Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Un Príncipe

Thıs could be
The stαrt of somethın' neɯ
It feels so rıght
To be here ɯıth чou

— Nunca había venido por aquí— Quackity comentó mientras la balsa avanzaba por el estrecho camino.

— Ni yo, pero se ve muy tranquilo aquí— Comentó Fargan, mirando la espalda de su amigo— Y tú también luces demasiado tranquilo, ¿Está todo bien? ¿Qué te ha dicho tu tía?—

Quackity se quedó en silencio por unos segundos mientras movía el remo con lentitud.

— Ella me dijo que por mi edad ya debería casarme— Respondió Quackity.

— ¿¡Qué!? ¡Pero si apenas tienes 18 años!— Fargan dijo.

— Es lo que le dije, pero a ella no le importó, incluso ella ya tiene preparado el compromiso— Comentó el pato.

— ¿Y con quién piensa ella que te vas a casar?—

— Sara Manríquez—

— ¿Sara Manríquez? ¿Ella quiere que te cases con esa comadreja ladrona?— Preguntó Fargan— Todo mundo en la aldea sabe que a Sara le encanta robar en los huertos de las demás personas—

— Pero su familia aún tiene una buena posición en la aldea, y su casa es una de las más grandes de todo el prado— Quackity comentó sin dejar de remar.

— ¿Entonces crees que tu tía te quiere casar con Sara por cosas materiales?— Preguntó Fargan.

— Nuestra casa se está cayendo en pedazos, es obvio que el plan de mi tía es que yo me case con Sara y así irnos todos a vivir a su casa en la colina— Quackity respondió— No le encuentro otro motivo por el cual ella quiera que yo me case con Sara—

— Menuda mierda— Fargan suspiró frustrado— Tú no te quieres casar, ¿Verdad?—

— Por supuesto que no, Fargan— Quackity dijo en voz alta— Tengo muchas cosas que hacer aún, tengo aventuras que vivir, lugares que explorar, cosas nuevas que descubrir... No quiero estar atado a alguien, no quiero pasarme el resto de mi vida con alguien a quien no amo, viviendo una vida que no quiero vivir—

Quackity suspiró, mirando al agua, su ánimo había bajado mucho en poco tiempo.

— Solo quiero cumplir mi promesa a mamá— Comentó el joven híbrido en voz baja, dejando que la corriente llevará la balsa a dónde quisiera. Por fortuna aquel estrecho camino desembocó en uno más amplio.

Así que ambos estaban en una parte muy nueva del río, sin prestar mucha atención al entorno. Quackity volvió a sostener firmemente el remo, empezando a remar nuevamente.

Fargan comenzó a mirar a ambas orillas del río, descansando y disfrutando del corto paseo, hasta que vio un cartel mal puesto en la tierra.

— Cuidado con los híbridos— Leyó el búho y soltó una risita— ¿Por qué alguien pondría esa señal?—

Entonces reaccionó a lo que había leído.

— Eh... Quackity— Fargan miró entonces al otro lado donde había un cartel con un gran zarpazo sobre él que decía "Zona de riesgo". El pato no era consciente de los carteles así que Fargan continuó observando varias señales más— Quackity... ¡Sordo, que te estoy hablando!—

— ¿Ahora qué pasa?— Preguntó Quackity sin mirarlo.

— Tenemos que dar vuelta— Le respondió Fragan, tomándolo de los hombros— Es peligroso estar aquí—

— ¿Fargan, de qué estás hablando? ¿Ya andas de criko otra vez?— Preguntó Quackity.

— No es momento de hacerse el gracioso Quackity, esta sección del río ya no es parte de la aldea— Fargan le dijo señalando los múltiples carteles de advertencia.

— Espera, ¿Qué?— Quackity empezó a ver a ambos lados.

— Estamos entrando en la parte de los humanos— Fargan comentó— Esto es malo, muy malo—

Quackity se quedó quieto un segundo, pero entonces empezó a mover el remo de nuevo para avanzar por el río.

— ¿Quackity?—

— Solo quiero explorar un poco, si vemos algún humano prometo que daré vuelta a la balsa— Comentó el joven pato.

— Bien— Fargan asintió y dejo que Quackity siguiera guiando el camino, solo que ambos iban más atentos al camino.

Siguieron en el camino hasta que se toparon con otra división de camino, del lado derecho seguís el río tranquilo y calmado, pero a la izquierda había un claro de agua, con una formación rocosa a la orilla, e incluso tenía un arcoiris que entraba al agua.

— Vaya... Mira todo lo que nos hemos perdido por no salir de la aldea, ¿No es maravilloso?— Comentó Quackity sonriendo.

— Es muy hermoso, pero si no salimos de la aldea es por una buena razón— Fargan dijo, mirando el arcoiris.

Antes de que alguno de los dos continuará hablando, vieron a varios humanos sobresalir de la punta de la roca.

— Oh no, vámonos de aquí Quackity— Fargan habló y Quackity empezó a remar lo más rápido que podía hacia el lado derecho— ¡Más rápido, brazos de popote!—

— Pues ayúdame, cabrón— Ordenó Quackity.

— Ah sí— Fargan habló y volvió a mover sus alas para impulsar la balsa. Los humanos empezaron a saltar de la punta de la roca para caer en el agua.

Fargan observó como la balsa quedaba detrás de los árboles que estaban en la separación de los dos caminos y suspiró aliviado.

— Bueno, esperamos a que los humanos se vayan y regresamos a casa, eh Quackity— Fargan volteó pero ya no vio a su amigo— ¿Quackity?—

El mencionado había bajado de la balsa para correr en la tierra, escondiéndose entre los árboles para ver a los humanos chapotear y nadar en el agua.

— ¡Quackity!— Fargan dió un grito silencioso cuando se paró detrás de él— ¿Qué coño estás haciendo?—

— Nunca he visto a un humano— Quackity dijo— Siempre quise saber cómo eran—

— Quackity, nos estamos poniendo en un riesgo innecesario, hay que irnos a casa ya— Fargan dijo.

— ¡Eh chicos, miren!— Un grito vino por detrás de ellos— ¡Encontré una balsa!—

— Esto es malo, muy malo— Fargan susurró mientras él y Quackity se movían por el pasto para escapar silenciosamente. Pero sus esfuerzos fueron en vano ya que Quackity tropezó por culpa del lodo y cayó al suelo, llevándose a Fargan con él.

— ¿Que fue ese ruido?—

Los híbridos se pusieron de pie justo en el momento en que los humanos subían a la tierra. Fargan preso del pánico tomo a Quackity de la cintura para usar sus alas e impulsarse a los árboles, parándose en una rama, llenandose de hojas en el proceso que se quedaron pegadas a ellos por el lodo.

— ¿Qué habrá sido eso?— Preguntó una humana mientras se cubría el cuerpo con una capa marrón.

— Si hay una balsa es porque hay una persona aquí— Comentó un chico que usaba un gorro azul.

— ¿Y si fue un híbrido?— Preguntó otro humano— Estamos cerca de las señales para alejarse—

— No seas idiota Matteo— Respondió otra humana— Los híbridos tienen cerebros de animales, no piensan, no son capaces de usar una balsa—

Tanto Quackity cómo Fargan levantaron una ceja indignados por el ofensivo comentario de la chica.

Pero antes de que alguien hiciera otro movimiento, la rama donde los híbridos estaban escondidos se quebró y ambos cayeron sin tiempo a usar sus alas. Los humanos gritaron de la impresión, la cual fue sustituida rápidamente por el miedo al ver a una enorme criatura levantarse.

Los humanos solo veían una enorme criatura cubierta de hojas, ramas y lodo, con cuatro alas, cuatro brazos y dos cabezas que jadeaba de forma horrible.

— ¡Es un monstruo!— Gritó la chica de la capa.

— ¡Ve a decirle monstruo a la más pinche vieja de tu casa!— Gritó Quackity. Una vez que la luz se ajustó, los humanos vieron que se trataba de dos criaturas diferentes.

— ¡Son híbridos!— Gritó el chico del gorro.

Pronto, uno de los humanos se agachó para tomar una roca del suelo, al levantarse la lanzó a los híbridos, golpeando a Fargan en el rostro, más en específico en una ceja.

— ¡Oigan!— Quackity se quejó, pero vio que los humanos ya estaban listos con más piedras— ¡Vámonos!—

Quackity y Fargan empezaron a correr, recibiendo varios golpes de piedras en la espalda y sus alas. En algún punto Fargan emprendió vuelo. El búho planeaba tomar a Quackity por la camisa para levantarlo con él, eso son contar que Quackity ya lo había rebasado al correr.

