

¿Por qué siente que olvidó algo importante?

Cuando la mano de su progenitor acarició su cabello, la calidez que lo invadió disipó todos los sentimientos incompletos que lo molestaban. Se aferró a esa calidez, olvidando incluso el frio invierno que esperaba detrás de la ventana y sin decir nada, lo abrazó, pegando su oído al vientre. Su padre estaba sorprendido, pero solo continuó acariciando su cabeza, enternecido por la actitud pegajosa de su pequeño ya no tan pequeño.

– ¿estas emocionado por tu futura hermanita? – preguntó Naruto.

– es un hermanito – murmuró Menma.

El bebé era demasiado pequeño para saber su género, pero algo en lo profundo en el corazón de Menma le decía que sería un lindo niño, igual que su torpe, pero bondadoso padre.

– todavía no estamos seguros de eso, sería bueno si fuese una niña, una linda hermana menor que te seguirá a todos lados.

– Es un niño, estoy seguro – insistió, haciendo un ligero mohín que no era común en él.

¿Por qué había amanecido tan pegajoso? – pensó Naruto, divertido.

– Será un niño y será como papá... pero tendrá el cabello de la abuela Kushina – continuó murmurando, como si hablara con el feto y no con su padre – el cabello de la abuela siempre fue muy hermoso.

– ¿sabes lo que tu abuela le decía a aquellos que alagaban su cabello? – Menma levantó la cabeza, solo para verse reflejado en esas joyas azules, tan similares a las suyas.

Negó con la cabeza, ojos inocentes brillando con curiosidad.

Entonces, Naruto besó su frente.

– Te amo – susurró con una sonrisa brillante.

Finalmente, Menma mostró una gran sonrisa, acompañada de un ligero tinte rosa en sus mejillas.

– Ven, lávate y vamos a comer, Sasuke está esperándonos – acaricio la cabeza de su hijo una vez más, antes de separarse del abrazo – no te vayas a dormir – agregó antes de desaparecer tras la puerta.

¿Quién era el pegajoso entre los dos? – Menma quería reír aún más fuerte.

Fue al baño y se preparó, cuando salió, el olor a tostadas con mantequilla y panqueques lo recibió e hizo que su estómago rugiese con antelación. Seguro que su padre fue quien cocinó. Su papá Naruto no era malo en la cocina, pero a comparación de su otro padre, se quedaba corto. Aunque realmente no le molestaba. ¿Cómo le iba a molestar si era él quien cosechaba los beneficios de un marido con manos de ángel?

Sus padres ya estaban sentados en la mesa, dándose miradas amorosas que harían que los solteros, e incluso otras parejas en la calle lloraran de envidia. Tanta azúcar debía ser mala para la salud.

Vio como su padre besaba la oreja de su papá e hizo una expresión de disgusto.

Incluso alguien acostumbrado a la cursilería de esos dos se sentiría incomodo con toda esa comida para perros.

– Buenos días, padre – saludó sentándose al lado izquierdo de Sasuke.

– Buenos días – Sasuke le dio una suave sonrisa.

– ¿Papá no tiene control hoy con lady Tsunade? – preguntó casualmente.

– No hasta la próxima semana, pedí permiso antes de mi salida por maternidad para que podamos asistir a la fiesta de Hinata, al parecer tiene algo que anunciarnos a todos – explicó Naruto mientras bebía un sorbo de té con leche.

El café había sido prohibido por su padre para cuidar la salud de su futuro hermanito.

– ¿Tu amigo Natsuhiko no te ha dicho de que se trata? – preguntó Naruto, haciendo gala de esa vena curiosa que tenía.

– No, él tampoco parece saberlo, pero sabes cómo es – murmuró inflando ligeramente las mejillas.

El niño era tan bueno mintiendo que podría tener un cadáver a su lado y hacerte creer que no estaba allí realmente. De vez en cuando le jugaba bromas usando su habilidad y Menma siempre acababa cayendo en todas ellas. Recordaba que cuando se conocieron, le hizo creer que había serpientes que iban entre las paredes del edificio de la academia y que vigilaban a los estudiantes. El inocente Menma de cinco años comenzó a llamar a las pequeñas serpientes, buscando en cada pequeño agujero que encontraba en las paredes y el suelo. Preguntándoles si conocían a la gran serpiente Ao.

Para su decepción, no había ninguna serpiente.

Años después Natsuhiko le revelaría que su intención inicial había sido asustarlo, pero que al ver su peculiar reacción a su broma, decidió que serían amigos.

Menma no estaba más contento al oírlo.

Cuando acabaron de desayunar, fue el turno de Menma de lavar los platos. No habia misiones programadas para ese día, por lo que estaba usando su ropa de invierno, que era playera azul con un remolino estampado al frente, una sudadera negra, gruesa y con capucha, pantalones blancos y algunas pinzas para sujetar los mechones de cabello de su flequillo.

Nueve colas se agitaron en el sillón. La versión más pequeña de Kurama dormía despreocupadamente, o eso era lo que se veía a simple vista, teniendo un ojo puesto en el niño y otro en Naruto, que estaba descansando. El embarazo lo dejaba muy somnoliento.

Menma no sabía por qué su papá se cansaba tanto durante el día, pero lo tomó como un efecto secundario de un embarazo de jinchuriki. Dejó los platos guardados y fue al mismo sillón a sentarse junto a su papá, recostando la cabeza en su hombro.

Pegajoso, pegajoso.

Kurama pronto se unió silenciosamente, sentándose en las piernas de Menma. Ninguno dijo nada, pero Naruto le dio una sonrisa pícara al zorro y este bufó, para luego continuar haciéndose el dormido.

Sasuke terminó los quehaceres habituales y se topó con la linda interaccion familiar, tomó asiento en el lado opuesto a Naruto, abrazándolo de la cintura.

Se sumieron en el calor hogareño. No había necesidad de decir algo, ellos lo sabían.

La hora de la celebración del cumpleaños de la Princesa Byakugan se acercaba, tuvieron que separarse de la comodidad para salir al frio exterior.

Menma habiendo nacido en un país con eterno invierno, amaba el frio y aún más cuando la nieve cubría el suelo. Pero sabía que su papá no era tan entusiasta como él, habiendo crecido acostumbrado a las cálidas temperaturas de Konoha.

Sasuke se aseguró de que sus dos personas amadas estuviesen bien abrigadas antes de salir, dedicando un momento para rodear a Naruto con la bufanda verde que alguna vez había sido tejida por su madre, Kushina y de alguna forma había convencido al rubio de usar una chaqueta que tenía el símbolo del clan Uchiha en la espalda.

Menma siempre lo usaba en su ropa, así que ahora los tres tenían el símbolo distintivo.

Kurama escapó a su espacio dentro del sello. No quería congelarse las patas.

Estando ya lista la familia, caminaron hacia el distrito del clan Hyuga. Mientras caminaban por la calle, las personas le daban saludos animados y respetuosos al Hokage y a su familia y su papá respondía con una gran sonrisa.

Sasuke y Menma eran más discretos. Sasuke tenía su intimidante rostro indiferente, que alejaba a la mayoría de personas incluso sin decir una palabra. Menma por su parte, aunque no intimidaba realmente ni a un gato, estaba tan absorto en su mundo que realmente no prestaba atención a nada, solo siguiendo a sus padres.

Llegaron sin mayores inconvenientes a la residencia Hyuga.

El distrito completo habia sido decorado con bellos tonos dorados y linternas que contrastaban con lo blanco de la nieve. Todo para celebrar el cumpleaños de la líder que había traído tantos cambios a su familia, como la abolición del sello restrictivo en la segunda rama.

El interior estaba perfectamente temperado, por lo que sus abrigos fueron entregados a un sirviente que estaba en la puerta. Luego fueron conducidos hasta un salón donde estaban ya la mayoría de invitados, que consistían en los miembros del clan y los once novatos junto a sus familias. Todos habían logrado hacer un pequeño tiempo en sus turnos de trabajo para poder asistir a la fiesta.

– qué bueno que llegaran – Hinata lucía un hermoso kimono violeta con mariposas azul mar y blanco y su cabello estaba atado con una horquilla de oro blanco que asemejaba un lirio. Un regalo de Toneri para su segundo aniversario que en teoría era lindo y discreto.

Pero bueno, era el mismo hombre que pensó en cambiar el ciclo lunar para darle una súper luna a su esposa, luego de que escuchara la frase "yo bajaría la luna por ti".

– no nos lo perderíamos por nada, feliz cumpleaños, Hinata – dijo Naruto y la mujer les agradeció de corazón los buenos deseos.

Pronto Naruto y Sasuke fueron robados por sus amigos, pero Menma no estaba solo.

No pasó mucho para que Natsuhiko asomara su cabeza de entre algunos miembros jóvenes del clan.

– ¡Menma! – el muchacho saltó hasta donde estaba – ya era hora de que aparecieras, estaba aburrido de tantos viejos.

– ¡Oye! También estoy aquí – Sarada apareció por el mismo camino que Natsuhiko, con los brazos cruzados.

– Eres peor que los ancianos, porque eres una niña y actúas como una vieja de cien años – se burló, Natsuhiko, haciendo enojar a la chica de ojos verdes.

Menma no estaba preocupado, así eran ellos. Natsuhiko disfrutaba haciendo enojar a la gente como un pasatiempo. Solo tenía que decir un par de frases y podía armar una guerra en un salón completo y con la misma rapidez podía apaciguarlos una vez de que se aburriera o cuando su madre se daba cuenta de lo que hacía.

– Tengo algo que mostrarte – antes de que empezara la discusión, agarró a Menma del brazo y se lo llevó a otra habitación, menos congestionada de personas.

Cuando estuvieron solos, Natsuhiko sacó de entre sus ropas un delicado collar de jade.

– el abuelo me lo dio ayer, dijo que pertenecía a la abuela, es una reliquia – lucía realmente emocionado.

– es muy bonito.

– el abuelo dijo que solo existen dos en el mundo y que el otro me lo dará cuando encuentre a la persona con la que compartiré mi vida, pff – soltó una risa – no sabía que el abuelo tuviera un lado tan cursi.

A pesar de decir eso, Natsuhiko lucía realmente feliz por el regalo.

– no creo que sean más cursis que mis padres.

– ya lo creo, ¿fue verdad que el maestro Sasuke compró un campo de duraznos en Iwa para que tu papá comiera duraznos frescos durante su embarazo?

– es verdad – confirmo y Natsuhiko comenzó a reír más fuerte que antes.

– diablos y se cree que los Hyuga somos ricos – Menma solo levantó los hombros.

Sintieron voces acercándose desde el pasillo y la expresión de Natsuhiko se volvió ligeramente ensombrecida. Hubo unas risas y cuando dieron que la habitación estaba con las luces encendidas, apresuraron el paso y se fueron, solo entonces el cuerpo de Natsuhiko dejó ir la tensión.

– ¿Aún siguen hablando? – preguntó preocupado.

– No es culpa de mi padre, alguien debe hacerse cargo de la tumba de nuestros antepasados, no ha abandonado a mamá – soltó un suspiro pesado, sentándose en el tatami, mientras jugueteaba con la joya.

Menma sabía mejor que nadie como las palabras podían afectar a las personas. Puso su mano en el hombro de Natsuhiko, transmitiéndole su apoyo con una ligera sonrisa.

El de ojos plateados lo observó y sonrió de lado, apartando la mano sin ser brusco.

– Unas pocas palabras no van a afectarme, además, ya me encargaré de ellos pronto – su sonrisa prometía mucho sufrimiento para esas personas durante las próximas semanas.

Apoyándose en Menma, volvió a levantarse y ambos continuaron charlando mientras regresaban al salón principal.

El ambiente era muy animado y todos parecían divertirse. Los adultos recordaban viejas anécdotas y los niños jugaban en los alrededores.

Pronto Hinata llamó la atención de todos, al fin daría su anuncio.

– Antes que nada, quiero agradecer a todos una vez más por hacer un tiempo y venir a celebrar con nosotros, especialmente porque sé que las agendas de algunos de ustedes suele estar muy apretada. Como algunos de ustedes no podrán quedarse hasta el final de la velada por sus trabajos, adelanté un poco el anuncio – sonrió – como sabrán, mi esposo no pudo estar aquí hoy y él aún no está enterado de lo que estoy por decir...

– Hermana, es lo que creo que es – Hanabi se apartó del lado de Konohamaru para ir hacia su hermana.

– Sí, estoy embarazada de nuevo – ambas hermanas se abrazaron a la par que había una exclamación general por parte de los invitados y pronto todos se lanzaron a dar felicitaciones a la mujer.

Pronto fue rodeada de buenos deseos y el ambiente ya festivo se volvió aún más luminoso.

Todo estaba bien.

– 0 –

La lágrima solitaria que resbaló, fue limpiada por una mano cálida. Sasuke sostuvo la mano de Menma y continuó velando su sueño.



Capítulo editado 22/05/22

Notas Nuevas:

Aquí comenzaría el tercer arco de la historia.

Notas Antiguas:

- Luego de tantos años de estar solo, a mi parecer, Toneri no sabría mucho del romance terrícola, por lo que cortejar a Hinata sería díficil para él, con situaciones posiblemente cómicas a causa de los malos consejos que da Kiba. 

- ¿Por qué Kiba? Porque al ser cercano a Hinata, pensó que era confiable, junto con Shino.

- Mas tarde aprendería que primero debió preguntarle a Hanabi.

- La relación de Toneri con el clan Hyuga es bastante tensa, por si no se notó. Con contadas excepciones. 

- Natsuhiko hace un buen trabajo sembrando el terror y defendiendo a su madre de las malas lenguas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro