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Secretos, Charlas y Paseos

Kᥱ 'ā mᥲιᥣᥲ ι Kīᥣᥲᥙᥱᥲ
Māᥣᥲmᥲᥣᥲmᥲ ι Wᥲhιᥒᥱkᥲρᥙ
A kᥲ ᥣᥙᥒᥲ o Uᥕēkᥲhᥙᥒᥲ
I kᥲ ρᥲᥣι kᥲρᥙ o Kᥲ'ᥲᥙᥱᥲ

La tormenta había terminado por arruinar el ánimo de todos en el castillo.

Pero en especial, Quackity estaba bastante confundido y consternado por lo que acaba de descubrir hace tan solo unos 15 minutos.

Rubius había estado en el reino hace 7 años, y Vegetta lo había desterrado. ¿Qué es lo que había ocurrido?

— ¿Quackity, estás bien?- Preguntó Fargan al verlo inusualmente calmado.

Quackity asintió lentamente.

— La lluvia le arruinó bastante el ánimo— Comentó Alexby mirándole— Anda, secate y podrás ir a cenar con él—

Quackity suspiró y entró al baño para cambiarse la ropa húmeda por una ropa más seca.

Pero en su cabeza solo estaba el pensamiento de descubrir porque Rubius estaba involucrado en el reino.

"¿Será que él me mandó aquí por un motivo oculto?" Pensó Quackity.

Él iba a descubrir la historia de Rubius.

Mientras tanto, en otra habitación del castillo. Luzu estaba terminando de cepillar su cabello, pero el ruido en su puerta lo interrumpió.

— Adelante— Dijo el de ojos rojos, dejando su cepillo de lado.

Por la puerta entró el rey, Luzu se sorprendió por eso, su padre casi no iba a su habitación, era más de pedir que se vieran en el comedor privado o en el solario del castillo.

— Papá, ¿Pasa algo?— Preguntó Luzu.

— Sí. Borja, tú y yo necesitamos hablar— Comentó el rey— Tu comportamiento con el príncipe Auron es inaceptable—

— Vaya forma de tumbar mi ánimo, papá— Comentó Luzu poniéndose de pie— Él no me cae bien—

— Eso no significa que tengas que ser grosero con él cuando no te ha hecho nada malo— Dijo el rey.

— ¡Él me pidió matrimonio!— Luzu levantó la voz— Seguramente lo hizo porque tú lo invitaste específicamente para hacer eso—

— Esto no ha sido meramente idea mía, el rey de Tortillaland...—

— Entonces esto es cosa de reyes— Luzu comentó mientras su humor empeoraba— No es justo que querías forzarme al matrimonio con Auron, ¿Olvidas todo lo que su reino nos hizo?—

— ¿Y tú olvidas todo lo que nuestro reino hizo?— Preguntó el rey— Una guerra no tiene buenos ni malos, Borja, fueron tiempos oscuros—

El rey suspiró y suavizó su postura un poco.

— La guerra nos dejó un vacío que jamás podrá ser llenado de nuevo— El rey continuo hablando— Y me temo que tú terminaste siendo una de las personas más afectadas—

— No metas a mamá en esto— Luzu dijo caminando lentamente a su cama, sentándose en la orilla.


La guerra dejó a familias afectadas, dejo a viudas, dejo a niños huérfanos, dejo a personas inválidas de por vida, dejo un trauma difícil de superar. Pero el príncipe Luzu perdió una gran parte de su corazón.

Fue una noche lluviosa, una invasión del ejército de Tortillaland atacó por sorpresa el castillo Luzuriaga. Hubo mucho caos, incendios, explosiones, fue una emboscada que tomo por sorpresa a todos.

Esa fatídica noche Luzu vio morir a su madre a manos de un soldado, es anoche Luzu estuvo a punto de morir, pero fue salvado valientemente por quién años más tarde sería el nuevo jefe de tropas del reino. Esa noche Luzu perdió la felicidad.

— Yo sé lo afectado que estás por la muerte de tu madre— El rey se sentó a su lado, apoyando una mano en el hombro de su hijo.

— ¿Entonces por qué la mencionas?— Preguntó Luzu bastante molesto— Solo mencionas la memoria de mi madre para molestarme—

— Borja, eso no es verdad— El rey habló, queriendo sonar más relajado, claramente herido— ¿Me crees capaz de usar su memoria en vano?—

— ¡Lo estás haciendo ahora mismo!— Luzu dijo mientras se ponía de pie— ¡No me quiero casar con Auron! ¡No quiero casarme con el príncipe del reino que mató a mi madre!—

— Borja, no me levantes la voz porque yo no te estoy hablando así— El rey también se puso de pie— Lo único que quiero que hagas es que pases la mañana con Auron—

— Lo siento, pero no, voy a pasar todo el día con Quackity— Luzu mencionó.

— Pues me temo que tendrás que decirle a tu amigo que estarás ocupado durante la mañana— El rey dijo.

— ¡No quiero hacerlo!—

— No te estoy dejando opción— El rey sentenció- Solo te estoy pidiendo esto, el resto del día eres libre, pero la mañana la pasarás con Auron. Punto final—

— Pero...—

— Sin peros— El rey dijo abriendo la puerta del cuarto para salir— Por una vez en años, haz algo por mí—

La puerta del cuarto se cerró y Luzu se tiró sobre su cama, tomó su almohada y después gritó con fuerza sobre la almohada.

— ¿Por qué es tan difícil que él entienda?— Luzu se quejó— Él no puede controlar mi vida, él no puede decidir con quién me caso o no—

Luzu se puso de pie y empezó a caminar por la habitación.

— Ojalá...— Luzu habló, pero callo al caer en cuenta lo que había pensado— ¿Pero en qué estoy pensando? ¿Qué rayos está pasando conmigo en general?—

El príncipe caminó de vuelta a su cama, tirándose encima de ella, con la cara enterrada en la almohada.

— ¿Por qué me siento tan...? ¿Diferente?— Se preguntó.

La mañana del otro día llegó con más rapidez de la que muchos desearían, pero no para Quackity, él ya estaba despierto desde horas antes de que el Sol mañanero brillara en todo su esplendor.

Quackity salió de la cama lentamente, se puso su ropa y observó que Alexby y Fargan seguían dormidos sobre la cama. El chico tomó su libreta y escribió en dos hojas diferentes, las cuales arrancó.

La primera la dobló y dejo sobre la cama. Después fue a la puerta del cuarto, la abrió y se detuvo, no sabía cómo hacer que la segunda hoja de papel se quedará pegada en la puerta.

Quackity se quedó pensando casi 40 segundos y entonces la idea llegó a su cerebro. Corrió a la ventana del cuarto, la abrió y empezó a ver por toda la pared buscando algo en específico, y al mirar hacia abajo lo encontró.

Estiró su mano derecha y atrapó a un pequeño caracol que estaba escalando la pared. Quackity regresó a la puerta, pasó el caracol un poco por la parte trasera de la hoja de papel y la impacto contra la madera, logrando así que se quedará pegada gracias a la baba de caracol.

"Soy un pinche genio." Pensó Quackity, luego vio el caracol en su mano.

El chico miró de derecha a izquierda asegurándose de que nadie lo viera y llevó lentamente el caracol a su boca, una vez que tuvo al caracol lo suficiente cerca, abrió la boca y aspiró al bicho entero para comerlo dejando solo el caparazón vacío.

Después de su desayuno improvisado, cerró la puerta y empezó a avanzar rápidamente por el castillo. Aunque sin saber, cuando Quackity pasó de largo por las escaleras, Luzu apenas iba apareciendo por las escaleras, dirigiéndose a la habitación de Quackity con rapidez.

Luzu prácticamente corrió hasta la puerta de la habitación donde Quackity dormía, pero antes de que pudiera golpear la puerta, observó la nota en la puerta.

"Lusuuuu, estaré un rato en la biblioteca, pero podemos ir a la feria después del almuerzo. Atentamente: Quackity."

— ¿En la biblioteca?— Luzu se preguntó mientras arrancaba la hoja.

Bien, el plan de escapar todo el día se complicaba, ahora tendría que ir a la biblioteca y seguir evitando a Auron.

El príncipe arrugó la hoja y empezó a caminar directo a las escaleras, buscando la biblioteca, pero vaya, los planes nunca salen bien.

— Príncipe Luzu—

Luzu detuvo su huida debido a que Ari lo interceptó al final de las escaleras.

— Ahí está, lo estuve buscando— Ari comentó con una pequeña reverencia— El rey me encargó que te llevará al solario—

— ¿Al solario?— Preguntó Luzu y Ari asintió.

— El rey organizó un desayuno especial para ti y el príncipe Auron ahí— La chica dijo y me tomó del brazo— Así que voy a llevarte ahí porque no quiero perder mi trabajo—

Luzu quería negarse, pero maldita sea, Ari tenía algo en ella que hacía imposible negarte a algo que ella pidiera, era algo casi hipnotizante con lo que no podías luchar.

Seguramente la ternura que la chica poseía era su truco bajo la manga.

Luzu terminó por dejarse guiar por Ari, caminaron por varios minutos hasta la zona este del castillo, subiendo varias escaleras hasta una puerta de marco blanco y un gran cristal.

Ari abrió la puerta y dejo entrar a Luzu.

El solario estaba en una gran terraza, estaba lleno de varias plantas que rodeaban la habitación. Las paredes consistían en cristales transparentes, así como el techo que también eran varios paneles de cristal que dejaban entrar la luz del Sol, cristales encantados que disminuían el calor para que el solario estuviera en la temperatura ideal siempre.

También había varias mesas de metal de color blanco, acompañadas de sillas del mismo material y color.

Y ahí, en el centro del solario, estaba el príncipe Auron, bebiendo de una taza de café.

— Suerte— Ari dijo y salió por la puerta.

Luzu suspiró y empezó a caminar hasta la mesa en el centro, el otro príncipe le vio y alzó la mano derecha para saludar.

— Buenos días, Luzu— Auron saludó.

— Buenos días— Luzu respondió por respeto y se sentó en la silla al otro lado de la mesa, se notaba a leguas que él estaba ahí por obligación.

— Te sirvo el café— Comentó Luzu tomando la tetera de cerámica blanca con azul para empezar a servir el líquido en la taza— ¿Cuántos terrones de azúcar?—

— Dos, por favor— Luzu dijo, Auron asintió lentamente y endulzó el café del príncipe de ojos rojos— Gracias—

— ¿Sabes? Anoche, hablando con mi escudero, me di cuenta de un par de cosas, quería disculparme— Auron empezó a hablar— Mi comportamiento estos últimos días ha sido muy cuestionable—

— ¿Hablas de pedirme matrimonio e incomodarme durante horas?— Preguntó Luzu tomando uno de los panes rellenos que estaban también en la mesita.

— Sí, todo eso— Auron asintió— Mis padres me enviaron aquí con una cosa en mente y no lo pensé dos veces—

"Así que el matrimonio no es solo idea de mi padre." Luzu pensó mientras bebía el café.

— Y bueno, acepto completamente toda mi responsabilidad, por la pedida de mano tan repentina y todo el hostigamiento— Auron comentó— Supongo que la idea de estar en el trono me llamaba demasiado la atención. Ya que bueno, tu sí serás rey por herencia y yo no—

— Espera, ¿Tú no heredarás la corona?— Preguntó Luzu y en respuesta, Auron negó.

— No, yo soy el menor— Auron respondió— Mi hermano mayor, Ibai, él será quien ascienda al trono, yo solo me voy a conformar con pasar a ser el duque de Tortillaland—

— ¿Duque?— Preguntó Luzu más confundido.

— Eres hijo único, entiendo que no sepas de los otros títulos nobiliarios— Auron comentó con una risa— Yo tengo el título de príncipe por ser hijo del rey. Una vez que mi madre muera y mi hermano ascienda al trono, yo seré duque por ser hermano del rey—

— Oh... Vaya— Luzu se quedó callado un momento— No sabía eso, es bastante interesante de hecho. Si no me equivoco, tu madre lleva unos, ¿Cuántos..? ¿35 años reinando?—

— Cuarenta de hecho— Auron corrigió— La reina más joven en la historia de nuestro reino, coronada a los quince años—

— ¿A los quince? Guau, ¿Y por qué fue una reina tan joven?— Preguntó Luzu, ya más interesado en el tema.

— Es una historia curiosa, mi madre no era la heredera al trono, ese era su hermano mayor, el príncipe Tommy— Auron empezó a contar— Pero él desapareció—

— ¿Cómo que desapareció?—

— Sí, hace 50 años, el príncipe Tommy se embarcó en una exploración junto al príncipe Tubbo, el príncipe del extinto reino L'Manberg— Auron siguió hablando— Querían explorar el inhóspito DSMP, pero jamás volvieron y fueron dados por muertos, entonces 10 años después mi abuelo murió y mi madre fue coronada—

— No tenía idea de eso...— Luzu se quedó pensativo mirando su taza— Últimamente me estoy dando cuenta de que no sé mucho sobre... Sobre todo. Parece que llevo años encerrado en mi mismo—

Luzu parpadeó varias veces, ¿En qué momento perdió su interés en aprender sobre el mundo? Él quería explorar el mundo, pero, ¿Cuándo fue que su gran hambre de conocimiento desapareció?

— Trauma—

— ¿Qué?— Luzu levantó la vista hacia Auron.

— El trauma causa estragos en la gente— Auron comentó, como si hubiera leído los pensamientos de Luzu— El trauma nos hace bloquear nuestra mente y no actuamos a cómo lo hacíamos antes, la guerra marcó a mucha gente, nosotros éramos adolescentes y bueno, tú perdiste a tu madre—

— Sí...— Luzu asintió un poco— Hablaste en plural, ¿Qué fue lo que perdiste tú?—

Auron se estiró un poco en la silla y suspiró, estirando su pierna derecha.

— Yo era más impulsivo en ese tiempo, así que vi que había una batalla cerca y quise participar, tardé descubrí que un príncipe de 15 años sin experiencia en batallas reales no era de ayuda— Auron explicaba— Entonces alguien me golpeó con un hacha la pierna y pues...—

Auron llevo las manos a su pierna derecha, empezó a levantar la tela del pantalón y Luzu casi tira su taza al verlo. Debajo de la tela no había una pierna de carne y hueso, en su lugar era madera.

Auron tenía una prótesis.

— Perdiste una pierna en batalla— Luzu comentó.

— Sí, tardé en acostumbrarme, pero ya es parte de mí— Auron dijo acomodando la tela del pantalón.

— Lo siento, no tenía idea de qué...— Luzu empezó a hablar—No tenía idea de que los demás sufrieron igual y peor que yo—

Entonces el razonamiento golpeó a Luzu en la cara, y las palabras que su padre le dijo en la noche resonaron en su cabeza.

¿Cuándo fue la última vez que él pasó tiempo con su padre después de la guerra? Luzu se encerró tanto en su duelo que ignoró que no solo él perdió a su madre, su padre perdió a su esposa, al amor de su vida y Luzu jamás se mostró empático con él. Luzu jamás mostró apoyo y se alejó de su padre al grado de ni siquiera hablarle en semanas.

— Veo que estás atravesando un mal momento— Auron comentó mientras se ponía de pie— Por ahora me retiro, iré a la feria. Te veo luego Luzu—

Luzu observó como Auron se alejaba y entonces fue que él se permitió dejar caer las lágrimas por sus mejillas.

¿Por qué parece que sus sentimientos están descontrolados últimamente?

Luzu pasó un largo tiempo culpando a su padre por dañar su relación de padre e hijo, pero él también cooperó a eso, y jamás lo notó.

— ¿Cuándo fue que deje que esto pasará?— Luzu se preguntó llevándose una mano al pecho— ¿Pero qué pasó conmigo?—

Entonces Luzu se puso de pie, necesitaba irse y de preferencia, encontrar a Quackity para buscar consuelo.

— Hmm— Fargan siguió observando el papel que Quackity había dejado en la habitación— ¿No te parece que Quackity está actuando algo raro?—

— Quackity siempre ha sido raro— Comentó Alexby estirándose.

— Él no es el único— Mencionó Fargan.

— ¿Qué quieres decir, plumero?— Preguntó Alexby.

— Alexby, aún tienes que explicar— Mencionó Fargan— Y no solo a mí. Si tú ocultas algo relacionado a Rubius, Quackity también merece saberlo—

— No es algo importante y...—

— ¿Hiciste un trato con Rubius?— Preguntó Fargan de repente, haciendo callar a Alexby.

— Yo...— Alexby suspiró— Hace tres años quise hacerlo, pero no fui tan idiota para darle mi alma a cambio—

Entonces Alexby saltó de la cama y empezó a correr fuera de la puerta.

— ¡Alexby, espera!— Fargan gritó empezando a volar para perseguirlo.

Quackity cerró el tercer libro que había sacado del estante de la biblioteca, no había nada.

Aún no podía encontrar nada referente al Rubius en ningún libro de los que ha leído. Tras haber cerrado el libro se puso de pie y caminó hasta la estantería.

Empezó a buscar algún otro libro que tuviera el mínimo contenido de historia de Karmaland para que pudiera investigar. Pasaba los dedos por las pastas de los libros y no había nada que pudiera ser de ayuda hasta que vio un libro algo ancho de color morado.

Sacó el libro y sus ojos brillaron al ver que la portada decía "El ascenso de Vegetta, brujo, consejero y héroe". Había encontrado el libro que podría darle las respuestas que buscaba.

Volvió a la mesa en dónde había estado leyendo y abrió el libro. El texto que lo recibía era un texto introductorio acerca de como ese libro narra los actos heroicos de Vegetta, empezando por el exilio del mago oscuro.

Bingo, había encontrado el libro correcto.

Pasó las páginas y...

¿Qué?

¡El estúpido libro se saltaba del prólogo al maldito capítulo 5! Alguien había arrancado todas las hojas que había en el medio. Se notaban los restos del papel que quedaba en el libro.

¿Por qué alguien arrancaría todo eso?

Los pensamientos de Quackity se vieron interrumpidos debido a dos risas que se acercaban a la biblioteca.

— Ya basta, Mangel—

Quackity entonces vio como Lolito entraba a la biblioteca, riendo un poco porque la persona que iba detrás de él le hacía cosquillas en el abdomen.

— Prudencia, Mangel, que hay alguien aquí— Comentó Lolito después de ver a Quackity— ¡Hola!—

Quackity fue amable y levantó su mano derecha para saludar a los dos nuevos que entraron a la biblioteca.

— Tú eres Quackity, ¿Verdad? El amigo nuevo de Luzu— Lolito mencionó mientras caminaba junto a Mangel a la mesa donde Quackity estaba, el chico mudo asintió en respuesta— Bueno, yo soy Lolito, el acompañante de Luzu y él es mi esposo, Mangel—

— Mucho gusto— Mangel le saludó y Quackity les ofreció una brillante sonrisa amable.

— Oh, ¿Leyendo sobre el reino?— Preguntó Lolito al ver los libros sobre la mesa. Quackity asintió y empezó a escribir en su libreta para mostrárselo a Lolito.

"Sí, aunque estoy buscando leer algo en específico"

— Tienes suerte, Quackity— Lolito sonrió— Conozco está biblioteca como la palma de mi mano, escribe lo que buscas y te traeré cinco tomos enteros del tema—

Quackity entonces empezó a escribir, con algo de duda, ya que Luzu había reaccionado mal ante la mención de Rubius, pero aun así se aventuró.

"Estoy buscando algo sobre Rubius"

Lolito inmediatamente después de leer eso arrancó la hoja del cuaderno y la arrugó.

— Lo siento por mi arrebato— Lolito lanzó la hoja lejos y sonrió.

— ¿Sobre qué quiere leer?— Preguntó Mangel acercándose a la mesa mientras sostenía un libro de cuentos de terror.

Quackity se apresuró a escribir nuevamente el nombre de Rubius en el papel y lo mostró a Mangel, quien soltó un grito ahogado.

— ¿¡Rubius!?— Gritó Mangel.

— Shhhh— Lolito hizo callar al de gafas y luego miró a Quackity— Escucha, si vas a vivir a largo plazo aquí, debes tener en cuenta una regla primordial aquí y eso es que: No hablamos sobre Rubius—

Quackity frunció el ceño por eso y volvió a escribir.

"¿Por qué?"

— Porque eso no es de tu incumbencia— Respondió Lolito— No hablamos de Rubius, caso cerrado—

Quackity se frustró más por la respuesta de Lolito, sin embargo, Mangel se veía más influencia le que Lolito, así que empezó a escribir de nuevo.

"¿Qué pasa con Rubius?"

— ¿Qué pasa?— Preguntó Mangel— Pues pasa que Rubius ha sido lo peor que le ha pasado a todo Karmaland—

— ¡Mangel!— Lolito regañó.

— ¡Tiene que saberlo!— Mangel gritó ante la molestia de Lolito, que solo iba enojándose más— La época de Rubius en el reino es sumamente oscura, acercarte a él significaba tu fin—


Quackity volvió a escribir.

"¿Pero qué pasaba si te le acercabas?"

— Pues más te valía alejarte de él porque solo te traería problemas— Mangel siguió hablando— Él era una pesadilla y si te ponía el ojo encima significaba lo peor—

No se habla de Rubius, no, no, no— Lolito los interrumpió parándose entre ambos, mirando a Mangel con molestia— No se habla de Rubius

Tras eso, Lolito vio a Quackity, con una mirada algo molesta, luego se le acercó más a Mangel.

Más... Justo en mi boda fue— Lolito tomo a Mangel de la mano y dejó la otra en su hombro izquierdo.

En nuestra boda fue— Mangel también cantó mientras su rostro sobresalía desde detrás de Lolito para poder ver a Quackity.

Todo estaba listo con un clima precioso esa vez— Lolito se separó de Mangel y pasó de largo a Quackity.

Ninguna nube esa vez— Mangel se puso frente a Quackity moviendo su dedo índice para negar.

Rubius con voz misteriosa habló— Lolito puso las manos sobre los hombros de Quackity y se asomó por detrás de él.

¡Trueno!— Mangel gritó mientras azotaba un libro sobre la mesa.

¿Tú cuentas la historia o lo hago yo?— Lolito preguntó mientras le daba la espalda a Mangel y se alejaba de él.

Lo siento mi niña, hazlo tú— Mangel se apresuró a tomar la mano de Lolito y empezó a repartir besos por todo su brazo, haciendo sonreír a Lolito.

"Veo que pronto lloverá"— Lolito paso al lado de Quackity, avanzando hasta la mesa, mientras hacía comillas con sus dedos.

¿Qué insinuaba?— Mangel también cantó pasando al lado de Quackity.

Sabrás que lo tomé muy mal— Lolito cantó mientras subía y se sentaba en la mesa.

Vegetta, trae la sombrilla— Mangel cantó a la par que tomó uno de los libros.

Boda en un huracán— Mientras Lolito cantaba, Mangel empezó a usar el libro para abanicar a Lolito, pretendiendo que fuera el viento de un huracán.

Fue un día feliz, pero es verdad— Mangel dejo a un lado el libro, tomó las manos de Lolito y lo bajó de la mesa.

No se habla de Rubius, no, no, no— Ambos habían vuelto a bailar juntos mientras se sonreían, pero al girar para ver a Quackity tenían caras de preocupación—No se habla de Rubius—

Lolito y Mangel empezaron a acercarse a Quackity y él solo pudo retroceder en dirección a la puerta, pero al llegar alguien lo jalo hacia afuera. Viendo que fue Frank quien lo había sacado de la biblioteca.

Miedo al ver a Rubius balbuceando y tropezando, siempre lo recuerdo murmurando y farfullando, su sonido es como la arena al resbalar— Frank empezó a cantar en susurros, tomando a Quackity de los brazos y avanzando cautelosamente por el pasillo.

Raro el don de ir visualizando, deja a Merlon, como a todos, temblando— El soldado de mechas verdes continúo avanzando mientras empujaba a Quackity suavemente hasta toparse con unas cortinas cerradas, por las que un par de manos se empezaban a asomar— Lanzando maldiciones sin interpretar, ¿Quieres tú intentar?

Terror en su faz, ratas por detrás— En ese momento las cortinas detrás de Quackity se abrieron y Willy salió cantando, asustando al pobre chico mudo.

Al oír tu nombre no hay marcha atrás— Willy empezó a encorvarse cómo una bruja de cuentos y empezó a moverse con lentitud— Grita mientras tiembles al despertar

Willy tomó a Quackity de las manos y entonces lo hizo girar, el chico sin habla gritó y avanzó un par de metros hasta que alguien lo atrapó. Cuando miró hacia atrás se encontró nuevamente con Willy.

No se habla de Rubius, no, no, no— Quackity empezó a avanzar, bajando las escaleras, viendo que ahí también estaban Lolito, Mangel y Frank, observándolo con advertencia— No se habla de Rubius

Quackity miraba a los 4 mientras bajaba las escaleras y al detenerse en el descanso de la escalera para bajar al otro tramo de escalera vio que Juan, Ari y Mariana estaban abajo también.

Él dijo mi pez se moriría, y ve— Ari cantó mientras avanzaba por debajo de la escalera, sosteniendo una pecera vacía.

Él dijo, "Te quedarás chaparro" y justo así fue— Juan cantó avanzando en dirección contraria a Ari, queriendo pararse de puntas.

Él dijo que me quedaría virolo y mírame bien— Mariana pasó al lado de Juan, quitándose los lentes.

Las maldiciones se cumplen cada vez— Los tres entonces cantaron mientras señalaban hacia la escalera, Quackity volteó y vio a Vegetta empezar a bajar las escaleras.

Él vio en mí un destino gentil, una vida de ensueños vendrá— Vegetta empezó a cantar lentamente y con una sonrisa pequeña en sus labios. Quackity empezó a bajar las escaleras para salir de su camino— Y que así el poder de mi magia como uvas va a madurar—

Oigan, el príncipe viene ya— Akira habló mientras estaba en la cima de las escaleras del lado derecho.

Mientras eso ocurría, por el otro pasillo, Alexby seguía corriendo de Fargan, mientras el búho le perseguía.

Finalmente la nutria se detuvo, observando hacia el piso de abajo entre el barandal por dónde iba a empezar la escalera.

Él vio en mí un amor imposible pactado al fin... En lazos con otro— Alexby cantó mientras miraba a Frank, quien hablaba muy animado con Willy— Casi lo puedo oír

Hey tú— De nuevo en el piso de abajo, Vegetta llamó la atención de Quackity mientras se le acercaba— De ti, ni una pregunta más

El mago se separó de Quackity, mirando hacia arriba donde estaban las mascotas del chico mudo. Vegetta levantó una ceja, pensando algo.

Quackity no pudo notar eso, ya que estaba más ocupado peleando con la curiosidad de su cerebro por querer investigar cada vez más.

Necesita saber todo sobre Rubius, necesitaba la pura verdad de Rubius.

¡Quackity, tu amor llegó!— Ari, Juan y Mariana cantaron desde la esquina de la habitación donde todos estaban, viendo que Luzu caminaba lentamente hacia ellos.

Y entonces todo estallo, Quackity se vio hundido en un mar de cantos, todos cantaban al mismo tiempo mientras se movían por el cuarto.

"Justo en mi boda fue", "Ratas por detrás", "Una vida de ensueño vendrá", "Tsss, tsss, tsss", "¡Trueno!", "Oigan, el príncipe viene ya".

Quackity se cubrió los oídos, empezó a sentirse tan abrumado por todas las voces que oía, incluso llegó a sentirse que estaba en un espacio en negro, rodeado por todos mientras cantaban y danzaban a su alrededor.

Aunque durante ese momento, su cerebro lo sacó del pequeño renace cuando vio a Vegetta, que tenía un gesto de tristeza en su rostro mientras se movía a su alrededor.

Estoy bien, estoy bien, estoy bien... Voy bien— Vegetta cantaba mientras Quackity mantenía la vista en él.

No hablemos de Rubius, no

"¿Por qué hablé sobre Rubius?" Quackity pensó para sus adentros, dejando que su voz interior estuviera sobrepuesta encima del coro de voces.

No hay que hablar sobre Rubius

"No debo nunca hablar de Rubius." Quackity pensó y finalmente abrió los ojos cuando sintió una mano en su hombro. Abrió los ojos y vio a Luzu.

— Buenas tardes, Quacks— Luzu sonrió un poco y Quackity sonrió— ¿Listo para ir a la feria?—

Resulta que el aire fresco fue de ayuda para Quackity, salir a caminar por fuera del reino resultó beneficioso para recuperarse de su casi ataque de pánico en el castillo.

Además la compañía de Luzu le hacía bien en el corazón.

— Oh, ven por aquí— Luzu habló tomándole la mano— Te voy a presentar a alguien.

Luzu fue guiando a Quackity, quien estaba sonrojado por estar tocando la mano del príncipe. El chico observó como Luzu lo guiaba a un puesto en particular, uno de lona azul con varios retratos de personas, frutas y paisajes.

— ¡Pol!— Luzu habló.

— ¡Joven príncipe!—

Quackity observó como un hombre algo bajo, pero sonriente y de aspecto bonachón se ponía de pie para saludar a Luzu.

— Quackity, él es Pol, un pintor maravilloso— Luzu dijo y volteó a ver al pintor— Pol, él es Quackity un amigo—

— Un gusto Quackity— Pol le saludó y Quackity sonrió en respuesta.

— Pol, ¿Crees que puedas hacer un retrato de Quackity y yo?— Luzu preguntó, sorprendiendo a Quackity.

¿Él quería un retrato de ella dos juntos?

— Por supuesto que sí, vengan, siéntense en esos bancos de allí— Pol dijo señalando los banquillos de madera— Tomen asiento y empezaré de inmediato—

Ambos chicos caminaron a los bancos, sentándose y acomodándose correctamente. En un momento ambas miradas se cruzaron, cada joven sintió un bombazo en su corazón y voltearon a otros lados mientras se sonrojaban.

Y todo después de eso fue simplemente maravilloso.

Pol había avanzado bastante con la pintura y les dijo que regresarán en una hora mientras él finalizaba el retrato y dejaba que se secara.

Así que Luzu y Quackity empezaron a recorrer más secciones de la feria, compraron manzanas cubiertas de caramelo, fueron a los juegos en dónde Quackity se ganó un lindo patito de madera que iba a atesorar junto al patito de cristal. Vieron un show de marionetas que hizo que Quackity recordara su infancia.

Y finalmente, ambos caminaban por una plaza, había música y gente sonriendo por todos lados.

— Oh Quackity, mira eso— Luzu señaló hacia un grupo de personas. Eran hombres y mujeres, con pieles morenas, largas faldas de hojas y coronas de flores coloridas.

— Son extranjeros, vienen de las islas polinesias de la lejanía— Luzu comentó— Hacen un espectáculo de baile todos los años—

Ambos caminaron un poco más para estar cerca de los bailarines que estaban a nada de empezar.

Había unas personas más atrás de los bailarines, con varios instrumentos como tambores y algo parecido a un cacahuate gigante.

Pronto, los músicos comenzaron a tocar los instrumentos y cantar, creando una melodía tranquila y amena con voz e instrumentos.

Y entonces los bailarines empezaron a danzar, moviendo los brazos y las caderas lentamente, tan bellamente sincronizados que era hipnotizante.

Quackity sonrió con ojos brillantes al ver la danza tan majestuosa que se desarrollaba frente a sus ojos, todo era tan bello, tan nuevo, tan... Tan hermoso.

Sin notarlo antes, una joven chica se les acercó, la chica que vestía igual que sus compatriotas, llevaba varias coronas de flores en sus manos. La muchacha ponía las coronas a quienes estuvieran frente ella.

Puso una sobre la cabeza Quackity y otra sobre la cabeza de Luzu, el mudo estaba más que feliz por eso, incluso daba pequeños saltos de emoción, acción que a Luzu le pareció sumamente tierna.

Quackity incluso había empezado a imitar la danza de aquellos bailarines, movimientos ligeramente más torpes, claro, pero él lo hacía con mucha felicidad. Él siguió moviéndose así hasta que la chica de las coronas de flores le tomo de la mano y empezó a guiarlo hasta los demás bailarines.

Quackity rápidamente empezó a bailar, tratando de seguir el ritmo de los bailarines, moviendo los brazos y la cadera.

Quackity disfrutaba de esa danza, y Luzu sonreía con ternura ante el baile de Quackity, pero eso duro poco, ya que Quackity le tomo de las manos para hacer que también se uniera a la danza.

Pronto, los bailarines alentaban a qué más espectadores se les uniera en ese baile.

Quackity se sentía tan pleno, feliz y libre con ese baile, mientras Luzu trataba de seguirle el paso. El chico mudo levantó la vista y sonrió a Luzu, el príncipe empezó a sentir entonces que su corazón latía cada vez más rápido y su rostro enrojeció por completo.

Aquel baile terminó con dos fuertes golpes en los tambores, todo fue seguido por varios aplausos de la gente presente, los bailarines y músicos respondieron con una reverencia.

Tras ese baile improvisado, Luzu y Quackity volvieron con Pol, quien les entregó el retrato. Sin duda era un pintor talentoso.

El retrato mostraba a Luzu y Quackity, sentados juntos, sonrientes, con un pequeño sonrojo en las mejillas. El paisaje detrás de ellos era algo más parecido a un valle verde, con luciérnagas adornando el ambiente, era sumamente hermoso.

Para el anochecer, Luzu y Quackity volvieron al castillo para la cena, la cual transcurrió con tranquilidad, incluso Luzu fue capaz de saludar a Auron.

Cuando la cena terminó, Luzu acompañó a Quackity a su cuarto, ambos decidieron que Quackity se quedaría con él retrató y Luzu simplemente se despidió.

Luzu regresó a su cuarto, sonriente, feliz... Lo cual era extraño y un poco alarmante si lo pensaba con claridad. Cuando finalmente estuvo en su habitación, cerró la puerta y se sentó sobre la cama.

"Quackity es tan lindo..." Pensó para sí mismo.

— ¿Qué me está pasando?— Luzu se preguntó llevándose una mano al pecho— ¿Por qué me está haciendo sentir así?—

El príncipe se puso de pie y tragó saliva, se sentía tan raro, tan diferente, se sentía... Se sentía bien.

Nunca preferí los días soleados, sabes que me cuesta sonreír— Luzu empezó a cantar mientras levantaba la cara para ver al frente— Mi conducta se ha desajustado. Mírame, soy feliz

Pero de repente estoy cambiado, risas de bebés me hacen llorar— El chico siguió cantando y avanzó hasta su balcón, abriendo ambas puertas para luego caminar hasta apoyarse en el barandal del balcón— Siento que estoy todo alborotado y es por él, ya ni hablar

Luzu levantó un poco su mano derecha, extendiendo su dedo índice y como ya es costumbre cada que canta, una pequeña avecilla se posaba en su dedo.

Luzu sonrió suavemente por eso.

Me está enseñando un nuevo camino, creo que me gusta, creo que me encanta— Luzu continúo cantando y más aves volaban para pararse en el balcón— Me está enseñando un nuevo camino, mi paisaje cambió, un canario cantó. Todo lo que yo odiaba, es lo que quiero hoy...

Luzu sonrió bastante hasta que cayó en cuenta del aviario que se había creado en su balcón.

¡Dios! No sé qué hacer— Luzu novio bastante los brazos rápidamente y empezó a avanzar, asustando a las para que se fueran volando de ahí y entro de nuevo al cierto.

Me dijeron que no hable con extraños, porque sé que pueden lastimar— Luzu cerró las puertas a su balcón y apoyó la espalda contra la madera— Se me está saliendo de las manos, me entregué sin pensar

Me está enseñando un nuevo camino, creo que me gusta, creo que me encanta— El príncipe empezó a dar pequeños pasos dentro de su habitación, tocando nuevamente su pecho— Me está enseñando un nuevo camino. Esto es algo anormal que no puedo evitar, yo intenté, yo luché, pero no puedo más

Y además es verdad— Se acercó hasta uno de los postes de su cama y se apoyó contra el poste— Es verdad—

Cachorritos, florecitas, unicornios de marfil— Luzu rápidamente se sentó nuevamente en la cama y empezó a enumerar cosas, sonriendo cada vez más— Muñequitas con chapitas, Disneyland quiero ir

Días de campo en días soleados, Reyes Magos, Navidad— Luzu siguió con eso mientras poco a poco subía a la cama y se ponía de pie— Hamburguesas, pizza, helado. ¡La cigüeña es de verdad!

Pijamadas, almohadazos, conocer la Torre Eiffel— El príncipe llevó ambas manos a los postes y se detuvo para no caer— Una colección de tazos, ¡Y música de Juan Gabriel!

Me está enseñando un nuevo camino, me estoy dejando, me está gustando— Luzu bajo de la cama de un salto para aterrizar en el suelo, sonriendo más confiado— Estoy tomando un nuevo camino

Yo tendría que huir, en lo oscuro vivir— El príncipe siguió avanzando hasta verse en el espejo del tocador, sonriendo genuinamente, por primera vez en años él sonreía de corazón— Pero el chico es hermoso y sabe insistir—

Con solo sonreír— Luzu cada vez cantaba con más ánimos mientras caminaba hacia su cama— Me encanta a mí—

Él me enseña un nuevo...— Luzu finalmente se tiró en el colchón y sonrió viendo al techo— Camino

Luzu terminó de cantar mientras aún miraba al techo, tragó saliva y finalmente se atrevió a hablar.

— Quackity me gusta— Luzu comentó.

Continuará...

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