Lo que las manos de Fargan habían tomado fue la capa de la chica que ya los había alcanzado.

La chica gritó y tras elevarse un poco, la capar de desató y ella cayó al piso, dejando la capa en sus manos

Fargan tenía mala vista, solo veía con un ojo, ya que el otro lo tenía cerrado para evitar que la sangre que caía de su ceja entrará en el, así que su misión de encontrar a Quackity se complicaba, se elevó un poco más y dejo caer la capa, con suerte lo podría ver desde arriba.

Quackity por su parte estaba corriendo, pero al no ver a Fargan, se detuvo.

El pato tragó saliva y empezó a andar más lento, esperanzado de ver a su amigo para que ambos huyeran de esos humanos locos.

Quackity dió un par de pasos más y entonces el humano del gorro saltó sobre él, asustándolo. Ambos empezaron a rodar sobre el suelo, hasta que se detuvieron, con el humano encima de Quackity.

— ¡Suéltame!— Gritó el híbrido. El humano tomó un ala de Quackity y la jaló con fuerza, haciendo que el pato chillara. Quackity levantó una mano y golpeó al chico en la mejilla, haciendo que lo soltará.

Quackity lo empujó para que se quitará de encima suyo, haciendo que el gorro se le cayera al humano y el pato lo tomó rápidamente.

— Ahora esto es mío, culero— Quackity dijo y empezó a alejarse rápidamente. Miraba hacia atrás de vez en cuando y casi cae cuando algo le tapo la vista, llevó las manos a su rostro y aparto lo que lo cegaba, lo cual era la capa que la chica tenía. Entonces Quackity tuvo una idea millonaria.

Se puso la capa en la espalda, cobre sus alas y luego se colocó el gorro, cubriendo las plumas de sus orejas, así si algún otro humano lo veía, pasaría desapercibido y podría buscar a Fargan más fácil.

Una vez ya bien disfrazado volvió a correr, esperando encontrar a Fargan.

Las ruedas del carruaje gustaban conforme avanzaban por el camino. Un joven de ojos rojos estaba sentado dentro, mirando por la ventana.

Dentro del carruaje también se encontraba una persona de cabello naranja y un vestido verde, y un joven de armadura negra con detalles de color verde.

Tanto el caballero de armadura como la persona en vestido se vieron y compartieron una conversación silenciosa, terminando con el joven caballero señalando al chico de ojos rojos con su cabeza.

— Eh... Luzu— Habló la persona en vestido— ¿No estás emocionado de volver a casa después de tres meses fuera?—

Luzu solo se quedó ahí en su lugar, sin hablar ni moverse.

— ¿Por qué habría de estarlo?— Preguntó Luzu.

— Vaya humor, Lolito solo estaba tratando de iniciar una conversación— Dijo el caballero.

— Estaría emocionado de ir a casa, de no ser porque ya se lo que me espera al llegar— Comentó el chico de ojos rojos— Regaños de Vegetta, regaños de Akira y regaños de mi padre—

— No seas tan duro con ellos Luzu— Lolito dijo— Ellos solamente quieren lo mejor para tí—

— ¿Y ustedes creen que casarme con la princesa del reino Venture es lo mejor para mí?— Preguntó Luzu, volteando a verlos finalmente— Mi padre solo me mandó al norte para conseguirme una esposa—

— Bueno si lo pones así— Dijo el caballero.

— Tu padre solo quiere verte feliz, Luzu— Habló Lolito— Él quiere que tú estés con alguien que te haga feliz—

— Pues obligandome a buscar esposa o esposo no conseguirá nada— Luzu se cruzó de brazos— Yo no quiero esto—

— Luzu...—

— No quiero que mi vida sea estar con alguien a quien no amo, esa no es una vida que yo quiera vivir— El joven habló— Quiero encontrar a alguien que quien yo ame de verdad, alguien me haga sentir feliz, alguien que me emocione... Yo busco a alguien que tenga un espíritu aventurero cómo el mío, que no tenga miedo de aventurarse a una expedición a los desconocido conmigo—

— Tu lo que buscas es un secuaz, no una pareja— Dijo el caballero pero terminó por llevarse una patada en la pierda por parte de Lolito que golpeó en la zona que no tenía armadura— ¿¡Y tú por qué me golpeas, Lolito!?—

— ¿Cómo que "por qué"?— Preguntó el pelinaranja— Si eres tremendo gilipollas, Frank—

— A ver ustedes dos ya basta— Luzu dijo— Estamos por llegar, no quiero más peleas... Hasta que me vea con mi padre—

Lolito y Frank se callaron, Luzu volvió a mirar por la ventana, suspirando y esperando a llegar al castillo.

— ¿Crees que tu padre se moleste mucho porque no quisiste comprometerte con la princesa Nieves?— Preguntó Lolito.

— Conociéndolo, él ya debe tener alguna princesa o a un príncipe esperando en el castillo para que yo lo conozca— Luzu dijo cruzándose de brazos.

— ¿Está seguro de esto, su majestad?— Preguntó el joven de ojos morados.

— Más que seguro, mi fiel consejero— Respondió un hombre de cabello café— El príncipe es un terco, seguramente decidió no proponerle matrimonio a la princesa de Venture, así que está idea es mejor—

— Realmente no estoy muy seguro de esto— Otro chico, uno de cabello blanco habló.

— ¿Por qué el bufón habla conmigo?— Preguntó el rey, mirando a su consejero.

— ¿Bufón?— Preguntó el otro chico— Pero si soy el capitán de sus tropas—

— Ya Willy, ya— El de ojos morados lo hizo callar. Después volvió a dirigirse al rey— Su majestad, sé que lo que usted quiere es que el príncipe se case, pero, ¿No cree que hacer que otro príncipe le proponga matrimonio sin previo aviso es un poco extremo?—

— Samuel— El rey habló— Me temo que estoy llegando a un punto en el que estoy desesperado porque ese muchacho al fin siente cabeza, 21 años tiene ya y ninguna pareja oficial, quiero que cuando mi hijo herede el trono, tenga una persona a su lado que lo ayude y apoye en esto. Así que no quiero quejas, ¿Entendido?—

— Entendido, su majestad— Dijeron Willy y Samuel al mismo tiempo.

Tras esa pequeña plática, una de las puertas de la sala del trono se abrió, dando paso a una doncella de cabellos dorados y un vestido blanco.

— Su majestad, el principe ha llegado al reino, estará aquí pronto— Comentó la joven chica.

— Madre mía, pero aquí los chismes corren más rápido que los caballos— Comentó Samuel, cruzado de brazos.

— Que maravillosa noticia, Borja llegará aquí justo a tiempo para ver lo que tengo planeado para él— El rey sonrió— Akira, dile a las cocineras que se apuren, que la cena debe quedar lista para recibir al príncipe y asegúrate de que el personal del castillo este fuera para su llegada—

— Sí señor— La rubia asintió y tras una corta reverencia salió de la sala del trono.

— Samuel, tú cómo el consejero real, héroe de Karmaland y maestro hechicero, te quiero a mi lado para recibir al príncipe— El rey comentó y el de ojos morados asintió— Y tú, bufón... Sácate de aquí, ushcale—

Willy frunció el ceño y el rey dio media vuelta, empezando a irse.

— Ah, y Samuel, dile al jefe de tropas que este presente, hace siglos que no lo veo— Comentó el rey saliendo de la habitación por las puertas traseras a los tronos.

— ¡Pero si el jefe de tropas soy yo!— Gritó Willy y Samuel solo se quedó riendo por eso.

— ¿Cuánto falta? Ya no soporto estar aquí sentado— Lolito se quejó, removiendose en su lugar.

— No tengo idea— Respondió Frank, mirando por la ventana— Hmm, esto ya ni siquiera parece el camino principal para el castillo—

Aquel comentario llamó la atención tanto de Lolito cómo de Luzu, quienes lo voltearon a ver.

— ¿Qué quieres decir con eso?— Preguntó Lolito.

— Esperen aquí—

Frank se movió hasta estar junto a la puerta, abrió la misma y se puso de pie para asomarse hacia afuera.

— ¡Oiga, cochero! ¿Por qué no estamos en el camino principal al castillo?— Preguntó el caballero.

— Me temo que el camino del pueblo está cerrado— Respondió el anciano que manejaba el carruaje— Los preparativos para el festival de Karmaland empezaron, y el rey ordenó que todos los caminos principales fueran cerrados hasta nuevo aviso, en su lugar andamos por una pequeña carretera improvisada cerca del río. Si ven. A su izquierda podrán ver el río al final de la pendiente por la que estamos atravesando—

— ¿¡Estamos atravesando una pendiente!?— Gritó Lolito observando su ventana, efectivamente al final de una larga bajada estaba el río.

— ¿Y esto es seguro?— Preguntó Frank.

— Por supuesto que sí— Respondió el viejo cochero.

— Ya lo oyeron— Comentó Frank volviendo a entrar al carruaje, cerrando la puerta— Todo seguro—

Pero claro que no era es así.

A los pocos segundos después de que Frank entrará, la tierra fangosa del camino improvisado por donde el carruaje pasaba empezó a caer, dejando sin espacio a las ruedas. A consecuencia de eso el carruaje empezó a volcarse hacia la izquierda.

— ¡Estamos cayendo!— Gritó Lolito.

Los caballos que iban jalando el carruaje se asustaron y empezaron a correr, rompiendo las varas que aseguraban el carruaje a los animales, por lo que pudieron correr libremente, arrastrando al pobre cochero detrás de ellos.

El carruaje por su parte empezó a caer por la pendiente, dando vueltas, haciendo que los tres pasajeros se golpearan contra todos los lados del vehículo. El carruaje se dañaba, los vidrios de las ventanas se rompieron, la puerta se desprendió y las ruedas quedaron clavadas en el fango.

El carruaje terminó por caer en el río, hundiéndose bastante en el agua.

Segundos después Lolito salió a flote, tomando aire y empezando a manotear para mantenerse a flote. Poco después Frank tambien salió, tosiendo agua.

— ¡Maldito camino!— Gritó Lolito salpicando agua.

— ¿Luzu ya salió?— Preguntó Frank terminando de escupir agua.

— Eh... No— Lolito miró a todos lados, pero no había señales de Luzu— Mierda, que no está por ningún lado—

— Esto es malo, esto es muy malo— Frank tomó aire y se hundió, pero de nada sirvió porque salió a flote poco después— ¡No sé nadar!—

— ¿¡Pues que clase de guardaespalda eres!?— Gritó Lolito— ¿¡Cómo que no sabes nadar, menudo gilipollas!?—

— ¡Mejor deja de gritarme y busca a Luzu! ¡Maricón!— Gritó Frank.

— ¿No te mordiste la lengua diciendo eso? Si eres un putón de primera—

Mientras ambos continuaban con aquella pelea a gritos, a varios metros de dónde ellos se encontraban, pero en tierra, el híbrido de pato seguía corriendo.

— ¡Fargan!— Quackity seguía gritando— Pinche pajarraco culero, me dejó abandonado—

Quackity chilló mientras se detenía un momento para descansar. Con suerte esos humanos ya los habían dejado de perseguir.

El híbrido de pato se recargo contra un árbol, recuperando el aire que perdió durante su pequeña carrera. Entonces algo brillante en el río llamó su atención.

Y si había algo en este mundo que siempre tenía la atención completa de Quackity, eran las cosas brillantes. Miró a todos lados asegurándose de que no hubiera nadie cerca y se quitó la capa que cubría sus alas para luego saltar al agua y nadar hasta tomar aquel objeto.

— No mames, es una corona— Se dijo a si mismo mientras observaba la corona que había encontrado, era de oro negro profundo con varias joyas incrustadas en los picos, joyas tan rojas como la sangre— ¿Quien dejaría una corona en el agua?—

Entonces algo más salió a flote, asustando a Quackity, está vez lo que estaba en el agua era una gran rueda, lo cual extrañó más al joven en el agua.

— Perate... ¿Y eso?— A su lado algo más salió del agua, está vez era un pequeño collar con una camafeo, igualmente dorado con un grabado de una rosa en el.

Quackity lo tomó el collar y lo observó junto a la corona que sostenía en su otra mano. El joven solamente sumó dos más dos y concluyó que alguien debió haber sufrido un accidente y había caído al agua.

Tomó aire y se hundió bajo el agua, Quackity estaba muy acostumbrado a nadar, sus ojos estaban bien adaptados a ver bajo el agua, fue así que logró alcanzar a ver a una persona inmóvil en el fondo del río.

Quackity empezó a nadar hacia él, Quackity no volaba muy bien, pero todo eso lo compensaba siendo un nadador muy hábil. Llegó hasta aquella persona, la cual era un muchacho inconsciente que tenía una pierna enredada en las plantas marinas del fondo del agua.

"Si no hago algo, él se ahogará aquí abajo" Pensó el híbrido y comenzó a idear un plan. Acercó su boca hacia las plantas que tenían la pierna del chico capturada y les soltó una gran mordida, logrando romperlas y así liberar al joven.

Después de eso, lo tomó entre brazos y empezó a nadar hacia la superficie, cuando salieron, Quackity escupió algo de agua y respiró el aire fresco nuevamente. Empezó a nadar a la orilla.

— ¡Quackity, ahí estás!— Quackity alzó la vista y vio a Fargan volar hacia él— Te perdí de vista y empecé a preocuparme... ¿Quién es él?—

— No sé, estaba en el fondo del río y lo ayude a salir— Dijo Quackity tratando de subirlo a la orilla— Ayúdame a subirlo a tierra—

Fargan aterrizó en la orilla y empezó a jalar al muchacho mientras Quackity lo empujaba desde el agua. Entre ambos lograron sacarlo del agua y lo dejaron acostado en la tierra.

— ¿Estará vivo?— Preguntó Fargan, levantando la mano izquierda del muchacho.

Quackity no respondió, en su lugar se quedó observando el rostro del chico, sintiendo que sus mejillas se sonrojaban solo por verlo.

— No lo sé, pero ¿Está corona será suya?— Preguntó el pato levantando la corona que seguía llevando en su mano derecha.

Fargan observó la corona y luego vio la mano del chico que él aún sostenía, viendo su anillo.

— Creo que sí, observa su anillo, tiene la misma piedra que las que tiene la corona— Dijo Fargan y Quackity vio ambas cosas.

— ¿Será un príncipe?— Preguntó Quackity— Luce como uno—

Quackity no esperó respuesta de su amigo, en su lugar llevó sus manos al pecho del presunto príncipe y empezó a hacer presión varias veces.

Al pasar los segundos, el joven desmayado se movió. Escupió agua y comenzó a toser.

— ¡Luzu!—

Fargan levantó la vista al oír aquellos gritos.

— Quackity hay que irnos, son más humanos— Dijo el búho abriendo sus alas para volar al follaje de los árboles.

Pero Quackity no lo siguió, en su lugar se quedó viendo al joven príncipe empezar a despertar. Hubo un momento en el que el chico abrió sus ojos y Quackity quedó hipnotizado al ver los ojos rojos del príncipe.

El corazón de Quackity empezó a latir como loco en el momento en que sus miradas se cruzaron. Fue un momento mágico en el que Quackity sintió que su corazón iba a explotar de la emoción.

— ¡LUZU!—

Quackity finalmente salió de su trance, el chico de ojos rojos seguía adormilado, así que Quackity extendió sus alas y aleteó lo suficiente para alcanzar la rama de un árbol y empezar a subir.

— Oye, ¿Estás bien? Tienes todo el rostro rojo— Dijo Fargan, quien estaba a unas ramas de distancia de él.

— S-Sí— Quackity asintió.

— ¡Ya lo ví!—

Pronto, ambos híbridos vieron a dos personas correr hacia el joven que estaba aún tosiendo y escupiendo agua.

— Luzu, Luzu, ¿Me oyes?— Preguntó Frank arrodillándose a su lado.

— Eso creo...— Respondió el príncipe empezando a sentarse mientras Frank lo ayudaba.

— Que gran susto nos diste— Dijo Lolito encargándose de recoger la corona de Luzu que estaba tirada en el suelo.

— Venga, hay que ir al castillo— Frank habló levantando a Luzu del suelo para que se apoyará en él— Hay una población más adelante, allí podrán ayudarnos—

Los tres empezaron a caminar mientras los híbridos observaban desde al árbol.

— Ahora sí, hay que ir a casa y...— Fargan observó como nuevamente Quackity no estaba, el búho vio hacia abajo para ver a Quackity en el suelo por lo que él decidió seguirlo— ¿Quackity?—

— Príncipe Luzu— Quackity susurró— Tengo que volver a verlo—

— ¿Cómo que volver a verlo?— Preguntó Fargan, Quackity después de eso dio media vuelta para correr hacia el lado contrario al que el príncipe y su sequito se fueron.

Pero los dos ignoraron completamente el hecho de que había dos lobos esqueléticos los estaban observando ocultos en los arbustos.

"Seguidlos muchachos, no pierdan de vista a ese patito"

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro